~|CAPÍTULO 10|~
Guillermo
Cuando llego a el salón de Reglamento Real no puedo evitar una sonrisa . Antonella ha llegado antes , al igual que yo , pero ella está dormida sobre el pupitre. Digamos que ayer no dormimos mucho.
Me acerco a ella, me agacho y paso la punta de mi dedo índice por el contorno de su mandíbula. Ella se retuerce ligeramente. Se ve tan jodidamente inocente cuando duerme que me cuesta creer que sea tan salvaje en la cama cuando se lo propone.
Contrólate , Guillermo.
Pongo un beso en la comisura de sus labios y ella abre lentamente los ojos dando un respingo al notar que soy yo.
—¡Mierda , que susto!—chilla y se pone la mano en el pecho mientras respira.
—Buenos días a ti también , princesa.
Ella me sonríe como si fuera lo único en su vida y quiero saber como un hijo de puta como yo se ganó el corazón de esa chica. Se acerca a mi y me sujeta las mejillas con ambas manos lentamente antes de unir nuestros labios en un roce lento y ... ¿romántico? Aunque quiero decir esa palabra con normalidad no es una palabra que estuviera en mi vocabulario antes de conocerla a ella.
—¿Y eso que llegas tan temprano?— me pregunta.
—Lo mismo digo.
—Yo sólo quería dormir un poco , nada más.
—Ya. Yo no quería estar para cuando despertara Francisco. Está algo borde y no quiero pelear con él.
Ella me mira con lástima y de repente la veo agachar la cabeza con algo de culpa .
—Ey,ey—la sujeto del mentón para que levante la mirada y la veo con los ojos algo cristalizados.
—Es mi culpa...—murmura—Yo le he hecho daño...
—Tú hiciste lo correcto , tarde o temprano él lo va a entender. Tranquila.
—¿Crees ... Crees que va a perdonarme?
—Sabes que soy mucho más rencoroso que él y te he perdonado. Seguro que él también lo hace. No te preocupes.
Ella asiente poco convencida y de repente sentimos a alguien entrar y diviso la cabellera rubia de Amber.
¡Mierda , Amber! ¡La he vuelto a dejar plantada! A este paso mi rollo con ella se va a ir a la mierda —aún más—antes de que me dé cuenta.
Ella nos da una mirada de desdén y niega ligeramente con la cabeza siguiendo su camino hacia el fondo del salón.
Amber y yo nunca tuvimos una relación , sólo nos divertíamos juntos. Pero nos gustaba quedar en momentos específicos. Desde que Antonella volvió le he dejado plantada dos veces sin querer. Debo hablar con ella más tarde.
Empieza a llegar gente y tomo mi lugar dos mesas detrás de Antonella. Cuando llega el profesor comienza a dar su discurso sobre el reglamento de Glosard pero yo no me entero de nada porque estoy fijo en dos iris azules que a cada nada voltean a mirarme.
Marcos
Cuando veo a Leila caminar por el pasillo hecha una furia me da un poco de repelús acercarme. ¿Y si se pone agresiva? ¿Y si monta una escena? Dejando atrás mis pensamientos , me acerco . Ella voltea los ojos alejándose de mi y la sigo tomándola del brazo y ella se gira soltándose de mi agarre.
—¡¿Pero a ti que cojones te pasa , Leila?!
Ella se sobresalta por mi tono de voz. Estoy harto de este tira y afloja. Estoy harto de intentar hacer las cosas bien por una vez en mi vida y que me salga mal por ella y no por mi.
—No ... No quiero hablar contigo , Marcos. Eres ...
—Eso. Dime. ¿Qué soy? ¿Qué carajos hago mal ? porque yo la verdad que no me entero de nada.
—¡Exacto! No te enteras de nada. Sólo piensas en ti , en como te sientes tú y los demás que se jodan para ti ¿No? Sé que no has superado a tu ex — estoy a punto de hablar pero ella me interrumpe—Y sí , eran unos críos , pero no sé que mierda te hizo esa puta cuando era una cría pero no te las podido sacar de la cabeza. Sabes que Antonella y yo nos llevamos bien durante mucho tiempo , sé que ni siquiera se acostó contigo así que ... Sigo sin entender que mierda te sucede.
—No sé de hablas....
—Tú estás loco por ella , lo sé. Para ti sólo soy un polvo fijo . Ahora mismo , estás muriéndote de celos por Guillermo aunque no seas capaz de admitirlo.
Dio una vuelta y salió a toda velocidad por el pasillo dejando una incógnita enorme en mi cabeza.
¿Será verdad?
Cuando salí caminando hacia la cancha de baloncesto en el patio de el reformatorio no esperé encontrarme a otra persona entrenando sola. Después de todo , quería entrenar solo.
Lo miré con una ceja enarcada. No era gran cosa...
Ok , lo admito , Guillermo James era bastante ... aceptable físicamente,— genética James, siempre tan buen servida a dice—, por decirlo de alguna manera. Pero no lo consideraba hombre para Antonella.
—¿Te vas a quedar ahí o vas a jugar?— me preguntó tirando la pelota y haciendo una canasta perfecta.
Gilipollas.
—Me apetecía jugar solo , esperaba que terminaras de hacer tus payasadas.
—¿Por qué ? ¿Miedo a perder, Marcos?
Levanté ambas cejas , sorprendido por su insolencia.
—Tu rollito de príncipe chulito funciona con las chicas , pero no conmigo , no sirve para espantarme.
Él soltó una carcajada guindándose de la canasta. Era un poco más alto que yo pero eso no me molestaba.
—Así que ... Es eso —señaló.
—¿Qué?— pregunté.
—Una crisis de celos.
—¿Por qué debería yo estar celoso? Tengo una novia preciosa.
—Por una bella criatura de cabellos azabache y ojos azules que sólo tiene ojos para mí.
Apreté los puños luchando por no borrar la sonrisa.
—Te recuerdo que le decía lo mismo a tu hermano menor antes de follarte a sus espaldas.
Él borró la sonrisa de golpe y se soltó de la canasta cayendo en el suelo de pie en un ruido sordo.
—No te hagas el listillo conmigo , Marcos Diangell , nos conocemos.
—¿Ah , sí? Qué raro , no recordaba. Tal vez porque mi mente borra toda la mierda.
Sonrió con ironía .
—Lástima que el mío la almacene para ayudarme a eliminarla del mundo.
—¿Uno por uno? —pregunto señalando la pelota con el mentón.
—Claro, pero nada de jugar sucio , es tu especialidad.
—¿Quién te lo ha dicho?—pregunto retador—¿Antonella?
Su ceño se frunce en una mueca de furia total.
Tomo la pelota y busco lanzarla pero él me bloquea el tiro. Se las arregla para quitarme la pelota y lo veo dispuesto a tirar así que me meto en medio. Le doy un golpe pero la pelota no se mueve. ¿Eh? Él la sujeta con fuerza entre sus enormes brazos haciendo que yo no pueda tomarla. Hace un movimiento para lanzar y me dispongo a bloquearlo pero lo saca por el otro lado dejándome confundido. ¿Desde cuándo juega así? Llevo meses sin jugar con él , no sabía que estaba practicando.
Lanza la pelota echando canasta. Se voltea hacia mi con una sonrisa.
—Bien jugado —digo dándole la mano.
Él me examina con cautela y sube una ceja . Me da una sonrisa ladeada.
—Lo sé. Lo mismo digo. Mira , Marcos , te voy a ser sincero.
—Adelante .
— Me caes como una patada en las bolas , en serio. Pero Antonella te tiene cariño porque fuiste una parte importante de su vida. Estamos intentando luchar por reconstruir lo que un día tuvimos y no quiero tener problemas con ella. Así que podemos al menos cuando ella esté delante intentar tolerarnos.
Analizo sus palabras en silencio.
«Te tiene cariño»
«Fuiste una parte importante en su vida»
«Estamos intentando luchar por reconstruir lo que algún día tuvimos»
— Ya — asiento algo incómodo —Tal vez me haya equivocado y sí la quieras.
—Eso no significa que no voy a partirte la la cara si le insinúas algo , Marcos.
—¿Siempre serás así de celoso?
—En cuestiones de amor no hay amistades , dice el dicho. Yo soy fiel predicador de él. Puse en peligro mi relación con mi hermano menor para estar con ella , no me molestará partir algunas caras.
—¿Qué pasó con el odio hacia ella que profesabas el mes pasado?
—Digamos que traté de tapar el rencor que sentía porque se hubiera marchado , pero no se puede tapar el sol con un dedo. Ella y yo estamos hechos el uno para el otro, da igual lo que digan los imbéciles como tú.
—Guillermo James se ha enchulado... No pensé vivir para ver este momento y menos que fuera con mi ex.
—Ya ves. A veces lo que menos esperamos sucede.
—Guillermo , si no cuidas a Antonella te voy a cortar las bolas.
—Y yo te voy a cortar las bolas si vuelves a insinuar que yo no puedo cuidarla , te recuerdo que llevo mucho tiempo siendo quien la cuide.
—Mientras hacías cambios de turno con tu hermano.
Lo noto tensarse.
—No voy a darte explicaciones sobre mi drama familiar. Sólo quiero que sepas que Antonella es la mujer de mi vida y si se vuelve a repetir lo de hace dos años te corto los testículos.
—Sólo fue un beso , Guillermo , ella ni siquiera me lo respondió.
—Agradece que no pasó de eso porque te hubiera cortado la polla. Tuviste tu oportunidad incluso antes que mi hermano y la desaprovechaste. Te jodes, ahora es mía.
Hago una mueca.
— Nunca cambias , ¿verdad? , siendo el príncipe azul de Antonella y un tóxico de mierda a sus espaldas.
—Si no cuido a mi mujer yo , nadie lo hará. En especial si se rodea de hijos de perra como tú.
—¿Qué diría Antonella si conociera tu verdera cara , Guillermo. ?
— Antonella me ha visto en algunos de mis momentos más oscuros , y aún así se ha quedado conmigo .
—¿A caso ella sabe sobre la Guerra de Poder que buscas iniciar para unir los cinco reinos?
—Es algo que no debe conocer por el momento . Después de todo , no la perjudica.
—¿ Hay algo mal contigo?
—Soy Gillermo James de Mordark , todo está mal conmigo . Eso es lo que me hace peligroso. Así que ya sabes , Marcos , te le acercas a Antonella y estás muerto .
—No deberías ser tan celoso , la toxicidad es dañina.
— La toxicidad es dañina cuando la relación es tóxica , cuando la persona lo es , no. Así que ya estás advertido .
Dio unos pasos para alejarse pero mi grito lo detuvo.
—¿Y si algún día deseo retarte ?
Se giró lentamente mirándome por encima del hombro .
—Oh , Marcos . ¿ Qué es una oveja para retar a un tigre ?
Y con eso se marchó dejándome solo en la cancha con unas ganas enormes de decirle a Antonella que se alejara pero sé que ya es tarde.
Se había enamorado del diablo.
Se había enamorado del monstruo.
Y nadie podía hacer nada al respecto.
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