Capítulo Sesenta y seis.
La rabia recorría cada vena de mi sistema, cada hueso de mi cuerpo, cada neurona de mi cabeza.
Tu indiferencia me provocaba ganas de vomitar.
No podía superar que no tuvieras el valor de de enfrentarme, de darme una explicación.
No podía estar tranquila sin saber tu versión. Pero tú no tomarías la iniciativa.
Mi corazón se había blindado, o al menos eso creía, así que tome el valor para preguntarte acerca de esa nueva chica.
Había enviado el mensaje desde muy temprano, pero no obtenía respuesta.
Pase la mañana hecha un manojo de nervios y de coraje, sentía que estabas evadiendo el responder, pero te conocía y sabía, que no tendrías opción.
Estaba dispuesta a esperar. Esperaría con tal de saber que es lo que tenías que decir, aun si se trataba de algo que no solo rompería mi corazón, si no todo mi interior.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro