Capitulo 29; Reclamos
Mariana desperto con cierta molestia en el abdomen, se levanto y se curo la herida, después busco en el armario un vestido cómodo que no le presionara la herida
Escogió su vestido blanco con estampados de flores azules, uno de los modelos que trajo de España, bajo al salón y le pidió a la empleada que le sirviera el desayuno
-Buenos días hija –José entro a la sala apresurado
-Papa ¿todavía estas aquí? –Mariana se acerco y le dio un beso en la mejilla, se suponía que su padre partiría temprano a Los Ángeles, tenia ciertos asuntos que resolver y unas negociaciones con varios inversores
-Ya se que llego tarde hija, pero quería despedirme de ti –José sonrió a su hija
-No se preocupe que yo cuidare de ella –Martín entro al salón sonriente y se acerco a Mariana para abrazarla
-Cuídala –José se despidió de ambos y salio de la sala dirección a las caballerizas para partir de viaje
-¿Cómo te encuentras? –Martín se sentó a la mesa observando a Mariana
-Sinceramente, me he sentido mejor –Camino despacio hasta su asiento y se sentó suavemente presionando su herida –Me preocupa mas mantener a raya a Jorge y su banda
-Pues si –Martín suspiro –Estaba muy preocupado por ti cuando supo que te había disparado
-Yo estaría mas preocupado de que Tano no me partiera la cara –No pudo evitar reír al recordad la imagen de Jorge en el suelo mientras Tano lo mantenía forzado por el brazo
-En la tarde iremos a que el galeno te revise –Martín hablo en voz baja al ver entrar a la sirvienta con el desayuno
-De acuerdo –sonrió, mientras comenzaba a tomar un poco de fruta
Siguieron charlando animadamente mientras desayunaban, hasta que oyeron jaleo en la entrada de la casa
-¡Mariana! -Jorge entro al salón furioso
-¡Señor no puede pasar! –La peleada nerviosa le seguía
-No te preocupes Maria, retírate –Martín hablo tranquilamente mientras se levantaba de sus asiento
-¿Qué estas haciendo en mi casa? –Mariana se incorporo demasiado rápido y se coloco la mano en el abdomen al sentir una punzada de dolor
-¡Aquí la que tiene que responder preguntas eres tu! –Jorge camino hacia ella -¡¿Qué esta pasando?! ¡¿Quiénes son esos hombres que cabalgan con tigo?! ¡¿Qué buscáis?!
-¡A ti no te incumbe nada de lo que yo haga! –ella le encaro mirándole furiosa, ¿Cómo se atrevía? -¡No te metas en mi vida!
-Jorge será mejor que te marches, Mariana aun no esta del todo recuperada –Martín se acerco a el tratando de relajar el ambiente y le coloco la mano en el hombro
-¡Tu no te metas! –El se libro de la mano de Martín y agarro a Mariana de la muñeca -¡Quiero respuestas!
-¡No la toques! –Tano entro por la puerta a toda prisa y de un empujón lanzo a Jorge contra la pared después empezaron a pelear
-¡Ya basta! ¡Parad! –Martín trataba de separarlos pero le era imposible, solo pudo observar como ambos se golpeaban
-¡Ya me estoy hartando de que te metas en mis asuntos! –Jorge dio un puñetazo a Tano que se golpeo contra la pared con la nariz rota
-¡Tus asuntos están muy lejos de esta casa y de la Morena! –Tano se levanto y se abalanzo sobre Jorge apresándolo contra la pared y colocándole su navaja en el cuello
-¡¿Pero que esta pasando aquí?! –Leonor observaba con los ojos abiertos desde la entrada del salón
-¡Hijo! –Miguel no sabia como reaccionar al igual que Santiago y Gabriel que permanecían tras el
-¡Tano suéltale! –Cuando Mariana le llamo el dirigió su mirada hacia ella -¡suéltale ahora!
Tano bajo la navaja y se aparto de Jorge, dejándole apoyado contra la pared, después camino junto a Mariana
-¿Estas bien? –Martín pregunto a su amiga cuando vio una muestra de dolor en su cara
-Si, no te preocupes –se coloco la mano en el abdomen y se sentó en la silla cerrando los ojos
-¡¿Entonces es cierto?! ¡Te dispararon! ¡Jorge te disparo! –Leonor camino muy molesta hacia su sobrina -¡Atacaste a los guardias del gobernador!
-¡Si ella y sus jinetes! –Jorge se incorporo y se recompuso la ropa mirando a Tano con odio
-¿Qué esta pasando? –Miguel pregunto a Martín confundido -¿Qué estáis haciendo?
-¡Quiero una explicación ahora mismo! –Leonor miraba a su sobrina con frustración, no entendía nada
-Morena no tienes que darle explicaciones a nadie –Tano hablo con desprecio mientras observaba a Jorge
-¡Tu no te metas en lo que no te incumbe! –Jorge se lanzo de nuevo a la pelea
-¡Jorge! –Santiago se interpuso agarrando a su amigo -¡Cálmate!
-¡Aquí el que no tiene que meterse eres tu! –Tano saco de nuevo su navaja abalanzándose a por Jorge, pero Martín se interpuso
-¡Basta! –Aunque Mariana gritaba, nadie la oía, todos estaban peleando y gritando, Jorge y Tano trataban de golpearse, Martín y Santiago les gritaban tratando de calmar la tensión, Leonor se movía por el salón asustada y Miguel trataba de quitarle la navaja a Tano -¡¡¡Ya basta!!! –Todos se quedaron quietos en el momento en que Mariana grito con tanta furia
-Morena –Tano aun con la navaja en la mano se relajo y miro a Mariana con cautela
-¡Lárgate al campamento! ¡Tu y yo hablaremos mas tarde! –Señalaba la puerta mientras le miraba enfadada
-Si, Morena –Tano guardo su navaja y salio del salón
-¡En cuanto a vosotros! –Miro a todos aun furiosa respirando agitada -¡Yo no tengo que dar ninguna explicación a nadie! ¡Es mi vida y yo decido lo que hago con ella! –Camino por el salón mirándolos uno a uno –Absolutamente ninguno de vosotros tiene derecho a exigirme explicación y menos aun a meterse en mi vida
-Señorita –La sirvienta entro al salón preocupada –El señor gobernador esta en la entrada
-¿Qué? –Mariana miro a Martín con el ceño fruncido –Hazle pasar Maria
-Si señorita –La muchacha se marcho y todo quedo en silencio
-Querida –Roberto entro al salón sonriente y se acerco para sorpresa de todos a dar un suave beso en los labios a Mariana -¿Una reunión familiar?
-Una sorpresa, para mi tambien querido –Ella le miro sonriente y tomo su brazo guiándole a los sillones –Pero dime Roberto ¿Qué te ha traído a mi casa?
-Que mas que ver vuestro hermoso rostro mi preciosa Mariana –Roberto hablaba sentándose junto a su prometida y mirando de reojo a Jorge, que conteniendo la respiración se mantenía frente a ellos –Lo cierto es que venia a recordarte nuestra fiesta de compromiso ¿Por cierto has invitado ya a tu hermosa tía?
-Como olvidar nuestra celebración –Mariana sonrió y después les miro a ellos –Ahora mismo me disponía a invitarles
-Bien pues entonces permite que sea yo preciosa –Roberto les miro –Quedan gratamente invitados a nuestra celebración de compromiso mañana en la noche en la casa de la gobernación
-Es todo un honor ser sus invitados gobernador –Miguel hablo tratando de mantener la compostura, lo único que sabia era que si Mariana se estaba comportando axial, tendría una razón –Asistiremos gustosos
-Entonces todo arreglado querido –Mariana se levanto sonriente –Me pondré mis mejores galas para ti
-Tu siempre estas elegante y preciosa –Roberto camino del brazo de Mariana hacia la salida, seguida por todos –Me ha encantado volver a verte amada mía –Antes de montar a su caballo beso de nuevo tiernamente a Mariana
Mariana permaneció de pie ante la entrada de la casa, observando como el gobernador se marchaba, junto a ella Martín y detrás los demás
-Niña ¿Qué esta pasando? –Leonor se situó junto a su sobrina mirándola confundida
-No preguntes tía, solo aléjate de esto –Ella respondió mirándola de reojo y después miro a uno de sus sirvientes decidida -¡Traed mi caballo!
-¡Si señora! –El hombre salio corriendo hacia las caballerizas
-Ya sabes que tienes que hacer –Mariana hablaba a Martín, en cuanto tuvo su caballo frente a ella subió a el -¡Te espero en el campamento!
Salio a todo galope de la Hacienda dejándolos ahí, mientras Martín ordenaba a otro de los sirvientes que le trajera el caballo
-¡Martín! –Leonor agarro a su ahijado antes de que montara su caballo –Dime que es lo que pasa
-Lo siento madrina, pero no puedo –Dicho esto salio a galope de la Hacienda
-No voy a dejar esto así, quiero saber que esta pasando –Jorge apretaba los puños
-No te vas a meter en nada –Miguel miro serio a su hijo –La vida de Mariana no es asunto tuyo, solo incumbe a mi esposa así que vas a mantenerte lejos de ella
-¡Tano! ¡Tano! –Mariana desmonto su caballo rápidamente nada mas llegar
-¡Aquí estoy! –Tano camino hacia ella decidido –Lo siento Morena
-Tu arrepentimiento no me sirve de nada –Mariana suspiro –Guarda tu navaja para el causante de todo esto
-No soporto que ese hombre se crea con derecho sobre ti –Tano cerraba el puño con furia –Te dije que te protegería y eso tambien incluye cuidarte de el
-Tano, ahora mismo lo mas importante es nuestro asunto –Mariana se coloco la mano en la herida presionándola, le dolía
-Morena, deja que eche un vistazo –El galeno se acerco a ella y la tomo del brazo para guiarla hasta su tienda –Seguramente se te salto algún punto, no debiste montar a caballo
ESPERO QUE OS GUSTE EL CAPITULO
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GRACIAS A TODOS
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