Miranda: En Compañía Dentro Del Invierno.
Lo único bueno del invierno es que puedo estar con la familia de Gunilda sin estar preocupada por la mina. Nadie sale de sus casas, nadie sale a ningún lado; tu vida correría peligro si tan solo el viento te atrapase. Lo bueno es que Aurora y sus amigos pasarán el invierno aquí con sus padres, ellos tres están en la sala de estar practicando su proyecto musical. Gunilda mientras me ayuda a repartir las manzanas que coseché entre las personas que pasan el invierno con ellos y los trabajadores.
—Por favor cuando terminen, depositan las semillas en ese cesto —señalo el pequeño balde de madera que lo sostiene Edward.
—Espero que esto funcione, sería una excelente noticia para nosotros —dice Gunilda dejando la cesta de madera vacía al lado de Edward.
—Va a funcionar, la plantación de manzanas dio una buena cosecha. Mantenemos el vivero caliente para que las plantas puedan germinar —le explica Edward cortés.
—Esperemos que este invierno sea amigable para todos —Gunilda exclama esperanzada.
Las personas traen las semillas y las depositan en el cesto. Acompaño a Gunilda en sus labores, ella se encarga de asegurarse que las personas estén cómodas y abrigadas en el salón de banquetes. La sigo por toda la semana, Aurora y sus amigos también se nos unen, pero ellos se los lleva Arem para que realicen trabajos de "hombres". Solo me imagino que explotaran a esos jóvenes. Cada uno de los que habitan el castillo de Arem tienen que ayudar, sin excepción. Yo me encargo de calentar a todos con mi fuego, Aurora se encarga de servir el estofado en el comedor, su recién llegado hermano acompaña a su padre con ayuda del novio de Aurora y su amigo a vigilar a todos.
La cara de Xavier es todo un poema, aunque se nota su inexperiencia, no se niega a realizar cualquier tarea que le asignen su suegro o cuñado. Sin embargo, su amigo Alex si pone resistencia, él se va con Aurora a ayudarla a servir el estofado. Gunilda aboga por ambos con su esposo, pero él solo se limita a no enviarlos afuera en el crudo invierno.
Todo es más llevadero cuando estoy aquí, a pesar de morirme de frío. Las temperaturas bajan de tal forma que la única forma de mantenerme caliente es transformándome. Algunos se asombran al verme, otras ya están acostumbrados, pero igual me mantengo en el centro para brindar calor. Solo me limito a estar sentada, las personas se acercan hacía a mí para no congelarse, pero sobre todo acercan a los niños para que estos puedan entrar en calor. Ese es mi trabajo, quedarme sentada mientras que caliento a todos con mi fuego y luz.
Aurora se acerca para darme de comer, me levanto y me voy a una esquina. Ella me cubre con una manta mientras que ingiero el rico estofado. Me como las costillas de venado y me trago todo el caldo de un tirón. En serio que la comida está riquísima.
El segundo mes es más violento. Pareciera que un dios moviera con sus manos el viento y quisiera destrozar todo a su paso. Algunas personas solo duermen o invernan como sus guardianes, mi guardiana también lo hace, lástima que a mí no me transmita ese sueño. Paso mi tiempo con Aurora y sus amigos, ellos siguen trabajando en nueva música a pesar que ya tengan su proyecto terminado.
—Al menos cántanos una canción, solo una —le ruego juntando mis palmas como oración.
Ella mira a Alex en el piano y él asiente resignado. Ella busca su guitarra, Xavier toma un tambor y Alex decide que será volver a casa. Xavier marca el ritmo de la canción y Aurora toca unos acordes acompañada de la dulce melodía del piano.
Antes de volver quiero repasar todo.
Antes de llegar quiero pensar que decir.
Antes de llegar quiero sentir que estoy viva.
El viento recorre mi rostro recordando cuando era pequeña.
La nieve adorna mi cabello y desaparece como mis miedos.
El frío me arropa en las noches y no me siento sola.
Así se siente volver a casa.
Así se siente el peso irse con el viento.
Cuento y respiro profundo.
Cuento y vuelvo a empezar en la tierra que conozco.
He recorrido múltiples caminos y cada lugar que llego me pierdo más.
En mi hogar reconozco hasta la roca más pequeña.
En mi hogar no me da miedo verme en el espejo porque amo el reflejo que proyecta.
Puedo reconocerme.
Puedo amarme y aceptar como soy sin cambiar nada de mí.
Así se siente volver a casa.
Así se siente el peso irse con el viento.
Cuento y respiro profundo.
Cuento y vuelvo a empezar en la tierra que conozco.
Reconozco que he cambiado con el tiempo, pero en casa no me siento mal con el cambio.
Reconozco que he crecido, pero igual siento como si fuera una niña.
Reconozco que he cambiado con el tiempo, pero en casa no me siento mal con el cambio.
Reconozco que he crecido, pero igual siento como si fuera una niña.
Aurora termina de cantar con su voz fina y armónica. Tiene una voz angelical, que te hace sentir como si estuvieras en un camino al cielo junto con los dioses.
—Es una canción tan linda —digo emocionada—. Me encanta mucho.
—Gracias madrina —ella se sonroja—. Es tan sencillo componer aquí, es una paz que no siento en otro lugar.
—Me imagino —digo levantándome—. ¿Me podrías ayudar con la manta?
Ella asiente y se levanta, toma la manta que está en un sillón. Me acompaña hasta a mi habitación donde me transformo a mi presencia normal.
—¿Has pensado en quedarte aquí? —le pregunto cubriéndome con la manta, el frío vuelve a invadirme y me apresuro en poner los kilos de tela de ropa.
—Sí, y pienso quedarme —ella me ayuda a colocarme el camisón, luego la saya gruesa de piel y, por último, el vestido de terciopelo verde olivo. Me pongo mi amuleto que me dieron para absorber el frío y un abrigo de piel negra porque nunca está de más abrigarse—. Presento el proyecto con Alex y me regreso a crear música, me presenté varias veces el año pasado en la capital y les gustó a las personas. También me salió trabajo en bodas y uno que otro banquete.
—Lo que te preocupaba era que aquí no hay una escena artística, pero la estás creando. Las personas valoran tu arte y el de otros —digo peinándome el cabello que aún lo tengo caliente.
—Sí, incluso Xavier estuvo tanto trabajo que se quedó sin materiales —ella comenta feliz—. Él estaba tan feliz porque en el reino del Norte solo era un aprendiz que solo le salía uno que otro cuadro. Pero aquí es alguien importante y eso es bueno porque se podría quedar.
—¿Y eso quiere Xavier? —le pregunto saliendo de mi habitación.
—Se lo está planteando —dice disminuyendo su sonrisa. Regresamos a la sala de estar/musical y Alex está tocando el piano y cantando una canción de amor. Tomas está sentado en el mueble y a su lado se encuentra su novia de años, la misma chica que estaba revoloteando en la boda de la reina Luna.
La vida es maravillosa cuando estás a mi lado.
No hay nadie al que quisiera ver que no seas tú.
Alex termina de tocar el piano y los presentes aplaudimos.
—Es hermosa esa canción, me encanta —dice Thalia, la novia de Tomas.
—Muchas gracias, Aurora y yo estamos disponible para bodas y eventos —comenta Alex frotándose las manos por el frío—. Cualquier apartado, pagar por adelantado.
—Cuando nos casemos, los llamaremos —expresa Tomas atrayendo a Thalia a su pecho.
—Más les vale —comenta Aurora yéndose a los brazos de Xavier. Tomas automáticamente le cambia su rostro y gruñe enojado.
—Manos fuera —protesta su hermano protector, Aurora se voltea sin soltarse de Xavier, él se pone incómodo. Aurora no se aparta de su chico, Thalia tranquiliza a Tomas. Xavier es un chico educado, respeta y estima mucha a Aurora. Aurora adora a su novio y no se imagina amando a nadie más que no sea él. Los guardianes de Thalia y Tomas, ambos lobos están acurrucados, demostrando que sus protegidos traspasaron su amor.
El tercer mes del invierno es más llevadero, ya las tormentas no son tan violentas. El frío sigue igual, pero ya no está el miedo de salir volando por los cielos. Ya nos acercamos a la primavera y con eso Aurora, Alex y Xavier parten de nuevo al reino del norte para su proyecto que será a inicios del verano. Su familia y yo estamos organizando las agendas para poder ir a verla. No hemos podido verla en sus otras obras por falta de tiempo y organización, pero esta vez será la excepción.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro