CAPÍTULO 11

Antonella

Cuando llegué a la habitación no pude evitar sorprenderme al no ver a Darikson allí. Siempre me esperaba para que le contara todo lo que había pasado en el día . Además , hacía cuatro días que había vuelto y desde el primero no hablaba con Damon.

Me di una ducha y me preparé en sándwich antes de salir. La capa sobre el vestido me protegía del frío resplandor de la luna llena que se encontraba en el cielo. Siempre había tenido una ligera obsesión con la luna. Se veía tan frágil , pero a la vez tan inalcanzable y poderosa.

Al llegar a la sala de descanso de alumnos me encontré con Damon quien estaba sentado mirando algo en el móvil en uno de los edredones.

—Damon .

Dio un respingo y el teléfono cayó al suelo en un ruido sordo. Se puso la mano en el pecho respirando agitado.

—¡Joder, prima , que susto!

—Estabas desaparecido , ya no se te ve ni el pelo.

—He andado liado estos días , nada importante.

— ¿Has visto a Darikson?

Se tensó.

—No desde hace dos días, la verdad — murmuró buscando algo en el móvil.

—Cir Damon Subak de Glosard , que es eso ¿Qué no me estás contando?

—Nada...

—Primo , te conozco como la palma de mi mano. Nos criamos juntos.

—¿Y eso a qué viene?

—Sé cuando mientes. Siempre que lo haces frotas tus dedos de la mano derecha.

Miró los dedos que se frotaban y bajó la mano algo incómodo.

—No hay nada que contar.

— Antonella .

La voz de Darikson en la puerta nos interrumpió. Vi a Damon removerse en el edredón algo incómodo.

—Joder, pesado. Te estaba buscando por todas partes — me acerqué a él.

—Ya. — miró a Damon por encima de mi hombro con algo de suficiencia — Aquí no me ibas a encontrar.

Levanté las cejas algo sorprendida. Miré a Damon quien había bajado la mirada.

Preferí no preguntar , por ahora, al menos.

—Vamos , entonces.

—Vamos.

—¡Adiós , Damon!

—Adiós , prima — murmuró sin ganas y yo lo miré con el ceño fruncido.

Caminando por el pasillo sujeté a Darikson por el brazo haciéndolo girar para encararme.

—Ahora sí , Darikson , ¿Qué demonios pasó entre ustedes?

Darikson tragó saliva y miró a los lados. Pensaba a toda velocidad , eso decían sus facciones.

—Yo... Besé a Damon — abrí los ojos sorprendida — y él no me respondió.

—¿Eh?— pregunté confundida .

Pensé que Damon ...

— Así que me marché — continuó Darikson — o al menos lo intenté porque me hizo girar y fue él quien me besó.

Darikson me tapó la boca cuando estuve a punto de dar un grito histérico.

—Al menos dime que pasó algo más o ... lo hablaron.

—No. Lo hize para plantarle cara , en cuanto he notado que estaba cachondo me he marchado.

Sabía lo mucho que Darikson gustaba de Damon. Había sido testigo de lo mucho que titubeaba frente a él . El hecho de que él hubiese sido capaz de plantarle cara me sorprendía mucho. Darikson estaba harto de ser quien siempre saliera mal de esa cosa que tenían ellos.  También sabía que si algo odiaba mi primo era que lo dejaran cachondo.

—Diablos... ¿Cómo has ...?

—He necesitado dos horas de ducha fría para bajarme el calentón de ese beso , Antonella . Casi me da algo, pero lo he hecho. Así que ... Ya ves, desde entonces , no me habla.

— Deben hablar de esto. Ustedes...

— No quiero hablar más del tema , Antonella , por favor. — me pidió.

—Vale. Lo siento. Si así lo quieres no me interpondré.

Llegamos a la habitación y Darikson se dio una ducha antes de acomodarse en su cama y yo en la mía .

—¿Cómo van las cosas con Guillermo?

Sonreí.

—Genial. Nos hemos reconciliado, tengo esperanza de que pronto podremos hacerlo oficial.

—¿Habéis follado?

—¡Darikson!

—Tomaré eso como un sí. — subió y bajó las cejas.

—Marcos me ha invitado a un café.

—¿Se lo has aceptado?— se firmó de los codos para levantarme.

—Pues no , no quiero problemas con Guillermo tan pronto. Sabes que no se caen bien.

— Una vez te dije que no dejaras que los celos de Guillermo te dominaran. Sabes que es muy posesivo aunque sea bueno en disimularlo.

—Lo sé , pero quiero ahorrarme la  discordia al menos hasta que tengamos algo formal y hayamos reconstruido los cimientos de lo nuestro.

—Vale , lo entiendo . Te lo voy a dejar pasar por hoy , pero si veo que ustedes empiezan a tener de nuevo esa relación tóxica que tuvieron una vez ... voy a matarlo; luego a ti por ser una idiota.

—Sólo fue cosa de unos días. Tuvimos unas peleas , pero nada grave.

—Sí , tuvieron peleas , eso no está mal. ¿Sabes lo que está mal , querida? Qué hubieses creado la costumbre entre ustedes de que las cosas se resolvían follando.

—Darikson...

—Fue un período tóxico ¿eh? Y a mi no se me olvida lo mucho que sufriste en silencio por ese canalla , aunque luego hubieran arreglado las cosas.

—Ya , genial. Ahora por tu culpa me ha dado sueño. Tus clases de terapia de pareja las usas contigo y con Damon.

Él abrió la boca ofendido.

—Golpe bajo , Subak — dijo antes de apagar la lámpara a su lado y nos quedamos dormidos.

Amber:

Sigo sentada en el muro con vista al mar. La brisa bate mis cabellos rubios sobre mis hombros. Miro a el horizonte y las luces del reino de Glosard se alzan con esplendor por la gran isla que forma el reino.

—Amber Diangell — siento a mis espaldas .

Sonrío.

—Hola , cariño — saludo y ella se acerca uniendo nuestros labios.

— Hoy hemos peleado horrible . Sigue obsesionado con Antonella.

—Lo mismo con Guillermo. Es ella , Leila ... Antonella es la clave para desenmascarar a Glosard.

—¿Qué se supone que vamos a hacer?

— El más involucrado es mi hermano . Él forma parte de Los Oscuros , la secta que está organizando la Guerra de Poder . Guillermo es el líder , pero él sólo ve por los ojos de Antonella. Marcos es el eslabón débil .

—¿Qué hay de Francisco?

—Él ni siquiera sabe que esto existe. He descubierto que se reúnen en el Lugerton .

—Pero si es el antro más famoso del reino. ¿Cómo organizarían algo así sin que los pillaran?

—Tienen una sala secreta en el antro, o eso creo. Al menos en los alrededores. No puedo entrar sin el código y ni siquiera lo dicen en voz alta. No puedo...

—Vale , tranquila — me puso una mano en el hombro. — Vamos a solucionar esto. Tarde o temprano vamos a destruir eso.

—Odio que Marcos esté metido en esa mierda. Después de todo , es mi hermano , un pesado al que le tengo cariño.

—Lo entiendo , amor. Pero no te preocupes. Vamos a salvar a nuestro reino de caer bajo las garras de Mordark y su príncipe , el tóxico.

—Vamos a ver que hacemos, amor mío.

Se subió a mi lado en el muro y pasó un brazo por encima de mis hombros. Nos quedamos mirando la luna en el cielo reflejada en el agua .

Éramos dos personas enamoradas dispuestas a luchar porque la guerra de poder que se avecinaba.

Sabíamos que pronto ... Todo se iba a ir a la mierda.

Francisco

No me sorprende no ver a Guillermo en la habitación cuando me levanto. De hecho, casi suspiro aliviado. Es mi hermano mayor , siempre lo admiré y respeté. Aún así , no dudó dos veces en quitarme a mi novia , una chica que sabía que amaba. Luego cuando sabe que está con los dos a la vez y ella se va de el reformatorio me dice que es mala y que debemos odiarla. Estuve estos dos años odiándome por no sentir nada más que amor por ella y ahora él no demora ni una semana en volver a estar con ella.

Y encima me reclama por irme a pasar el rato a un prostíbulo.

Menuda cara tiene.

Me doy una ducha y desayuno algo rápido antes de salir caminando. Las miradas curiosas de los estudiantes se posan en mi cuando me ven tomar camino a salir de clase.

—¿Francisco?

Me giro. Creo que se llama Leila, recuerdo que era amiga de Antonella pero esta chica nunca me cayó bien.

—Hola...

—Lamento ser entrometida , pero aún no acaban las clases ¿Vas a algún sitio? ¿Está todo bien?

Pues entrometida sí es.

—Iba a un sitio ... privado. Si me disculpas...

Intento caminar pero sus delgadas manos rodeando uno de mis brazos me detiene. Volteo los ojos y me aguanto para no gritarle , después de todo es una chica.

—Sólo quería decirte algo , será un segundo.

—Te escucho.

—Guillermo está metido en algo muy grave ... Lo sé, necesitas cuidar a tu hermano.

—Francisco es cinco años mayor que yo , puede cuidarse solito.

—Pero...

—Joder , tía. Necesito marcharme ya , en serio . Ya me dirás lo que sea luego pero ya debo irme. ¡Basta!

Ella se queda quieta en su lugar y asiente resignada lléndose por donde vino.

Salgo a toda velocidad y me subo en el carruaje que me espera fuera de el edificio. El cochero arranca en cuanto me subo y nos alejamos en la calle arriba. Al llegar a la orilla del bosque nos recibe otro carruaje con el escudo de armas de Mordark. Entro al otro carruaje encontrándome con el rostro frío de mi padre.

—Francisco , debo admitir que me sorprendió tu llamada. Supuse que sería urgente.

—Supuso bien , padre.

—¿Y bien?

—Quiero que me den el entrenamiento real avanzado en los próximos dos meses.

—¿Y ese repentino cambio de opinión?

—Quiero ser el rival de Guillermo en la coronación. Voy a luchar por el trono de Mordark contra mi hermano.