Atlas y yo pasamos todo el baile juntos, solo nos separábamos cuando se me acercaban mis consejeros y ministros. Conocí a un buen número de empresarios y criaturas de todas partes. Atlas también se relacionó, tenía un poder de convocatoria impresionante, me sorprende sus dotes políticos. Mi madre me busca luego cuando el baile ya está a punto de terminar.

-No quiero que estés enojada conmigo -expresa honesta-. Esto es beneficioso para todos, te ayudará mucho.

-Pudiste haberlo mencionado -replico frunciendo el ceño-. Pusiste muy bien a tu gabinete en mi ducado. Debo preguntar ¿si ellos cumplirán con mis órdenes o las tuyas? Porque a este punto ni sé.

-Puse a mi gabinete para mantener todo en orden para cuando tú fueras lo suficiente mayor para que tomaras posesión -ella exclama conteniéndose-. Y ellos seguirán tus órdenes, solo procura hacerlo bien.

-¿Y con hacerlo bien, te refieres a que sean tus deseos y no los míos? -cuestiono molesta, yo sí puedo relucir mis emociones.

-Seraphine, por dios -exclama irritada-. Te recuerdo que tienes todo esto por mí, he sacrificado mucho para que todos ustedes estén bien ¿acaso es mucho pedir que obedezcas y ya? Tus puertos transportarán lo que traiga Atlas, preocúpate más por lo que él traiga que por mí -ella relaja la mirada-. ¿A caso piensas que te pondría en peligro o a tus hermanos?

Niego con la cabeza. Ella se me acerca y toma mi mano.

-Tienes un poder aquí -toca mi sien-. Úsalo con inteligencia y verás que camino seguir.

Ella me besa una mejilla y se va de vuelta al castillo.

-En serio es buena -dice mi guardián saliendo de su escondite.

-La mejor -respondo. Para manipular.

El día siguiente se siente de mucha tensión, no puedo leer la mente de los dioses, pero si siento algo de mucho pánico. La mente de Demian se desconectó de repente, pero en el sentido de que sigue con vida, pero su mente se encuentra bloqueada. Salgo de mi habitación nerviosa y me encuentro a mi tía Luna en el pasillo mirando a la distancia la habitación de la señora Laila con mucha atención.

-¿También lo sientes? -le pregunto por detrás, ella se asusta-. Lo siento.

-No te preocupes -dice con la mano en su pecho-. Algo pasa.

Las dos avanzamos hacia la habitación de la señora Laila, pero nos detenemos en una en específico y las dos escuchamos los pensamientos de mi tía Estrella y mi tío Taurus. Ambos se encuentran desnudos y cansados por haber tenido sexo. De inmediato giro la mirada, lo menos que quiero es tener esa horrible imagen pegada en mi cabeza. Mi tía Luna en cambio, se va a tocar fuerte la puerta de la habitación de mis tíos. Me pongo detrás de ella porque la conozco muy bien.

Mi tío Taurus abre la puerta apresurado y nos ve, de inmediato intenta cerrar la puerta, pero mi tía entra en su mente y lo obliga a retroceder. Las dos entramos y cierro la puerta con seguro. Mi tía se cubre con las sábanas apenada.

-¿Cómo pudiste? -mi tía Luna le pega en el pecho a mi tío. Él sostiene las manos de mi tía-. Más les vale tener una buena explicación.

-Luna por favor, somos adultos -mi tía Estrella sale de la cama cubierta por las sábanas, ella recoge un camisón y se lo pone-. Taurus y yo tenemos años juntos y lo sabes. Esto no es nuevo.

-Y sabes que estimo demasiado a Estrella para faltarle el respeto -agrega mi tío en su defensa-. La amo y ella a mí. Y te recuerdo que tú y Sol hacían sus cosas mucho antes de casarse.

-No te atrevas a usar a Sol en esto -mi tío la suelta y yo me pongo en el medio.

-Tía por favor, vámonos. Dejemos que ellos vivan su amor -le digo nerviosa. Ella se gira molesta.

-Esto no se ha terminado -proclama mi tía dejando la habitación.

-Gracias -dice mi tío poniendo una mano en mi hombro.

-No se preocupen, ya se le pasará -digo disimulando una sonrisa-. Mejor me voy, así pueden hacer sus cosas en paz.

Ellos se encuentran apenados y me voy. No encuentro a mi tía en el pasillo, hay algo en mí que quiere ir con la señora Laila para ver qué ocurre, pero Atlas se interpone en mis pensamientos y en el pasillo.

-Hola -lo saludo, él me devuelve el saludo y se aproxima.

-Quería verte -dice con una leve sonrisa-. Mi barco zarpa hoy en la tarde.

-¿En serio te tienes que ir? -cuestiono abatida.

-Sí, sí me quedo más de lo habitual, mi hermano liderará una cacería por mi cabeza -me toma de la mano-. ¿Te parece si comemos algo?

 Asiento y nos vamos al comedor, el cual se encuentra medio vacío a excepción por mis amigos.

-¿Has visto a Demian? -pregunta Meghan mirándome asustada.

-Está con su madre -respondo honesta, ella se relaja y Atlas me invita a sentarme. Él rueda la silla de la punta de la mesa y me siento, él se sienta a mí lado. Mis amigos observan a Atlas con sumo cuidado.

-Me da gusto que hayas vuelto -comenta Aurora dejando la rebanada de pan con mermelada en el plato-. Seraphine y tú ahora podrán estar juntos ¿cierto?

-Solo por pocos periodos -responde Atlas con una leve sonrisa-. ¿Y qué has hecho estos años?

Ella le empieza a contar su vida y Atlas la escucha con mucha atención. Xavier también se mete en la conversación y así cada uno habla sobre su vida. Algunos familiares llegan y algunos amigos se van para darles su lugar. Llegan mis tíos Taurus y Estrella y me miran apenados, solo me limito a sonreír. No me molesta en lo más mínimo su intimidad, ellos ya llevan años juntos, sería ingenuo de mi parte pensar que ya no lo han hecho. Después de un rato Atlas se va y entra mis tíos Luna y Sol con las gemelas y Marcus. Mi tía Luna mira despiadada a Taurus y él solo se limita a comer sin tener contacto con su prima.

Me quedo el tiempo suficiente como para que entre mis padres con mis hermanos. Lou corre hacia a mí y yo la abrazo.

-¿Cómo estás? -pregunto acomodando sus rizos rojizos.

-Cansada -hace un puchero y se va a desayunar o almorzar, ya solo falta como media hora para que sea medio día.

Dejo la habitación porque mis responsabilidades ya me llaman. Me dirijo hacia mi oficina y ya mis consejeros o los de mi madre, me bombardean con trabajo. Supuse que me dejarían un día de descanso, pero eso sería soñar. Paso toda la tarde en empaparme entorno a mis nuevas obligaciones y a trazar mi agenda del próximo mes. Visitas de estado, visitas de empresarios que trabajan en mis nuevas tierras, también puse que quería recorrer todo mi ducado. Quiero que los pobladores reconozcan a su duquesa.

Atlas se despide de mí de forma seria, ya que tiene a sus hombres detrás de él, que a su vez fungen como espías de su hermano Maegor. Los cuatro hombres, incluido Atlas, dejan mi castillo con la promesa de volver dentro de seis meses para traer su mercancía. Tal vez no me fíe de mi madre en esto, pero también tendré mis reservas con Atlas. Lo menos que quiero es tener un escándalo desafortunado en mi primer año de gestión.

Mis tíos Taurus y Sol ya recogen sus cosas para volver a Solaria con mi primo Marcus, mientras que mi tía Luna prepara todo para irse a su reino con Aurora y Alex. Ellos hablaron con mi tía Luna para usar su sala de música para preparar su proyecto de graduación. Aurora está emocionada de volver a su hogar, ella ha hablado conmigo de volver a su casa de forma permanente; dice que sus compañeros de clase y trabajo son crueles con ella, sus profesores la explotan de tal forma que ha comprometido su amor por el arte. Ella piensa hacer lo que salga de su corazón y si la expulsan, no le molestaría.

Ya entrada la medianoche una buena parte de mis invitados ya han dejado el castillo, excepto los dioses oscuros. Todavía están en la habitación de la diosa Laila, no han abandonado la habitación ni siquiera para comer. Demian tampoco ha dejado la habitación y en serio me preocupa. Meghan ha estado recorriendo todo mi castillo y los jardines abatida y preocupada por Demian. Se pueden llevar de una forma peculiar, pero es evidente el amor que esos dos se tienen.

Al día siguiente los dioses se fueron cada uno a sus respectivos reinos sin decir mucho. Algo se traen y la verdad no me gusta nada.