~|CAPÍTULO 15|~
CAPÍTULO 15
Guillermo
Cuando me dijeron que mi padre estaba afuera de la escuela casi me desmayo de la impresión. Mi padre no viene a la escuela desde hace mucho. La idea de que pueda haber pasado me atormenta la cabeza. Veo la expresión de horror que pone Antonella. Mierda. Espero que no sea lo que estoy pensando ...
—Sus altezas ...— empieza el director poniendo las manos sobre el escritorio grueso. — ,supongo que saben por qué les hemos llamado.
—Nosotros no lo sabemos — digo sañalándonos a Antonella y a mi.
—Habéis incumplido las normas.
Siento a Antonella ahogar un grito. Tengo unas ganas enormes de abrazar a MI chica , pero no es el momento. Eso sólo empeoraría nuestra situación.
—¿Disculpe?— increpo.
Mi padre me da una ojeada de desprecio. No....
Me costó demasiado ganarme su confianza. Sólo quedan meses para la coronación .
¡No puede pasarnos esto ahora!
—Princesa Antonella Subak de Glosard ....— empirmeza el director y el rey Fausto se voltea hacia su hija quien ya está sollozando. —Queda temporalmente expulsada de los edificios que conforman Lonkred . Hasta nuevo aviso.
Antonella no puede evitarlo y me mira tapándose la boca con ambas manos. A pesar de ser un tóxico posesivo , lo que siento por ello es real. Lo que tenemos es real. A ella la elegí para seguir como mi esposa y reina después de la Guerra Oscura. No estoy dispuesto a perder lo que tenemos.
—Princesa ... — ella me mira y ver su cara llena de lágrimas me revuelve el estómago— , vamos a arreglarlo. Nosotros ...
—No tan rápido , Guillermo — exclama mi padre. Me volteo hacia él. Tiene los puños apretados .
El director se voltea hacia mi con cierto gesto de soslayo.
—Usted , príncipe Guillermo James de Mordark — dice — usted queda expulsado y hasta que se solucione todo este lío será...—traga saliva y me paralizo —... desterrado de Glosard por romper la ley del tratado que une a nuestros reinos.
—¿De qué ley hablas ? ¡¿ De qué puta ley hablas?! — me acerco a el viejo y mi padre me sujeta por los hombros .
—Hace años— empieza mi padre — dos personas de nuestros dos reinos tuvieron una ... aventura a escondidas. Cuando lo suyo salió a la luz se desató una guerra que casi rompe la paz que tanto nos había costado crear entre las dos naciones. Así que lo prohibimos.
Noto que el padre de Antonella sigue sepulcralmente callado y noto las miradas furtivas que le echa Antonella como si buscase ver como reacciona a cada palabra que sale de los labios de mi padre.
—No tienen derecho a separarnos — tomo a Antonella de la cintura — Lo que hagamos con nuestra relación no es vuestro problema.
El padre de ella aprieta los labios con fuerza y de repente zanja con voz sepulcral :
—Quita tus manos de mi hija , ahora.
Me quedé de piedra y Antonella sostuvo mis manos alejándolas de su cintura.
—Padre...— intentó pero el rey Fausto la interrumpió.
—Tú , cállate. Ya hablaremos en el palacio.
Antonella apretó los puños y noté que le empezaba a temblar el labio inferior.
No llores , mi reina ...
Ella salió corriendo y en rey la siguió a paso firme con la mirada abochornada. El director nos miró a mi padre y a mi y salió cerrando la puerta para darnos privacidad.
Al instante sentí el puño de mi padre en mi rostro.
—¡¿Una Subak!?! Tantas putas en todos los malditos reinos y ... ¿Viniste a follarte a una Subak?
Escupí sangre , tenía el labio partido. Dolía como el demonio pero la idea de que estos cabrones no me dejaran ver a Antonella era peor
—Sí ¿Y Qué? ¿Vas a volver a golpearme? No es como que no esté acostumbrado ¿no crees?— le di una mirada agria y él apartó la mirada.
—Cierra la boca. Puede estallar una guerra por esto.
La que yo estoy preparando , y no es por esto.
—Me la suda — me limité a decir. — ¿Quién fue el cabrón que nos sapeó? Y no te hagas , padre , te conozco demasiado bien y sé que lo sabes.
—No te incumbe, Guillermo. Ahora levántate del suelo , arregla tu corona y recoge tus cosas . Volvemos a Mordark.
—¡No !
—No estás en posición de discutir. Así que obedece. Ahora.
Apreté los labios cuando me dejó sólo en la oficina.
Definitivamente debía reunirme hoy con Los Oscuros.
****
Cuando entro al bar con una capa que me cubre casi toda la cara nadie sospecha que soy un príncipe. Entro al baño de hombres y abro la puerta que está escondida en la pared cerciorándome de que nadie me sigue.
En la sala casi oscura hay miembros de todos los reinos , incluyendo al grano en el culo llamado Marcos.
Todos me observan expectantes.
—Dijiste que la unión era urgente , ¿Qué pasa?— pregunta Marcos.
Trago duro.
—Debo volver a Mordark.
De repente todos se miran espantados y comienzan a cuchichear.
—¡Silencio! — doy un puño en la mesa y se vuelve a crear el silencio que me gusta : el del miedo. — Trataré de volver pronto , pero he sido exiliado de Glosard ; antes de que pregunten , me ahorro los detalles. De todas formas voy a reunirme con el comité "Tashibo" antes de irme. Nos vemos en la próxima reunión.
Todos se miran y salen uno por uno por el baño para no causar sospechas. Sólo se queda el idiota de Marcos.
—¿Fue Antonella?¿Ella te expulsó ?
Suelto una carcajada.
—¿Te estás oyendo? Ella es mi chica , jamás me expulsaría de su reino. Ni te voy a contar mis problemas , así que te vas a tomar por culo.
Él aprieta los labios.
—¿Crees que los de "Tashibo" nos donen las armas?
Aprieto los puños y suelto un suspiro.
—Si mis argumentos los convencen... Supongo que sí. Ahora vete , déjame solo.
Él se va dándome sus miraditas llenas de odio a las que ya me he acostumbrado.
Cuando llego a la habitación de Lonkred para empacar mis cosas me topo con la sonrisa de suficiencia de Francisco. Desde que supuestamente va a luchar contra mi por la corona me da miradas bastante pesadas a las que estoy a punto de mandar a la mierda. ¿Quién se ha creído?
—¿Te vas?— pregunta con altanería.
—No te incumbe , mocoso.
—Seguro que Antonella te ha mandado a la mierda.
Suelto una carcajada irónica.
—¿A caso crees que soy tú ?— le pregunto. Su expresión se torna sombría en segundos pero aún así sigo— Yo le doy lo que le gusta. Por algo me la follé miles de veces mientras estaba contigo.
Se abalanza sobre mi con la clara intención de golpearme así que detengo su puño. Soy algunos centímetros más alto que él.
—Vete al infierno— gruñe y casi sonrío al ver que sus ojos se han cristalizado.
—Dime , hermanito— le animo —¿A caso recibir unas buenas mamadas en el prostíbulo te ha hecho superar el hecho de que no le gustas a Antonella?— la burla es obvia en mi tono y la furia lo es en su mirada.
—Voy a destruirte , Guillermo . — susurra mientras aún sostengo su puño cerrado en el aire. Sus ojos están rojos y nunca había visto a mi hermano con la mandíbula tan tensa. —Voy a acabar contigo.
—Escúchame bien , Francisco James de Mordark ...— mientras el lucha por mantener su puño en el aire se la bajo hasta colocársela en el costado del cuerpo. — Mientras tú estabas yendo a fiestas del té ... yo estaba luchando con caballeros que me doblaban la edad . Mientras tú , mocoso , estabas yendo a ver bibliotecas con los nobiliarios yo estaba siendo torturado para ver hasta tener que tipo de heridas yo resistía ... Así que no , no vas a destruirme. — mis palabras me toman por sorpresa. Tal vez él aún no sepa todo lo que pasó pero eso no le da derecho. — En serio , si sabes lo que te conviene ... no te metas en mi camino. Cuando se trata de la corona me da igual que seas mi hermano.
Salí caminando con los puños cerrados y fui a la habitación de Antonella. Su amigo me abrió la puerta con cara de sueño.
—¿Ella está?— le pregunté directamente.
Él negó con la cabeza lentamente.
—El rey Fausto se la ha llevado — informó — Has algo , Guillermo. Está destrozada. No sé que vas a hacer pero has algo.
Apreté los labios. Quería llevarla conmigo. Quería que estuviéramos juntos. Quería que dejaran de tocarme las narices. Asentí y salí caminando.
Tomé mi celular y mandé un mensaje :
Prepárenme el carruaje , voy a salir
Metí mi celular en el bolsillo y me acomodé la corona. Esto estaba fuera de control . Estaba llegando la coronación y debía preparar el golpe final de los Oscuros. Debía encontrar la manera de colarme en el palacio real de Glosard.
****
Al llegar al almacén de las armas " Tashibo" hay varias personas esperando por mi. Sonrío hipócritamente viendo a todos esos cabrones armados esperando por mi. Levanto las manos con una sonrisa. Todos ellos bajan las armas al comprobar que no estoy armado.
—¡Lord de los Oscuros! — exclamó German Tashibo — Un honor recibir a un estratega militar de su calibre.
—Mi reputación me precede — contesté. — Además , mis negocios no se detienen y esta no es la excepción.
Él asintió.
—Estoy de acuerdo con usted , señor Oscuro. Vamos dentro y allí evaluaremos su oferta.
Entro al almacén rodeado de hombres con armas. He decidido venir solo. La confianza , al menos para mi , es lo que hace fuerte cualquier intercambio o negocio.
Está todo algo viejo y hasta noto algo de sangre en el suelo. Cierro los ojos respirando profundo ante el descuido , todo buen criminal debe saber disimular sus fechorías.
—Oscuro , hemos recibido su carta con las condiciones del acuerdo. Quiere un total de diez toneladas en armamento a cambio de doce mil monedas de oro.
—Efectivamente.
—¿No le parece un precio injusto para la calidad que poseen las armas Tashibo?
Casi me río en su cara.
—Honestamente...Me parece incluso mayor a lo que merece , Tashibo. Soy un estratega , como usted dijo. Evalúo los armamentos que voy a comprar antes de pactar un negocio y he podido ver de cerca la calidad de tus armas y no me parece la mejor ; pero me urge comprar armamento y eres lo mejorcito que hay en Glosard.
Él pareció ligeramente ofendido pero se limitó a asentir resignado.
—Bien , deme el pago y mañana...
—Disculpe— le interrumpí — Si ha escuchado de mi , sabe que no fío nada . Así que hasta que no tenga las armas en manos de mi ejército el dinero no llegará a sus cuentas.
Él está listo para rebatir pero uno de sus hombres se acerca y le dice algo al oído. Él sólo asiente , serio y luego voltea mirándome a los ojos.
—Bien . Me alegra que hayamos llegado a un acuerdo. El día de mañana al anochecer debemos tener las armas , envíenos una carta con la ubicación necesitada y llevaremos hacia allá la mercancía.
—Bien , buenas noches — me despedí y caminé a la salida.
Subí al carruaje con una sonrisa malvada plasmada en el rostro. Pedí al cochero que arrancara y partimos.
Daré el golpe militar más grande que se ha visto en la historia de Modiclort , y está más cerca la guerra de lo que parece.
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