Nos instalamos en el parque cerca de mi casa para conversar. Ese parque que ya era cómplice de nuestros momentos de amor y dolor.

Abriste tu corazón cómo hacía mucho no lo hacías y me dejaste saber cómo te sentías. Habían sido momentos confusos para ti, pero que el tiempo separados te habían hecho saber con claridad que me amabas y no me querías perder.

Sí, mi amado Charlie, al parecer mis plegarias y suplicas por que regresaras a mí, surtieron efecto. Sin embargo, no podia dejar de pensar en las veces que habías roto mi corazón.

¿Qué pasó con la chica con la que te empezabas a llevar bien? Aquella que me dijiste cuando me pediste tiempo.

No había pasado nada. O al menos eso me hiciste creer y como estaba completamente enamorada, te creí.

Estaba determinada hacerme la difícil, así que te dije que si querías recuperarme debíamos comenzar desde cero, como al principio. Aceptaste y fue así como reescribimos de nueva cuenta nuestra historia de amor.