***Duke***

Había sido ella todo este tiempo... Serina había sido la chica con la que había estado en aquella noche bajo la luz de la luna, junto a la fogata, bailando al son de la vida y de la muerte... había sido ella la que me salvó de ser capturado por la policía. Ella sabía que no habría escapatoria, pues Robert se encargaría de obtenerla de un modo u otro, para que pagara por el precio final.

-Serina... -Lyra suspira-. Le he fallado, en cierta manera...

-Qué más da, hay que moverse ahora. No hay duda de que tienes enemigos cerca. -Insisto-. Muévete.

***Alice***

-Al fin se supo la verdad de todo esto -digo molesta-. ¿Te encuentras bien? Sé que te trae malos recuerdos.

-Fui atacada por Marto en el bosque, esa es la razón de mis vendajes... esa es la razón por la que tuvimos que ayudar a Robert a mantener a la bestia bajo control, todo comenzó cuando Marto se escapó y casualmente asesinó al padre de Serina... si eso no hubiera sucedido, Marto no se habría escondido en el bosque ni me hubiera herido. -Hildur está afectada-. Todo es culpa de Robert.

-Aquella noche... en la que salí, esa noche me encontré a Aryl en el Bosque Aletrejo. Ella estaba corriendo desesperada, pero no había sido por mí. Marto estaba rondando el bosque, estuvo a punto de atraparla, pero se salvó al llegar a la carretera. Él empezó a seguirme a mí, pero logré esconderme entre las viejas y frías ramas que me rodeaban. Solo nosotras sabemos el verdadero peligro de ese monstruo... -Tengo una profunda preocupación, estoy viendo a mis alrededores con mucho cuidado.

-¡Es hora de cambiar de lugares! ¡Y háganlo rápido! -grita Harland. Me pegan un dardo y lo que tiene que pasar, pasa.

***Duke***

Despierto atontado, estoy abajo. Algo no está bien... no me siento seguro.

-Ve hacia arriba de inmediato. -Lyra puede sentir lo mismo que yo.

-Eso hago. -Camino las escaleras rápidamente para estar a salvo, pues abajo se encuentra la mayoría de las personas.

Cuando subo veo algo que me paraliza el cuerpo, y al mismo instante escucho como a Lyra se le corta la respiración. La puerta que estaba bloqueándole el paso a Marto está completamente rota.

-¡Corre a ocultarte en algún dormitorio, ahora! -grita Lyra desesperada. Empiezo a correr sin respirar, mientras siento un aire de muerte a los alrededores. Cierro la puerta detrás de mí, y esta se bloquea automáticamente.

***Sonnet***

¡NO! ¡Tricia se encontraba en el mismo lugar que Brandon y Stephine!

-¡Despierta ya Tricia, despierta! -grité con todas mis fuerzas. Ella estaba atontada, pero empezaba a levantarse. Los otros enemigos lo hacían de igual manera. Estaban posicionados en un triángulo en una sala llena de adornos de oro y plata. La sala tenía una puerta.

-Sorpresa, sorpresa, mi querido Robert. Tu modelo ha salido a jugar... -anunció Harland por los parlantes.

•-Empezar Música (Iconic Audio- Run Like Hell)-•

Tricia, Brandon y Stephine se quedaron en silencio al empezar a escuchar un sonido de pasos... con uñas largas... rasgando el suelo cerca de su ubicación. Cada vez se escuchaban más cerca. Brandon abrió los ojos potentemente al ver que se dirigía hacia ellos. De inmediato cerró la puerta de un golpe.

La bestia golpeaba la puerta con una fuerza extraordinaria, jamás había visto a alguien con una capacidad tan grande. Brandon se lanzó hacia la puerta a aguantar los golpes, empujando y sosteniendo con todas sus fuerzas, pero incluso para él era demasiado.

-Argh... ¡¿Qué diablos esperan?! ¡Ayuda! -gritó entre dientes. De inmediato Stephine y Tricia se unieron y los tres intentaban bloquear al enorme monstruo.

-¡Ah! -Stephine estaba muerta de miedo, corrió a intentar mover un mueble, pero estaban todos clavados al suelo. Tenían que aguantar con sus fuerzas, no habría otra manera.

-Esto no va a funcionar. -Tricia habló en voz baja, hacia mí-. No lo hará...

-¡No piedras la esperanza Tricia! -gritaba sin poder hacer nada-. ¡Lyra! ¡Lyra!

-¡Duke! ¡¿Qué diablos sucede?! -Lyra estaba en problemas al igual que yo.

***Lyra***

-¿Llegamos al mismo lugar? Esto va a estar bueno... -Duke sonríe mientras va a Dorothy con su arma en mano.

-Por suerte Ledalí fue tan ingenioso de diseñar esta trampa para el asesino de Quinn. -Dorothy jala una cuerda y ácido empieza a caer de un balde a la espalda de Duke.

-¡Duke! -grito horrorizada, empieza a quemar la ropa y su piel de una manera intensa y rápida. Él se empieza a arrastrar por el suelo intentando limpiarse, mientras grita agonizantemente.

-¿Esto te gusta, Ledalí? Sé que lo disfrutarás mucho. ¿Sí sabes que él mató a Quinn? Tranquilo, yo me encargo personalmente de que disfrutes del show. -Dorothy se va acercando lentamente a Duke, tan expuesto como nunca, aun gritando y quemándose intensamente.

***Sonnet***

La habitación no tiene ventanas, no hay escapatoria para ninguno de los tres. Intento pensar en algo, pero la mente no me da para más al escuchar los espantosos golpes en la puerta, uno tras otro. El enorme trozo de madera empieza a agrietarse mientras las garras van arrasando capa por capa.

***Lyra***

-¡Arrástrate bajo la cama! -comando desesperada. Sé que si Duke muere me tocará pelear sin descanso por mucho tiempo, hasta el fin del juego.

Él se arrastra lentamente, mientras llagas enormes se forman en su desnuda espalda, mientras jadea intensamente, se oculta sin remedio alguno, pues Dorothy está en perfecto estado y va caminando a paso seguro.

-Te vi en las noticias, Duke... antes de que llegáramos a este lugar. Sé que mataste a Gabriel, tu tío... luego a Quinn, luego a una señora, y a un joven. ¿Me hacen falta personas? No importa, quisiera saber... ¿naciste siendo así de roto? Eres material de sufrimiento de primera calidad, aunque algo... usado, si se puede decir así. Serías un agente del sufrir perfecto para mí. Lástima que este juego tiene solo un ganador, o una pareja ganadora. -Ella toma los pies de Duke y lo empieza a arrastrar.

-¡Ah! ¡Perra! -Él la patea y hace que lo suelte. Se vuelve a ocultar bajo la cama, está temblando del dolor.

***Sonnet***

Pasó algo que me horrorizó. Una garra atravesó la puerta y se clavó cerca del estómago de Brandon, quien abrió los ojos y dejó de bloquear el umbral. Él cayó al suelo, de su herida empezaba a salir sangre. Se estaba arrastrando hacia atrás, todos sabíamos que con uno menos, la puerta no aguantaría para nada.

-¡Mierda! -Tricia se retiró, empezó a caminar lentamente hacia atrás, buscando algún arma para batallar al monstruo, quien estaba a segundos de entrar en el lugar.

Brandon se levantó lentamente y empezó a tomar los adornos de oro, listo para lo que fuera, mientras Stephine empezaba a gritar, tratando de opacar los horrendos sonidos de la puerta siendo pulverizada golpe a golpe. Finalmente, la puerta cedió.

***Duke***

Estoy a punto del desmayo, siento el tóxico líquido empezar a quemar mis hombros también, cuando veo que hay una palanca secreta debajo de la cama. Me arrastro hacia ella y la jalo con todas mis fuerzas. De inmediato un sonido de crujido enorme suena, y empiezo a caer por un oscuro lugar por varios segundos, hasta que un impacto en seco en agua me deja atontado.

Junto a mí caen todos los muebles de la habitación y Dorothy. Desesperado y medio ahogándome intento ver qué hay a mis alrededores. Es una enorme piscina de agua teñida de negro, y entre nosotros están flotando los muebles. El agua me limpia la enorme llaga que se ha formado gracias a la piel terriblemente dañada, y ese proceso me arde como nunca.

Empiezo a nadar hacia Dorothy, quien no nada bien en absoluto y está en terreno de desventaja. Esta vez no escapará tan fácilmente.

***Sonnet***

Todos estaban en silencio, viendo a Marto por primera vez ante la luz... su sola presencia me daba miedo, incluso si no fuera yo quien estaba en la habitación con él. Tenía dos orejas de algún mamífero implantadas, junto con un hocico enorme con dientes afilados y podridos. Tenía injertos de pelaje salvaje por todo su cuerpo, con algunas partes al descubierto, mostrando formaciones de hongos que habían crecido en su piel gracias a la humedad y descuido.

Sus músculos estaban hechos pelotas inmensas, Robert le había inyectado algo para que se vieran así de horribles e inflados. Sus piernas eran igual de peludas, con el toque final en sus patas con garras afiladas, al igual que en sus manos. Estaban enfrentándose a un hombre lobo, la transformación más increíble que había presenciado. Sus ojos amarillos veían a los tres objetivos fijamente, estaba cegado por odio, estaba confundido... había perdido su humanidad por completo.

Brandon tomó la iniciativa de lanzar los adornos de oro a su cuerpo, hacia su cara. Cada golpe era increíblemente certero, y hacía que Marto se hiciera hacia atrás, gruñendo terriblemente. Tricia tomó adornos también para lanzárselos pero fallaba por la lejanía y el terrible miedo que la dominaba.

Marto avanzó, en dos segundos estaba frente a Brandon, a punto de morderlo, sin embargo él dio una vuelta y lo golpeó con otro ornamento. Se lanzó al suelo para arrastrarse hacia la salida, pero Marto agarró sus pies con las temibles garras. Tricia le pegó un golpe en seco al monstruo, quien reaccionó rasgándole el brazo profundamente. Ella cayó al suelo, gritando llena de dolor.

-¡No! ¡Ayuda, detente! ¡Ayuda, Desmond! ¡Ayuda! -Gritaba Stephine desesperada-. ¡Desmond!

Marto estaba a punto de atacar a Stephine, quien estaba arrinconada en una esquina, lista para su muerte. De inmediato dardos tranquilizantes invadieron la escena, el guarda de ojos verdes estaba disparando al monstruo sin cesar. Él avanzaba con seguridad mientras no dejaba de disparar hasta que el monstruo quedara inconsciente.

-Larguémonos de aquí, ¡vamos! -gritó Desmond corriendo de la mano con Stephine, quien soltaba carcajadas de alegría.

-¿Qué... mierda? -dijo Tricia entre dientes.

-Atrápenlos. -Harland dijo con voz seca-. Atrapen al farsante, de inmediato.

Todos los guardias empezaron a moverse hacia la mansión. ¿Qué demonios estaba ocurriendo?

Alianzas secretas... ¿eran desde antes, o eran nuevas? ¿Eran alianzas? ¿Qué ganaría cada parte al final del juego?