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Capítulo 18: Un diario incinerado

***Steiner***

Era de noche, la historia de Aisha se había prolongado por una hora en medio de mis preguntas y sus respuestas de confiable estabilidad. Era evidente que no dormiríamos esa noche, por lo cual caminé delante de Aisha hacia la sala de doctores, enseñé mi placa de agente especial para poder entrar.

Ambos nos sentamos en la sala, en unos sillones rojos, a tomar un café fuerte, sin azúcar ni leche... tan amargo como la realidad de la incertidumbre que estábamos afrontando.

—Voy a abrirlo ahora. —Tomé el cuaderno en mis manos.

—Adelante, por favor. —Aisha estaba muerta de la intriga al igual que yo.

Lo abrí. Había muchísima información... casi todo estaba quemado, pero podía obtener algunos rasgos o ideas de qué era lo que estaba escrito.

•—Empezar Música (Heavy rain piano)—•

"Diario de Hildur.

Querido diario:

El día de hoy vine con Alice a nuestro nuevo hogar. Se ve algo tenebroso... hace mucho frío, pero ella dice que lo arreglará eventualmente. Desde que nos fuimos de nuestra casa por... ... ... ... ... ... y llegamos aquí. Espero que ... ... ... ... esté bien. Estoy ayudando a Alice a poder acomodar todo, aunque lo que tengamos sea poco. No pudimos comprar muebles, no nos ha llegado todavía el dinero de ... ... ... ... esos trámites duran algunos días.

Ha sido algo duro todo esto... no puedo creer que .... ... ... ... ¿acaso estarían de verdad tan locos? Alice dice que está esperando una respuesta de un tal concurso, en el que ha encontrado trabajo. No puedo trabajar todavía, o ella me ruega que no lo haga. Por eso estoy continuando mis estudios desde el internet. Alice tiene una computadora muy tecnológica, pero no me deja tocarla. Dice que me explicará luego de qué se trata todo esto."

—Es un diario... —terminé de leer la primera página. Se lo di a Aisha mientras pensaba.

—¿Quién será Hildur? No sabía que Alice tenía una hermana. —Aisha lee cuidadosamente la primera página.

—No está claro el motivo de Alice, no está claro nada en ese papel. Tendremos que seguir leyendo. —Tomo un sorbo del amargo líquido, siento cómo me despierta. Aisha toma un suspiro.

—No logro comprender mucho. Hasta ahora es evidente que Alice, y ahora Hildur, estaban viviendo ahí. Alice fue contactada por las personas del desfile para que les ayudara. Alice tiene conocimiento muy bueno de tecnología, aparte de todo. —Se tocó la herida en su brazo.

—Dame el cuaderno, para seguir leyendo. Lo haré en voz alta. —Caminé hacia la puerta y la cerré con llave.

—Sí señor. —Me lo dio.

"Querido diario:

Ha pasado algún tiempo desde que llegamos a este lugar. Cada vez que vamos a comer, Alice me comenta sobre las personas a las que hace llamadas telefónicas. ¡Es algo divertido! Ella dice que algunos están locos, y otros son muy extraños. El día de hoy llamó a ... ... ... ... divertido, dice que es simpático... que le gustan los unicornios.

Oh, querido diario... debo admitir que a veces me siento sola, en este lugar. Alice pasa muy ocupada haciendo sus llamadas y hablando con un tal "presidente del desfile". La verdad no me da muy buena vibra todo eso, pero trato de no pensarlo.

El día de hoy ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... dinero. Ya compramos muebles y Alice me ha pedido ayuda con algunos cables para la calefacción de nuestro hogar. Espero que podamos comprar colchones nuevos. Alice quemó el que tenía por estar experimentando con algo que ... ... ... ... ...".

—Interesante. —Aisha estaba tocándose el cabello mientras me escuchaba narrar el diario de Hildur—. ¿Qué más?

—Hay una página completa quemada después de esto, pero quedan más. —Tomé el cuaderno de nuevo, mientras escuchaba los sonidos de la ciudad nocturna aumentarse. Los sonidos de los grillos se veían opacados por las sirenas de la policía, los motores de los autos, y la lluvia que se empezaba a hacer presente.

"Querido diario:

Hoy... recibí una noticia... algo turbia. ¡Alice quiere participar en justo en lo que ... ... ... ...! No puedo creer que después de tanto, ella quiera meterse en lo que juró ... ... ... ... Me niego a creerlo... ¿por qué, Alice? ¿Acaso... no es suficiente con todo lo que hemos pasado juntas? Nuestros ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Espero, con mi corazón... que no sea cierto. No puedo hablarle a mi hermana directamente, jamás he sido buena para hablar o regañar a alguien... por eso me desquito aquí, contigo, mi diario. Me tengo que ir ahora, Alice me está llamando para la cena."

—Esto está confuso... no logro entender. —Aisha se levantó, tomó mi taza y nos sirvió café a ambos.

Observé las burbujas lentamente moverse, mientras que veía mi reflejo en el líquido. Era mucho qué digerir, y todavía faltaba mucho más. Algunos trozos de páginas caían hechos cenizas al contacto de mi piel. Valiosa información se desmoronaba ante mis ojos.

"Querido diario:

Era cierto lo que me temía. Alice está concursando en el desfile. Me duele en el corazón verla así... ha estado muy estresada. Me ha estado preguntando en qué se podría transformar a ella misma, y me ha pedido que sea su "representante". No tengo idea de cómo ser una representante... pero haré lo que sea por apoyar a mí hermana... cueste lo que ... ... ... ... ... ... ella al final decidió que se convertiría ... ... ... ... ... ... no estoy de acuerdo... pero no encuentro la manera de decirle.

Ella ha transformado un dormitorio en su sala de transformación. Es blanco, muy limpio y tecnológico. Con todo el dinero que nos dieron por ... ... ... ... ... ... ... ... aunque... sigo pensando. ¿En serio es la mejor manera de salir adelante? Me pregunto si... ... ... ... ... ... la última vez que lo vi... no estaba feliz de verme. Ya me voy a dormir, querido diario.

—El dinero es un tema... importante en todo esto. —Cambié de página. Aisha estaba viendo hacia el techo callada, reflexiva.

—Es un hecho que los ganadores del desfile son los que tendrán un montón de dinero. ¿Las transacciones que lograste rastrear eran las de Duke? —Se sentó más cómodamente.

—Sí, eran las de Duke... el resto desaparecieron sin rastro alguno. Ya intenté con los bancos de todas las maneras posibles. —Me levanté para estirarme. Le di el cuaderno a Aisha para que siguiera leyendo.

"Querido diario:

Me siento triste... Alice ha cambiado mucho... sé que ella me ama por sobre todo, al igual que yo a ella, pero el estar trabajando para el desfile la ha hecho un tanto fría. Ha comenzado a transformarse físicamente ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... le duele, lo sé. Lo que no me gusta es cuando tengo que ayudarle a cerrar las heridas yo misma.

Ambas nos sentimos solas. Sé que nos tenemos la una a la otra, pero el nulo contacto humano es terrible para mí. Antes... cuando ... ... ... ... ... ... ... ... tampoco tenía muchos amigos, pero estaba rodeada de gente al menos. A veces me voy a pasear sola por el bosque. Alice me dice que es peligroso, que vaya con cuidado. Es muy pacífico. Me encanta.

Ayer caminaba, y escuché una guitarra a lo lejos. Era un sonido espectacular... hermoso sin duda alguna. Me acerqué para ver qué era, ¡quién era el causante de aquel sonido tan lindo! Era un muchacho con una mirada perdida. Él estaba tocando su canción bajo la luz de la luna, con una fogata. Sé que él sintió mi presencia, y se fue de inmediato... hubiera deseado sentarme junto a él y hablar un rato."

—Alguien estuvo yendo al lago del bosque, al parecer. —Aisha apoyó su cabeza en su mano. 

—Sí... interesante —comenté pensativo.

—Quedan pocas páginas legibles —avisó Aisha preocupada—. Espero que haya algo útil.

"Querido diario:

La transformación de Alice está lista, la escucho gritar por el teléfono casi todo el día, discutiendo con las personas que participarán en el desfile. Anoche... Alice dice que fue a un evento en ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... y la otra tenía una peluca azul. Dice ella que hubo dos investigadores que ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... y, que el que logró escapar le está causando problemas. Dice que se llama Steiner, pero que ... ... ... ... muy bien sus pistas.

Todo está listo en esta casa, dice Alice. Ha puesto algunas trampas tecnológicas en caso de que alguien intente meterse para "eliminarnos" del desfile. Aunque eso pasara, me siento segura, ya que ella está a mi lado. Estoy algo cansada... creo que me voy a ir ya."

—Interesante, ¿qué pasó en esa noche? —preguntó Aisha intrigada, mientras me veía con curiosidad.

—Una larga historia... tan larga que no ha acabado. Prosigue. —No quería tener esos pensamientos y sentimientos rumiantes, que no servían para nada más que evitar que siguiera con mi trabajo.

—Sí señor. —Aisha continuó leyendo—. Esta es una de las últimas páginas salvables... hm...

—¿Qué pasa? —pregunté mientras veía la reacción de Aisha.

—Mira. —Ella enseñó el cuaderno. Tenía manchas de sangre...

—¿Qué dice? —pregunté.

"Q... ...rio

Hoy ... ... ... ... ... ... en el bosque. ¡No ... ... ... ... ... ... ... ... ... jamás! ¡Me ... ... ... mi ... ... ... ... todo... tengo miedo... mucho miedo... Algo ... ... ... ... ... ... ¡tuve que ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...! A...ice ... ... ... ... Robert, él ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... según él, ... ... ... ... ... policía ... ... ... ... Serina... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... loca.

Es imposible, ... ... ... ... ... ... ... ... ... no lo creo, ¿cómo sería alguien capaz ... ... ... ... ...? Estoy sangrando... mucho... ... ... ... ... ... duele. ... ... ... ... ... ... recupera... ... ... ... ... ... Alice ... ... ... ... ... seguridad. En el ... ... ... ..."

Estaba frío, quieto como estatua. Aisha tenía los ojos abiertos también. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, desde la cabeza hasta mis pies.

—Robert... —Me levanté del sillón.

—¿Robert? ¿Piensas que él...? —Aisha se levantó de nuevo.

—¿Dónde está Robert? —pregunté por mi radio.

—No ha aparecido Steiner, los grupos de búsqueda siguen haciendo su trabajo —contestó un muchacho.

—¡¿Cómo es posible?! ¡¿Cómo es posible que no me diera cuenta?! ¡Estaba siendo un criminal en las narices de todos! —Lancé la tasa de café en el suelo, reventándola en un instante.

—Steiner, cálmate. —Aisha se puso a recoger los trozos—. Cálmate y seguiremos avanzando en esto.

No podíamos confiar en nadie... ni en quienes creíamos que eran nuestros héroes... aunque era cierto, habían otras personas que siempre estarían dispuestas a luchar por el bien.

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