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~|CAPÍTULO 9|~


CAPÍTULO 9

Antonella

Me besó. En el momento en que los labios del hombre frente a mi volvieron a unirse a los míos supe que , efectivamente, me estaba dando luz verde. Supe que , a pesar de todas las cosas que habían pasado , Guillermo estaba intentando volver a confiar en mi y mi corazón latió con fuerza al pensarlo. No habíamos tenido una relación perfecta , es más , sólo habíamos sido amantes ;  sólo nos veíamos para tener sexo y luego hablábamos un rato. A veces el cargo de conciencia mientras tenía que acostarme con Francisco me carcomía. Francisco me miraba como si fuese lo único bello de su vida y yo no podía evitar pensar mientras me tocaba que era su hermano mayor quien estaba haciendo el trabajo. Tal vez me tachen de "puta" pero,  en ese momento el miedo a equivocarse en la decisión que tomes , te consume.

Guillermo pasó las manos por mis muslos para posarlas en  mi trasero apretando mi cuerpo contra el suyo. Sus labios tomaron los míos con demanda y fiereza como en los viejos tiempos . La dureza en su pantalón hizo que mi sexo palpitara con un placer doloroso que me estaba torturando. Las manos de Guillermo acariciando mi piel me hacían olvidarme de todo , de la corona , del reino , de mi padre y del desastre en el que se había convertido mi vida. Me quitó el vestido y quedé en bragas solamente sobre él. Le quité la camisa por los hombros mientras el besaba mi cuello y mis pechos. Jadee ciega del placer que mi producían sus suaves labios quemando mi piel. Lo sujeté de los hombros empujándolo hacia atrás y quedó tendido bocarriba en la alfombra.

Besé desde la punta de su abdomen subiendo hasta su pecho , sus pectorales , su cuello y finalmente llegué a su boca. En lugar de besarlo , mordí su labio inferior y tiré de él entre mis dientes un poco hacia atrás. Un gruñido salió de lo más profundo de su garganta , había olvidado lo loca que me volvían los sonidos que emitía cuando estaba excitado.

Pasé las manos por todo su cuerpo , su piel era algo que quería recordar el resto de mi vida. Por más que lo nuestro no fuera eterno quería que se me quedara grabado para siempre.

Metí las manos por el borde su pantalón palpando su dureza. Él echó la cabeza hacia atrás cuando lo acaricié por encima de la tela. Nos acomodó de modo que el quedaba sobre mi y se acomodó hasta que su rostro quedó a la altura de mis muslos. Me besó la piel de estos y se fue acercando a esa zona de mi cuerpo que palpitaba por él. Me quitó las bragas con delicadeza y me dio placer con su boca rodeando mi sexo. Cuando estaba a punto de colapsar de éxtasis se alejó .

Nos besamos como dos animales y él se quitó lo que le quedaba de ropa antes de entrar en mi cuerpo con una sola estacada haciéndome soltar un jadeo. Los recuerdos de lo bien que encajábamos me hicieron sentir algo nostálgica. Nuestros cuerpos chocaban una y otra vez y el volumen de nuestros gemidos iban en aumento. Guillermo era esa clase de hombres a los que se ha dicho que una mujer no puede resistirse , siempre tenía encima esa aura peligrosa y era mirada depredadora.

Ambos llegamos al orgasmo y él cayó sobre mi cuerpo soltando un suspiro sonoro. Besó mi cuello y mi clavícula para luego acabar en mis pechos , los que lamió y mordió a su antojo . Estaba sumida en una nube de placer que no hacía más que subir al cielo porque le extrañaba demasiado.

—Te extrañé— dije en un susurro cuando metió la cara en el hueco de mi cuello .

—Yo también te extrañé , princesa. Espero que estemos haciendo lo correcto.

—No es momento de pensar en eso, debemos pensar más en nosotros y menos en los demás.

—Tienes razón...

Me volteó quedando yo tendida sobre su pecho. Sonreí lo más relajante que pude pero seguí notándolo algo tenso. Traté de no darle importancia pues eso no iba a hacer nada más que jodernos el momento tan íntimo que estábamos teniendo.

Y allí , frente al calor de la chimenea , me quedé dormida sobre el hombre del que estaba enamorada .

Marcos

Tal vez si Leila no estuviese obsecionada con el hecho de que aún siento algo por Antonella yo no me hubiera quedado con el calentón de anoche. Joder , no dije nada malo. Sólo comenté que Antonella se veía mejor que la última vez que había estado aquí y mi novia se ha puesto de los nervios.

¡Joder que éramos unos críos !

Leila estaba en la meceta preparando un café aún con el pijama puesto. Al menos habíamos caído en la misma habitación.

—Leila ... — me acerqué a ella y la rodeé por la cintura con los brazos dándole un beso en el cuello.

—Déjame , Marcos — se apartó bruscamente. — Si quieres besar a alguien vete con la guarra de tu ex.

La tomé del brazo volteándola.

—Hey , no tengo nada con Antonella , pero la conozco de toda la vida y sé que es una buena persona ; no voy a dejar que hables así de ella .

Ella me miró negando con la cabeza y aceleró el paso encerrándose en el baño. Salió un rato luego con un vestido puesto y salió por la puerta sin hablarme.

Al llegar al salón de clases de Geografía me senté en el fondo . Me valían verga estas clases , pero si quería algún día ser rey debía conocer bien los cinco reinos. El profesor llegó y nos dio una babosa clase que duró dos horas. Salí casi corriendo al punto de que no me su cuenta de que había alguien frente a mi y choqué con ... ella.

—Joder , Marcos , ten más cuidado.

Me quedé estático por unos segundos pero al final extendí la mano para ayudarla a levantarse.

—¿Siempre nos vamos a encontrar así , EH?— pregunté con burla.— ¿Chocando y dejando al otro en el suelo?

—Espero que no — contestó . Se veía algo cansada .

—¿Has dormido bien? Te noto cansada.

—Sólo me he desvelado un poco , nada de lo que preocuparse.

—Ya ... ¿Vamos a por un café ?

Ella me miró como si me hubiese vuelto loco. La vi titubear . Jugó con su vestido , lo hacía cuando estaba nerviosa.

—No voy a mentirte, Marcos. Estoy con todas mis fuerzas tratando de arreglar las cosas con Guillermo , sabes que no le caes bien desde lo que pasó hace dos años y no quiero problemas.

Lo pensé . Sé que Guillermo y yo nos fuimos a los puños una vez cuando le robé un beso a Antonella frente a él. En ese entonces no se sabía que estaban juntos y dijo que era porque era la novia de su hermano , ahora sabemos que eran celos. Ese día estaba algo borracho y me puse nostálgico sobre Antonella y yo , besarla sólo fue una locura de borracho.

— Lo pillo, otro día será.

—Seguro — apretó los libros entorno a sus brazos y siguió su camino dejándome en el medio del pasillo como todo un idiota.

Amber

Lo había vuelto a hacer.  Me había vuelto a dejar plantada el muy hijo de puta en la noche de ayer. Seguro estaba con Antonella. Maldito Guillermo , que pesado .

Esta vez espero a una visita que sí quiero ver. Una persona a la que el desastre que he hecho de mi vida me ha mandado a mandar todo a la mierda. La persona llega haciendo eco por todo el salón abandonado. Es tanta perfección junta que me parece imposible a veces que sea real.

Se me acerca uniendo nuestros labios en un beso salvaje. Sujeto su cuerpo apretándolo contra el mío. Me duele que esté con alguien más pero si queremos que nuestro plan funcione tendremos que sacrificarnos. Me sujeta de la cintura ayudándome a subir a la mesa y me besa el cuello haciéndome girar la cabeza para darle mejor acceso a mi piel. Sujeto sus glúteos con mis manos apretándolos y jadea contra mi oreja. Me da una roña horrible no poder quitarle la ropa aquí ya que nos pueden pillar en cualquier momento pero al menos un beso consuela.

Nos apartamos con los labios hinchados. Acaricio su rostro , sus labios. Sus ojos me inspeccionan con cariño , no como los demás ojos que me miran.

—Me alegra que hayas podido alejarte para venir .

—No es difícil , sólo me ve como un polvo.

Sonrío con tristeza.

—No mereces eso.

—Lo sé , pero sabemos que él sí.

—Duele que sea él quien está involucrado en eso , la verdad.

—Acabaremos con él , ya verás.

—Lo sé , te amo — susurré .

Nos volvimos a besar.

—Debo marcharme ya , en serio , tengo clase — me dijo .

—Quédate un rato más , por favor. Últimamente no tenemos tiempo para nosotros.

— Y no sabes como eso me jode , en serio . Pero no puedo separarme de su lado. Conseguiré pruebas de que está metido en eso , no te preocupes , amor .

No puedo evitar sonreír orgullosa.

—Al menos dime que tendrás cuidado. Lo conozco , tiene cara de que no mata una mosca , pero hace mucho daño si quiere. Cuidado.

—Lo tendré — me dio otro beso — Adiós , Amber.

—Adiós , Leila.

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