Capítulo Ocho
Aún recuerdo ese diciembre en el que me invitaste a salir. Me sentía nerviosa e incapaz de aceptar inmediatamente, aunque por dentro moria de ganas de decir que sí.
Al final de cuentas accedí, con la condición de que una amiga nos acompañara.
Sí, fui tan idiota, pero en verdad estaba nerviosa.
También recuerdo haberme marchado bastante temprano, dejándote ahí, solo con tu rostro que mostraba decepción. ¿En serio estabas triste porque me iba?
No podía creerlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro