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— Chaeyoung —me llamó el Sr. Wang cuando la clase terminó.

¿Qué hice ahora?

Me contuve un suspiro y me volví hacia atrás— ¿Sí?

— ¿Cómo van tus lecciones con Myoui Mina?

— Muy bien en realidad.

No parecía demasiado sorprendido al escuchar mi respuesta— Tenía la sensación de que se caerían bien — hubiera pensado otra cosa si él no fuera mi maestro— Estoy seguro de que estás preparada para la próxima prueba. Por cierto, será dentro de tres semanas.

— ¿Tres semanas? No pensé que sería tan pronto, no puedo, no estoy lista — quizá parece tiempo suficiente para prepararte para una prueba, pero si es una prueba tan dura como he oído, no tengo la oportunidad.

— Sí, Chaeyoung. Creo que es un buen tiempo. Ten fe en ti misma y en la señorita Myoui

— Está bien profesor.

— Hola extraña — Momo me estaba esperando fuera del aula.

Momo, Sana y yo no hemos tenido una oportunidad para vernos. Ellas están ocupadas con los ensayos y yo ocupada en química.

— Hey —me quejé—, ¿Y Sana?

— Con las chicas de canto. ¿Qué te pasa?

— Tengo que dar esa prueba en tres semanas.

— ¡Que horrible!

— Tendré que apretarme el cinturón y estudiar más. Será difícil para Minari.

— ¿Minari? ¿Ahora le tienes un apodo?

Mentalmente me abofeteé. Se me escapó.— No es la gran cosa

Se detuvo y volvió hacia mí— ¿Tendrás espacio en tu apretada agenda para ir a ver la actuación mañana por la noche?

La miré extrañada — Sí.

— Debes llevar a Mina, quiero conocerla

Oh, genial. Primero mi madre, el maestro, y ahora Momo.

— Pero si ya la conoces.

— Además va a ser menos difícil, porque después de la obra saldremos y Sana va ir con su chica, yo con Dahyun.

— No creo que ella quiera ir.

— Tal vez si le preguntas, ella podría decir que sí —me guiño un ojo. Llegamos a tiempo a clase, y rodé los ojos cuando Momo murmuró algunas cosas.

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— Dime que tienes alguna buena noticia, o al menos algo que no me vuelva loca

— Hola a ti también —sonrió.

— Hola. Lo siento. Mal día. —murmuré y me desplomé en el sofá.

— Está claro. No puedes ni formar una frase adecuada.

Mina debió haber notado mi apariencia. De repente, sentí su mano cálida y suave en mi frente, mis ojos se abrieron de golpe.

— ¿Estás enferma?

— Dolor de cabeza.

— Mal día, ¿Eh? —se puso de pie y se dirigió de nuevo a la mesa como si no hubiese pasado nada.

En cuestión de segundos, el dulce olor perfecto del chocolate llenó mi nariz. Me tranquilizó más rápido que los Skittles— ¿Qué estás haciendo?

— Ven aquí.

Perezosamente me levanté y fui hacia ella. Hay un gran vaso con un líquido blanco y Mina añadió pequeños trozos marrones dentro. Se ve como chocolate, ella continúa hasta que el líquido se torna color marrón cremoso.

— Chocolate caliente.

— Cacao caliente —corrigió.

Ella de inmediato sacó dos tubos de ensayo llenos de bombones; y a continuación un recipiente de vidrio con la forma similar a un cono, ancho y plano en la parte inferior. Mina me había dicho durante unas lecciones que se llamaba erlenmeyer.

— Esto hará que te relajes.

Sonreí y le di un abrazo— Gracias por hacer mi día Minari —me acomodé en el taburete y tomé un sorbo— Esto está delicioso, no tenía idea de que también fueras una experta en el chocolate.

— Gracias —sonrió genuinamente— Entonces, ¿Quieres hablar sobre lo que paso?

Le conté todo sobre mi horrible mañana y la prueba, dejando de lado el tema de la cita.

— Eres mucho más inteligente de lo que piensas, Chaeyoung. Tienes que tener confianza en ti misma.

— El Sr. Wang dijo algo parecido. Creo que las dos se pusieron de acuerdo. Ella dice que tengo que tener fe en ti.

— ¿Y?

— Sí tengo fe en ti —le contesté—, porque sabes que si no apruebo voy a hacer tu vida un infierno.

Nos quedamos en silencio y decidí preguntarle. Se me ocurrió que no sería una cita real, sería como un apoyó de mejor amiga. Aunque es poco probable que ella acepte, pero no pierdo nada con preguntar. Podría ser divertido ir juntas.

— ¿Qué piensas acerca de las obras?

— Digamos que no es mi ambiente, ¿Por qué?

— Mis amigas están en una que realizan con su clase de canto y eso. Me preguntaba si querías ir conmigo.

¡No! ¡No lo dije!

— ¿Me estas invitando a salir?

— No —dije de una manera convincente—, lo estoy pidiendo más como un favor.

Ella está amando esto, ama verme nerviosa

— Esto va a sonar estúpido —comencé— A mi amiga le gusta una chica y mi otra amiga tiene novia. Luego de la obra vamos a ir a tomar un café y mi amiga me pidió que le pidiera venir a alguien conmigo.

— Tienes razón, suena estúpido. Sobre todo la última parte —tomó su libro y ajustó sus gafas.

— Significaría mucho para mí. Te debería una, dos o tres.

— No me interesa, lo siento.

— ¡Por favor, Mina! —rogué, no sé por qué estoy rogando. No es la gran cosa si me no acompaña.

— Al parecer olvidaste una parte del trato, no debemos ser vistas en público.

Un dolor atravesó mi corazón. Había pensado que el acuerdo quedó en el olvido y comenzábamos a tener algún tipo de amistad.

— No va haber muchas personas allí. Podemos sentarnos atrás si quieres. A mis amigas no les importa y no les van a decir nadie.

¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué todavía quiero que me acompañe a pesar de lo que dijo? ¿Qué importa si nos ven juntas? De verdad sueno como una desesperada, acepto mi derrota, pero trato de no lucir decepcionada.

Fracasé miserablemente.

— Está bien, iré contigo.

Su respuesta me tomó por sorpresa, fue lo mejor que me paso este día— Te debo una Minari.

— Sí, dos o tres —me pasó un libro de Química II— Ahora vamos a estudiar.

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