Capítulo 15.
'Los Ángeles.'
Z.
«Vero agregó Lucky a la Playlist "Destino"»
Maldita canción.
¿Cómo puede encontrar canciones qué definen tan bien nuestra relación?
Me provoca enterrar un beso en su cachete.
Querrás decir... Un cuchillo.
Hice un puchero.
Claro que no, no puedo hacerle eso. Por más enojada que esté. Nunca voy a lastimar a mi cielito.
«"Siento tu susurro a través del mar."
I feel your whisper across the sea.
"Te llevo conmigo en mi corazón."
I keep you with me in my heart.
"Lo haces más fácil cuando la vida se pone difícil."
You make it easier when life gets hard.
"Por suerte estoy enamorado de mi mejor amigo."
Lucky I'm in love with my best friend.
"Afortunado de haber estado donde he estado."
Lucky to have been where I have been.»
La canción se reproducía una y otra vez... Y un suspiro se escapaba de mí.
Observaba el techo, me preguntaba cómo se encontraba Vero. Desde que Lizzy y Josh se marcharon, la casa se sintió vacía pero en paz. Luego de unos cuantos suspiros y recorrer mi cama dando vueltas, una notificación interrumpió mi silencio absoluto.
Notificación de Twitter.
"¡De última hora! El famoso Enólogo, Michele Rossi fue visto en una playa juntó a una pelirroja. Aparentemente se especula qué es su nueva pareja. ¿Será la ganadora en capturar el frío corazón del empresario?"
***
Una sonrisa se escapó de mí e inmediatamente le escribí a mi hermana.
Mensaje a Zenda<3.
"Hola, bonita. ¿Dónde estás?"
Obtuve una respuesta inmediata.
"Hola, cielo. En la playa, ¿Por?"
Lo sabía.
—"Nada qué ver Zherhan, a mí no me gusta esa máquina. Es manipulador, bla bla..."
Una ligera sonrisita brotó de mí, mientras escribía el siguiente mensaje con malicia.
"¿Ah, sí? Estás en la playa sola... O ¿Te llevaste a una máquina por si acaso 😝"
"Ya debo irme, Zher. Hablamos luego, saludos a papá. Un beso. 💗"
***
Eso, huye cobarde... Huye como sabes hacerlo.
Como se nota que llevamos la misma sangre.
Aburrida en mi habitación, me dediqué a leer un libro cualquiera hasta que el sueño llegó a mi para invadirme por completo.
Desperté con un ligero rastro de baba en mi mentón y las gafas enterradas en mi nariz. Estiré mí cuerpo con pesadez y en mis audífonos aún se reproducen las canciones de la pequeña playlist que comparto con la rubia. Enciendo mi celular para leer el correo electrónico que cambiaría mi vida para siempre... Literalmente.
Luego de leer mi destino, emprendí camino hasta mi vergudo...
Algo estoy pagando.
Hice algo malo en mi vida pasada, lo sé.
Mi suerte apesta.
Con una fuerza desconocida tocó la puerta. Aunque fue ignorado. Seguí tocando con insistencia, mientras llamaba y enviaba mensajes a mi compañera, pero no obtuve respuesta... Solo cinco minutos después, fue atendido mi insistente llamado.
—Hola...—, saludo con sorpresa la rubia, abriendo la puerta por fin.
—Hili.—,renegue. —¿Qué tanto hacías?—, cuestione, tomando asiento en el sofá.
—Eh...—, sus mejillas se sonrojaron y mordía sus uñas.
Está nerviosa.
Le cuestioné levantando una ceja. — ¿Qué hacías?—, pregunté con una risita burlona.
—N-nada que te importe. —, respondió a la defensiva, caminando directo a su habitación.
Bufé burlona, para seguirla en silencio. Al entrar, la pantalla iluminada de su laptop fue lo primero que me recibió. Una risa un tanto escandalosa me recibió, por instinto observé la pantalla y sonreí con grandeza.
—Así que Jungkook capturaba toda tú atención y por eso no me habías abierto la puerta, ni atendiste mis llamadas. —, le cuestione con ligera molestia.
—Tengo prioridades, Zherhan. No podía dejar a mi Jungkookie solito. —, respondió, sin apartar su vista del hombre.
Jungkook 03.
Zherhan 00.
Todo es culpa de ese cara de conejo.
—Pff, claro.—, murmuré con rabieta.— Tonto cara de conejo.—, juzgue por lo bajo. Me acosté en su cama, jugando con un peluche rosa chillón con cara de conejo. Torcí el gesto, sin dejar de jugar con las orejas del mismo.
Estuve observando el techo, mientras abrazaba al muñeco, y no supe en qué momento me quedé dormida... Hasta que un suave llamado, me trajo de vuelta.
—Dime...—, farfulle bajito, abriendo los ojos.
—Te dormiste. —, respondió la rubia, reincorporándose. La detallé con lentitud, cabello rubio en ondas ligeras, gafas redondas doradas, labios ligeramente rosados... Una camiseta apretada de algodón blanca y jogger color beige.
Terriblemente bonita.
Era tan bonita que debía de ser un pecado. Me levanté poco a poco, hasta acabar sentada. Pasé las manos por mi cara, para despejar la pereza.
—¿Qué haces aquí?—, preguntó neutral, manteniendo su distancia.
—A discutir sobre el proyecto. Te dejé un mensaje y hasta te llamé muchas veces. —, me apresuré a responder antes de qué replicará.
—Ya veo...—, se cruzó de brazos y eso hizo que se marcara aún más su diminuta cintura.
Trague saliva fuerte e intenté alejar la mirada de su cuerpo.
Cordura.
—Sí quieres... Puedo venir mañana.—, el ambiente empezaba a sentirse pesado.
La rubia no dijo nada, solo tomó su celular. Arrugue el entrecejo y estuve dispuesta a marcharme cuando una notificación en mi celular llegó.
«Vero agregó Cool with you a la Playlist "Destino"»
—¿Qué intentas hacer?—, pregunté con debilidad.
—Solo escucha la canción, necesitamos hablar. No podemos trabajar de tal manera y no, no soy malditamente profesional por qué nadie me va a pagar un centavo por ese documental. —, parecía alterada, su mirada era chispeante. No dejaba de recorrerme sin vergüenza alguna.— Escucha la canción, Zherhan. Depende de tí, lo que suceda a partir de ahora.—, salió de su habitación, dejándome en silencio. Saqué los audífonos del bolsillo de mi pantalón e hice lo qué me pidió.
«"Me conoces como ningún otro."
You know me like no other
"Incluso si no expresas todo."
다 표현하지 않아도
"Mírame como ningún otro."
See me like no other.
"Y creo que me gusta tu punto de vista."
And I think I like your point of view.
"Puedes volver."
다시 돌아와도 돼
"No me importa lo que digan los demás."
I don't care what other people say.
"Por favor no te sueltes."
놓지 말아봐줘
"Soñando el uno con el otro."
Dreaming of each other.
"Puede que estés en mi mente (mente)"
You may be on my mind (mind)
"Todos los días bebé, di que eres mía (mía)"
Everyday baby, say you're mine (mine).»
Dejé la canción a medias para salir con rapidez de la habitación.
¿Por qué está haciendo esto?
Necesito una explicación.
Al llegar, nuestras miradas se encontraron.
—¿La escuchaste?—, preguntó con una evidente ilusión.
—¿Por qué?—, cuestioné con histeria.—¿Por qué sigues aquí? ¿Qué célula de tú cuerpo dejó de odiarme pará qué me hablaras hasta ahora? ¿Por qué demonios has vuelto?—, la frustración era latente en mi voz.
—¿Odiarte?—, ironizó. Parecía sorprendida con mis palabras.— ¿Escuchas lo qué dices? ¿Crees que conozco ese sentimiento hacia ti? ¡Es absurdo que pienses eso, Zherhan! Mi alma, mi cuerpo y yo no hacemos más que amarte. ¿¡Es qué te cuesta entenderlo!?—, espetó con frustración.
La rubia tomó asiento en el sofá, cerró sus ojos, mientras regulaba su pesada respiración.
—Entonces... ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste? ¿Por qué me entregaste esa carta y te fuiste? ¿Nunca pensaste en mí? ¡Por primera vez quería hablar con alguien todos los malditos días! ¡Y tú me abandonaste!—, sollocé ligeramente, derrumbándome a su lado.
Después de días de pensar tanto esas palabras que por fin fueron escuchadas... Me hizo sentir una pequeña paz.
Tragó grueso, parecía debatirse en qué decir. Tal vez, para no lastimarme.
Más.
—Tienes razón.—, admitió sin titubear.— Te deje, me fui.—, sus ojos verdes no me mentían y yo me sentí ligeramente decepcionada. Pude visualizar un rastro de culpabilidad que no despareció incluso cuando volvió a hablar.— Lo hice, pero no me arrepiento de haberlo hecho. Nos estábamos haciendo daño, tú, tú no sabías lo qué querías. Y aunque yo sabía que quería estar contigo, no tenía el derecho de ser egoísta y pensar solo en mí. Tú lo estás siendo ahora mismo. ¿Sabes cuánto lo pensé? ¿Cuánto lo sufrí? ¿Cuánto te extrañe? Estaba dejando un pedazo de mí en ese momento. Tú estabas vulnerable y yo no podía soportar tú debilidad para convertirla en mi fortaleza... Esto tenías qué hacerlo tú, chiquita. Mi solecito no estaba bien, y yo...No era capaz de verte caer...
Tenía tanta razón... Mi cielo me conocía incluso más que yo misma. No podía negar ninguna de sus palabras, eran verdaderas.
Las lágrimas brotaban como cascadas y sentía una pizca de vergüenza, es por ello que miraba mis manos. Aunque sentía su mirada fija en mí y su voz quebradiza en cada palabra que con una evidente dificultad emitía.
— No te dejé porque quise...Te deje, porque lo necesitabas. Estuve sin mi sol, mi mundo era oscuro. Pero, mi sol necesitaba brillar por sí misma, para hacerlo con otros. Por eso me fui.—, respiró un segundo, antes de seguir hablando.— ¡No puedo dejarte de amar en tan poco tiempo! No te olvide en todos estos años... Menos lo haré ahora, mi sol.—, prometió tartamudeando.
—No lo hagas...Por favor. —, rogué en un tono ridículamente bajo. — Soy egoísta, no quiero dejarte ir... Temo qué te marches y me vuelvas a dejar acá, pero no quiero dejarte ir. —, mis palabras emitían seguridad y frustración un tanto confusa. — Quiero volverlo a intentar, quiero qué hagamos las cosas bien... Quiero iniciar de cero, ser desconocidas qué se unen recién.—, admití con una completa seguridad.
—No puedes desechar lo más puro de nosotras. —, negó, sonriendo por lo bajo. — La niñez me unió a ti y ese será el mejor recuerdo qué tenga... Para siempre. —, me regaló una sonrisa genuina que fue correspondida por igual. — Podemos iniciar de cero, pero sin olvidar eso que nos unió. ¿Bien?
Todo lo que quieras... Bonita.
—Bien. — respondí por lo bajo.
Ambas con los sentimientos a flor de piel, sus bonitos y rojizos labios se acercaron a los míos. Tan suave como una nube, tan dulce como una cereza y tan pura como la palabra misma. La lentitud y calma era el protagonista en nuestro beso, las lágrimas se colaban en nuestro sello... Dónde una promesa de amor, compromiso y paciencia... Nos esperaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro