19. Hechizo de amor
Advertencia
El episodio de hoy tiene un TODOS X TODOS muy remarcado, es algo lascivo y pues creo que lo he puesto acá porque el KatsuDeku es el más gracioso y tierno jajaja, aun así, no se queden con eso de que la primera vez es con la persona que amas, o sea, equis, cada quien su vida.
También el sexo será menos descriptivo del que hago habitualmente para cumplir con lo soft.
La vida de Katsuki Bakugō es lamentable. Nunca pensó que hacerle caso al chico que le gusta de mudarse con él durante los primeros días en esa ciudad nueva fuera la peor decisión de toda su maldita vida.
Tal y como esa noche.
—¡Oooh! Mmm... ¡Maldición, Todoroki-kun!
¿Es que acaso ese idiota no podía decirle que cogía todos los días? Ahora estaba tapándose los oídos con la estúpida almohada porque las paredes eran tan delgadas que hasta un pedo podría escucharlo en su habitación.
Maldición, lo peor de todo es que se trataba justamente del tipo que le gusta.
Katsuki Bakugō, un bisexual declarado cuando conoció al tipo que le gusta. Es evidente porqué se declara de esa manera y no directamente homosexual.
No creyó que aquel presumido pijo tuviera una pareja sexual y que quisieran tronar la cama todos los días y, mucho menos, tenía la más remota idea de que ambas habitaciones de descanso estuvieran pegadas y que sus camas fueran separadas únicamente por una miserable pared. Maldita sea, no debió haberse acostado con él desde el día uno, ahora no puede dejar de pensar en su lindo pilin mientras hacen cosas para adultos.
Y ahora está él en su maldita habitación escuchando los lloriqueos del acompañante sexual de la persona que le gusta mientras se masturba. ¿Es que acaso no hay alguien más patético?
Necesitaba urgentemente hundir la polla o se volvería loco.
—¿Te mudaste con Todoroki? —pregunta su mejor amigo Kirishima.
—Sí, ahora mismo está en el trabajo.
Todoroki trabaja en las mañanas, mientras que Bakugō en la tarde. Pensaba seriamente en trabajar en la madrugada para poder dormir al menos unas horas.
—Estás loco, ¿si sabes que tiene pareja?
—Pareja, pareja, no.
Todoroki había sido muy claro con él en su primera noche, le había recalcado que tenía una pareja sexual con la que se desestresaba, pero que no habían sentimientos. Fue un estúpido al entregarse al idiota bicolor creyendo que lo harían con sentimientos cuando fue una noche más.
Pero maldición, ese sujeto tenía una polla por la que babea cada noche y los malditos gemidos que le revientan los tímpanos cada noche le recalcan que es muy bueno en lo que hace.
—Pero si todos saben que ese tipo no pasa ni una noche sin, ya sabes, hacerlo —Katsuki le dedica una mirada fulminante, visiblemente cansado—, ¿en dónde duerme él? —pregunta dándose cuenta de la irritación y cansancio de su mejor amigo.
—Aquí al lado, no me jodas.
—¿Por qué no simplemente no te les unes? —alza los hombros— No creo que tu presencia les caiga mal, tienes muy buena resistencia.
—No conozco a su acompañante, ¿sabes? No voy a andar mostrandole mi pajarito a cualquier baboso —Katsuki rueda los ojos, mosqueado.
—Por eso me llamaste, ¿no? Seguramente se te ha antojado.
—Sé que suena cruel porque acabas de terminar con Kaminari.
—Oye, son las desventajas de un trío, al final le gustó más Shinsō —ríe el pelirrojo—, al final tuvimos los mismos gustos.
—Entonces, ¿aceptas?
—No tomé un tren para venir hasta acá sólo para platicar un rato, Blasty.
Esto es jodidamente malo.
—¡Espera, Blasty, quiero correrme!
—¡Mmm! ¡Todoroki-kun, más despacio!
¿Por qué también a él se le ocurrió ponerse jarioso en esos momentos? Bueno, es Todoroki, el tipo que folla todos los días. Maldita seas, quien sea que seas acompañante sexual, Bakugō te detesta por estar saboreando el estómago de lavadero del bicolor. Lo odia muchísimo porque aunque le joda aceptarlo sus malditos gemidos de puta le hacen querer reventar ya.
—Oh, Bakugō...
Mierda, se ha corrido. Estúpido Todoroki que se le ocurre jadear su nombre en un momento así, perdió su resistencia en una fracción de segundo.
Unos golpes en la pared los hacen mirarla atentos.
—¿Qué pasa, bastardo?
—Todoroki-kun y yo lo platicamos, yo también quiero participar con ustedes.
—Yo también quiero participar, Bakugō.
—Sí, sí, tanto que nombraste a tu compañero al final que a mi.
—No seas un celoso, Midoriya.
Ahora que sabe el nombre del sujeto que le revienta, desea matarlo a punta de vergazos. No lo niega, se ha sonrojado muchísimo por aquel vago comentario, de verdad desea tener una relación con ese bicolor.
—¿Qué dices, Blast? —pregunta Kirishima mientras se hace para atrás.
—No sé, ¿quieres? —se quita el condón, lo hace un nudo y lo deja botado.
—Bueno, a mí no me importaría.
—Pido a Todoroki.
—¡Trato!
—¿Ah? Bien, señor vecino, mientras Todoroki-kun te atienda, deberás atenderme.
—Blast, ¿podemos hacerlo al principio juntos y ya después...? —Katsuki palmea su cabeza asintiendo. Sabe que igual está nervioso.
Bueno, al menos podría presumirle a ese estúpido que su pilin es grande tanto como el de Todoroki.
—Blasty, ¿te sigue doliendo? —su mejor amigo se quedó a dormir después de estar haciendo cosas para adultos.
Se siente todo un pervertido.
—¿Por qué todos quisieron hacerlo conmigo? —pregunta mosqueado, aunque también sintiéndose halagado. Incluso lo había hecho con ese tal Deku de las narices. Ahora entendía porque Todoroki estaba tan encaprichado con él, su puto culo era enorme, precioso y respingón, manchado de pecas y tan sensible a los golpes.
¡Él también tenía un buen culo! Era mucho mejor que el de ese pequeño pecoso, su cintura era más estrecha y sus abdominales más marcados. No entendía que le veía a ese enano, aparte de su trasero y su habilidad con la lengua, ¡él también sabe usarla!
—Cuando te metan tres al mismo tiempo, me avisas —refunfuña.
—Lamento decirte esto, pero debo de irme o sino no podré llegar al trabajo.
—Sí, sí, ya vete —deja caer la cabeza en la almohada, boca abajo. Siente el masajeo en sus pompas en despedida y, cuando alza la mirada, su amigo ya no está.
Desea demasiado que ese idiota bicolor sea suyo, no por nada era bisexual.
Si no era suyo por las buenas, lo sería por las malas.
—¿Para mi? —pregunta Todoroki en la mesa mientras observa la pila de hot cakes que le ha puesto Bakugō.
—Hice muchísimos.
Vamos, cómetelo —piensa desesperadamente.
En ese inocente postre estaba el hechizo de amor que le había comprado a una vieja bruja. ¿Quién podría desconfiar de unos hot cakes?
—¿Cómo debería agradecerte?
—Metiéndolos por la cola, yo qué sé.
—¿Quieres que te lo haga así? —oh, estaba jugando con él. Katsuki se sonroja hasta la raíz del pelo.
—¡No me vaciles!
—Bakugō, he terminado con mi acompañante.
—¿A qué viene eso?
—No pude soportar escucharte teniendo sexo con alguien más.
—¿Ah? ¡Pero si tú fornicas todos los días! No seas egoísta, antojas culero.
—¿Quieres ser mi acompañante? Ya vivimos juntos, así no buscaría a nadie más y tú tampoco.
—No quiero sólo sexo.
—Yo tampoco, ya no quiero sólo sexo. Por favor, intentemos ser pareja.
Mierda, ahora son los dos que están tumbados con el culo para arriba en la cama del bicolor.
—¡Todoroki-kun! —ven al idiota pecoso entrar a la habitación—. No puedes desecharme, ¡creí que estábamos intentando algo!
¿Cómo carajo había entrado?
—Te dije que era sólo sexo, Izuku. Nunca busqué algo más contigo, perdón —Todoroki se echa, cansado.
—¡Me cambió por ti! —exclama el pecoso señalando al rubio que parece irse de lado por el cansancio.
—No me metan en sus cosas, ¿saben?
—¡Me comí tus estúpidos hot cakes, esta es mi venganza! —aquello hace que Katsuki se levante de inmediato.
¡La puta mierda, el hechizo de amor!
Bueno, peor para él.
Ahora mismo no quiere hacerlo vomitar a punta de vergazos porque le duele más el culo que nada en la vida.
—Perdón, Katsuki, no pude siquiera probarlos.
Aquello encoge su corazón, pero no importa. Ahora están juntos y eso es todo lo que ha deseado.
Bueno, lo están intentando.
—Después te haré más —besa su nariz.
—¿Qué haces aquí? —pregunta Katsuki después de abrirle la puerta a Izuku, el ex de su novio.
—Quiero saber qué tienes de bueno —contesta de mala manera metiéndose a la casa.
¡Cómo lo odia!
—Sal, maldita escoria, Shōto no está para que te tenga metido.
—¿Sabes cocinar? —pregunta mirándolo desafiante.
—¡De puta madre, ahora largate!
—¡Eso significa que no sabes cocinar!
—¡Tu culo aguado, ya verás!
—¡De seguro harás algo sencillo!
—¡Te voy a callar el hocico, ya verás cabrón!
—¿Qué mierda haces? —pregunta Katsuki abriéndole la puerta a Izuku.
—Quiero saber qué tienes de bueno —responde mientras se mete a la casa, importándole poco.
¡¿Otra vez?!
—¡Eso a ti qué te importa!
—¿Sabes hacer el quehacer?
—¡Lo sé hacer de maravilla!
—¡Demuestramelo!
—¡Tu puto culo, no haré eso!
—¡Entonces no lo sabes hacer!
—¡¿Ah?! ¡Te voy a demostrar que sí lo sé hacer, maldito extra!
—Mierda, ¿otra vez? —se palmea la frente permitiendo que ese pecoso vuelva a meterse a su casa.
—Quiero saber qué tienes de bueno —es la tercera vez que lo dice, ¿acaso ese cabrón no tiene otra maldita frase?
—Me estás cansando, maldita sea.
—Quiero saber cuánto te mide la cadera.
—¡Eso a ti qué!
—¡Entonces aceptas que mi cadera es más grande!
—¡Tu puto hoyo es más grande!
—¡Demuestramelo!
—¡No te demostraré nada!
—¡Lo aceptas entonces!
—¡Agh, bien, toma la maldita cinta y mideme la cadera!
—Joder... —susurra haciendose a un lado permitiendo que el pecoso entre como Pedro por su casa.
—Quiero saber que...
—¡Sí, sí! Maldición, di otra maldita cosa.
—¿Sabes hacer una rusa?
—¡Claro que lo sé hacer!
—¡Demuestramelo!
—¡Ni mierda haré lo que me pides!
—¡Entonces significa que no lo sabes hacer!
—¡¿Ah?! ¡Preparate, extra, tendrás la rusa más grandiosa de tu vida!
—¡¿Qué quieres?! —exclama mientras ve al pecoso entrar de nuevo a su casa. Ya se le había hecho de todos los días.
—Quiero...
—¡Ya sé que quieres saber qué tengo de bueno!
—¿Sabes besar?
—¡Y genial! ¿Acaso quieres te lo repita?
—Demuestramelo.
—Ni de coña, no haré algo como eso.
—Entonces es cierto que sólo sabes babear la cara.
—¡¿Ah?! ¡Vas a tener un puto orgasmo después de besarme!
—¿Qué hice para merecer esto? —Katsuki se soba la frente mientras ve al pecoso entrar de nuevo a su casa.
Está harto.
—Quiero...
—¡Ya suelta tu maldita pregunta!
—Esa vez estaba súper perdido, ¿la tienes grande?
—¡Gigante!
—¡Demuestramelo!
—¿La quieres en la boca o metida en el culo? ¡Digo, todo me pides! Ni de mierda lo haré.
—Entonces no la tienes grande.
—¡¿Ah?! ¡Ya verás maldita sea, te voy a fornicar hasta por las orejas!
—¿Sigues? —se jala los cabellos mientras que ve al pecoso entrar a la casa por enésima vez. Lo ha ido a fastidiar todos los malditos días.
—Kacchan, quiero saber qué tienes de bueno.
—¿Cuál será tu patética pregunta de hoy?
—¿Sabes qué es divertirse?
—Yo inventé la diversión.
—Tu rostro molesto me dice que no.
—Tu puto culo aguado.
—Entonces no sabes divertirte.
—¡¿Ah?! ¡Ya verás que sí!
—¿Esta vez iremos al cine? Ya fuimos a pasear por el parque.
—¡Al parque acuático, maldita mierda!
—¿Y después al cine?
—Sí, mierda, sí.
—Oye, Bakugō —habla Todoroki sentándose en la cama. El rubio sigue boca abajo, tratando de manejar el dolor.
—¿Qué?
—¿Tú quieres seguir intentándolo?
—¿Por qué lo dices?
—Bueno, no tengo nada con que tengas sexo con otras personas, lo estamos intentando después de todo.
—Ajá, ¿y?
—Es que te vi saliendo con Midoriya.
—Ah, sí, me ha estado visitando todos los días.
—Llevamos dos meses intentadolo y nunca hemos salido... Las únicas veces que nos vemos es a la hora de dormir.
—¿A qué quieres llegar?
—Te dije que no quiero sólo sexo... Y nuestra relación sólo se basa en eso. Casi no nos vemos.
—Oye, no importa, lo lograremos.
—Así no son las relaciones normales.
—¿Deberíamos terminar?
—Mi corazón sufrió mucho al verte reír con Midoriya esa vez... Así que sí. No eres mío, Bakugō, eres suyo.
—¿Esto fue sexo de despedida?
—Podemos hacerlo si así lo quieres —esa broma los hace reír amargamente.
Bueno, no podían exprimir más esa relación. Era verdad, no se veían salvo para coger.
—Qué considerado.
—Siempre hablas de Midoriya, estoy muy celoso. No puedo vivir con esto, lo siento, lo mejor es que te vayas.
Tampoco era para que lo dejara en la calle, ¡Ya pagó lo de ese mes!
—¿Kacchan? —Izuku abre la puerta permitiendo pasar al rubio quien trae sus maletas.
—Quiero saber qué tienes de bueno.
—¿Terminaste con Todoroki-kun?
—¿Dejo mis cosas en los cajoneros de la izquierda o derecha?
—Los de la izquierda.
—Oye, Deku —Katsuki deja sus maletas en el piso—, ¿de verdad te comiste esos hot cakes?
Izuku niega con la cabeza—. Los tiré a la basura, ¿por qué preguntas eso?
Katsuki no lo duda, Izuku es suyo. No duda en abrazarlo con fuerza y el pecoso entierra su rostro en su pecho.
—Hay algo más que quiero preguntar, ¿te gusto?
—Desde que me metiste el pilin, jaja, difícil de olvidar eso, ¿y yo?
—Desde que te escuché gemir desde mi habitación, creo.
—Eso es algo bizarro.
—Digo lo mismo de ti, pequeña escoria —besa sus labios.
—¿Vamos a intentar ser pareja?
—Creo que ya lo somos.
—Nunca podré contar que conocí al amor de mi vida en una orgía.
Al menos fue por eso y no por un hechizo de amor.
—Y yo que me enamoré del acompañante sexual del chico que me gustaba.
***
Es la primera vez que escribo más diálogo que acciones, pero es que me daba tanta risa, perdón jsjsjs
Espero les haya gustado:D hasta la próxima
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