~|CAPÍTULO 14|~
CAPÍTULO 14
Damon :
Trato de disimular el hecho de que empiezo a entrar en pánico. Darikson tiene algo que me pone de los nervios en todos los sentidos. Miro de reojo en su dirección y lo veo mirar al techo tomando aire con fuerza.
—Pues nada — me dice — , hablemos.
—¿Eh?
—¿Por qué me besaste? — pregunta.
El sólo recuerdo me hace sudar .
— ¡Tú me besaste primero!— contraataco.
Él suelta una risa sarcástica.
— ¡Yo ya me iba y me has tomado por el cuello como todo un pervertido!
Trago saliva .
No sé de donde me nació eso. Sólo que cuando me besó me quedé en shock porque no lo había visto venir , pero cuando se apartó de mi y sentí mis labios tan fríos ...
No quería.
Y lo demás ya es historia.
—Olvidemos que pasó entonces. — dice.
Una patada en las bolas me hubiera dolido menos .
—¿En serio?
—Sí — zanja — Fin del tema.
Suspiro.
—Cómo quieras — digo resignado.
Nos quedamos un rato en silencio hasta que Darikson a mi lado se agacha hasta sentarse en el suelo del elevador.
—Te recomiendo que te sientes , Damon. Esto es para largo — asegura.
Me siento en el suelo , algo cohibido. Quedamos incluso más cerca que estando de pie . Nuestros hombros y pies se rozan y siento cierta electricidad en la piel. Me raspo la garganta .
—A ver ...— empieza Darikson y centro mi atención en él — ... si queremos pasar aquí dos horas al menos debemos hablar. Háblame de ti , Cir Damon.
Me acomodo en mi lugar algo incómodo.
—Soy hijo del hermano del rey Fausto... EH...— me paso la lengua por los labios incómodo — ... Me entrenan en caballería desde niño . Me .... gusta mucho la esgrima y sueño con liberar la mayor batalla de todos los tiempos.
Él parece aguantarse para no sonreír. Lo sabía . No hay una sola persona que no se ría al escuchar mi sueño.
— Esto...— empieza y de prente se ríe sin poder aguantarlo. Aprieto los labios con fuerza— ... Me parece raro que me digas que te gusta mucho la esgrima cuando , literalmente, la entrenas todos los putos días.
Abro los ojos de golpe.
—¿No te... causa risa... mi sueño?— pregunto algo temeroso.
—¿Qué? ¡No! Es un gran sueño , tío , un poco exigente pero no imposible. — sonríe — Supongo que estás entrenado para algo así.
Sonrío más genuinamente que en toda mi vida. Nadie en mis años de vida había oído mi sueño sin reírse o decirme que estaba mal de la cabeza.
—Todos , absolutamente , desde que tengo memoria que han oído mi sueño se ... han reído en mi cara.
—Pues menudas personas gilipollas conoces — soltó.
Solté una carcajada.
—Lo que pasó en la piscina ...— empiezo pero soy interrumpido por él.
—Te dije que no quería que habláramos de eso.
Me inclino hacia adelante acercándome a él.
—Quiero repetirlo.
Abre los ojos de par en par y me mira como si me hubiera salido otro brazo. No sé porqué parece tan sorprendido.
—Esto...Yo...— el rubor se le sube a las mejillas y sonrío.
No eres tan inmune a mi ¿Eh?
Acorto la distancia que nos separa uniendo nuestros labios en un beso lento y húmedo. Nuestras lenguas hacen contacto y lo sujeto de la nuca para profundizar el beso. No sé por qué me había tardado tanto en admitirlo , pero me gustaba algo en él.
Tal vez en la caballería no nos dejen llevar una imagen libertina pero creo que no hay nada más libertino que ser , como yo , un mujeriego sinvergüenza.
Nos seguimos besando y el beso sube y baja la intensidad por momentos. Nuestros labios se separan y comienzo a besar su mandíbula y la parte del cuello que la armadura deja al descubierto. Vuelvo a subir hasta su boca. Nuestras respiraciones son un desastre y ambos tenemos erecciones.
—Espera...— susurra contra mis labios y me separo sin soltar su nuca.
—¿Qué pasa?
—¿Por qué eres así ?— pregunta y por un segundo no lo entiendo — ¿Por qué me haces sentir mal porque me gusten los chicos durante años y luego vienes a hacer esto?
Lo pienso.
Lo he humillado mucho .
Soy un gilipollas.
—Yo... — no me deja decir nada porque me empuja separándome de él y se pega a una esquina del elevador.
—Será mejor que todo siga como antes , Damon . No quiero a un tirano narcisista como tú en mi vida.
Aprieto los labios y miro los suyos , aún están rojos e hinchados. Se me hacen demasiado apetecibles. Cuando conocí a Darikson lo encontré bastante guapo , pero si tuviera algo con él mi familia me mataría.
—No quiero que las cosas sean incómodas entre nosotros — suplico.
—Las cosas siempre han sido incómodas entre nosotros— dice — incluso antes de liarnos , así que no te preocupes.
Aprieto los puños sobre mi regazo.
No sé cuanto tiempo pasamos allí en silencio parecen horas. De repente el techo del elevador desaparece y nos cae una gruesa cuerda encima .
—¡Suban , chicos! — oímos la voz del profesor a lo lejos.
Darikson se sujeta de la cuerda y comienza a escalar a toda velocidad. Le sigo cuando veo que casi ha llegado a la cima , pero de repente la cuerda falla. Mierda. Si esto se cae voy a caer muy bajo.
Miro a Darikson que nota que la soga se está partiendo y abre los ojos de par en par , ya de pie en tierra firme. Nuestros ojos conectan y cuando sé que voy caer porque la soga se rompe ...
Su mano se enrosca a la mía con fuerza. Me sujeta y sé que peso bastante debido a la gruesa armadura . Los chicos no se han enterado porque han lanzado la soga y se han alejado a recoger las armas del sótano buscando otra vía.
Darikson es mi única esperanza.
Me sujeta con fuerza y noto el esfuerzo en su cara para subirme. Me pide que le de ambas manos para que sea más fácil.
«No voy a caer» pienso.
Tira de mi con fuerza hasta que mis brazos tocan el suelo donde el está y uso mi impulso para subirme. Tenemos la respiración hecha mierda por el esfuerzo.
Él me mira de reojo .
—Pensé ... pensé que me ibas a dejar caer — digo intentando que suene a broma.
Se raspa la garganta y da unos pasos lejos de mi , pero se voltea.
—Jamás te dejaría caer — murmura mientras se aleja .
Y yo me quedo en shock.
Antonella
Desde lo que pasó en clase no he podido volver a hablar con Guillermo. No sé que pasó con su reino o con su padre pero ... simplemente después de la clase me dio un beso y me dijo que tenía una emergencia y luego se fue.
Ahora mismo estoy sentada en un banco del jardín. Por algún motivo las vistas de este sitio me gustan . Me recuerdan a las vistas de palacio. Suspiro sumida en el ambiente melancólico del cielo estrellado y las olas del mar chocando contra el muro que rodea Lonkred.
De repente siento pasos y me volteo . Darikson viene hacia mi con la mirada perdida. Se sienta a mi lado y no dice una palabra.
—¿Todo bien?— pregunto.
—Mhm — murmura.
—Ok , entonces —vuelvo la mirada al frente.
Jamás he sido de presionar a las personas para que me cuenten sus cosas. Además , sé que con Darikson eso no funciona. Es una persona muy abierta para muchas cosas , pero para hablar de sentimientos es algo cerrado.
—Me estoy ahogando — murmura y frunso las cejas con tristeza — ... Me importa mucho , de verdad. Pero ese imbécil prefiere quedar bien con su estúpido ejército de tiranos narcisitas a admitir que siente algo por mi.
Me pongo alerta cuando lo siento sollozar. Lo envuelvo entre mis brazos y lo aprieto contra mi.
—Tranquilo , amigo. Sé que mi primo es algo... capullo a veces , pero sé que le importas.
—No más que la caballería — murmura.
—Lo han entrenado desde que éramos niños para ello , no conoce nada más. Es su mundo , y tiene miedo de perderlo por ceder a algo que no sabe si va a durar ¿Entiendes?
—Pero... Joder , para ti es tan fácil ceder. Te han prohibido tener algo con los príncipes de Mordark y aún así te has vuelto a liar con Guillermo , ese que es un tóxico celópata .... Te has dejado llevar a pesar de los riesgos .¿ Por qué no puede hacer lo mismo?
— Porque Guillermo y yo estamos enamorados , Darikson. Lo tuyo con Damon no es algo definido. Tal vez si admitieran lo que sienten ...
—Me ha besado— dice de repente — Hoy me ha besado.
—¿Y?
—Luego me he acordado de como me humillaba y me he apartado. Hasta que no admita que siente algo por mi ... Que se joda . Estoy harto de esta mierda.
Asiento y le paso las manos por el pelo.
Cuando subimos a la habitación Darikson entra primero. Me dispongo a darme una ducha pero de repente tocan la puerta.
—¿Esperas a alguien? — le pregunto a Darikson.
—No. ¿Y tú? — me pregunta.
—No...— frunso el ceño y me dirijo a la puerta para abrirla.
Uno de los rectores del director.
—Princesa Antonella Subak , necesito que vaya conmigo a la dirección por órdenes del director.
Asiento y le doy una última mirada a Darikson antes de seguir al rector. Me siento rara , sólo me vinieron a buscar así una vez y fue cuando se filtró que yo tenía un romance con Guillermo y Francisco a la vez.
Al llegar a la puerta de la dirección el rector la abre para mi y se aparta para dejarme pasar.
Palidezco al ver la escena frente a mi.
Mi padre , el padre de Guillermo y Guillermo están sentados frente a la mesa de la dirección. Miro a Guillermo esperando una habitación y él cierra los ojos negando con la cabeza.
Y entonces lo sé.
Nos han vuelto a delatar.
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