Capítulo Treinta y nueve.
Me enviaste un mensaje. Después de diez meses. Después de que mi alma comenzara a sanar.
Conservé la calma ya que eso no debía significar nada importante. Te respondí de la forma más casual y desinteresada que pude.
La realidad era que si estaba emocionada. Extrañaba mantener largas conversaciones contigo, aspirar tu aroma y estrujar tu musculoso y cálido cuerpo contra el mío.
Me contaste que visitarías la ciudad. Mi corazón dio un vuelco inesperado y las mariposas revolotearon como hacía mucho no lo hacían.
Prácticamente me invitaste a salir y yo, sin dudarlo acepté. Echando por la borda diez meses de lucha constante.
¿Qué era lo que estabas planeando? No lo sabía, pero quería averiguarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro