Capítulo 9
Hey, me salté una gran parte de ésto porque solo era yo escabulléndome entre las personas intentando salir del edificio, cosas irrelevantes, pero ahora son las 21:00 de la noche, y la policía aún no llega, evidentemente la mafia Tigre no la quiere para que no salga de aquí, sin mencionar que es casi seguro que tienen a sus oficiales comprados.
Seguía escabulléndome por la ventilación, hasta que llegué a otra rejilla, donde me asomé para ver en qué parte del edificio estaba. Pero para mi sorpresa, al fijarme bien, los tornillos de la misma estaban sueltos... Fui de pensamiento lento, ya que en el momento que lo noté, abrieron la reja y una gran mano robótica me sujetó del rostro, obligándome a salir de mi escondite al jalar hacia afuera, lanzándome contra la pared como si fuese un muñeco de trapo.
— ¡Agh! —me quejé al chocar de espaldas contra ella, para después caer arrodillado al suelo, el camuflaje desapareciendo poco a poco.
Carajo, me sacó el aire el golpe; jadeo un par de veces para recuperar el aire, en la segunda vez alzo la cabeza para ver quien había sido, y claramente una persona no fue. Frente a mí estaban dos zapatos negros, y levantando aún más la mirada, me percato que es un robot con forma humanoide, su rotro es liso con un par de luces que son los ojos, brillantes de color amarillo, color gris, vestido como un mesero, el chaleco y pantalones de vestir negros, además de una camisa blanca, arremangando sus mangas
— Perro... —saludó con una voz robótica algo gruesa
— Valentino... —respondí para después suspirar— ¿Cómo has estad-
Me interrumpe al tomarme de la cara para levantarme, sin escatimar fuerza me la apretó, y yo instintivamente intenté hacer que me soltara, pateando, mientras me quejaba
— Tuviste muchas agallas para dispararle a Don Tigre —dijo con seriedad, con su mirada fija sobre mí, no puedo verlo, pero lo sé—. L'ho trovato, preparare una sedia. —habló en italiano, claramente hacia los demás miembros de la mafia.
"Lo encontré, preparen una silla" fue lo que dijo, para después empezar a caminar, arrastrando mi cuerpo sin aflojar. Empezaba a faltarme el aire, y yo por instinto me moví violentamente, intentando safarme. Apretaba ni cara, y pues el aire no llegaba ni a mi nariz ni boca, pero a Valentino no le importo, ya que él no necesita respirar.
Los robots, al ser hechos de metales y plástico resistente, naturalmente son más fuertes que una persona promedio. Pero no tenía pensado desmayarme, y despertar enfrente de un grupo de mafiosos listos para golpearme entre todos... ¡PASO COMPLETAMENTE DE ELLO!
Metí mi mano en mi abrigo, y posteriormente saco mi pistola y trato de tocar con ésta la pierna de Valentino, y una vez la siento, doy un par de disparos, haciendo que cayera al piso, ¡PERO NO ME SOLTÓ! A lo que yo seguí disparando a ciegas.
Valentino es un robot, no tiene lengua, pero estoy seguro de que lo escuché hacer un sonido similar a cuando chasqueas la lengua, en señal de molestia
— ¡Figlio di puttana! —maldijo en italiano, para después lanzarme contra la pared más cercana con fuerza, y, al igual que antes, me sacó el aire, además de que ésta vez dolió más que la anterior
Valentino estaba apoyado en una rodilla, con un brazo colgando ya que mi puntería no está tan mal, y parece ser que le di a algunos cables importantes.
Toso y acto seguido agarro aire, para levantarme apoyándome en la pared con dificultad, me dolía la maldita espalda, pero no podía quedarme, e iba a aprovechar para correr, rodeando al robot que al parecer no podía levantarse
— ¡No vas a salir de aquí con vida, Perro! —exclamó Valentino con una agresividad increíble, no pienso acercarme a él— ¡Te vamos a despellejar por traicionarnos!
— Yo no tengo cliente favorito, ¡ya se los había dicho! —respondí antes de volver a darle dos palmadas a mi pecho para encender la Camo Cloak y salir corriendo
— ¡Alla cucina! ¡Ora! —gritó el robot en italiano, que se traduce a un "A la cocina, ahora"
Una vez invisible de nuevo, empecé a plantearme bien el plan, y algo más que podría intentar buscar ropa de mesero... Pero quietos, ya que mi pensamientos fueron interrumpidos por unos disparos que salieron hacia el pasillo por dónde corría.
Por instinto, me tiré al suelo para arrastrarme, pero en el instante que lo hago, una bala rozó mi pierna derecha, haciendo que diera un corto grito al mismo tiempo que caí sentado al suelo... Oh no...
— ¡PERRO! —grita en cólera un guardia en la puerta de la cocina, y al ver el piso manchandose en mi sangre, dió un silbido y corrió hacia mi
— ¡Scheisse! —maldigo en Alemán para después intentar alejarme corriendo, pero pensándolo mejor, volteo para intentar dispararle yo.
Fallé miserablemente.
— ¡Fallaste! —respondió el tipo
— ¡No te apuntaba a ti! —contesto yo (si le apuntaba a él)
El miembro de la mafia estando frente a mí me dió un pisotón en la pierna herida, ya que la sangre se vió por encima de la capa de camuflaje.
Bueno... Está parte se tornó algo fea para mí, así que voy a saltearla a lo que sí es importante.
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