Capítulo Quince
Nada en el mundo me hacia tan feliz como pasar tiempo a tu lado. Perder el tiempo viendo televisión o videos estupidos en internet, era la cita más maravillosa.
No era necesario salir a ningún restaurante lujoso o que invirtieras demasiado dinero en algo extravagante, porque te juro, Charlie, que pasar horas y horas tomada de tu mano o recostada en tu suave pecho, era como estar sobre las nubes.
Ese aroma tan tuyo, ese que recuerdo con solo cerrar los ojos, era el aroma más dulce y exquisito que mis pulmones hayan tenido el honor de resguardar en sus adentros.
Me di cuenta entonces, que rápidamente estaba sucumbiendo ante los irremediables brazos del amor. Tus brazos, Charlie mi amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro