Hermione se había aparecido directamente en su casa, al adentrarse en el porche y abrir la puerta sintió que una sensación conocida la golpeaba de lleno en el estomago. Una sensación de vacío. La casa, era habitada solo por ella desde que la guerra había terminado, al entrar, pudo observar los cuadros de sus padres sobre la chimenea del comedor, el sillón que su padre siempre usaba para leer el periódico por las mañanas, frente a la mesita del té donde su madre se reunía con las vecinas de vez en cuando los domingos. Suspiro profundamente colgando su capa en el perchero que estaba junto a la puerta y sacó su varita dirigiéndose a su cuarto. Era hora de empacar todo.
Subiendo las escaleras y cruzando el pasillo sin mirar la habitación de sus padres, abrió la puerta de su habitación.
Con un movimiento de varita, su guardarropa se abrió completamente, su valija se acomodo sobre la cama y luego al estilo Muggle comenzó a doblar la ropa y meterla dentro de la valija.
¿Cómo podía cambiar su casa desde el comienzo de la guerra hasta ahora? Todo se veía tan gris, tan…vacio de vida.
Se suponía que la guerra mejoraría su vida, se suponía que según los libros los buenos tienen final feliz
Pero esto no es como en los libros se dijo a si misma mientras doblaba una falda color caqui Esto es la vida real
El sonido del timbre irrumpió sus pensamientos, observando su reloj comprendió que había perdido más tiempo del que tenia disponible.
Se suponía que a las nueve llegaría un enviado del ministerio con un traslador que la mandaría directo a Australia  y le comentaría las opciones que tendría allí.
Con un toque de varita término de guardar sus ropas, susurrando un Baúl Locomotor bajo las escaleras apagando las luces a su paso, llegando a la puerta y mirando por última vez su casa con un dejo de tristeza dejó caer una lágrima solitaria.
El timbre volvió a sonar, y ella acomodo su mejor sonrisa para poder recibir a su invitado. Limpió sus lágrimas y abrió la puerta.
-Buenos días Hermione- saludo Percy con una inclinación de cabeza, era un chico serio, todo lo contrario a Ron, aun no creía que fueran hermanos.
-Buenos días Percy, ¿Cómo estás?- preguntó amablemente Hermione Cortesía ante todo diría su madre
-Muy bien, gracias por preguntar- respondió formalmente, cuando Percy estaba en modo trabajo nadie podía sacarlo de él, consigo llevaba un maletín de cuero marrón algo gastado
El joven sacó de su capa una cuchara doblada al tiempo que le explicaba a Hermione:
-Este es tu traslador, te acompañare hasta tu departamento y allí te explicaré en qué consistirá todo, ¿estás lista?-La chica de cabellos alborotados asintió- entonces toma un extremo del traslador, en 30 segundos se activará-
Hermione extendió su mano con seguridad, si podía confiar en alguien esos eran los Weasley. El traslador comenzó a emitir una luz y su estomago comenzó seguir que era jalado hacia arriba.
Cerró sus ojos, y cuando los abrió nuevamente pudo descubrir que se encontraba en el porche de un edificio verde claro de pocos pisos, avanzó por las escalinatas atraída por la pintoresca entrada. Unas columnas blancas sostenían el balcón del primer piso el cual estaba adornado con flores de distintos tipos.
Percy sacó un juego de dos llaves de su túnica luego de haber guardado el traslador y abrió la puerta dejando a Hermione entrar primero junto con su maleta. Por dentro el departamento era igual de sencillo y lindo que por fuera, su interior era de color gris claro, y en la entrada había varios casilleros donde la gente recibía el correo Muggle, a su lado una escalera negra grande que subía a los demás pisos semi-enroscada a  una caja de rejas negras donde estaba un ascensor antiguo.
-Es muy hermoso- comentó Hermione al tiempo que observaba algunos cuadros pequeños colgados en las paredes.
-Muchas gracias señorita Granger- respondió una señora canosa de unos 50 años, estaba vestida a lo Muggle, con un jean claro, una remera blanca básica y un campera fina color rosa pálido
-Hermione, esta es la señora Green, la encargada del edificio, trabajó para el departamento de misterios de Londres antes de vivir aquí, se ofreció cordialmente a colaborar con nosotros-La señora quien estaba parada frente al ascensor se acerco a la joven y tomo su mano saludándola con una sonrisa en el rostro.
-Es un gusto  conocerla- le devolvió la sonrisa la joven
-el gusto es mío, es un placer conocer a la heroína del mundo mágico, no solo en tu país eres famosa querida, es satisfactorio poder darle las gracias personalmente por lo que ha hecho.-
Hermione  se sonrojó violentamente –mi amigo Harry fue el verdadero héroe, él y todos los que colaboraron para terminar con la guerra, yo solo hice lo que mi deber y lealtad llamaban- respondió
-Tan humilde como la mencionaste Percy- le dijo la señora mirando al pelirrojo- el departamento está listo, si necesita algo señorita Granger solo pídalo-
-Solo Hermione-respondió esta, que la llamaran por su apellido solo le recordaba el porqué de su estadía en ese lugar, no era para disfrutar, era para buscar una parte perdida de su vida.
Percy la acompañó al ascensor enrejado arrastrando la valija de la joven la cual parecía darle problemas y apretó el botón del 5 piso, el cual era el último y se sumergieron en un silencio mutuo mientras el chico revisaba su reloj de muñeca con aspecto apurado.
Deben tener mucho trabajo pendiente en el ministerio pensó Hermione al tiempo que el ascensor se detenía y se abrían las puertas, dejando ver un largo pasillo con puertas, las cuales tenían una letra plateada asignada en el centro.
Percy salió primero, avanzando hasta la puerta B y la abrió con el juego de llaves que había usado anteriormente.
El interior del lugar era realmente acogedor. Pintado con un color crema suave, la pequeña habitación contenía una cocina-comedor, separadas por un sofá negro que estaba a su derecha, con vista al televisor. La cocina, la cual contenía una mesa con cuatro sillas de madera color claro, ubicada junto a un gran ventanal con cortinas blancas que daba hacia el balcón, una pequeña mesada con un lavamanos, junto con mueble suspendido sobre este y un pequeño horno color plateado.
-Estas de aquí son tus llaves- exclamó Percy sacándola de su inspección mientras colocaba el juego de llaves sobre la mesa junto al ventanal, había dejado la valija en el centro de la habitación- Eh decidido que la mejor manera de informarte los datos que poseemos nosotros era darte algunos de nuestros archivos. – Abrió el maletín sobre la mesa y extrajo una carpeta azul con folios repletos de fotocopias- El ministerio Muggle y mágico de Australia ah solicitado nuestra ayuda con una gran banda de terroristas, creen que pueden estar ligados a algunos Mortífagos de Londres que se exiliaron aquí después de la guerra- a Hermione se le paralizó el corazón, ¿podían realmente estar sus padres en peligro? – No sabemos si tus padres están involucrados aun, pero hay una gran probabilidad ya que se dedican a la trata de personas a otros países- la manera fría de Percy de hablar sobre ello lograba hacer que no perdiera la compostura- luego de interrogar a algunos peones de sus filas, y haber borrado sus memorias, concluimos que no estaban involucrados en la magia, pero es posible que los rangos superiores lo estén-
Hermione se dio cuenta que había contenido el aire hasta que Percy termino de hablar, era mucha información nueva, y una nueva sensación nació en su interior miedo nunca se le había ocurrido pensar que salvar a sus padres del mundo mágico no implicaría que estén a salvo, el mundo Muggle era muy grande y muchas personas que lo habitaban podían ser incluso igual de malignos que una secta que aterroriza a los impuros o sangres sucias.
-Si el ministerio me brindó toda esta información sobre la posible pista de mis padres, y un hogar para habitar en mi estadía supongo que querrán algo a cambio, Y ese algo imagino que tiene que ver con llegar al fondo de esto- razonó la chica quien había caído en cuenta el porqué del ministerio en tomarse tantas molestias en ayudarla, esto logró que parte de ella se enfadara, el ministerio estaba para ayudar a los magos cuando estos los necesiten, no para hacer un mano a mano a conveniencia de ellos. Como siempre, sus pensamientos divagaron a que el sistema siempre tendría fallas.
-Imaginas bien, creemos que gracias a tu intelecto y tu experiencia, eres capaz de llegar al fondo de esto, es por eso que te han abierto un cupo en el departamento contra artes oscuras australiano, como algunos otros que fueron enviados a ayudar al caso, te enseñaran como manejarte en situaciones de riesgo como Muggles y ayudaran a la búsqueda de tus padres en el camino-
Mas lucha, mas guerra…eso era lo que pasaba por la cabeza de la joven de 18 años, nunca terminaba, nunca cesaba, solo…evolucionaba de distintas maneras, día a día, uno como magos, otro como Muggles, el mundo no era el lugar feliz que ella solía imaginar, pensar que solo hacía dos años estaba con sus padres de campamento familiar, disfrutando la felicidad de su adolescencia.
Luego de una lista mental de pros y contras que esto conllevaría, ese recuerdo fue lo que la llevo a aceptar el trato con el ministerio de Londres, como había mencionado a sus amigos, buscaría a sus padres por cielo y tierra hasta encontrarlos.
-Acepto esta….misión- logro decir luego de buscarle la palabra indicada para la situación- pero a cambio quiero toda la información que puedan poseer acerca de este caso.-Sus manos sudaban, y no podía dejar de moverlas detrás de sí, los nervios la consumían y no quería dar un paso en falso, ni siquiera con el ministerio.
-y esa información está aquí- respondió Percy apoyando su mano sobre la carpeta azul sobre la mesa, luego cerró su maletín y le extendió la mano- fue un gusto haberte visto nuevamente Hermione, espero  que tengas suerte con tus padres- ambos estrecharon sus manos y luego la chica acompaño al pelirrojo hasta la puerta, quien se detuvo bajo el marco y giro para quedar frente a ella- mañana a las 9am pasará un auto por ti para llevarte donde trabaja el ministerio austriaco, allí te proveerán de lo que necesites y te probaran a nivel físico para saber si puedes con esto- dicho esto se marchó hacia el ascensor, dejando a Hermione descolocada
¿Nivel físico? Se preguntó a si misma mientras cerraba la puerta y se apoyaba en esta, luego de haber pasado casi un año en busca de los horrocruxes en situaciones desesperantes que requerían decisiones desesperantes no creía que hubiera prueba física capaz de  superarla.
Sacudió su cabeza al tiempo que se enderezaba nuevamente, como si quitara pensamientos que no debían estar allí, camino al centro de la habitación y tomando su maleta entró por la puerta que creía iba a su dormitorio.
Esta habitación estaba adornada con un gran ventanal con asiento integrado, su cama, la cual estaba en la pared contraria a este, dándole una gran vista del paisaje, estaba tendida con un cubrecama blanco y unas sabanas a juego, sencillas y con algunas flores dibujadas en ella. Una mesita de noche con una lámpara, nuevamente combinando con los muebles del comedor, y el gran armario junto a la pared.
Luego otra puerta, la cual podía suponer que llevaba al baño, el cual poseía una gran tina, donde era llamada a relajarse luego de tanta tención.
Pasó el resto de su día acomodando sus cosas, ahora algunos cuadros de ella con sus padres, familiares y amigos adornaban el lugar, unos sonrientes Harry y Ron la saludaban desde su mesita de noche, y algunas flores que compró en una florería de algunas calles abajo.
Como había prometido escribió a sus amigos, intentando evitar el hecho de que se metería en una situación peligrosa como lo ameritaba esta nueva misión.  Y se prometió a si misma comprar un escritorio donde podría poner su computadora portátil, sus pergaminos  y plumas.
Luego de que se dedicara a leer varias veces la carpeta que Percy había dejado, memorizando cada uno de los datos, se acostó a dormir, observando la ventana y rogando que el sueño la venciera, para evitar comenzar a imaginar historias con malos finales en su cabeza.

Felices fiestas! Un regalito de mí parte 💕