Capítulo Veintisiete.
Admito que en varias ocasiones quise eliminarte de mi vida para siempre, pero aún me mantenía esperanzada por alguna extraña razón, a que algún día regresarías.
A pesar de que estaba aprendiendo a vivir con el dolor de tu ausencia, tu adiós aún me resultaba como una broma pesada que la vida me estaba jugando.
Por más veces que sentí que moriria del dolor, todavía seguía de pie, eso debía significar algo bueno ¿no?
Seguía adelante, a cómo pude. Sin embargo, un día me enviaste un mensaje que me dejaría perpleja. No fue la gran cosa, solo un: «Hola, ¿cómo estás?»
Quería contener mi euforia, pero no pude.
Mi amor por ti estaba tan lantente en mi interior, que te respondí de forma rápida. Conversemos de trivialidades, hasta que sin aviso me hiciste una pregunta que provocó que mi estómago se removiera de emoción: «¿me extrañas?»
Recuerdo no haber contestado por varios minutos. Te propuse hablar en persona y tu accediste.
Tenía al que aclarar muchas cosas, sobre todo de tu dudoso comportamiento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro