Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 16: Dulzura

-Necesito huevos -Jannet miro a la cocinera y le sonrió -Somos muchos, así que... bastantes.


-Iré a buscarlos -la mujer asintió y tomo una cesta, salió de la cocina.


Jannet suspiro, y volvió a centrarse en trocear las fresas. Sintió unas manos en su cintura y sonrió, dejando el cuchillo a un lado.


-¿No pensabas decirme que mañana es el cumpleaños de nuestra hija? -le hablo al oído, rozando sus labios contra el lóbulo de su oreja.


-Yo...-ella giro el rostro para mirarle -No es un buen momento para celebraciones y...


-¿Que clase de padre seria si no le celebro el cumpleaños a mi hija? -el frunció el ceño, mirándola a los ojos.


-Oh, Eder -y ella se giro entre sus brazos y colocando las manos en su pecho, y se puso de puntillas para besarle.


En cuanto sus labios se rozaron, en la apretó contra su cuerpo, envolviéndola en sus brazos. Un gruñido resonó en la garganta de Eder, la empujo contra la mesa de la concina y sin pensarlo un segundo, la alzo, sentándola sobre ella, situándose entre sus piernas, mientras besaba su cuello.


-Eder -ella gimió, aferrándose a sus ojos -Estamos en la cocina.


-Lo sé-el metió las manos bajo la tela de su vestido y subió, acariciando sus muslos.


-Puede venir alguien -jadeo cuando sintió como el mordía su cuello.


-Estoy en mi cocina, que se vayan todos al diablo -y el llevo la mano al lazo de su pantalón, desatándolo. -Rodéame con tus piernas -y ella obedeció. La miro a los ojos y se adentro en ella despacio, conteniendo el aliento. -Eres el maldito paraíso.


Jannet gimió, sujetándose a sus hombros y apretándole con sus piernas, urgiéndole.


-¿Tienes prisa esposa? -rio mientras besaba sus labios. Y se movió más deprisa. Clavo las manos en la mesa, sintiendo el leve dolor atravesar una de sus manos. Pero no le importo, la maravillosa sensación de estar dentro de ella, superaba cualquier otra. Sintió como su mujer le clavaba los dedos en los hombros y alzaba el rostro al techo, mordiéndose el labio. Escondió su cara en su cuello y presiono su boca contra él, evitando que el grito saliera de sus labios.


Todo quedo en calma, solo el sonido de sus latidos acelerados, inundaba el lugar.


-Las fresas -Jannet hizo una mueca, consciente que estaba sentada sobre ellas.


-¿Eran para la tarta? -el suspiro, apartando el rostro de su cuello, la miro sonriendo y beso sus labios -Iré ahora mismo al pueblo y te traeré todas las que quieras. -miro entonces hacia la mesa, su mano y frunció el ceño. Se aparto de ella, y la ayudo a bajar con el otro brazo.


-¿Eso es sangre? -Jannet miro su mano -¡Te cortaste!


-No es nada -el miro el cuchillo, que estaba sobre la mesa.


-Déjame ver -tomo su mano y la alzo, mirándola -Desinfectare el corte y te lo vendare. Siéntate -señalo la banqueta de madera que estaba al otro lado.


El obedeció, mirándola moverse por la cocina con felicidad.


-¿Que? -ella se acerco frunciéndole el ceño -Levanta la mano.


-Me gusta verte en nuestra casa -el alzo el rostro y la miro -Siempre me pregunte como seria.


-¿Como seria tenerme cocinando en tu cocina? -ella alzo una ceja, mientras vertía algo de alcohol la herida, el dio un respingo.


-Nuestra cocina -el miro su mano y de nuevo a ella -Pero no -alargo el brazo y tiro de ella, obligándola a sentarse en su regazo, Jannet sonrió, acomodándose en sus piernas, mientras comenzaba a vendar la herida -Me preguntaba como seria hacerte el amor en cada lugar del castillo -y le hablo al oído, provocando que ella se mordiera el labio.


-¿Y has decidido empezar por la cocina? -dejo su mano y giro el rostro para mírale sonriendo.



-Me temo que en estos momentos hay demasiada gente en el resto de estancias de la casa -el hizo una mueca.


-Te quiero Eder MacPearson -ella coloco las manos en su mejilla y deposito un beso en sus labios -Y estoy deseando que me hagas el amor en cada uno de los lugares de nuestro castillo.


-Señora ...-la mujer entro en la cocina y se quedo parada, mirándoles sorprendida con la cesta de huevos en la mano -Disculpen.


-Oh, me temo que sufrimos un percance -Jannet se levanto de las piernas de su marido y señalo la mesa -¿Serias tan amable de limpiarla? Me temo que no podre seguir con la tarda hasta que el Laird -le miro a él -Me traiga fresas.


-Claro señora -la mujer dejo la cesta y se dispuso a limpiarlo.


-Me daré prisa -el se levanto -Si casi me corta la mano por estropear las fresas, me acuchillara si no puede terminar su tarta. -y salió sonriendo de la cocina, tirando de ella, con la mano en su cintura.


-¡¿Estas loco?! -ella le golpeo el hombro, mirando hacia atrás, viendo a la mujer mirándoles con los ojos abiertos de par en par -¡¿Por que le has dicho eso?!


Caminaron hacia la entrada de la casa y las risas provenientes de la puerta llamaron su atención. Javrik e Isobel entraban hablando y riendo.


-¿De donde venís? -La pregunta de Eder sonó brusca y Jannet le dio un codazo.


-Estábamos viendo a Caramelo -Isobel les miro sonriendo.


-He pensado en dar un paseo a caballo -Javrik miro a Eder nervioso -Isobel quiere aprender a montar.


-Me parece bien, Ewan empezó en...-Jannet asintió.


-Si mi hija aprende a montar con alguien, será conmigo -el soltó a Jannet y dio un paso hacia ellos -Iremos a dar un paseo por el prado.


-¿Un paseo a caballo? -Niaj salió de la sala principal y sonrió -Me apunto.


-¿Tu no ibas por fresas? -Jannet se cruzo de brazos, mirando a su marido.


-Niaj -Eder le miro -Ve al pueblo a por fresas -y después camino hacia Isobel y paso el brazo por sus hombros -Vamos, daremos un paseo a caballo.


-¿Yo? -Niaj miro a Jannet y frunció el ceño -¿Fresas?


-Déjalo -Ella hizo un gesto con la mano -Aprovechare para pasear por el pueblo -miro a Javrik -No te preocupes, es ..


-Es como ver el futuro -Javrik frunció el ceño -Como ver a mi padre con mis hermanas dentro de unos años.


-Exacto -ella rio






-Puedo ver esa mirada en los ojos de mi hermano -Ayla sonrió feliz, tomando una manzana y depositándola en la cesta que Niara sostenía -La misma que Mail pone al mirar a nuestros hijos.


-Me gusto oírle decir mi hija -Jannet sonrió, dejando otra manzana en la cesta -Pero creo que pondrá complicado que algún hombre se acerque a Isobel en el futuro.


-Oh, si la quiere, lidiara con el -Niara rodo los ojos -Imagina mi esposo.


-Yo diría que ya se está acercando -Helen alzo ambas cejas -Vamos todas lo habéis visto.


-Si -Eara asintió -Sin duda hay algo entre Javrik y tu hija, Jannet.


-Yo diría que el parece interesado -Freya se quedo pensativa -Pero si realmente tu marido se convierte en un problema, será mas fácil que ella lidie con el.


-¿Que quieres decir? -Jannet frunció el ceño.


-Que ella reclame a su marido -Niara sonrió, dio dinero a la mujer del puesto y entrego la cesta a Niaj, sin mirarle.


-¿No eras solo fresas? -el miro molesto, las tres cestas que llevaba y suspiro -¿Quien me mando venir?


-Vamos, te encanta estar entre nosotras -Eara se acerco y le pellizco la mejilla


-Decoraremos el salón con flores -Ayla sonrió pensativa, después miro a Jannet -Espero no te importe, pero avise a Thalia y Angust para que vengan y que traigan a mis hijos y Ania.


-Me gustaría que mis hijos estuvieran aquí -Freya suspiro -Tenéis que visitarnos, será bueno que se conozcan.


-Me encantaría ver al Diablo, lidiando con sus hijas y tus hijos juntos -Eara miro de reojo a Niara y todas rieron.


-Deberíamos reunirnos todos -Helen llevo la mano a su vientre -Y que los niños se conocieran. Sería maravilloso.


-Señorita -Niaj sonrió a una doncella que pasaba por alli.


-Deja de coquetear -Niara le dio una colleja -Y vamos a ese puesto -señalo con el dedo -Quiero ver si veo algo bonito para regalarle a Isobel.







-¿Te lo has pasado bien? -Eder ayudo a Isobel a bajar del caballo.


-Si -ella le sonrió, una vez en el suelo le miro -Gracias.


-No tienes porque dármelas -y el alargo la mano y le acaricio su mejilla -Yo me encargo de caramelo, ve con las gemelas, anda. -y observo como ella se alejaba.


-Es extraño ¿eh? -Mail le miraba sonriendo, apoyado en la pared trasera del establo.


-¿Que? -el se giro para mirarle, y se encostro con varias miradas mas puestas en el.


-Lo que se siente cuando tienes hijos -Alexander miro la yegua -Apuesto a que nunca te imaginaste así.


-Pero no cambiarias esto por nada -Ewan hablo pensativo.


-Desde el momento que lo aceptas, es tu hijo -Duncan hablo, le miro y dio un paso hacia el -Lo que me recuerda. ¿Intentas alejar a mi hijo de tu hija?


-Es muy pequeña -Eder frunció el ceño


-Ya -Ewan rodo los ojos -¿O tu no estas preparado aun para enfrentarte a eso?


-Te entiendo -Duncan abrió la puerta, para que el metiera a Caramelo, mientras Alexander vertía heno al animal y Ewan le quitaba la silla de montar.


-No es igual -Alexander rio -Tus hijas pueden lidiar con cualquier hombre, son los padres de ellos los que deberían temer.


-Y el -Ewan señalo a su hermano con la cabeza, mientras caminaban fuera del establo. -Ellas harán lo que quieran, cuando quieran y como quieran.


-Igual que su madre -Eder sonrió, alzando ambas cejas.


-¿Ese es el Invencible? -Mail había dejado de caminar y se quedo mirando al lado de la casa, al pequeño jardín que había alli.


Todos dieron varios pasos atrás, hasta pararse junto a Mail y sus bocas se abrieron, dejando caer la mandíbula.


Ante ellos, estaba Aclair MacCarty, el Laird del clan del Hielo, sentado en el suelo, con Kristal ante el, colocándole flores en el pelo.


-¿Que miráis? -Eara hablo, caminando junto a las demás con ellas.


-¡Eh! ¡Ayudadme! -Niaj grito, cargado de cestas y paquetes.


-¡Cállate! -ellos le gritaron en voz baja.


-¿Que es tan interesante? -Niara frunció el ceño, llegando junto a su esposo.


-Oh mira eso -Ayla sonrió feliz -Te dije que tu hija era toda paz, mírala.


-Conquistara muchos corazones -Helen rio en voz baja.


-Deberías esmerarte en darle una hija a tu marido -Jannet miro a Freya, que miraba sonriendo la situación. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro