Capítulo Cincuenta y uno.
Estabas furioso conmigo, pero no Charlie, no tanto como yo lo estaba contigo.
Mi odio se acrecentó con el pasar de los meses y no pude perdonarte incluso cuando tuviste la valentía de escribirme para disculparte.
Sentí una gran satisfacción cuando dije que no iba a perdonarte, que no confiaba en ti y que no quería saber nada más de ti.
Quería que sintieras mi rechazo, tan profundo, hasta el núcleo de tus huesos, que se quemaran tus venas como si mis palabras fueran ácido introduciéndose en tu ser.
Pero, ¿por qué? Esa no era yo. Yo te amé... te amaba tanto que en verdad yo no quería que nada malo te pasara.
No, no debía permitir que el dolor me consumiera hasta el punto de no reconocerme. De perderme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro