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1. Galletas

—¡Kaaaaaaaacchaaaaaaaan, peeeeeeeerdóooooooonaaaaaaaameeeeeeee! —exclama Izuku corriendo siendo perseguido por un rubio malhumorado.

—¡Vete a la verga, pinche Deku y por verga me refiero a la mía! —Le persigue Katsuki más molesto.

—¡Kaaaaaacchaaaaaan, peeeeeerdóooooon! —Sigue lloriqueando, corta vuelta y se esconde entre los arbustos.

—¡DEEEEEEKUUUUUU! —El rubio de temperamento explosivo se detiene al no encontrar al pecoso—. ¡Sal y enfréntame como un hombre!

—Soy un arbusto y Kacchan no puede verme, soy un arbusto y Kacchan no puede verme —susurra repetidas veces tratando de no salir de su escondite secreto a un tono tan bajo que apenas puede escucharlo él mismo.

—¡DEEEEEEKUUUUUU! —Katsuki anda de un lado a otro con una bolsa de galletas vacía—. ¡Ven acá y contéstame! ¡¿Qué mierda le sucedió a mis putas galletas?!

—Soy un arbusto y Kacchan no puede verme. —Sigue lloriqueando Izuku en el interior—. Dios, si estás allá arriba por favor haz que una bolsa de galletas caiga del cielo para que Kacchan me perdone por comérmelas sin que se diera cuenta —susurra lo más bajito posible pidiendo clemencia.

—¿Deeeekuuuu? —Katsuki bota la bolsa de galletas al piso.

Un Iida enojado sale de la nada.

—¡Alto ahí, Bakugō! —exclama—. No es de buena educación tirar basura en la calle.

Si esto no es el KatsuDeku más soft que has leído mínimo te he recordado que tienes que botar la basura en su lugar.

Prosigamos.

—¡Ush! —Recoge la bolsa vacía y la mete en el bolsillo de su pantalón—. ¡Ya!

—Ya, ahora sigue jugando a las escondidas con Midoriya. —Iida desaparece tan rápido como ha aparecido.

—¡Ahora sí, pinche Deku! —exclama Katsuki sacando algo de su otro bolsillo.

Algo que a los oídos de Izuku parece ser frituras. Algo crujiente. Algo como...

—Papitas All Might —susurra mirando entre las hojas pensando en si está bien hacer su siguiente acto criminal.

—Deeeekuuuu, mira lo que tengo aquí. —Abre la bolsita. Izuku puede oler perfectamente el olor a papa y sal. Rico.

—Soy un arbusto y Kacchan no puede verme. —repite de nuevo esta vez en voz alta.

—¡CON QUE UN ARBUSTO! —Katsuki va contra el arbusto de atrás, saltando hacia a él.

Izuku rápido corre al árbol que tiene al lado y lo trepa, camuflajeándose con las hojas.

—¡Maldito Deeeekuuuu! —exclama Katsuki colérico.

—Soy un árbol y Kacchan no puede verme —Izuku cierra los ojos temeroso—. Diosito, no seas malo y por fi, haz que Kacchan me perdone por comerme sus galletas.

—¡Deku, sal de tu escondite! —Katsuki sigue buscando pero el increíble escondite de Izuku no le permite ubicarlo—. ¿Sabes qué? Terminamos. Mal novio.

—¡Noooo! —Katsuki voltea de un lado a otro buscando el origen del grito pero cuando se da cuenta Izuku le ha caído encima—. ¡Kacchan, dame otra oportunidad! —lo abraza tan fuerte que Katsuki siente que en cualquier momento vomita el páncreas. Izuku se come sus papas sin que se dé cuenta.

—¡Te comiste mis galletas, no he tragado putas madres nada! —suelta revolcándose en el piso con un Izuku encima.

—¡Nooo, lo siento, tenía hambre!

—¡Te tragaste mi almuerzo, el tuyo y el del pelos de mierda! ¡Y lo poco que tenía lo gasté para que lo terminaras tragando!

—¡Pero aún tenía hambre! —sigue chillando—. Kacchan, te prometo que te compraré otra bolsa de galletas.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—Bien, volvemos. —Katsuki deja de poner resistencia y abraza a su glotón novio flacucho. Lo envidia en secreto por tragar y no engordar pero eso es otra historia.

—Awww, Kacchan. —Izuku besa la mejilla de su novio para después levantarse e ir juntos a la cafetería de la escuela.

En eso toca el timbre. De vuelta a los salones de clase, eso indica.

Oh.

—Kacchan... —Izuku de nuevo teme por su vida.

—Deku... No importa —suspira. Toma su mano y entrelazan sus dedos.

—¿En serio?

—De verdad, comamos las papas All Might que te mostré con eso... —Katsuki revisa sus bolsillos.

Y se da cuenta que esa bolsa también está vacía.

—Jeje, Kacchan, esto será muy gracioso cuando se lo contemos a nuestros hijos.

—Terminamos.

—¡NOOOOOOOO! ¡KACCHAAAAAAAAAAAAAN!

—Ash, ya, volvemos pero deja de lloriquear.

—Ait... Bueno.

***
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