Capítulo 27: Secundaria Onírica
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***Duke***
Estoy quieto, intento mover los pies, ¡pero es imposible! Por primera vez siento miedo real. Un miedo que hace que toda la sangre del cuerpo se enfríe. No puedo parpadear, ¡no quiero parpadear! Sé que en cualquier segundo ese monstruo saldrá de ahí... y no habrá vuelta atrás.
Escucho pasos detrás de mí, mientras los golpes siguen sonando, y la grieta sigue abriéndose. Un guardaespaldas pasa justo frente a mí, directo hacia el monstruo. Le apunta con su arma de dardos tranquilizantes justo en donde se encuentra el orificio de la perilla.
Dispara tres veces y aún así no es suficiente. Dispara una vez más hasta que los golpes se dejan de escuchar. El monstruo se calma, escucho como cae al suelo, rasgando la pared tenuemente. El guardaespaldas me voltea a ver, tiene ojos verdes claro. Se aleja de mí sin pronunciar una palabra, desaparece entre la mansión en unos segundos.
No puedo reaccionar todavía.
—¡Duke! —grita Lyra, ha estado gritando por segundos.
—¿Acabas de ver eso? Dime que no fue un sueño. —Me restriego los ojos. Estoy temblando.
—Corre, sal de ahí. Eso ha sido completamente real. —Lyra suena temerosa, muy temerosa.
—¡Buenos días! ¡El sol ha salido y tenemos una noticia hermosa! ¡Es hora de cine! A partir de este momento ningún participante puede dañar a otro, hasta que termine el cine. ¡Vayan a la pantalla más cercana, y pónganse cómodos! Esta va a ser uno de los videos más largos que verán. Tuve que hacer una larga recopilación para que tuvieran un orden cronológico adecuado. ¡A disfrutar! —La voz de Harland hacía eco por toda la mansión. Caminé hacia un dormitorio al escuchar el sonido del video. Me senté en la cama a observar lo que estaban presentando esta vez, inseguro sobre qué sería, y con un miedo latente de tener al monstruo cerca.
***Lyra***
Observo el video con cuidado. El resto de los modelos al igual que yo prestan atención, sin saber qué esperar esta vez. Mi corazón late rápidamente mientras que las imágenes empiezan a pasar. Alguien está tomando el video desde una cámara de un celular, lo está intentando acomodar mientras se peina el cabello. Es una chica, y me sorprende lo que veo a los alrededores.
Está en un campus. Está en mi secundaria antigua: La secundaria Onírica. La chica sostiene la cámara mientras se ríe con un grupo de otras tres chicas. Todas visten de porristas, las típicas porristas que nunca me gustaron en mi secundaria, y una de las razones por las cuales me había pasado a la nueva, en la que había conocido a Sonnet y Serina.
La chica voltea la cámara y saluda. ¡Es Amalea! Saluda con una seña de paz, levantando dos dedos de su mano y sonriendo plácidamente.
—¡Hola, hola! Bueno, quiero decirles que voy a empezar a hacer estos videos ya que es mi último año en esta secundaria de mierda, en la que la mierda abunda, para ser honesta. —Hace una risa fingida, a la que las otras chicas le siguen el juego—. Este va a ser nuestro año ¿cierto chicas?
—¡Sí! Vamos a ganar la competencia más importante de porrismo en la Ciudad Onírica. —Responde otra chica. Amalea tiene los ojos claros y cabello castaño, es bellísima y la manera en que se maquilla es esplendorosa.
—Bueno, para quien sea que vea este video, vamos a darles un recorrido por esta cochinada a la que llaman secundaria. —Voltea la cámara, enseña los verdes paisajes aparte de los edificios finísimos que rodean al estudiantado. Hay varia gente de todas las edades caminando, van a clases.
Amalea se detiene a veces a saludar a personas, quienes se ven algo incomodadas por su presencia.
—¡Hola amiga! ¿Cómo te va? —Toma la cámara y la voltea, apuntando hacia las caras de ella y una chica de su edad, quien hace una sonrisa fingida—. Hola Amalea, todo va muy bien.
—Qué dicha. —Se aleja portando la cámara, y se pueden escuchar unas risas en el fondo, de las amigas de Amalea, aparte de varios comentarios despectivos—. ¡Jaja! ¿Vieron qué mierda de ropa traía esa estúpida? Dios ¿por qué la gente no trae ropa decente a la secundaria? ¿Quieren arruinar el día de todos? Bueno, como sea. Ya vamos a clases y ahí prohíben el uso del celular. Nos vemos luego mis queridos fans.
Se cierra la escena, todo queda en negro por unos segundos, hasta que comienza otro video. Esta vez Amalea está en clases con una de sus acompañantes, ambas están sonriendo maliciosamente mientras ven algo que la cámara no puede enfocar. Amalea le da la cámara a su amiga para que la filme mientras hace algo.
El profesor está hablando, pero ellas no ponen atención. Amalea toma goma líquida y la empieza a poner en el cabello de una de las chicas que se sienta frente a ellas. Una vez terminada la fechoría ambas ríen un poco. Amalea le da un fósforo a su cómplice mientras se mofa un rato. Su amiga enciende el fósforo y prende el cabello de su compañera en fuego. El material es inflamable, y el cabello se quema en pocos segundos mientras la chica intenta correr con la cabeza envuelta en llamas.
—¡Ah! ¡Ayúdenme por favor! —grita revolcándose en el suelo. El profesor revienta un vidrio de emergencias para obtener el extintor de llamas y apagar el fuego, que ha tomado parte de su cuero cabelludo. La chica llora mientras Amalea actúa sorpresa.
—¡Diablos! ¿Qué ha pasado? ¡Amiga! ¿Estás bien? —pregunta ayudándola a levantarse. La chica se aleja de Amalea, arrastrándose por el suelo. Todos los alumnos se quedan observando la atrocidad. La amiga de Amalea habla.
—¿Qué fue eso? ¿Alguien vio algo? —Actúa fingiendo curiosidad. Nadie dice nada... nadie quiere decir la verdad. La chica se aleja llorando sola, se va de la clase corriendo mientras que el profesor va detrás de ella, intentando calmarla. Sus compañeros no paran de comentar lo sucedido. Amalea se acerca a su amiga.
—¡Jaja! Oh mierda, ¿sientes ese olor a culo? Esa asquerosa ni se lavaba el pelo con productos buenos, es por eso por lo que huele así. —Levantaba las cejas mientras decía eso, se podía sentir el nivel de superioridad que sentía esa muchacha al hacer a los otros inferiores—. Bueno, ya, apaga eso. Tenemos que ir a almorzar pronto.
El video termina, dura algunos segundos apagado. Comienza otro.
—¡Bienvenidos a la hora del almuerzo en esta pocilga! Hay puros cerdos en este lugar, miren nada más, allá se juntan todas las gordas. —Señala una mesa con muchachas que ni siquiera tienen sobrepeso—. Y por allá las estúpidas que juegan de inteligentes.
—Oh, pero no olvidemos una categoría importante. Mira a aquella pobre fenómeno de circo. —Una de sus amigas apunta a una mesa en donde una chica está comiendo completamente sola, en una esquina. Su cabello le cubre gran parte de la cara.
—¡Oh, pero claro! —Amalea enfoca a la chica desde lejos—. Y con ustedes, ¡La fenómeno, Zorika!
—Esa sí que es un fenómeno —comenta una de ellas en voz baja.
—Pero claro, es medio estúpida y medio rara, una combinación que ni la deja estar con las cerdas ni con las tontas, ni con las mierdas, ni con nadie. ¿Qué la hace tan especial? Ni me quiero hacer esa pregunta. ¿Y si le alegramos su solitario día? —Amalea le da la cámara a una de sus amigas, quienes filman a una distancia razonable.
Zorika está quieta, comiendo lentamente, hasta que siente la presencia de Amalea. Ante esto, adapta una postura defensiva. Se hace para atrás con su silla.
—¿...? —Ve a Amalea con una mirada confundida, levanta las cejas e inclina la cara.
—Te vengo a ayudar a digerir la comida —Amalea toma la bandeja completa y el plato, que contiene frijoles y carne en salsa. Bota todo el contenido en la cabeza de Zorika. Ella se queda quieta, en shock, con los ojos abiertísimos.
Todos los alumnos en la cafetería empiezan a gritar y a reírse extremadamente alto, aumentando la humillación que sufre Zorika, quien siquiera tiene tiempo de reaccionar, cuando siente el refresco en la cabeza, chorreando poco a poco, hasta la última gota.
—Esa es la manera en la que comes, ¿cierto? Absorbiendo las vitaminas por tu cabeza. ¡Jaja! —Amalea toma el postre—. Ahora vamos con la cereza en el pastel.
—¡Detente! ¡¿Qué estás haciendo?! —Una voz reconocida se hace presente. La cámara la enfoca. ¡Quinn!
Volteo para ver a Amalea. Ella tiene los ojos muy abiertos ante lo que observa. Es evidente que jamás hubiera esperado que alguien poseyera los videos.
—¿Quién mierdas eres? —pregunta Amalea—. Eres una chiquilla de primer ingreso apenas, lárgate antes de que te haga cosas peores.
—¿Acaso no tienes inteligencia? Ella no te hizo nada. —Quinn actúa de manera madura... como siempre lo hizo.
—Cállate pedazo de lameculos, aléjate o serás tachada de fenómeno... o peor aún, la perra del fenómeno. —Amalea la empuja, le revienta el postre en la cara a Quinn, manchándole toda la ropa. Quinn estalla en llanto, no lo puede creer.
Zorika se levanta y empuja a Amalea, lanzándose en el suelo contra ella y golpeándola. Muchos estudiantes intervienen y las separan. Quinn se va con sus amigas llorando. Amalea se levanta indignada.
—¡Maldita zorra! ¡Me manchaste la ropa! ¡Esto no se va a quedar así! ¡Lo juro! —está llena de furia. Nadie ayuda a Zorika a levantarse. Ella se levanta y sin decir una palabra se va de la secundaria, por la puerta principal.
—¡Para de grabar estúpida! —Amalea golpea el celular y se termina el video.
De inmediato comienza otro. Esta vez Amalea se encuentra en una calle oscura, llena de gente fumando y tomando alcohol. Un muchacho con una gorra roja se acerca a ella y la empieza a besar mientras ella enfoca con la cámara.
***Duke***
... ¿Awstin? ¿Qué hace él con Amalea? Me inclino en la cama al verlo, ¿acaso ellos se conocían? ¿Acaso Amalea era una Onírica? Ellos se siguen besando intensamente hasta que Amalea se separa.
—Bueno amor, vamos a enseñarles de qué estamos hechos. —Caminan hacia un auto deportivo de último modelo; están haciendo carreras ilegales. Están ellos en un auto, y en el otro están dos personas desconocidas.
Se gritan insultos antes de empezar la carrera, y muchas personas se pueden ver en los momentos en los que Amalea mueve la cámara para documentar su noche. La carrera empieza y dan todo de sí. Termina rápidamente y Amalea con Awstin ganan.
—¡Eso! —grita ella bajándose del auto. Los dos perdedores se bajan también.
—Entreguen las llaves. —Awstin levanta su mano, ellos se las dan y se marchan de inmediato.
—Perdedores, nadie nos gana nunca. —Amalea enfoca otro intenso beso entre ella y Awstin.
—Pero claro, con este auto que nos prestó tu padre nadie podrá ganarnos. Ahora tenemos un nuevo premio para los Oníricos. —Él sonríe acariciando el nuevo auto ganado.
—¿Qué te dije? De algo sirve que mi padre sea el líder de los Oníricos. —Ella sonríe de manera cómplice a la cámara, y apaga el video.
Me quedo frío, boquiabierto. ¡¿Amalea era la hija del líder de los Oníricos?! Un escalofrío pasa por mi cuerpo. Trago en seco, con los ojos abiertos. Aquella persona era alguien nominal para quien fuera, solo unos pocos sabían su nombre, o siquiera cómo era su cara. Nunca conocí a alguien que lo hubiera visto directamente a los ojos... eso solo lo hacían los Oníricos de más alto nivel: los que trabajaban con él.
***Lyra***
Amalea es la hija del líder de los Oníricos. Pienso mientras la observo. Ella se tapa la boca, sabe que esa información es muy peligrosa, sabe que ahora es objetivo de más participantes. Un nuevo video comienza.
—¡Hola a todos! ¡Lo logramos! ¿Saben qué noche es hoy? ¡Es mi baile de graduación! —grita entrando a la sala de eventos, en la que todo brilla con colores de neón de una manera espectacular. La música está altísima y todos están bailando. Ella está siempre rodeada de sus amigas y Awstin, quien está vestido con un traje formal rojo.
Amalea tiene un vestido rojo perfectamente detallado con cristales reales, y su sombra de ojos es roja. Se ve como una modelo de revista, se ve perfecta. Sus amigas no se ven tan bien como ella, sí que sabe relucir entre todas las personas.
Ella graba la comida que van a cenar y a la gente bailando mientras todos toman y se divierten; aunque hay una chica en una mesa completamente sola. Ella tiene un vestido negro muy lindo, pero se ve evidentemente mucho más barato que el de Amalea. Es Zorika. Ella observa a Awstin en una manera anhelante, y es muy tímida. Tiene el cabello planchado lindísimo. El video termina.
El nuevo empieza. Amalea está grabando a través de la puerta de un baño, junto con sus amigas. En el baño de mujeres se puede observar a Awstin y Zorika dialogando un poco.
—Sí... eres preciosa. —Awstin le dice a su oído—. Perdóname por haber hecho aquellas atrocidades. No fue mi intención.
—¿Lo... dices en serio? —Se dibuja una pequeña sonrisa en su cara. Él está a punto de besarla...
—No. Claro que no lo digo en serio, fenómeno. —Suelta una carcajada. Amalea entra en el baño y besa a Awstin con pasión. Sus amigas entran en escena. Le da el celular a una de ellas.
—Gracias Awstin, te puedes ir. —Amalea le acaricia la entrepierna. Él sale sin siquiera voltear a ver a Zorika, quien está acorralada por las amigas de Amalea.
—Vaya, qué terrible que eres, pobre ingenua. —Sonríe, se muerde el labio—. Deberíamos de llamarte Zorrica, por lo gran puta que eres. ¿Robándome al novio? Eso es caer bajo.
—No entiendes... —Zorika intenta dialogar—. Él me trajo...
•—Empezar Música (Most powerful and dramatic music - The untold)—•
—Silencio perra, ¿no ves que planeé todo? Yo siempre planeo todo, y así como planeé todo voy a planear destruir tu puta existencia por siempre. —Saca una navaja y la apunta hacia Zorika.
—¡Amalea! —Zorika se hace para atrás, hasta tocar la pared del baño. Una de las amigas de Zorika entra a un excusado y cierra la puerta con toda normalidad.
—Ahora sí, te voy a dar la cereza del pastel, y la vas a masticar. —Amalea se levanta el vestido un momento, y se saca del mismo un tampón usado. Lo tiene en su mano, y se lo quiere dar a Zorika—. Adelante, métetelo en la boca.
Le está apuntando con la navaja. Zorika empieza a llorar, las dos amigas restantes se quedan en silencio, una observando y la otra filmando.
—Por favor, no quiero hacerlo. —Ella pide piedad, pero se la es negada.
—Hazlo o te mataré aquí mismo. Nadie va a extrañar la presencia de una escoria con síndrome de Asperger como tú. Hazlo ahora. —Ella toma la mano de Zorika y le pone el tampón en ella.
Zorika se lo mete a la boca después de reaccionar con ganas de vomitar unas cuantas veces. Está llorando intensamente mientras mantiene el objeto rojizo en sus adentros. Amalea lanza carcajadas a montones.
—¡Ah! ¡No puedo creer lo que veo! ¿Lo tienes grabado? —pregunta riéndose.
—Sí. —Contesta la que está filmando.
Zorika escupe el tampón. La amiga de Amalea sale del baño.
—Bueno, ahora vamos a hacer el brindis de despedida, ya que no te podré hacer más bromas porque ya nos vamos. ¿Lista? —Entre ella y su amiga toman a Zorika y la empiezan a empujar hacia el excusado—. ¡Vas a nadar en mierda al fin!
Le meten la cabeza en el excusado lleno de estiércol recién expulsado. Ella empieza a ahogarse con el contenido de este, llorando y pidiendo auxilio. Nadie llega a ayudar. Nadie llega a exigirles a esas chicas que se detengan. Nadie. Hace. Nada.
La ahogan por unos cuantos segundos. Paran, y la dejan en el suelo, tosiendo y llorando, más vulnerable que nunca.
—Así de miserable es como eres por dentro y por fuera. ¿Ves? Te quería dar una lección... una lección que te ayudará por el resto de la vida. Hay que saber a qué nivel de la cadena alimenticia perteneces siempre. —Amalea empieza a caminar fuera del baño con sus amigas mientras que Zorika no para de gritar desesperadamente. Está totalmente quebrantada. Es la primera vez que escucho gritos tan desgarradores desde que había escuchado los de Quinn.
Las amigas de Amalea se van, solo queda ella filmando a Zorika gritar y llorar. Awstin entra.
—¿Qué es esta mierda? ¡Literalmente! —Se ríe mientras señala a Zorika. Ella se levanta e intenta lanzársele a Amalea, pero Awstin la detiene y le empieza a dar rodillazos en el estómago, dejándola tirada en el suelo, a punto de desmayarse.
—Adiós Zorika, espero que me recuerdes por siempre. Te amo. —Amalea sale junto a Awstin y deja de grabar. La pantalla se queda en negro mientras que los modelos nos volteamos a ver los unos a los otros, perplejos. Un nuevo video empieza.
Zorika es la que graba esta vez. Amalea está en una camilla de metal, medio sedada y con miles de moretones enormes en todo el cuerpo. Está llorando muchísimo.
—Hola fans. —Zorika sostiene el celular enfocado en su cara, con los ojos idos y una sonrisa malévola—. Nada más quería informarles que es el turno de Amalea, pero lo que le voy a ser es tan especial... que será entre ella y yo. Adiós.
Un grito de Amalea suena antes de que el video termine por completo. Todo queda en silencio.
La venganza... ¿era buena? ¿Era acaso justificable?
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