Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7. Cita.

—¿Cómo que ir a entrenar no es tener una cita? —Bakugō está contrariado. ¿De verdad su estúpido novio le estaba exigiendo tener una cita cuando todos los días se la pasa entrenando con él a altas horas de la noche? Maldito bastardo malagradecido.

—Kacchan, vamos... Todos tienen citas, incluso Todoroki-kun con Yaoyorozu-san las tienen.

—¿Nos estás comparando, Deku de mierda?

—Pues... Dices ser el mejor novio pero no veo que me invites a salir. —Se cruza de brazos. ¿De verdad ese idiota estaba diciendo eso? No señor. Katsuki Bakugō era el mejor en todo. Él sin dudas era mejor que ese cara semi quemada.

—Tú. —Lo apunta con el dedo índice—. Yo. —Se apunta con el pulgar—. Cine. 8 de la noche. Te daré la mejor noche de tu vida.

Izuku podía ver mariposas, flores y corazones a su alrededor. ¡Por fin tendrían una cita de verdad!

. . . .
. .

—¡Kacchaaan! —exclama lanzándose a sus brazos. Katsuki no ha movido ni un músculo permitiendo que Izuku lo abrace como él decida.

—Llegaste temprano.

—Falta una hora para la película, ¿por qué llegaste también temprano? —Katsuki enrojece y desvía la mirada.

—Pues supuse que como eres un inútil llegarías antes así que... ¡Agh! Sólo entremos. —Izuku se aferra a su brazo y caminan dentro del cine.

Una vez ahí, Izuku le pide que vayan a la zona de juegos donde usualmente los novios, como ellos, iban a ese lugar únicamente a perder el tiempo porque ninguno era lo suficientemente bueno como para ganar un premio.

—¿A qué jugamos? —pregunta Izuku.

—Lo que tú quieras.

—¡Juguemos ese! —Apunta a un lugar—. Después a ese. —Apunta a otro—. ¡OH! ¡Y a ese también!

—Sí, sí. —Katsuki busca en su billetera el dinero para poder cambiarlo por fichas de juego. Lo que uno hace por amor.

—¡Kacchan, mira ese pato! —exclama con ojos brillantes—. ¡Lo quiero!

. . . .
. .

—¡¿Ah?!

La garra de aquel juego vuelve a posicionarse en su lugar. No tiene idea de cuánto dinero ha perdido pero sí que ha gastado bastante con tal de conseguir ese estúpido pato pirata que quiere su novio.

—Kacchan, déjalo. No vas a po...

—¡Cállate, nerd! —interrumpe molesto.

Vuelve a meter dinero en esa maldita máquina del demonio. Malditos juegos, estúpidos los que metieron peluches, jodidos embaucadores.

—Maldición de las maldiciones malditas... —susurra. Está a punto de patear la porquería esa por obtener ese estúpido pato. Pero no. Con bastante esfuerzo consigue tomar el pato. Por fin.

—¡Kacchan, la película empieza en un minuto!

Oh. Ya había agarrado el pato, pero por el grito de Izuku ha perdido la concentración y terminó botándolo por ahí. Otra vez ha perdido.

—¡La puta madre, Deku! —Se cruza de brazos—. Ya estaba a punto de darte la cosa esa que querías.

—¡No importa! —Izuku toma su mano y se lo lleva de nuevo al cine—. ¡No hemos comprado palomitas!

—¡Relájate, podemos perdernos los comerciales!

. . . .
. .

—Oye, Kacchan...

—¿Sí, Deku?

—No sé cuál es la que vinimos a ver.

—Una que seguramente te gustara.

De pronto, los comerciales terminan. Empieza la película.

—¡¿Espías a escondidas?!

—¡SHHHHHH!

—Deku, cállate. Nos van a sacar por tu culpa.

. . . .
. .

—Kacchan... —susurra Izuku dejando de ver la película para ver a su novio quien está tratando de no llorar por ver la escena donde el chico castaño llega a donde está el mejor espía de todos quien se encuentra atrapado.

—¿Qué quieres, Deku? —Se pasea las manos por los ojos, trata de borrar esas mini lagrimitas muy masculinas.

—¿Puedo recargarme en...?

Se ve interrumpido al ser atrapado por el brazo de Katsuki. Lo tiene abrazado y lo atrae a él. Izuku enrojece por aquel gesto y mira atentamente a su novio. Katsuki hace lo mismo para después depositar un beso en su frente, otro en su nariz y un último en sus labios.

—Te estaría manoseando como las parejas comunes hacen, pero hay un niño a mi lado y no quiero que me vean nada. —Izuku ríe sutilmente.

—Cuando lleguemos a los cuartos te la voy a mamar bastante, Kacchan. —Izuku le dedica una bonita sonrisa.

Bueno, algo bueno tenía que salir de aquella cita.

. . . .
. .

—Kacchan, la salida está por acá. —Izuku señala a la puerta. Katsuki niega y va a donde está la sala de juegos.

La película fue lo suficientemente interesante como para no andarse comiendo entre ellos y sólo limitarse a abrazarse y comer palomitas.

Si este no es el KatsuDeku más soft que has leído mínimo tienes que saber que el cine se hizo para ver películas y pasar un buen rato, no fue creado para que lo veas como un hotel ni para que hagas todo el puto ruido que quieras porque hay personas, como su servidora, que si bien casi no cumple con lo primero que dijo, mínimo lo hace en silencio.

Continuemos.

—¿A dónde vas?

—Iré por tu estúpido pa...

—¡Gracias, papá! —Una niña de nombre dudoso y de edad desconocida va por delante de él muy campante con su progenitor jugando con el estúpido peluche que su novio tanto había deseado.

—No fue tan difícil. Alguien lo dejó muy fácil de tomar y yo sólo hice lo que mejor consideré para mi hija.

—Es una pena, Kacchan. Bueno, regresemos a los dormi..., ¡Hey, Kacchan!

—¿Cuánto quiere por el pato pirata? —pregunta Katsuki cerca del señor asustándolo.

—¿Eh? Nada, es de mi hija.

—¿Cuánto quieres por el pato, mocosa? —ahora le pregunta a la niña quien abraza con su vida a ese peluche.

—¡Es mío así que no está en venta!

—Todos tenemos un precio. —Katsuki saca la billetera—. ¿Cuánto por el pato?

—Ya te dije que... —La niña lo piensa detenidamente.

—Kacchan, sólo vámonos.

—Natsuki, tenemos que llegar a casa con mamá —habla el adulto tratando de tomar a su hija y salir corriendo de ahí.

—Espera, papá. —La niña mira a Katsuki como si fuera una negociadora—. Tú estás en la UA, ¿no?

—¿Por qué preguntas?

—Yo también quiero ser una súper heroína así que te daré el pato si me entrenas. Vi que ganaste el festival deportivo así que si el mejor me entrena, seré la mejor súper heroína del mundo.

—¿Ese es tu precio? —Katsuki sonríe—. Trato hecho.

. . . .
. .

—Es increíble que le hayas mentido a una niña que acabas de conocer en un cine que la vas a entrenar.

—Pero tienes tu puto pato, ¿no?

—Sí, pero...

—Pues ya. Sé feliz. Soy el mejor puto novio que te ha tocado. Conseguí el puto pato así que cállate y sigue chupando.

—Me encanta que seas así conmigo, Kacchan.

***
¿Quieres ganar un capítulo único? Entra al libro de ¡Sorteo! para saber cómo obtenerlo.

Para saber más sobre futuras actualizaciones, te invito a seguir mi canal de Whatsapp.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro