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Capitulo 30; Traicionada

-¿Negro? –Martín miraba a Mariana con una ceja levantada –Muy oportuno

-El color de mi corazón –Mariana camino hacia el carruaje donde Tano la esperaba, con su vestido negro que realmente le quedaba muy bien  Se ajustaba a su figura y resaltaba sus pechos con un pronunciado escote, un cinturón a juego, y sus guantes –Vamos no quiero llegar tarde a mi fiesta de compromiso

En la gobernación prácticamente todos los invitados habian llegado, entre ellos Leonor, Miguel y Jorge

-¿Dónde esta mi sobrina? –Leonor buscaba entre la gente

-Quizás aun no haya llegado –Miguel caminaba por la sala guiando a su esposa

-Señores de la Vega –Roberto Sánchez se acerco a ellos sonriente –Me agrada que hayan acudido a nuestra celebración

-¿Parece que ha invitado a mucha gente no? –Jorge le miraba con el ceño fruncido

-Por supuesto, todos deben conocer lo feliz que soy al tener a una mujer como Mariana ¿no creen? –Miro a todos sonriente –Si me disculpan, mi futura esposa acaba de llegar

Todos se giraron para ver como Mariana entraba tomada del brazo de Martín, el gobernador se acerco a ella, tomo su mano y tras besarla la guió por la sala

Durante casi toda la fiesta Roberto Sánchez aprovechar para mostrar a Mariana a todos sus invitados como su gran trofeo, mientras Jorge no hacia mas que observar con rabia como la abrazaba y besaba

-Si me disculpan –Mariana sonrió y se retiro de la sala, camino por los pasillos hasta llegar al baño y entro  Espero unos minutos deseando que la pareja que estaba en el pasillo se marchara, abrió la puerta y asomo la cabeza despacio –No hay nadie –Salio del baño y se giro para cerrar la puerta entonces sintió como alguien le tapaba la boca y tomándola por la cintura la empujaba dentro de nuevo

Se golpeo contra la pared sintiendo el pesado cuerpo de un hombre tras ella, le mantenía la boca tapada y no podía ver nada en la oscuridad  El miedo se apodero totalmente de su cuerpo ¿y si el gobernador se atrevía a forzarla? Por supuesto que se atrevería, tenia que reaccionar rápido, ser amable para que no sospechara

-Roberto, los invitados están fuera –Hablo en cuanto sintió su boca libre, tratando de parecer tranquila, de momento la soltó bruscamente

-¡Roberto! –Jorge la miraba enfurecido –Ya veo que no pierdes el tiempo con tu prometido

-Jorge ¿Qué estas haciendo aquí? –No sabia si sentir alivio porque fuera el o estar mas asustada, si el gobernador los encontraba juntos seria el fin –Sal ahora mismo

-No, no voy a irme –Jorge la empujo contra la pared –Voy a acerté mía, aquí y ahora, en la casa del gobernador para que no olvides que me perteneces

-Estas bebido –Mariana se resistió entre sus brazos pero el era demasiado fuerte y ella aun estaba débil por la herida

Jorge aprisiono su boca con urgencia y a pesar de que ella se resistió en un principio después se entrego a el, dejo que la abrazara, besara y acariciara, abrazada a su espalda y tratando de ocultar sus gemidos  El paso la mano por la herida de ella, recordando el miedo que había sentido solo de pensar en perderla, bajo la mano por su cadera hasta sus mulos y levanto el vestido, mientras ella se libraba del cinto y conseguía deslizar los pantalones al suelo  Era absurdo estar en esa situación y mas en la casa del Gobernador y Mariana lo sabia, pero no podía resistirse y menos aun cuando le sintió en su interior, supo que no había vuelta atrás  Se agarro fuertemente a su espalda, mientras el la embestía apasionadamente con la pared, ahogando sus suspiros de placer en el cuello de ella  Cuando ambos se liberaron totalmente, permanecieron abrazados en silencio, hasta que la cordura regreso a la cabeza de ella

-Roberto, me esta esperando en la sala –después de decir eso Jorge se aparto bruscamente y ella comenzó a recomponerse la ropa

-Claro, Roberto –Jorge la miro con desprecio –Ahora te tocara pasar la noche con el

-¿A ti que te importa lo que yo haga con mi prometido? –Mariana no pudo contener la rabia –Para que lo sepas Roberto es todo un caballero, me respeta hasta nuestra boda

-Eso es por que no sabe que clase de mujer eres –A el le hervía la sangre que ella le defendiera y peor que le comparara con el –Si supiera que no dudas en entregarte a un hombre que no es tu marido, incluso en su propia casa ¿Crees que te respetaría?

Mariana le golpeo fuertemente en la cara mientras le miraba llena de dolor y de odio, jamás pensó que el la pudiera tratar así, Jorge salio del baño bruscamente

-Algún día te arrepentirás de lo que me has hecho –Mariana se miro al espejo mientras se limpiaba las lagrimas como yo me arrepiento de haberme cruzado en tu camino

después de comprobar que su aspecto estaba en perfecto estado salio del baño, comprobó que no había nadie en los pasillos y corrió por ellos tratando de hacer el menor ruido  Llego a la puerta del despacho del gobernador, la abrió con cuidado y se introdujo dentro de el  Actuó rápido, corrió hacia el escritorio e investigo en todos los cajones, miro los papeles y trato de dejarlo todo tal como estaba  No encontraba lo que necesitaba, entonces se le ocurrió, descolgó el cuadro en la pared y vio la caja fuerte, no tenia la llave, tendría que esperar a otra ocasión

Regreso al salón con una sonrisa, tratando de aparentar tranquilidad, los invitados ya comenzaban a irse, pero el gobernador no estaba por ningún lado

-Tía ¿has visto a Roberto? –Mariana se acerco preocupada a Leonor

-No niña –Leonor la miro con lastima –Mariana ¿Sabes lo que estas haciendo?

-Si tía, lo se muy bien –ella respondió mirándola de forma calida –No te preocupes

-Nos vamos –Jorge camino delante de ellas sin siquiera mirarlas y se dirigió a la salida, Miguel y Leonor le siguieron

Todos los invitados se habian marchado, incluido Martín, el gobernador quedo en llevarla a la casa pero no aparecía por ningún lado

-Mariana –Roberto entro serio a la sala –Ven con migo

-¿Qué pasa? –Ella le siguió por los pasillos hasta el despacho y una vez dentro observo como el se servia una copa -¿Ocurre algo?

-No, nada querida –Roberto camino hasta situarse tras ella y comenzó a besarle el cuello mientras la tomaba por los brazos –Solo quiero demostrarte mi afecto

-Aun no estamos casados –Mariana se revolvió en sus brazos pero no por ello consiguió librarse de el

-¿Acaso lo estabas con Jorge de la Vega? –La forma fría en que el gobernador le respondió hizo que todo su cuerpo temblara –Ahora vas a entregarte a mi

-¡No! –Mariana le empujo y se alejo de el -¡No hasta la boda!

-¡¿Acaso tienes honra que defender?! –El gobernador camino decidido hacia ella -¡Eres una mujerzuela!

-¡No me hables así! –Levanto la mano para golpearle pero el le agarro la muñeca después la lanzo contra el escritorio

-¡Ahora vas a ser mía quieras o no! –el se lanzo encima de ella sosteniendo sus brazos y forzándola a recibir sus besos, Mariana se resistía como podía, golpeándolo y gritando, pero sabia que nadie vendría en su ayuda  En un descuido de el ella logro levantar su pierna y golpearle en el estomago ante lo que el callo al suelo, rápidamente Mariana abrió el primer cajón del escritorio y saco el arma que el gobernador escondía

-¡No te atrevas a tocarme! –Le apunto enfurecida -¡Tenemos un trato! ¡Yo seré tuya cuando tu cumplas tu parte no antes!

-Esta bien –Roberto levanto los brazos mirándola con una sonrisa –Pero esta vez nada te librara de ser mía

-Hablaremos cuando estés mas calmado –Mariana descargo el revolver y se lo lanzo a los pies

-El cochero esta en la cocina, pídele que te lleve querida –Roberto hablo de manera indiferente mientras se agachaba a tomar el arma del suelo

Con la respiración aun acelerada Mariana salio a toda prisa del despacho, se recompuso la ropa y trato de parecer lo mas calmada posible, se apretó el abdomen, le dolía y estaba sangrando  Seguramente con el forcejeo la herida se abrió, apretó su mano sobre el y se cubrió tratando de disimular, lo mas calmada posible le pidió al cochero que la llevara  a la casa

-Al fin llegas –Martín se levanto del sillón de la sala al verla entrar –Ya me estaba preocupando

-Estoy bien –Mariana trato de sonreír pero una mueca de dolor se mostró en su rostro

-¿Qué ha pasado? –Martín corrió hacia ella observando la sangre en el traje, supo que era la herida pero había algo mas, ella tenia un arañazo en el cuello además de varios morados en los brazos -¡¿Qué te ha hecho ese desgraciado?!

-Nada –Mariana contuvo las lagrimas mientras el presionaba la herida –Logre controlarle

-¡Pero teníais un trato! –Martín se puso muy nervioso -¡Tano! ¡Tano!

-¡¿Qué pasa?! –Tano entro por la puerta y se asusto al ver las manos de ella manchadas de sangre –Morena ¿Estas bien?

-Ve en busca del galeno ¡rápido! –Martín le ordeno mientras tomaba a Mariana en sus brazos y la subía a su habitación, la soltó en la cama con cuidado y la observo con el ceño fruncido -¿Qué ha hecho que el gobernador quiera forzarte?

-Sabe que ya me entregue a otro hombre –Mariana no pudo mirarle a la cara y Martín no supo como reaccionar ante la confesión de ella, la quería como a una hermana y algún miserable la había deshonrado

-¿Cómo lo supo? –Lo que realmente quería saber era quien fue ese hombre, pero sabia que no debía preguntar, no ahora

-Jorge –El nombre de el salio de su boca sin pensarlo, el había desaparecido durante la fiesta igual que el gobernador y estaba muy molesto, incluso dijo que el gobernador no sabia que clase de mujer era ¿Cómo había podido traicionarla de esa forma? –El se lo dijo

-¡Maldito desgraciado! –Martín golpeo la lámpara de la mesilla, habian estado apunto de forzarla por culpa de el y eso solo podía significar que el era el hombre que la había deshonrado Tenia dos razones muy poderosa para darle su merecido y lo haría -¡Han estado a punto de forzarte por su culpa!

-Martín ¿Qué ha pasado? –El galeno entro en la habitación e inmediatamente corrió hacia ella, observando su ropa manchada de sangre, se sorprendió bastante al ver los morados en sus brazos -¿Qué ha ocurrido?

-¡Quédate con ella! –Martín salio de la habitación dando un portazo mientras Mariana le llamaba llorando, pero el no podía parar, no quería parar, quería partirle la cara a Jorge de la Vega y que supiera que ella tenia quien la protegiera -¡Tano mi caballo!

-Esta en la puerta supuse que lo querrías –Tano le siguió hasta la salida, dispuesto a acompañarle, pensaba hacer pagar al desgraciado que le había hecho daño -¿A dónde vamos?

-¡Tu te quedas aquí! ¡Vigila que nadie se acerque a ella! –Martín galopo a toda prisa hacia la Hacienda de la Vega y nada mas llegar desmonto su caballo y camino hacia la casa

-¿Martín? –Santiago se sorprendió al verle allí y aun mas al ver que el no contestaba, simplemente caminaba al interior, le siguió preocupado

-¡Jorge de la Vega! ¡Da la cara! –Martín gritaba a los pies de la escalera furioso

-¡¿Qué ocurre?! –Miguel salio de la sala acompañado de su esposa, ambos miraban a Martín con el ceño fruncido

-¿Qué quieres? –Jorge bajo las escaleras con una sonrisa, pero antes de bajar el ultimo escalón Martín le asesto un puñetazo y lo lanzo al suelo

-¡Dios mío! –Leonor miaba horrorizada a su ahijado

-¡Hasta ahora me he mantenido al margen de este asunto –Martín le tomo por la camisa y lo levanto en el aire -¡Pero te juro por Dios que si te vuelves a acercar a Mariana te matare con mis propias manos

-¿Qué ha pasado? –Jorge sonrió triunfante -¿Se os ha estropeado el plan? ¿El gobernador ya no esta interesado en Mariana?

-¿Qué? ¿Lo hiciste pensando que le gobernador la rechazaría? Pobre estupido –Le soltó bruscamente dejándole caer en los escalones -¡Solo hiciste que Roberto Sánchez quisiera tomar lo que desea por la buenas o por las malas

Ante las palabras de Martín, Jorge abrió los ojos de par en par y permaneció tirado en el suelo sin saber como reaccionar ¿había forzado el gobernador a Mariana? Leonor comenzó a llorar desesperada mientras Miguel la abrazaba

-¡Te lo advierto no te vuelvas a acercar a ella o acabare con tigo! –Martín salio de la casa dando un portazo mientras todos seguían en Shoc.

-¡¿Qué has hecho? ! – Miguel miro a su hijo enfurecido

-Le conté al gobernador que Mariana se había entregado a mi –Jorge se limpio las lagrimas que caían por sus mejillas –Pensé que no querría casarse con ella

-¡¿Y no pensaste que querría forzarla? !  ¡¿Qué querría tomarla por la fuerza?!–Leonor se abalanzo contra el zarandeándole, Miguel se acerco y la tomo por los brazos tratando de tranquilizarla –Necesito ir a verla, quiero ver a mi niña

-No creo que sea buena idea –Miguel la abrazo –Iremos mañana, cuando todo este mas calmado

Miguel se llevo a Leonor a la habitación abrazándola mientras Jorge permanecía en el suelo sin poder levantarse

-¿Qué he hecho? –se cubrió el rostro con las manos

-La traicionaste –Santiago miraba a su amigo con lastima –A pesar de todo ella nunca dijo nada de la banda, guardo silencio por nosotros y tu la traicionaste  Manchaste su honra sin importante como ha de sentirse ahora y peor aun sin importante que eras tu el que la había tomado sin derecho a ello


OS DEJO UNA FOTO DE MARIANA ARREGLADA PARA LA FIESTA DEL GOBERNADOR
MUCHAS EMOCIONES ¿NO CREEIS?
SE ACERCA EL DESENLACE; NO OLVIDEIS VOTAR

GRACIAS 

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