Capítulo 59: Nuevas caras, pasados determinados
•—Empezar Música (Slow Heartbeat In Stereo for 12 Hours)—•
Todo está borroso, lo único que siento es mi corazón palpitando, siento como mi cuerpo se empieza a enfriar, empezando por mis extremidades... y escucho mi respiración. Todos los órganos de mi cuerpo trabajan firmemente para mantenerme viva, en medio de la tormenta que estoy viviendo.
La chica del casco voltea a ver hacia la izquierda, hacia fuera del banco, empieza a mover sus manos, veo unos chispazos saliendo de los autos de mis enemigos, como si balas estuvieran impactándolos. Los tres se mueven rápidamente, haciendo una retirada, gritando órdenes y discutiendo... pero no puedo diferenciar nada de lo que dicen. Mi mirada se está haciendo más borrosa que nunca...
Las lágrimas caen, son calientes, caen hacia mi boca... no he perdido el sentido del gusto, pero tengo la boca horriblemente seca. No me puedo mover, los brazos y piernas no responden a los comandos de mi cerebro... ¿es este realmente mi fin? Puedo escuchar un pitido, y unas luces rojas y azules se hacen presentes, mientras que la chica del casco junto con sus acompañantes deja la escena rápidamente. Veo todo como si fuera en partes, cada vez que parpadeo me cuesta más enfocar la vista... y volver a abrir los ojos es casi imposible.
Desconozco el lugar en el que me han disparado, o si han afectado algún órgano importante, o si la bala sigue ahí metida, causando problemas de reacción e inflamaciones que podrían ser mortales... mortales... así como yo, una simple mortal... en el momento equivocado... en el lugar equivocado...
Entran al banco tres personas, se acercan observando la masacre que ha sucedido. Sé que tengo que darme a conocer, o moriré antes de que sepan de mi existencia. Con todas las fuerzas restantes levanto un poco mi mano, e intento hacer un sonido, algo... y lo logro. Una silueta se acerca lentamente a mí, al estar tan cerca de mí puedo escuchar claramente lo que dice, y la puedo ver bien.
—Agente especial Clover, no te preocupes chica, estarás bien. —Ella tiene cabello color perla, hermoso... y tiene la mitad de la cara tapada con una bufanda. Tiene aproximadamente cuarenta años, sino más, pero está muy bien conservada. Todo se vuelve negro después de esto.
Despierto, lentamente, no paro de escuchar mi corazón latiendo, tranquilamente... pero con esfuerzo. El dolor se hace presente cerca de mi costilla, causando que algunas lágrimas salgan de mis ojos. No sé en dónde me encuentro... veo a mis alrededores, es una camilla de hospital, pero no hay nadie conmigo. Hay una mesa con una flor azul en medio, aparte de una sopa caliente... sin embargo está muy lejos como para tomarla.
No tengo fuerzas para levantarme. Veo mis pies, los muevo lentamente para asegurarme de que funcionan adecuadamente, están intactos. Hago lo mismo con mis manos. Tomo un respiro, pero un dolor punzante me detiene. Solo puedo respirar detenidamente y no llenar de tanto oxígeno mis pulmones. Estoy muy confundida, siento que mi esfuerzo ha sido interrumpido de la manera más grotesca.
Pienso un minuto sobre lo que ha pasado... mientras intento encontrar alguna pista sobre el lugar en el que estoy, o siquiera qué fue lo que sucedió. Escuché el disparo de la chica del casco, justo en mi frente... ¿acaso... estoy muerta? No, imposible. ¿A qué le disparó ella entonces? ¿Por qué no me impactó?
Agente Clover... ¿quién demonios era ella? La policía de la Ciudad Superflua... ¿qué diablos sucedía con todo esto? Tengo vendas con sangre en mi costilla, rodeándome y haciendo que casi no me pueda mover, la sopa está caliente. Alguien estuvo aquí recientemente. Veo que la puerta se abre, me hago la dormida. No puedo ver quién es, pero puedo escuchar lo que pasa, al igual que no dejo de escuchar mi corazón latiendo.
La persona se sienta en la silla, puedo sentir su mirada. Una mirada penetrante, directa, poderosa... la aparta de mí. Pone unos papeles sobre la mesa, mueve el plato de sopa un poco para tener más espacio.
—Qué desorden... —comenta, es la voz de la agente especial Clover. Toma un suspiro, empieza a voltear las delicadas hojas, para leer los informes que supongo que ha hecho, o que le han brindado.
—Agente. —Decido mostrarme—. Gracias... por salvarme.
—Aisha. —Sabe mi nombre, mueve la silla para estar cerca de mí—. No hay problema, no te preocupes por eso.
—¿Qué... pasó? —pregunto adolorida.
—Los del casco negro han atacado, como pudiste darte cuenta. Están buscando a su presunto líder, Brandon. —Ella se levanta, camina hacia la ventana y enciende un cigarrillo... justo como Steiner lo haría. Sus gestos y movimientos son sorprendentemente parecidos a los de él... ¿por qué?
—¿Brandon? —cuestiono.
—He estado siguiendo estas pistas por casi un año. Conozco de su historia, conozco casi todo acerca de ellos, sin embargo, la única identidad que tengo clara, y la tengo desde hace tiempo es la de ese integrante. El chico de los ojos naranja ha causado cientos de estragos en esta ciudad, en el pasado. —Lanza el cigarrillo por la ventana, casi ni lo tocó—. Pero se había ido. Por alguna razón el resto de la pandilla lo busca... sus razones, no las entiendo todavía, pero están desesperados, al parecer.
—No logro entender mucho sobre este caso... —Me duele la cabeza—. ¿Qué ha pasado conmigo?
—Contigo, pues ha pasado mucho. Despertaste hoy mismo, pensé que despertarías en varios días. Me sorprendes. En cuanto a la herida, la bala milagrosamente no tocó ningún órgano, sin embargo, tienes una pequeña fisura en la costilla. La bala pasó directa, no tienes que preocuparte por eso. —Se acerca a tomar la sopa, pone una mesa pequeña en mi cama y la puso, al nivel de mi pecho.
—Gracias... creo que puedo comer sola. —Tomo la cuchara y empiezo a saborear la sopa, sintiendo la fuerza que me brinda.
—Solo sé que eres Aisha, agente especial de la Ciudad Evocativa, por tus documentos. ¿Qué haces aquí? Primero que todo, no deberías de estar por ahí en esta ciudad, y sin taparte la cara. Ahora saben quién eres. Pero bueno, creen que estás muerta, por dicha. —Ella sigue viendo los documentos.
—Antes de que ustedes llegaran, hubo un último disparo, cerca de mí. ¿Qué pasó? —empiezo a recuperar mi energía.
—Hubo una chica... que no tuvo tu suerte. Ella seguía viva, al igual que tú, sin embargo, la chica del casco, persona a la cual no tenemos identificada, pudo notar que seguía viviendo. Ha muerto de un disparo en la cabeza, lamentablemente. Supongo que estabas tan moribunda que no tuviste que actuar el papel mucho, ese es el lado positivo de tu disparo. —Clover mueve los papeles—. Ahora... supuestamente te recuperarás totalmente para mañana. Veo que tu radio ha sido despedazado. ¿Necesitas llamar a alguien?
—¡Travis! ¡De seguro piensa que estoy muerta! Steiner... también me llamó —confieso.
—... Steiner... —Voltea su mirada hacia el suelo, pensativa—. ¿Trabajas... con él?
—Sí, estamos trabajando en uno de los casos más complejos, necesitaré algo de tiempo para explicártelo detalladamente, esa es la razón por la que he venido a este lugar —explico.
—Y Steiner te ha mandado a este lugar... —Ella ve por la ventana—. Entiendo.
—¿Cuál es el plan entonces? Necesitaré salir de este lugar lo más pronto posible, no puedo quedarme así, sin hacer nada. Estoy segura de que para mañana podré seguir, no tan constante ni con tanta energía... pero podré ayudar en el caso que me toca, tengo que aportar mi parte, no puedo dejar a Steiner y Travis solos en esto. —Empiezo a desesperarme.
—Tranquila, entiendo. —Ella me voltea a ver—. Haremos esto. Cuéntame tu historia, dime qué es lo que está sucediendo entre las ciudades, tal vez tenga que ver con Brandon. Una vez hecho esto, tendré claro en qué proceder. El día de mañana, si todo sale bien, saldremos a investigar una vieja mansión que solía ser de los padres de Brandon. Tengo planeado este asunto hace mucho, y ahora que los del casco negro están en acción es mi oportunidad de actuar.
—Entiendo... está bien. La historia es la siguiente... —empiezo a dar todos los informes hasta el momento, dando todos los detalles a mi nueva aliada.
Uniones del pasado liberarían cabos atados entre las telas de la oscuridad que nos rodearían... ¿qué tanta luz podría traer desenterrar algo que había muerto?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro