***Lyra***

No puedo ver a Sonnet a los ojos. Me duele la cabeza terriblemente, mientras escucho la voz de ella riéndose, muy dentro de mí. Se burla de uno de los peores momentos de mi vida. Se burla al ver las esperanzas de quien era mi mejor amigo ser colapsadas ante la inmundicia de mis acciones y pensamientos del pasado.

—No creo entender mucho de lo que sucede... —Duke está lastimado, su voz lo delata, pero sigue dialogando—. Esa muchacha... ¿eras tú? ¿En serio eras tú? ¡Soy estúpido! ¿Cómo caí en tu juego de santurrona? Somos iguales, Lyra, al fin y al cabo, somos iguales... ¡Al menos yo no niego mi verdadera naturaleza! Pero, vaya, deja de llorar y siéntete orgullosa de ser liberada... de una manera u otra todos estamos en peligro, y desatando tus lujurias podrás sobrevivir mejor.

—Cállate... por favor... —Intento hablar, mientras el dolor de cabeza incrementa rápidamente, al punto al que caigo al suelo mientras grito. Una carcajada sale de los interiores de Duke, quien está lleno de energía.

—¡Oh, vamos! Debo admitir que me jugaste una buena broma todo este tiempo. Al menos no me siento tan culpable ahora, podría decirse que somos... el mismo tipo de persona. ¿Todavía sigue en pie el trato de dividirnos el premio? —Duke va caminando en el sótano, el cual tiene muchos caminos oscuros y sucios, no es como el resto de la mansión.

***Alice***

Observo a Lyra mientras intento procesar lo que acabo de ver... Aryl... la chica del desfile... ¿todo este tiempo fue Lyra? ¿Qué clase de retorcida broma estaba presenciando? Esa era la razón por la cual Dereck y Aryl habían desaparecido de un pronto a otro, sin dejar rastro... La vez que la había visto en medio del bosque llevaba capas de maquillaje increíbles, aparte de una peluca que tenía un estilo totalmente diferente al de Lyra. Era evidente que tenía mucha experiencia con el maquillaje.

Ahora que sé su secreto, estoy segura de que no dudará en tornarse agresiva. Todos hemos visto lo que ocultaba y eso cambiará un poco el juego. Sin embargo, no hay tiempo para pensar en ella, tengo que sacar a Hildur de ahí antes de que a Robert se le ocurra atacarla.

—Corre hacia el jardín —comando directa, seca, pensativa...

***Sonnet***

—¿Estás bien? —preguntó Tricia.

Me levanté lentamente, respirando profundo, limpiando las amargas lágrimas de mi cara, intentando unir los trozos quebrados de mi corazón con mi mente, pues uno no funcionaría sin el otro. No voltearía a ver a Lyra más, en todo el juego. De esa manera la herida seguiría sin abrirse más y más, e intentaba no pensar en la revelación tan directa que se acababa de hacer. Ella lloraba en silencio, en el suelo, siempre tapándose la cara.

—No, la verdad no estoy bien... pero tenemos que terminar esto. Tenemos que terminar esto de una vez, Tricia. Vamos. Ve hacia la derecha —pedí. Al instante empecé a escuchar unos enormes golpes cerca de mí. Vincent estaba golpeando su caja de cristal con fuerzas masivas, a tal punto que una línea delgada se quebró.

—¡Stener! ¡Stener! ¡Stener! —gruñía golpeando todo a su paso, incluyendo el equipo de comunicación. Luego de esto se tranquilizó, escuchando a Brandon por sus audífonos. Se volvió a sentar, respirando agitadamente.

***Duke***

El suelo está sucio, hay charcos y mucha tierra, aparte de que hace un frío espeluznante. Lyra no deja de llorar, no puedo contar con ella en este momento, así que voy tomando mis propias decisiones en el laberinto que se desenvuelve ante mis ojos. Me detengo en seco al ver a Brandon observando la pantalla por la que pasaron el video. Él me voltea a ver, sus ojos brillan de naranja con las pocas antorchas que hay en los alrededores.

—Ella... —dice seco—. Aryl...

—¿Aryl? —cuestiono, sintiendo las heridas de mi cuerpo. Puedo sentir la sangre chorrear lentamente por mis rodillas hasta mis pies.

—Buena jugada, Aryl —dice Brandon viendo hacia una cámara en una esquina, para que Lyra lo observe—. Pero de esta no escaparás, por esa razón tengo que eliminar a Duke primero.

—Esa herida que tienes se ve algo profunda, apenas para partirte en dos. ¿Eso es lo que quieres? —pregunto retador, aunque estoy empezando a sentir los efectos de la falta de sangre.

—Adelante. —Brandon inclina la cabeza y hace una señal con su mano, para que me acerque—. Empecemos esto.

—¡Deténganse todos! ¡Hora de cambiar! Por lo tanto, Desmond va a ser el ayudante de Stephine, quien sigue jugando con los modelos. —Harland anuncia.

—Te has salvado, por segundos. —Suelto una burla—. La próxima vez no será así.

Unos guardas entran y nos disparan rápidamente. Caigo al suelo inconsciente.

•—Empezar Música (Epic Powerful Orchestral Music - Lunar Soul)—•

***Lyra***

El pitido me despierta rápidamente. Tengo frío, y veo algo borroso... frente a mí hay algo moviéndose, en el suelo. Es Vincent. Él se levanta y me ve directo a los ojos. Una lágrima cae por su ojo derecho. Él no parpadea, está quieto, como si fuera piedra.

Suelta un gruñido terriblemente alto, intimidante y directo.

—Corre de inmediato. —Duke habla—. Corre ¡ahora!

—¡Stener! —¡grita Vincent corriendo hacia mí, directo! No puedo hacer nada, estoy paralizada. ¡No puedo moverme! Su corpulento cuerpo avanza como si estuviera corriendo en el aire, en un segundo está frente a mí y lo único que puedo hacer es agacharme. Él pega un puñetazo contra la pared de piedra, haciendo que un poco de escombros caigan al suelo.

Su mano se ha quebrado con el movimiento tan poderoso, pero no le importa, ¡no lo siente! Antes de que recupere fuerzas empiezo a correr por los oscuros pasillos, esperando a que no sea un camino sin salida. Cierro los ojos, pero cuando lo hago, lo único que puedo ver es su sonrisa, rodeada de oscuridad, mientras se forma lentamente... ella se regocija de mi desesperación. Grito desesperada, no puedo ceder... ¡no puedo, aunque pase lo que pase!

Doblo por los pasillos hasta que hay uno larguísimo. Al final de este hay unas escaleras. ¡Puedo escapar! ¡Lo puedo lograr! Corro hasta el fondo, mientras los pesados pies de Vincent me siguen. Al llegar me apuro para subir las escaleras, pero están bloqueadas con una enorme ventana de cristal. Detrás del vidrio indestructible veo una cara conocida.

—Veo que estás en problemas. —Zorika está sonriendo mientras ve detrás de mí a Vincent, quieto—. Pero después de haber visto lo ruda que crees que eres, este zombi no será nada para ti.

—¡Ayuda! ¡Por favor, ábreme! ¡Me va a matar! —pido gritando desesperada, sé que Vincent me puede matar de un golpe si así lo desea.

—¿En manos de quién preferirías morir? Buena pregunta. Tú dime. —Zorika no deja de sonreír, pero no me ve a los ojos en ningún momento. Detrás de ella está la salida hacia algún lugar de la mansión—. ¿Quién crees que sea más rápido para matar?

Escucho algo más, detrás de mí... algo acercándose. Detrás de Vincent hay algo que me tiene al punto del desmayo. Marto está respirando agresivamente, olfateando el lugar en el que nos encontramos. Vincent se voltea, dándome la espalda. Inclina su cabeza intentando comprender qué es el monstruo al que afronta.

Sin previo aviso, Marto taclea a Vincent hasta chocar ambos contra la pared de piedra. Marto lo golpea con el codo en su musculosa espalda, repetidas veces, hasta que el monstruo lo suelta, pero lo agarra y lo empuja al suelo, en donde sigue la pelea.

—Corre ahora, están distraídos. —Duke habla.

—Seré yo la que te matará entonces. —Zorika abre la ventana, pero ya he corrido unos cuantos metros. Sigo trotando sin voltear a ver atrás, mientras escucho a Vincent y Marto peleando agresivamente, junto con la risa de loca de Zorika, descontrolada.

Paso corriendo cerca de la piscina, y me voy por donde Tricia se había ido. El lugar es terriblemente oscuro, pero al final de este hay una puerta medio abierta de donde sale luz. Abro y cierro la puerta detrás de mí. Hay unas escaleras, las subo y al final de estas está Sonnet, viendo hacia el suelo, con lágrimas en los ojos.

—Sonnet... —Me acerco lentamente—. Yo...

—Silencio, Lyra. No es necesario que expliques nada. —Él empieza a caminar hacia la sala, estamos cerca del lugar.

—Sonnet... —insisto. Él se voltea. Más lágrimas caen.

—No, Lyra, no te odio. No soy tu enemigo, jamás lo sería... pero tampoco soy tu aliado. Vete, estás por tu cuenta ahora. —Él camina, alejándose de mí, mientras el orificio en mi corazón crece lentamente, como un hoyo negro que va consumiendo todo a su paso. Él era la única luz en este lugar de tinieblas... él era la esperanza que mantenía mi llama ardiente, pero era falsa. Lo había engañado terriblemente, y estaba afrontando las consecuencias de la peor manera. ¿Qué cara tendría al pedirle perdón? No la tenía, ni siquiera podría hablarle más. No podría explicar nada de lo que me sucedía... ya que ni siquiera yo lo comprendía.

—¡Lyra! —grita Duke alarmándome. Un golpe en seco me aturde, caigo al suelo.

El alejarse de a quien una vez amaste era la prueba más dura, pero mi bienestar estaría por encima del de otros. Esa, era la lección aprendida más dolorosa.