Bakugō está soltero, aunque eso no hace que sea menos raro.

Ha quedado con Midoriya, su ex novio para verse y platicar.

¡Claro que no platicarían! Habría más de por medio que unas simples frases, habría lengua, caricias y faltaría muchísimo la ropa. Sí, quedaron para coger, algo que antes hacían con normalidad y con amor.

Bueno, si habían esa clase de sentimientos, ¿por qué terminaron? Es tan sencillo como para responder que Midoriya fue tan idiota como para engañarlo con un tipo de cabellos bicolor. ¿Cómo iba a perdonar eso? No lo hizo, siguió con su vida hasta que volvió a enamorarse, esta vez de su mejor amigo.

Uy, cómo amó a Kirishima, tanto que pensaba que algún día terminarían casándose, adoptarían niños, animales, plantas, tendrían la casita de sus sueños con los trabajos de sus vidas. Pudieron ser felices porque todo apuntaba a eso. ¿Por qué terminaron si todo estaba tan de maravilla? ¡Porque el idiota de Kirishima se mandaba mensajes calientes con otra persona alegando que lo hacía por venganza y todavía a los tres días de terminar se involucró con otra persona rubia! ¡Encima tuvo la desfachatez de decir "sí, pero te amo a ti"! ¡Qué puta mamada! ¡Gracias, pero no gracias!

Un año y medio desperdiciados.

Para ambos.

Sí, Midoriya también tuvo un romance con el sujeto de cabellos bicolor que duró aproximadamente lo mismo. Tenían expectativas, se amaban con locura, pero, ¿por qué terminaron? ¡Porque Todoroki resultó ser un interesado! Cuando su padre se enteró que tenía novio no dudó en clavarle el cuerno con una chica de buena familia. ¡Qué mierda de sujetos, de verdad!

Ahora están los dos, mirándose fijamente sin saber cómo van a progresar en aquello.

Son ex novios, se han visto y desvestido tantas veces, tienen las ideas claras y saben que no regresaran. Aun no terminan su luto. Es obvio que esas personas no merecen que les den algo como eso, pero ellos lo necesitan, deben trabajar duro para poder procesar con el rompimiento para no ir arrastrando el afecto hacia alguien que simplemente no lo valoró.

Midoriya desvía un poco la mirada, acaban de entrar en la casa del pecoso. Es tan bueno que la señora Inko no esté porque justamente tarea no harán. ¿Por qué han quedado en coger? ¡Por calientes! Ambos llevaban su vida sexual muy activa, pasar de todo a nada fue desvastador, necesitan consuelo y la mano no ayuda mucho.

Bakugō le sigue de cerca, van hacia su habitación. Recuerda todas esas veces en que aprovechaban que la señora regresaba de trabajar tan tarde y se la montaban cogiendo cada tarde. Era desgastante para el bolsillo de Katsuki, quien siempre compraba los condones, hasta que Izuku empezó a visitar los centros de salud con regularidad para que se los dieran gratuitos. También recuerda la primera y única vez que lo hicieron sin condón y como Izuku se la pasó con un dolor de estómago que no lo aguantaba ni Dios.

Es extraño, esta vez sí que traen condones, no quieren infectarse de nada y tampoco quieren que sea todo tan sucio. Si bien Bakugō no lo hacía protegido con Kirishima (porque hacían el amor, cosa que sí, le gustó, pero gracias a Dios no habían infecciones ni enfermedades de por medio), sabía que Midoriya lo hacía también muy de vez en cuando (porque a Todoroki le gustaba al pelo).

El rubio se sienta en la cama mirando asombrado la habitación del pecoso. Es tan diferente a lo que recordaba. Hay otras fotografías más actuales, otros póster, la ropa está más adornada, pero, sobre todo, ya no hay artículos de All Might por doquier. Si acaso uno que otro ubicado que no se vea a la cama, pero estaban ahí.

—A Todoroki le daba cosa cada que lo hacíamos —susurra Izuku como si hubiera leído el pensamiento del rubio. Este asiente con la cabeza y decide iniciar con lo que han acordado.

Primero le besa los labios, el pecoso se remueve un poco ante su contacto, pero no se aparta, le deja meter su lengua en su boca y juguetea con el chico de cabellos verdes. Acaricia sus mejillas suavemente, sabe que le gusta ser mimado y él se deja hacer. No tarda el pecoso en posicionarse encima de sus piernas en un abrazo, siguen comiéndose la boca. Algo de saliva resbala por sus mentones y llega hasta el cuello, Katsuki lo considera a la falta de práctica que han tenido. Por un momento deja de ver a Izuku y ve a Eijirō, a su ex pareja. Desvía la mirada tan pronto como esa ilusión ha llegado.

—¿Tienes lubricante? —pregunta Katsuki e Izuku asiente con la cabeza algo penoso. Se baja para ir a su ropero y saca de ahí el bote que está por la mitad.

—Es de fresa —susurra, vaya, debe de estar recordando algo porque su sonrisa es algo triste. Bakugō decide hacerlo olvidar con otro beso, esta vez lo empuja contra la cama bastante demandante.

Izuku pasea su lengua por el cuello de Katsuki mientras que desabrocha su pantalón y mete su mano debajo del bóxer. Está erguido, pero no lo suficiente, así que se la sacude un poco y eso ha bastado para que se asome la cabeza sin ninguna dificultad. El pecoso acaricia el pecho del rubio, sus manos estan inquietas sobre sus pectorales. Eso no había cambiado, siempre que lo hacían, sus manos se quedaban un buen rato ahí jugueteando hasta que...

—Izuku, estás empapadísimo —susurra Katsuki contra el oído del nombrado dejándolo colorado.

—Perdón, es que hace tanto tiempo que no lo hago —contesta en el mismo tono mientras le ve temblequear debajo de él.

—Descuida, mi pene debe de tener hasta telarañas —Izuku ríe ante tal comentario. El rubio toma el lubricante, que habían dejado en el colchón, y esparce un poco en su mano—, ¿podrías...?

—No hace falta que lo pidas —comenta, cuando lo hacían Izuku sabía que debía bajarse los pantalones porque Katsuki siempre se bañaba la mano de lubricante antes de tiempo. Como ahora.

Prontamente Katsuki se encuentra masajeando su trasero, tanto como hacía en el pasado. Izuku echa la cabeza contra la almohada, disfrutando del pulgar del rubio dentro de su interior. Pronto el pecoso se hizo para adelante, con el rostro rojo y perlado.

—¿Ya vas a llegar?

—Apresurate, por favor —susurra y tan pronto lo dice el dedo es cambiado por la virilidad del rubio, haciendo que se encoja por la intromisión. Meses sin follar. El culo del de cabellos verdes está tan ajustado que ha hecho que Katsuki jadee porque se la aprieta bastante—. Mierda, Kacchan... Muévete.

—Espera, espera, olvidé ponerme el condón —vuelve a salirse, Izuku lo aprieta hacia su cuerpo bastante ruborizado.

—Somos hombres, no pasa nada.

—Ya, pero la última vez te enojaste porque te dejé escurriendo.

—En ese aspecto eres tan diferente a él —Izuku ríe en voz baja, con sufrimiento—, sólo lo hacíamos así y ya.

—Me pasaba igual, pero no sé si esto sea lo mejor.

—Quiero demostrarme que puedo con esta ruptura, Kacchan —el pecoso se avienta a sus labios, besándolo, Katsuki corresponde mientras vuelve a ingresar, sin protección. Consensuado, al menos algo estaban haciendo bien. Izuku jamás lo admitiría, pero nunca había olvidado el estar con el rubio y viceversa. A pesar de sus diferencias, en el sexo se complementan muy bien. Demasiado bien.

. . . .

—También yo, gracias por permitirme estar contigo —Katsuki besa sus labios mientras sale de su interior dejando salir el montón de esperma acumulado. Izuku gimotea por ello.

—¿Podremos hacer esto otra vez?

—Izuku, cariño —Dios, el pecoso ha enrojecido por el tono tan tierno que ha usado el rubio—, mientras me lo permitas, está bien.

—Estoy bien —no, no lo está, pero ya no quiere sentir nada por el bicolor. Katsuki está igual.

No se aman, no hay nada más que atracción sexual en ambos hasta que decidan parar, el problema de la nostalgia es algo que no pueden combatir.

Y, cuando Izuku vuelve a subirse a él, Katsuki puede percibir el cariño que aún le guarda.

***

Esto es soft porn, no me expandí porque ni siquiera procedió a más y mi hombro me está matandoooooo unu

Tenía esto escrito desde hace días, pero no lo había acabado, quizás después le haca una continuación, pero, por lo pronto, quedará así.

Y, si no quedó claro, quedaron en coger porque ocupaban, se dicen cosas bonitas porque se ocupa de vez en cuando que alguien te diga que te quiere y al día siguiente pues x. Pasa esto acá, pero por eso le haré una continuación, para que no quede solamente como un capítulo medio caliente donde se hablaban de sus exs.

Quizás me inspiré en mis propias experiencias.