
Capítulo Diecisiete
El resto de el día transcurrió incómodo, pues no sabía cómo dirigirme a ti aun cuando tú hacías todo por tomar mi atención.
Llegó la noche y después de una silenciosa cena en mi casa, dijiste que era hora de ir a la tuya.
Tenía que hacer algo, no podía permitir que te fueras sin antes escucharme, así que me armarme de valor; sacudí mis temores e inseguridades.
Te levantaste con la firme idea de retirarte y cuando lo hiciste, te abracé y posé mis labios a tu oído solo para confesarte algo que yo sentía, muy probablemente antes que tú: «No sé lo que es amar, pero estoy segura que es lo que siento por ti ahora. Te amo, Charlie»
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro