Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: "Mi último día con ella"

"Existía una condición muy rara que aparecía en algunas familias cuya magia era por extracción de naturaleza donde el bebé al nacer le robaba parte del poder mágico a la madre. Lo establecido por los Círculos hace años fue que estos linajes debían mezclarse con otros para erradicar la enfermedad y no matar a la madre."

"Los Hargreaves sufrían de esto desde hacía siglos, terminando con la muerte de muchas mujeres al dar a luz a su cuarto o quinto hijo. Los Huffmoore les aconsejaron no tener más descendencia con familias parecidas, no obstante, fueron ignorados."

"Los hijos que nacían de esta condición eran muy poderosos porque recibían parte del poder mágico materno. Ante esta situación, el entonces jefe de los Huffmoore lanzó una maldición que perduraría por siempre."

—Hace cincuenta años a los Hargreaves se les castigó con una maldición que alteraba el destino de su linaje. La misma decía que el último descendiente estaba sentenciado a encontrarse y enamorarse del último heredero de los Huffmoore hasta que las dos familias se convirtiesen en una sola.

No pasó mucho tiempo para que ella se marchara corriendo luego de escuchar eso, le grité, incluso sus padres la llamaron, pero no se detuvo y desapareció escaleras arriba.

En el pasado la había odiado en parte por ser la hija menor de los Huffmoore con quien debía luchar para que la maldición no se cumpliera, ahora no podía importarme menos nada de eso.

—Brajko, ¿a dónde vas?

—Voy a buscar a Tyna. Le pido a los Huffmoore que se queden con Eve.

No perdí tiempo escuchando replicas, subí por las escaleras con la misma velocidad que esa bruja. Debía pensar dónde buscar, en el piso superior estaban los cuartos si seguía recto el pasillo donde me encontraba. No pensaba que hubiese ido a uno de ellos porque teníamos un patio interior enorme que se asemejaba a un pequeño bosque justo siguiendo el pasillo derecho que ahora recorría.

Resaltaba a la vista como cúpula que se elevaba en el centro de la casa, el suelo donde había sido creado era el techo del piso inferior donde teníamos un teatro. Me escabullí entre las columnas hasta llegar al patio, pero no logré divisarla por ningún sitio.

No sentía su energía vital, ¿me había equivocado? Siempre que estaba triste o enfadada iba al bosque, y Walentyna conocía mi casa como para ignorar esto. Fue una idea que no pude seguir procesando porque dos nuevas voces se escucharon a mi espalda.

Me escondí por instinto detrás del árbol donde se tenía visión del pasillo rodeado de columnas. Pude ver entonces a los dos jefes de ambas familias caminando juntos, ¿nos estaban buscando?

¿Juntos?

—Después de todos estos años, la maldición ha llegado a nuestros hijos —dijo el señor Huffmoore—. No se podía esperar menos de mi padre, su conexión con Fordtghet siempre ha sido excepcional.

Fordtghet era una diosa del amor que representaba a esa gente, la diosa de la familia. No vi a mi padre inmutarse ante el comentario, siguió caminando calmadamente.

—Nos conocemos, Huffmoore, no digas lo innecesario que solo me seguiste bajo la excusa de buscar a tu hija por una razón.

—Ja, ja, ¿te diste cuenta? Pero mi hija es fuerte, y seguro está junto a Brajko, no tengo motivos para preocuparme —respondió al detenerse, creo que su rostro era serio—. Sin embargo, ella sí me preocupa, la veo feliz, aunque está débil.

—Sabes que debes mantener tu distancia incluso en tus preguntas.

—¿Luego de tantos años te preocupas, Hargreaves? Ella se casó contigo.

—Pero siempre te ha amado.

Llevé mi mano a mi boca para reprimir el grito de espanto o tal vez el insulto. No podía ser... deslicé mi espalda por el tronco del árbol hasta caer en el suelo por la debilidad de mi cuerpo. ¿Mi madre y el padre de Walentyna fueron parte de la maldición?, ¿lo son todavía? Me tomé unos minutos para tranquilizarme mientras procesaba la información.

"Necesitaba ver a Tyna, esa era la única verdad que puedo confesarte a ti que lees estas cartas. Cuando fui a mi habitación ya rendido en esa búsqueda, la sentí llorando dentro, una parte de mí sintió la urgencia de consolarla, mas, la otra me brindó calidez en el cuerpo de solo darme cuenta a dónde había corrido ella para aclarar sus penas"

"No fue la única sorpresa de esa noche, más tarde, de una inoportuna forma, a esa bruja se le sería revelado que su mejor amigo era la deidad que estábamos buscando con tanto ahínco para romper el hechizo."

"Sinceramente, ninguno de los dos podía asimilar que eso fuese real porque Dominik siempre fue precavido. Saber algo así, lo cambiaba todo, e incluso él estaba al tanto de eso porque una vez la reunión terminó, y Walentyna regresó a su habitación, en su escritorio encontró una nota escrita por él."

"Nunca me habló de las palabras escritas en aquel pedazo de papel, solo me comentó la urgencia de encontrar a su amigo a la mañana siguiente del descubrimiento. Sobra decir que intentar hallar a una deidad que no desea ser encontrada es de las formas más sencillas de perder el tiempo, todavía recuerdo vívidamente cada segundo de aquel agotador día..."

A pesar de perder medio día tratando de obtener respuestas sin ningún fin, Walentyna estaba extrañamente sonriente. No es que sonreír para ella fuese un hecho icónico, pero su sonrisa era diferente, creo que se mezclaba con cierta tristeza.

—Hay una persona a la cual no hemos recurrido —me dijo al regresar de casa de Dominik.

Ciertamente, quedaba alguien a quien no queríamos involucrar y a quien tuvimos que acudir de forma inevitable.

—¿Desean mi ayuda para encontrar a Dominik? —decía Eve mientras ojeaba las páginas de un libro—. Hoy es la tercera noche de cuarto creciente, debería serles más fácil.

—No queremos esperar hasta la noche. Ahora responde, ¿siempre estuviste muy cercana a él porque ya sabías que no es humano?

—El dios de las paradojas fue quien me guió al encontrarme en un lugar oscuro, él me dijo que acudiese a Walentyna y ella me ayudaría. Fueron sus únicas palabras, pero sentí su aura complicada con varias emociones y eso me gustó.

¿Dios de las paradojas?, ¿a cuál generación pertenecía? Los dioses no pueden intervenir en la vida humana y tampoco adoptar una forma tan similar a nosotros. Sin embargo, Dominik no parecía un semidiós, en las leyendas se cuentan que esa rara especie irradia demasiado poder como para que su propio cuerpo pueda controlarlo.

Me dejé caer en el suelo de la habitación de Walentyna a medida que Eve trataba de localizarme al soltar el libro (que poco comprendía su objetivo)

—Díganme, cuando encuentren a Dominik, ¿van a entregarme?

Tyna que estaba de pie frente a mí me miró con cierta tristeza. Sabía que no le gustaba la idea de usar a Eve como ofrenda, pero fue el mismo Dominik quien la reclamó y esa era la única forma de romper el hechizo.

—No te preocupes por eso —le respondió ella al sentarse a su lado en la cama—, en cualquier caso, evitaré que algo malo te pase.

Ella no respondió nada y eso me hizo sentir en parte culpable. No es que admitir la culpa fuese una de mis virtudes... creo que nunca lo había hecho, pero en este caso haría una excepción.

—Tú solo sigue leyendo sin preocuparte, nosotros seguiremos buscando a ese tipo para llegar a un acuerdo.

—Brajko, yo no puedo leer.

—¿Y cuál es el uso del libro?

La vi bajar la cabeza acongojada.

—Me gusta imaginarme la historia y actuar como si leyese las palabras.

Esta vez yo miré a Tyna y ella correspondió mi mirada con el mismo desconsuelo. No le duró mucho porque rápidamente se acercó a abrazar a Eve y animadamente le dijo:

—Hoy voy a cumplir mi promesa, así que vamos a vestirte con tu vestido largo favorito y vienes conmigo.

—¿A dónde?

—Será una sorpresa.

De pronto fue increíble ver cómo aquella niña sonrió felizmente a medida que le hacía mil preguntas a Tyna. Ella no respondió ninguna, qué mujer tan obstinada, yo hubiese caído ante esa sugestión. Aunque nadie debería saber eso.

Lo próximo que recuerdo a ese momento es que los tres habíamos salido para tener un día que nunca olvidaríamos.

...

—Solo no comprendo por qué te interesaría molestarte en venir con nosotras.

—No es una molestia, y no tengo nada mejor por hacer.

—¿Qué hay de tu familia?, ¿llevan bien la idea de que sigas reuniéndote conmigo?

Caminábamos por una calle que se entrecruzaba con otra muy desolada a esa hora, así evitaríamos encontrarnos con compañeros de escuela o personas conocidas. En cuanto a mi familia incapaz de evitar... ellos, exceptuando a mi abuelo, habían pronunciado protestas al respecto. Sospechaba que se debía a la conversación furtiva que escuché la noche anterior.

—Lo asumen, ¿y bien?, ¿a dónde nos llevas?

—Llegaremos en breve.

Y mentira no fue, a los pocos minutos pudimos ser espectadores de un excesivo parque de diversiones que se extendía casi por tres calles y media. De solo llegar, Eve se asustó un poco por la enorme cantidad de personas y los ruidos que no conocía, Tyna solamente se acercó a ella para tomarla de la mano al pronunciar el nombre de una deidad, ¿el dios de las ilusiones?

Estábamos a la entrada del parque donde se veía a los niños volando en pegasus (vehículo volador) y varios adultos sobre los pegasos (caballo volador) persiguiéndolos, adentro todo era otro mundo que no me pareció tan interesante hasta que volteé mi mirada hacia Eve y la vi sonriendo con una lágrima en los ojos.

—¡Es todo tan colorido!

Pude ver un brillo diferente en aquellas pupilas blancas, algo que no comprendí hasta que Tyna habló.

—Recientemente hice un contrato con el dios de las ilusiones de la tercera generación, por lo que puedo establecer conexión con él para realizar un hechizo de ilusión mental. Lo que todavía soy principiante en esto y no puedo controlarlo del todo, requiero establecer contacto con Eve para mantenerlo.

Por la mirada de la niña parecería que no le importaba en lo absoluto aquel comentario. No podía ver por los ojos, sino que creaba imágenes en su cabeza. Esta chica era demasiado inteligente, qué irresistible.

—Entiendo la mirada emocionada y llorosa de Eve, pero... ¿por qué la tuya?

—Porque aún no te das cuenta de lo sorprendente que eres.

Ella solo me mostró aquella hermosa sonrisa sincera sin responderme nada más. No lo necesitaba.

—Brajko, Brajko, ¡quiero ir con los caballos con alas!

—Oh, los pegasos son animales únicos que seleccionan a sus jinetes al observar dentro de su alma. No creo que podamos ocultarle el detalle de que eres de un lugar lejano, pero intentémoslo.

Como era de esperarse, el pegaso relinchó hasta que remedio no quedó más que invocar a Ghoort, dios del engaño que consiguió distorsionar la mente del animal lo suficientemente como para confundirse de presa. Luego de eso nos dirigimos a una librería infantil, allí Eve leyó su primer libro y dijo haberlo encontrado más divertido de lo imaginado.

El resto del día fue igual de emocionante a pesar de estar siempre alertas para evitar que se sospechara sobre la procedencia de Eve, quien no dejó de sonreír en ningún momento. Al pasar unas horas, había experimentado cada atracción posible, y había comentado las mismas con descripciones bastante extrañas.

«¿Esa es la chica? Parece simple, aunque entre ustedes se entiende como hermosa»

Me había olvidado de romper la conexión con Ghoort, dios del engaño. Esto era culpa de esa chica que dominaba mis pensamientos como simples marionetas de un juego.

—Ghoort, en la luz del mañana encuentra el descanso...

«¡No me dediques esas fúnebres palabras humanas, me iré a dormir, no me llames en una semana!»

Y se desconectó. Walentyna que estaba a mi lado comenzó a reír.

—Tú sueles mantenerte un poco más distante con los dioses, es divertido verte hablar con ellos.

—No fue intencional.

Estaba Eve observando un helado derretirse en su mano mientras Walentyna y yo nos sumergíamos en nuestra propia burbuja.

—Me gusta esa faceta de ti.

No pude resistirme a esa mirada y me acerqué para colocarle dos dedos sobre sus labios. En Las Monarcas, colocar un dedo sobre los labios de alguien equivaldría a hacerlo callar, pero dos dedos significaban "quiero guardar esas palabras para mí."

Ella permaneció mirándome sin emitir sonido, casi anonadada mientras sus ojos se encontraban con los míos. En aquel instante de calma un pensamiento fugaz atravesó mi mente y todo lo que de repente deseaba era besarla.

—¡Walentyna! —chilló Eve casi llorando—. Ya no veo el helado, ahora Brajko, Brajko está delante de mí, ¿se llevó mi helado?, ¿por qué los siento tan confusos?

—Hemm, perdona, Eve, disculpa, perdí la concentración por un segundo.

Sabía que no podía alegrarme, pero saber que lograba importunar su inalterada calma ponía una sonrisa en mi rostro sin poder evitarlo. Deseaba que este día no acabara nunca. Mas, pedir un deseo así sería egoísta de mi parte.

Cuando la visita al parque terminó, Eve estaba dando saltos de alegría y Walentyna sudaba como nunca. Mantener un hechizo de corto alcance agotaba demasiada energía, no era igual que lanzar una maldición como la mía, la cual consumía solo en el momento de conjurarla.

—Brajko.

—¿Qué?

—¿Mmm? Nadie te llamó.

La afirmación de Walentyna me desconcentró porque juraría haber escuchado a alguien llamándome. Para ese entonces nos encontrábamos de regreso a su casa por el mismo camino de antes. Solo que poco a poco fue tornándose diferente.

Primero una niebla nubló mis sentidos repentinamente, ¿qué sucedía?, ¿alguien nos atacaba? Llamé a Tyna e Eve, pero ninguna respondió, así que estaba solo. Darme cuenta de semejante hecho hizo latir mi corazón con prisa por la expectativa de no saber qué sucedía.

Comencé a correr entre la niebla espesa que definitivamente no podía ser normal hasta que vi un destello de luz al final. Mis pies partieron antes de pensarlo, al darme cuenta ya lo había atravesado y me encontraba en lo que parecía ser un bosque cubierto por seres pequeños.

—¿Qué es esto?

—Fuiste llamado aquí.

—¿Quién me habla?, ¿qué es aquí?

Desconcertado, moví la cabeza varias veces, pero no parecía ser un sueño.

—Te encuentras, simple humano, en la morada del dios dragón del odio.

Me paralicé de escuchar aquella afirmación, ¿dios dragón? Nunca se nos había hablado de nada parecido porque los dragones resultaron extintos hace milenios debido a una guerra entre cazadores y jinetes. Para los asíngimas eran mitos, para nosotros, leyendas.

¡¿Por qué ahora, de repente, un supuesto dios dragón deseaba comunicarse conmigo?!

—Humano Brajko, tú has sido capaz de romper tu propio destino. Esta labor solo puede ser realizada por personas superiores, así que has atraído la atención de nosotros.

—No sabía que existían dragones en nuestro mundo.

—Es un secreto que permanece protegido para mantener el equilibrio en el mundo, pero ese secreto se pone en riesgo cada día. Presiento que con tu ayuda conseguirás salvar, no solo a los dragones, sino también a los humanos.

—Y debido a mi gran potencial como mago, he sido elegido.

—No es tu poder mágico solamente el que te hace un elegido. Brajko Hargreaves, has superado el odio de tu corazón al llenarlo con simpatía, y eso te ha guiado a superar tus propios límites. Entiendes a los humanos sin magia, eres parte de los mágicos y pronto poseerás lo necesario para completar la transformación.

No entendía mucho salvo que yo era notablemente genial.

—¿Qué transformación?

—A diferencia de los contratos con dioses humanos, si haces un contrato conmigo enfrentarás una transformación en tu físico al activar mi poder. No cualquiera podría resistirlo, pero tu gran dominio del poder mágico lo hace posible. Si a esto se añade el poder divino del amor, lograrás tu misión.

—¿Por qué necesitaría el poder del amor? Eres un dios del odio.

—Los dioses no somos sentimientos o emociones, así que no nos consumimos por ellas. Soy el dios dragón encargado de controlar esta poderosa emoción, así que mi portador debe ser tan capaz como yo de dominarla.

Ya comprendía a dónde quería llegar, pero si no me equivocaba, necesitaría separarme de Walentyna para lograrlo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro