Capítulo Dos
Decidí no darle importancia a los celos irremediables que me carcomían cuando te veía con ella. No tenía derecho.
En el fondo de mi retorcida mente, figuraba mi imagen entre tus brazos, entrelazando con tus dedos mi oscuro y enmarañado cabello, y no la clara y perfecta melena de ella.
Me di cuenta que solo me torturaba. «No lo mires más, no lo desees, porque él a ti no te quiere» me repetía constantemente.
Pareció funcionar, porque con el paso de los días, aprendí a ignorarte y a ti a todo lo que te rodeaba.
Pero para mi mala suerte, mi indiferencia hacia ti, comenzó a atraerte hacia mi.
Debí huir cuando podía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro