Depresión.

Esos días en donde hasta levantarte de la cama te cuesta.

Noches enteras llorando y prometiendo al día siguiente cambiar, recuperarte, pero no lo haces... Lo intentas pero no te logras esforzar lo suficiente y te sientes inútil. Inútil por querer cambiar, por sentirte así y querer estar bien.

Un día de repente te sentiste cansado, pensaste que con unas horas durmiendo bastaba para recuperar tus fuerzas, pero luego no fué así, te sentiste, desanimado, triste, como que una parte de tí, se había ido, ya no eras el mismo, perdiste el apetito, te alejaste de todo el mundo, te desconectaste... De repente te das cuenta que ya no contestabas llamadas ni mensajes, que tenías varios días sin revisar tus redes sociales, que lo único que quieres es desaparecer del mapa y que nadie sepa de tí, empezar de nuevo tu vida, pero no sabes como o ni tan siquiera sabes que quieres, lo único que sabes es que necesitas estar bien, que ya no soportas sentirte así.

Sentirse en depresión es...

Cuando no importa lo bien que hagas algo, siempre te comparas con el resto.

Cuando te sientes la persona mas estúpida.

Cuando crees que tu opinión no vale y callas lo que piensas.

Cuando te miras al espejo y nada de tí te gusta, no te agradas y empiezas a desear ser diferente, ser otra persona.

Cuando algo no te sale como esperas y crees que eres un fracaso.

Cuando finges una sonrisa y felicidad, cuando por dentro no sabes ni como te sientes, estas deprimido.

Cuando sabes que necesitas ayuda, pero no la buscas porque crees que nadie será capaz de entenderte ni ayudarte a que te logres sentir bien.

Cuando te dicen lo negativo de tí y por mucho tiempo nadie te dice lo positivo y crees cada palabra que te digan porque tu autoestima está tan baja que hasta te críticas tú mismo siempre, te cuesta creer cuando alguie  te dice algo bonito hacia tu persona, pero lo malo se te queda grabado en la mente.

Cuando lloras por un hecho que causó que te lastimara lo suficiente, cuando recuerdas cada palabra y acción y solo lloras.

Cuando te encierras todos los días en tu habitación, llorando, intentando cambiar, diciéndote a tí mismo que tú tienes un problema pero que nadie es capaz de ayudarte.

Así dejas que el tiempo pase y la depresión va aumentando. Haciendote sentír a tí mismo, inútil y crees que no eres bueno en nada, empezaste a borrarte de todo el mundo, te hiciste completamente sola e indiferente.

¿Acaso nunca seremos felices?

A veces quisieramos decirle alto a todo, a las circunstancias, a los sentimientos, a los pensamientos, pero simplemente no podemos, no podemos hacerlo.

A veces quisieramos ser como éramos antes, felices, se nos veía sentirnos bien, antes éramos capaces de aceptar los buenos cumplidos y desechar los malos, ahora... Ahora todo es lúgubre y vacío.

Pero... Podemos cambiar.

¿Cómo cambiar?

Recordando el último día que realmente fuimos felices.

Recordando el día que empezó este cansancio que ahorita está a un paso de consumirte.

Poniendo en práctica, levantarte y estar positivo, olvidar que lloraste, olvidar a las personas que hacen que te sientas mal, olvidar a aquellos que te han lastimado, demostrarles que te estás levantando, mas fuerte y con una nueva mentalidad, ese día que decidas cambiar, verás al mundo desde otra perspectiva, volverás a soñar y desde el primer día que empieces a cambiar tendrás aunque sea una sonrisa.

El día en que empieces a cambiar, volverás a cantar tu canción favorita, a bailar en la cocina, a soñar, volverás a sentirte bien, a estar felíz y a ser positivo, ignorarás los pensamientos negativos, ignorarás los malos comentarios, harás lo que te gusta porque te satisface hacerlo.

El día que empieces a cambiar volverás a reconstruírte en una mejor persona.

El día que empieces a cambiar te darás cuenta que no hay mejor compañía que estar contigo mismo, que no hay mejor amor que puedas dar que tu amor propio, que no hay persona que logre hacerte sentír lo que ocupas en tu momento mas que tú, porque solo tú puedes cambiar, solo tú tienes esa opción, nadie más.

El día que empieces a cambiar te darás cuenta que aprendiste algo de todo esto, que no todo fué tan malo, que te enseñó mucho y que ahora te volviste a levantar aunque creíste no poder lograrlo o no lograr recuperar a la persona que fuiste antes, pero mírate ahora eres mucho mejor de lo que eras más fuerte, solo debes aprender a confíar en tí mismo para estar bien.

No es fácil, pero hay que hacer un intento para cambiar y ser mejores.