CAPÍTULO 27.

Antonella.

Lloro. Lloro tanto por dentro...creo que es imposible que mis lagrimales generen el líquido suficiente para que mis ojos liberen lo que siento.

Ha muerto tanta gente, a lo largo de los reinos...

Mi padre ha muerto.
Darikson está muriendo.

Damon está junto a su cuerpo, prácticamente abrazándolo. El castaño mira a su amante, herido , con tanto dolor...¿Así ví yo a Guillermo cuando supe quién era? Porque por dentro sentí que él moría...que yo moría...

—Deja las lágrimas, imbécil, te hace ver blando...—dijo Darikson en un quejido con una risita.

Damon trató de reír , pero solo podía mover las manos tratando de parar la hemorragia.

—No puedes irte , joder. —gruñó Damon.

—Mira, no seas gilipollas. De todas formas...tuvimos unos grandes últimos días y....

—Los primeros de muchos—interrumpió Damon, llorando.

Darikson sonrió.

—Al final ...¿Quién rio de último, Cir Damon?—preguntó, aún sonriendo—Estás llorando porque voy a morir.

—¡Que no te vas a morir, maldita sea!

Darikson negó sutilmente con la cabeza.

—Tú y tu negación constante...

—Darikson.

—Prométeme dos cosas.

—Darikson, deja de despedirte de una puta vez...

Estaba llorando tanto para entonces , estaba protagonizando la escena más desgarradora de mi vida.

—Primero, prométeme que seguirás adelante.

—¡Basta!—suplicó Damon.

Darikson continuó, ignorándolo.

—No quiero que vuelvas a ser ese cabrón cerrado con el mundo que solías ser hace unos meses antes de que te comiera la boca en la piscina, Damon Subak, promételo. —al ver que a Darikson se le había borrado la sonrisa, Damon sollozó.

—Yo...

—¡Damon!—suplicó Darikson en un quejido.

—Vale,vale, joder...lo prometo, yo...

—Y lo otro, es que vas a cuidar a esa perra de allá , a la que adoro. —cuando Darikson me señala sonrío entre lágrimas y me agacho junto a Damon.

—Daki...—murmuro.

—Sigue siempre siendo tú, da igual la escoria que entre en tu vida , ¿Me oyes?

Asiento.

—Prometo que la cuidaré...—murmura Damon , llorando. Darikson sonríe de nuevo. Damon traga saliva.—¿Darikson?—Él lo mira. —Yo...yo...te...yo...te amo. — Darikson sonríe con tanta ternura y a la vez con tanta debilidad que se me rompe el corazón.

Está a punto de responderle , pero entonces da una respiración profunda y...

Se va.

Darikson ha muerto.

Me giro hacia Damon y cuando esté rompe en llanto puro me apresuro a abrazarlo y ambos lloramos en el hombro del otro.

—¡NO!—al sentir la voz de Amber doy un salto. 

Levanto los ojos. Marcos está frente a nosotros,bien. Entonces...corro hacia la rubia que llora en el cadáver de una castaña.

Leila.

Leila también ha muerto.

•••••••

Guillermo.

Cuando me detengo en la cúpula del palacio de Glosard sonrío. Es la cúpula más alta de todos los castillos y de aquí se ve casi todo Modiclort.
Bueno, ya no se llamará Modiclort , nunca más. Ahora yo soy el rey de los cinco reinos y quiero cambiarle el nombre. Y lo haré, claro está.

—Alteza.

—Diga.

—Su prometida está con sus hijos en el cementerio, acompañada de una chica y un chico rubios , una señora y de un castaño. Están enterrando a mucha gente con ayuda de unos guardias del rey Fausto que sobrevivieron.

Suspiro.

—Déjalos. Que pasen su dolor y entierren a sus seres queridos. Encárguense de sepultar el cuerpo de mi padre también.

—Su hermano fue herido , alteza.

—¿Qué tan herido?

—Quedó inconsciente en medio de un tiroteo , creo que le dieron como dos disparos pero al ser un miembro cercano suyo le dieron atención médica de inmediato.

—¿Qué tan grave?

—Es difícil que vuelva a caminar.

Trago saliva.

<<Papá te hace daño...>>
<<No, Fran ¿Cómo crees?>>
<<Pero yo ....>>
<<Nadie me hace daño, Fran>>
<<¿Siempre me cuidarás?>>
<<Sí, pequeñuelo>>
<<¿Lo prometes?>>
<<Lo prometo>>

—Llevadlo a sus aposentos. Denle atención pero no demasiada. Mi hermano no fue el mejor conmigo en los últimos días y quiero castigarlo un poco.

—Sí,  mi rey .

—¿Qué monarca cayó?

—Olimpus y Tatrum se quedaron totalmente sin reyes. Nodrus tiene a Marcos y Amber Diangell , pero dudo que la chica quiera algo de la realeza.

—Para Amber ya tengo planes, ¿Alguien más?

—El rey Fausto , como ya sabe. Antonella está destrozada , también cayó Darikson Harries y...

—De mi prometida me encargo yo, gracias.

El guardia calla. Está a punto de irse cuando lo detengo.

—Ah...Terri.

—¿Sí, alteza?

—Termine los preparativos para mi boda.

—No se ofenda, alteza...pero....la princesa...

Doy un golpe en seco en el muro.

—¡La princesa se casará conmigo y punto!

Terri traga saliva.

—Lo que usted diga, rey Guillermo.

—Quiero que comiencen los preparativos para mí decreto real. Lo haré en el palacio en ruinas de Mordark, quiero que todos los que sobrevivieron a la Guerra Oscura vengan a escucharlo. Ah, y también quiero que los que acompañaron a mi prometida al cementerio vengan al palacio de Glosard , incluidas mi prometida y mis hijos.

—Haremos todo lo posible, alteza.

—No , lo harán y punto.

Él asiente y sale por la puerta.

••••••••

Unas horas después , Antonella entra con mis dos hijos en un coche. Detrás de ella están Amber, Marcos , Damon y la niñera. Todos tienen los ojos rojos , en especial Antonella y Damon. Este último me manda una mirada que me hubiera mandado al infierno si pudiera.

—Bienvenidos al palacio de el nuevo reino , mis huéspedes.

Antonella hace una mueca.

—No vinimos por voluntad propia —habla Marcos , después de salir del shock—Mandaste a más de sesenta hombres a traernos. Somos tus presos, no tus huéspedes.

Si le cuento a todos que él fue parte de la organización de todo esto y se negó a participar....

Sonrío.

—Ok, lo admito. Pero son presos que tiene cada uno una habitación en el ala norte. ¿No es increíble?

Antonella me mira seria. De repente, Evelyn me ve. Sus ojos pequeños y azules se clavan en mí y comienza a estirar los brazos , buscando que la cargue. Levanto los ojos a Antonella quien niega repetidamente con la cabeza.

—No puedes privarme de cargar a mis hijos , Antonella.

—¡Tú me has privado de cosas peores! ¡No te quiero cerca de mis hijos, escoria!

Aprieto la mandíbula.

—Más respeto con tu prometido , princesa.

Ella suelta una risa amarga.

—Si crees que me voy a casar contigo después de todo esto estás peor de lo que pensé.

Sonrío.

—Terri.

Mi guardia aparece a mi lado.

—¿Sí, alteza?

—Lleve a la niñera y a mis hijos a los aposentos que les he preparado para que ella les dé un baño. Haga lo mismo con los dos rubios y con el castaño con cara de asesino serial. De esta belleza me encargo yo.

Antonella apretó los labios , contieniendo el llanto.

La niñera cogió en brazos a ambos niños y los subió. Seguida de Damon, Amber y Marcos. Con ellos hablaría luego por separado.

—¿Y bien?—preguntó Antonella en mi dirección. —¿Vas a matarme, amenazarme...o cuál te resulta más divertido?

Suspiré.

—Prefiero morir antes  de hacerte daño a ti y mis hijos, lo sabes.

Ella se voltea hacia mí.

—Lo sabía, antes. Ahora no sé nada de ti, no tengo frente a mí al padre de mis hijos, tengo a un dictador de mierda que se cargó a miles de familias por su capricho de ser rey de los cinco reinos el mismo puto día donde adquiriste la corona del tuyo. Cabrón. ¿No te bastaba con Mordark,eh? No ...¿No era suficiente?

—Quería que mi familia contigo viviera en la máxima abundancia, el máximo poder. Y es cierto que no sabía de mis hijos , pero cuando lo supe fue combustible mayor. Esas dos criaturas necesitaban un futuro asegurado.

—¡Lo tenían!

—¡Tú sabes que no! —grito,cansado— Mi padre no sabía que existían y los mataría si lo sabía y el tuyo no quería saber de ellos. En cuanto anunciáramos eso al mundo iban a hacerles daño. Lo sabes , no seas ilusa.

Antonella llora y se pasa las manos por la cara.

—Ha muerto tanta gente...—murmura.

Le sujeto la cara con ambas manos y me aguanto para no sonreír cuando se estremece ante el contacto.

—Y no era mi intención, pero ....ya no hay nada que hacer. Lo que debes pensar es que ahora , tenemos el reino a nuestra disposición, porque tú eres mi reina. Y en unión de nuestra cultura, he encontrado el nuevo nombre del reino.

—¿Eh?

—Glodark, el nuevo reino. Gobernado por nosotros, ese reino que heredarán los gemelos y nuestros próximos hijos. Aquí, dónde ellos no deben esconderse en un orfanato porque son los hijos de los reyes y ellos eligen dónde están sus hijos. ¿No lo ves, princesa?

Antonella está pensando a toda velocidad, lo veo en sus ojos. Está llevando un horrible debate mental en su cabeza.

Ella suspira , y mira hacia abajo, rompiendo el contacto de mis manos en su rostro. 

—No creo que...—y le doy un beso, dejándola en shock. Ella trata de empujarme pero la sujeto de la espalda baja pegándola a mí con fuerza, mucha. Ella intenta una y otra vez, no cede.

Me separo de ella para que ambos respiremos y debo sujetarle la mano cuando intenta darme una cachetada.

—Los preparativos de la boda están andando, princesa.

—¡¿Qué?!

—Todo justo como me contaste una vez que lo querías. Todo está...

—¡No, Guillermo, no lo entiendes! —grita— ¡No voy a casarme contigo!

Harto de que diga eso golpeo la mesa detrás que nosotros.

—¡Que sí, maldita sea! Vas a ser mi jodida esposa y vamos a gobernar juntos esta mierda porque por eso hice todo esto, ¿Me oyes?— la sujeto del mentón, ella jadea cuando vuelto a besarla , esta vez más brusco y posesivo.

Aprieto su mandíbula abriendo su boca y meto mi lengua en ella, deleitándome con su boca. Ella me da un golpe en el pecho pero la tomo de la cintura con el antebrazo y la recuesto en la mesa. Bajo los besos por su mandíbula y su cuello y ella se retuerce tratando se safarse de mi agarre. Le doy un beso en la parte de sus pechos que sobresale del vestido blanco y luego me aparto.

—Bienvenida a nuestro matrimonio , princesa.

Ella respira con irregularidad y tiene los ojos rojos.

—Esto es un infierno...—murmura cuando me alejo.

Pero sí la escucho.

—Lástima que hayas enamorado al diablo y sientas lo mismo por él—digo antes de marcharme, pidiéndole a Terri que la lleve a mi habitación, nuestra habitación.