Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19.

'¿Por qué?.'

V.

Volvía a sentir sus labios suaves como la seda, como un algodón de azúcar, como un abrazo en medio del invierno... Sabe a hogar, a cereza y amor.

—¿Estás bien, sol?—, pregunté en un murmullo, mis manos seguían aprisionadas en su fina cintura.

—Lo siento. —, la oí susurrar, su castaño cabello cubría su rostro.

—Mírame.—, pedí con dulzura, sus ojos se mantenían cerrados y sus mejillas sonrosadas. — Solo mírame, sol. —, repetí suave.

—No puedo. —, dijo en un hilillo de voz.

—¿Por?—, cuestioné confundida.

—No sé qué estoy haciendo. —, admitió.— No sé cuánto te amo o cuánto me amas... No sé cuándo mi amor por tí terminará, no sé por cuánto tiempo estaré o por cuánto tiempo estarás... No sé sí te abandonaré o sí tú lo harás... No sé sí me quiera quedar... No sé cómo amar.—, confesó con la voz quebrada y sin mirarme.

—... Ninguna sabe qué sucederá, solecito. Incluso desconocemos cuánto durará, es normal el sobrepensar, el miedo está ahí y ese probablemente nunca se irá. Sin embargo, en mí te puedes apoyar. Prefiero aprender a amarte que añorarte llorando, ambas podemos aprender juntas... Y el día qué nuestra historia termine, que no exista ninguna inconformidad en un "si hubiéramos" que vivamos llenas y plenas de un "lo hicimos"... Que recordemos lo que vivimos, aunque ya no estemos en nuestro camino.

Sus orbes azules finalmente me miraron, cierto brillo tranquilizador la invadía. Sin decir nada más, me abrazó con una ternura y calidez increíble. Sus brazos me rodearon con tanta suavidad que sentía su cariño, mi corazón latía a una velocidad inexplicable... Me sentía plena y tan segura entre sus brazos, la apreté con un poco de presión. Escondí mi cabeza entre su curvatura, su perfume de rosas me hizo regresar a mi infancia. Podría decir que a mí casa...

Pero no es así.

Estoy en casa.

Esa castaña era mi casa, mi seguridad, mi confort.

Me sentía tan agradecida de volver a tenerla en mis brazos, en mi vida... En mi corazón.

No podía explicar con palabras el amor que sentía por Zherhan... Ni siquiera yo conocía de cuánta magnitud era ese amor. No tenía nada a qué aferrarme, hasta que ella volvió a mí vida.

—¿Por qué lloras, cielito?—, preguntó con preocupación, tomo mis mejillas sobre sus pequeñas manos.

Negué sin hablar, sentía un nudo en mi garganta que ansiaba ser liberado. Apoyé mi cabeza sobre su pecho y la muchacha acarició mi cabello con suavidad.

—Me estás asustando, Vero. ¿Estás bien?

—Te amo...—, admití en un débil sollozo. — Te amo, te amo más qué con mi alma... Te amo genuinamente y con cada célula qué me compone. Te amo con lo qué tienes, eres y hasta con lo qué crees que te falta. Te amo con mi dolor y con mi felicidad, te amo con mi ser... Te amo y estoy profundamente enamorada de ti, de tú nombre, de tú existencia...De cada célula que te compone, de tu ser, de tu alma, de tu espíritu... Estoy enamorada de todo tu ser.

Un profundo silencio era el único protagonista, con valentía la observé. En sus ojos observé una pizca de miedo, sus brazos ya no me abrazaban y su expresión era neutra.

Sin decir nada, se volvió a su asiento, mirando fijo a los autos pasar. Parecía impactada, meditando, confundida... Asustada.

Trague el nudo que amenazaba mi garganta.

Tal vez sí me ama...

Pero no lo suficiente para decírtelo.

Ignorando mi consciencia, seguí nuestro viaje. Ya no había esa atmósfera de tensión, cariño y hasta pasión. Ahora era plana, oscura y pesada.

Cada una analizando cualquier posibilidad que estuviera en nuestra contra.

No supe cómo llegué hasta el hotel, mi cabeza no dejaba de maquinar, de intentar adivinar... De saber, ¿Por qué reaccionó así? ¿Fui demasiado sincera? ¿Fue muy pronto? ¿Me quiere pero no me ama?

Era impredecible.

Bajé la maleta del auto. Zherhan estaba bastante alejada de mí, caminaba con la cabeza gacha y abrazándose a sí misma, buscando una protección...

Lejos de mí.

Trague grueso, entramos al hotel y llegamos hasta la recepción y antes de que yo pudiera hablar, la castaña ya lo estaba haciendo.

—¿Podría darme una habitación, por favor?—, sus piecitos estaban de puntillas y en sus ojos había la súplica.

—Claro, señorita. Dígame su nombre, por favor. —, la muchacha la veía con amabilidad.

—Zherhan Harpers.

—Hmm. —, la mujer torció el gesto. —, Usted ya se encuentra en el sistema para compartir una habitación con la señorita...

—Está bien, eso fue un error. ¿Hay posibilidades de cambiar?—, insistió con impaciencia.

Los ojos grises de la pelinegra nunca perdieron amabilidad.

Tenía bastante paciencia.

—Sí, por supuesto.

Un momento después, la castaño ya caminaba hasta el ascensor, para dirigirse a su habitación. Retire la llave de la habitación, subí las escaleras con pesadez y me deshice de mis zapatos y mis prendas. Caminé hasta la ducha, mis lágrimas corrían con la misma intensidad que el agua artificial.

¿Por qué?

Me sentía impotente, frustrada... Y tal vez usada.

Me parecía injusto, egoísta y grosero que no obtuviera una respuesta, un rechazo, algo de su parte. Siempre se encerraba en ella misma y me costaba tanto sacarla de ahí.

Egoísta.

Se comportaba tan estúpidamente egoísta...

¿Acaso yo soy la única qué está enamorada?

¿Por qué eres tú?

¿Por qué tienes que ser tú?

¿Por qué no puedo dejarte ir?

¿Por qué solo yo estoy herida?

Estoy cansada de esto.

Simplemente no puedo hacerlo.

Pero eres mi todo...

Acostada en mi cama, me cuestioné...

¿Cuánto debo de seguir luchando? ¿Tanto me equivoqué? ¿Cometí un error tan grande?

O es qué en realidad, no merezco ser amada por ella... Sí ella tampoco siente lo mismo.

¿Por qué me beso?

Sí, es mi primer amor. Pero... ¿Yo también lo soy?

Suspiré por lo bajo, posee la laptop en mis piernas, para vaciar los vídeos que había grabado en el aeropuerto, mis ojos se llenaron de lágrimas... Sus mejillas sonrosadas, su mirada brillosa y cálida.

—Tú también me amas... Lo sé.—, susurré a la nada. — Entonces... ¿Qué sucede contigo, mi solecito? Acaso...

Miedo.

Zherhan tiene miedo...

Miedo de qué me vuelva a ir.

Eso... Eso tiene bastante sentido.

Reí entre llantos.

Tienes que saber qué algunas cosas cambiaron, sol...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro