Capítulo Sesenta y uno.
Volviste.
Me pedías ayuda para reintegrarte a la vida que habías dejado hace casi cuatro años atrás.
No quería negarme, pues no deseaba darle cabida al resentimiento. Al final de cuentas eras una persona que me importaba: eras quien más dolores de cabeza me había dado pero también eras quien me había enseñado a amar.
Iba ayudarte, pero tú te empeñabas en utilizar ese pretexto como una motivo para frecuentarme.
Seguiste con tus abrazos y besos. Seguiste confundiéndome. Haciéndome creer que me amabas.
Pero estabas roto, Charlie. Quizá aún más que yo.
Intuí que necesitabas ayuda y no me permitía ser completamente indiferente a tu persona.
No quería que decayeras, así que di lo mejor de mí para apoyarte, porque para mi desgracia, seguía amándote como desde el primer día.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro