Un puchero adornaba mi rostro, tenía ganas de saltarme una clase pero luego del ultimátum de ese prefecto cara de nabo, lo mejor era no arriesgarme a perder puntos para la casa.

Cuando Evelynn mencionó que había sido Charles quien había perdido los puntos, creí que sería el inicio de una maravillosa amistad; pensé que me ayudaría cubriendo mi error y despostaría la atención... pero no, habló todo lo que quiso sabiendo que me traería consecuencias negativas, «por eso nadie te habla, caes mal.»

— ¡Camila! —una alegre y conocida voz me llamó a mis espaldas, sentía como se estaba acercando por el sonido que producían sus pasos sobre la tierra— Me alegra tanto haberte encontrado, escuché lo que dijo esa perra de Evelynn...

Me sobresalté cuando escuché esa expresión para nada "family friendly"— ¡Lily! —reprendí— No digas esas palabras, ¿que pensarían tus hermanos... o tu papá?

Escuché su risilla traviesa— James me dijo que podía decirlo, ademas, nadie más me escuchó —la miré en silencio y su expresión llena de energía cambió rápidamente a una más apagada—. ¿Estás bien?

Suspiré y negué— Me siento traicionada, lo peor es que ni la conozco bien... tú tampoco deberías conocerla bien, no te ha hecho nada malo como para que le digas así.

—¡No la defiendas! —se quejó sentándose a mi lado—, me agradas, ¡nos! agradas, mejor dicho... mucho; así que cualquier persona que te moleste, automáticamente se gana mi enemistad. —explicó con su pecho inflado de orgullo, digno de un Gryffindor.

Tengo suficiente espacio en mi corazón como para adoptar a otra hermana, aunque no sea de sangre. Lily y yo nos tomamos cariño durante el verano y las visitas que hice en la casa de los Potter, no tengo quejas; es una persona maravillosa... aunque muchas veces se ve influenciada por James... no es el mejor ejemplo a seguir que haya podido escoger, pero tampoco es el peor.

Le di una sonrisa y asentí agradecida— Muchas gracias, me siento querida —Lily asintió con emoción—. Si, nos ha tratado muy feo Evelynn... al parecer no soy la única que ha tenido problemas con ella; pero es que su perspectiva sobre si misma creo que también influye a que sea así.

Lily me miró confundía— ¿Perspectiva? —preguntó con lentitud— ¿Te lo ha comentado?

Asentí— Si, más o menos... se cierra en si misma porque no cree ser lo suficientemente "buena", creo que es más su autoestima que otra cosa.

—¡No la sigas defendiendo! —se quejó nuevamente— No le saques excusas a sus groserías —sonreí, no puedo evitar contagiarme de su alegría y palabras bien fundamentadas—, me exasperas cuando lo haces.

Amplié mis ojos ante esa palabra rebuscada— "exaspera", ¿si quiera sabes lo que significa?

—No, pero suena dramático —ambas nos miramos un momento antes soltar una carcajada por su respuesta, esta chica no lo sabe, pero es mi nueva hermana—. Te hice reír, cumplí mi objetivo principal.

—Gracias, te lo agradezco mucho... esa perra me hizo venir a llorar al patio —asentí aceptando que no podía llevarme bien con todos.

Por un momento pensé que la maldición Thompson seguía, pero recapitular que no había sido la única en tener problemas con ella, era algo que me daba alivio... ojalá fuera así con la profesora Laura.

—¿Que significa perra? —preguntó Lily con bastante curiosidad.

—Es "perra", pero en español —explique con calma.

Una sonrisa maligna dibujó el rostro de la pequeña, quien volvió a dejar su rostro tranquilo unos segundos después... no se si habrá sido buena idea proporcionarle esa información.

*

Esta vez tuve una segunda oportunidad en clases de herbologia. El profesor Neville fue bastante considerado al dejar una ventana abierta, aunque esta vez Fer no hizo fechorías y no se apareció.

«Odioso gato con apego evitativo», pensé mientras cargaba un saco de abono a la mesa. Cuando pensé que la clase había terminado, el profesor me pidió un segundo de mi valioso tiempo para decirme algo.

—Si es sobre la clase anterior, le juro que no volverá a pasar; es que mi gato... —me adelanté a defenderme—... es un poco... mmm... temperamental, por decirlo de alguna manera.

El profesor sonrió y asintió— Si, el año pasado se volvió bastante popular, incluso entre los profesores... —suspiré con pesar cuando dijo eso, ya no tenía argumentos para defenderlo—... de hecho te pedí que te quedaras porque quería hablar precisamente sobre el.

Pestañeé dos veces y asentí... «lo van a dormir», «es su fin», «gato endemoniado, poseído, el mismo se lo buscó»... pero me sentía mal, se que podrá ser un grosero, temperamental, esquizofrénico, con instinto homicida... pero es un buen gato, me ha ayudado muchas veces y sus acciones raras y cuestionables siempre terminan alterando mi suerte para algo bueno.

—Si, te iba a decir que hablé con la directora y tiene permiso para acompañarte a tus clases mientras se mantenga al margen —explicó tranquilamente—. No se si el resto de profesores están al tanto, así que podrías esperar hasta mañana para dejar que te acompañe.

¿Cómo?, ¿esto es real? Sus palabras me agarraron totalmente desprevenida, literalmente es un gato que consiguió permiso para asistir a clases... ¿este profesor cree que yo voy a permitir que mi gato tenga acceso a educación?, ¡Terminaría por conquistar todo el mundo mágico!, ¡No le podemos dar tanta información!

Agradecimiento y preocupación era lo que inundaba mi mente. Asentí con una clara preocupación en mi rostro.

—¿Puedo preguntar por qué? —cerré mi mano en un puño por los nervios, no me gusta estar en la posición de cuestionar a un profesor, pero la situación lo amerita.

—Eh... —una persona nerviosa reconoce a otra persona nerviosa... ¿habrá sido Fer capaz de amenazar a un profesor tan noble?—... bueno... es una consecuencia de muchas cosas que han pasado, de hecho lo habíamos discutido el año pasado pero el antiguo profesor de defensa contra las artes oscuras se había negado... entre muchas cosas nos hizo anular la propuesta.

Desde el año pasado... iba a replicar en algo pero era sospechoso que el único profesor que se opuso fuese el villano, entiendo que hayan retomado la idea. Lo extraño era el inicio... ¿que les habría llevado a tomar esa decisión por si mismos?

Hice contacto visual, pero el profesor lo esquivó... sospechoso. Antes de que le pudiese preguntar de nuevo "¿por qué?", se adelantó a mis pasos.

—Lo mejor será que vayas a tu siguiente clase, no querrás retrasarte. Que tengas un buen día —despidió con una sonrisa y se dio la vuelta para acomodar unos sacos que estaban perfectamente acomodados.

Me fui, no sin antes despedirme con amabilidad. Salí pensativa del invernadero... realmente no sabía si era una buena noticia o no; le preguntaré al profesor Philip, si no me da una respuesta adecuada, posiblemente termine tras la señorita Minerva.

—¿Todo bien? —preguntó una de las chicas que la casa que amablemente me estaba esperando afuera. Me sorprendió porque no esperaba a más nadie que las gemelas.

—Ah, si... gracias por preguntar... era por lo de mi gato, ya sabes cómo puede llegar a ser —expliqué añadiendo el tono obvio al final, haciendo que mi compañera (cuyo nombre no sabía) asintiera y se dispusiera a caminar con el resto.

¿Hola?, ¿por qué las chicas de la casa de habían quedado? Vi como se adelantaron hacia la siguiente clase, espabilé cuando las gemelas me tomaron una de cada brazo y me guiaron por el camino.

—¿Por qué se quedaron todas? —les pregunté a las gemelas mientras veía a nuestras compañeras caminar más lejos de nosotras.

—Crull. —respondieron ambas.

No hizo falta más explicaciones; sonreí y asentí. Un sentimiento cálido llenó mi pecho, me sentí muy querida en ese momento; quizá no las conocía a todas o no éramos más que conocidas, pero el sentimiento de calidez familiar... simplemente había aparecido de mi para ellas.

—¿Que te dijo? —preguntó una de ellas.

—Al parecer Fer tiene permiso de asistir a las clases conmigo —expliqué. Una de ellas hizo una mueca—. Si, a mi también me preocupa saber que hará ahora que tenga acceso a tanta información y no se mueva solo mediante conversaciones.

Las gemelas asintieron... bueno, si ellas también mostraban cierta preocupación, entonces no estaba exagerando.

—Las pruebas serán mañana, ¿cómo te sientes? —preguntó la otra (se me hace difícil saber si fue Zoé o Eva, perdón que no especifique).

Tragué grueso.

—Preocupada.

*

Pero más me preocupaba la hora del almuerzo, Jim se sentó a mi lado y estaba tiesa como un ladrillo... ¿por qué no podía comportarme normal cuando el estaba cerca? Yo soy consciente de que sé como ser normal... ¿entonces por qué se me olvida?

—... ¿Pero estás segura de quererle dar acceso a la educación a ese animal? —me preguntó Natalia, mientras veía con horror y preocupación al gato negro que estaba recostado cerca del ventanal.

—No le digas así —defendí a mi peludito—. También me preocupa como se pueda comportar, pero si es tan inteligente... estoy segura de que lo hará bien para que no lo saquen de clases.

Amanda volteo para ver al animal, quien parecía estar sereno e irradiar una paz inusual— Yo lo veo normal, parece un gato tranquilo.

—¿Te vas a dejar manipular por el gato infierno, Amanda? —le preguntó Natalia, con bastante sarcasmo.

—No me parece infernal. —lo defendió nuevamente la rubia mientras se encogía de hombros.

—Por que no es infernal, solo tiene carácter y ya... —murmuré lo último mientras lo veía.

—Eres la primera en atacarlo y en defenderlo —comentó Jim con una sonrisa... ahh... esa sonrisa.

No me había percatado que me quede mirándole con una media sonrisa como una total estúpida hasta que Natalia me pateó por debajo de la mesa.

Brinqué en mi sitio y carraspee— Si, es que solo yo puedo molestarlo; no me gusta escuchar que el resto hable mal de él.

Increíble como me sinceré. Miré como el felino rodó y se acostó sobre su espalda; dejando que los rayos del sol que se filtraban por el ventanal calentaran su adorable estómago.

Luego de un rato no hizo falta que terminara el almuerzo para que decidiera irme, no estaba pasando un mal rato ni nada por el estilo; pero si me inquietaba mucho saber cómo se comportaría Fer y deseaba que se acabaran las clases para preguntarle directamente a Minerva, no creo que resista hasta el lunes para preguntarle al profesor Philip.

—¡Spellman! —la voz de James llegó a mis oídos por el pasillo casi vacío.

Me di media vuelta y observé como el mayor de los hermanos Potter venía trotando hacia mi con una sonrisa bastante intensa... ¿será una broma?, ¿me va a lanzar algo? Automáticamente tomé una pose defensiva.

—¡Alto ahí, rufián!, ¿por qué tanta prisa? Manos donde pueda verlas —avisé, logrando que se detuviera a unos pasos, con una distancia prudente.

—No tengo nada, oficial. Estoy desarmado. —avisó levantando sus manos. Un amigo suyo que lo acompañaba sonrió descaradamente y lo miró con diversión.

—No es cierto, si tienes un arma por ahí —desmintió, haciendo que ambos se rieran.

No entendí el chiste, pero si incluía un arma, me preocupa.

—¡No sean groseros! —una chica que se ve los últimos años, los reprendió— No tiene ningún arma que deba preocuparte; aunque la usase no duraría ni dos segundos—la chica sonrió con altanería y James borró su sonrisa, en cambio, su amigo se carcajeó.

«No entiendo», pensé.

Luego de una breve discusión entre ellos donde el amigo de James y la chica terminaron por irse. El mayor de los Potter se acercó a mi, esta vez con un tono menos radiante; pero igualmente denotaba felicidad.

—Olvida lo que pasó —comentó una vez estaba cerca de mi—. Te estaba llamando porque te vi anotada en la lista de pruebas de quidditch... ¡me emocioné!, creo que serías una increíble buscadora.

Pestañee confundía— No, no... estaba pensando en anotarme como cazadora; ya eres el buscador de Gryffindor, eres irremplazable.

James sonrió con suficiencia— Si, soy increíble —alardeó—, pero ¿estás segura? Eventualmente me graduaré y sería bueno dejarle el puesto a alguien con la capacidad.

¿Estaba proponiéndome ser su reemplazo?— ¡¿Yo?!

—Si, tu —respondió con simpatía, «¡lo dije en voz alta!»— ¿Por qué no lo piensas?... aunque ya no tienes mucho tiempo, es mañana, pero considéralo de todas formas.

James se despidió de mi con esas palabras de aliento, ¿debería considerarlo?, ¿no sería usar palanca para entrar al equipo si el mismo capitán me recomendaba? Aunque... en el verano jugamos quidditch, así que debe tener algún fundamento lógico.

El tipo tiene muchos familiares a los cuales cederle su puesto... ¿por qué me lo habrá propuesto a mi?, ¿o quizá nos dijo a varios para poder humillarnos en el campo?, ¿tengo muchas dudas por curiosidad, preocupación, o ansiedad?

Hoy pasaron muchas cosas, de hecho, el tema de Fer se me había olvidado hasta que me puse a escribir... así que para la hora de dormir tengo más preguntas que respuestas... demonios, hasta me olvidé de la perra de Evelynn.

° ~ ° ~ ° ~ °

¿Pueden creer que se me perdió mi ficha con todas las anotaciones que tenía desde el libro 1? Menos mal aún tengo recuerdos, por eso me atrasé en la publicación (también es mi culpa, dejé pasar mucho tiempo 🙈); tuve que releer bastante.

Pues nada, procuraré que sean dos actualizaciones semanales; los tqm, muchísimas gracias por esperar a que me recuperara.