Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Luna: Nuestro Niño Interior.

Paso el resto del día con mis hijos, mañana es el cumpleaños de mi hijo. Mañana mis niñas se van y mi hijo se queda con su padre. Y yo vuelvo a mi reino sola. Marcus no se quiere venir conmigo, aunque se lo haya pedido. Dice que tiene su vida echa aquí, tiene a sus amigos, sus estudios y responsabilidades como hijo de su padre.

Sol se va después de un rato a volver a trabajar. Mis hijos a descansar. Me voy a mi habitación y Stephan pide reunirse conmigo. Los dos entramos en la habitación. Me voy a sentar en el mullido sofá mientras que él se queda de pie.

—¿Qué conseguiste? —cuestiono recostando la cabeza y mirando al techo.

—Henry Káiser es el responsable del asalto al banco —dice sacando un sobre y me lo entrega. Leo la información, el contenido me alerta—. La razón por la que sus hijas se enfermaron hoy fue porque en el edificio que fuimos a inspeccionar, había animales sacrificados y plantas envenenadas.

—¡¿Fue un ataque hacia mis hijas?! —exclamo levantándome del sillón. Él asiente, me acerco a él y veo su mente. Todo lo que hizo este último mes de misión. Veo toda la información, incluso corroboro por las mentes de las personas con las que habló. Todo es verdad.

Lo dejo ir y él se tambalea, lo ayudo a sentarse hasta que recobre el sentido.

—Mis hijas se irán mañana con su bisabuelo. Me parte el alma que se vayan por acciones en contra de ellas —exclamo enojada—. Mañana, después del cumpleaños de mi hijo, nos vamos rápido a mi reino.

Él levanta el pulgar dando su aprobación. Espero una media hora hasta que él se recomponga y pueda irse a descansar. Lo necesito fuerte y listo. Porque si ese desgraciado quiere guerra, guerra tendrá el muy bastardo.

Al día siguiente, los sirvientes preparan el jardín para el cumpleaños de mi hijo. Sol no quiere nada estrafalario por el tema del banco y de mis hijas. Sus guardias le comentaron lo sucedido con el departamento. Stephan me dijo que manejaron muy mal por su falta de discreción. Ahora ese desgraciado sabe cómo herirme utilizando a mis hijas. Me quiere muerta, pero no lo va a conseguir, he sobrevivido a muchas cosas horribles, y aún sigo de pie.

Marcus se prepara para su banquete. Mis niñas están mejor de salud, pero igual están bajo supervisión. Yo estoy lista con ellas en su habitación. Ellas juegan con sus muñecas mientras que las observo. La puerta se abre y entran mi hermano con mis sobrinas. Louisa corre hacia mis hijas y las tres empiezan a gritar emocionadas.

—Bajen la voz, no están en un gallinero —Tristan las reprende tranquilo. Seraphine viene hacia a mí y me abraza. Ella se sienta a mi lado.

—Defiéndeme de mi madre —exclama Seraphine mirándome suplicante.

—No exageres —exclama Tristan torciendo los ojos.

—No fue a ti la que insultó —replica Seraphine molesta.

—¿Qué sucede? —le pregunto a mi sobrina adorada.

—Mi madre se opone a mi relación con Atlas —exclama Seraphine haciendo un puchero.

—Lina encontró a Seraphine haciendo cosas indebidas con Atlas —dice Tristan sentándose en el mueble.

—Ya soy una mujer, puedo hacer lo que quiera con mi cuerpo —replica Seraphine enojada—. Ella quiso que Atlas y yo nos lleváramos bien con el tema de mis puertos. Y eso hicimos.

—¿Y qué opinas al respecto? —le pregunto a mi hermano.

—Atlas es un buen hombre, lo crié una buena parte de su vida. Él y yo hemos hablado al respecto y tiene toda la intención de llevar todo con la seriedad que se merece Seraphine —comenta recostándose en el mueble.

—¿Es tan difícil que mi madre lo comprenda? —cuestiona Seraphine alterada.

—Tu madre quiere tu bienestar y le preocupa que Atlas no te la brinda —dice Tristan con la cabeza recostada en el espaldar—. Dale tiempo, verás que se llevarán bien.

—¿Ya te llevas bien con nuestros tíos? —le pregunto intrigada.

—Me aceptan como el esposo de su hija, ya que seamos mejores amigos es otra historia —comenta Tristan bostezando.

—Ah, por cierto. Lo llevé a la obra de Aurora, también a Atlas —comenta Seraphine tomando mi mano.

—¿Todavía sigue presentándose? —cuestiono asombrada.

—Sí, y ahora es que le falta. Es de las obras más vendidas ¿Quién diría que los seres oscuros tenían tanta depresión? —Seraphine comenta tranquila.

—¿Y qué te pareció? —le pregunto a mi hermano.

—Ya no estoy en ese lugar —dice mirando a las niñas que juegan en el suelo—. Se siente bien saber que ya no estoy en ese hueco de mierda —él me mira fijo—. Me identifiqué con todas, incluso con la de abusos de sustancias. Las probé cuando estaba en la frontera, pero las abandoné no me acuerdo por qué. Ese sentimiento de fracaso y de no seguir es horrible, aunque no lo sientas de esa forma. Solo quieres que todo acabe, que todo se vaya a la mierda para que puedas ser feliz. No necesitas que todo se vaya, solo es aprender a convivir con tu mierda y ya.

—Vivir para ti mismo —comento tomándole de la mano, él la acaricia—. Sé que no he sido buena hermana, pero quiero que sepas que lo estoy intentando. Que puedes contar conmigo para lo que necesites.

—Lo sé —dice con una leve sonrisa. Le doy un abrazo y él lo acepta—. Tal vez no he superado muchas cosas, pero solo quería decirte que te perdono —me susurra en el oído. Abro los ojos expresiva y lo suelto para mirarlo—. No te emociones.

Pero si me emociono y me abalanzo encima de él. Tristan se pone alerta y me abraza. Caemos acostados en el mueble.

—¡Papi! —exclama mi sobrina acercándose a nosotros. Los dos nos volvemos a sentar—. ¿Por qué la tía Luna te está abrazando? Tú eres solo mío.

La niña se sienta en las piernas de su padre y me mira amenazante.

—Disculpa querida, pero yo llegué primero a esta familia —replica Seraphine cruzada de brazos.

—Pero ya no vives en la casa de mi papi, por eso es solo para mí. Solo las princesas viven con sus padres —ella dice altanera.

—Nosotras somos princesas —dicen mis hijas acercándose a nosotros.

—Bueno, ahora viviremos con nuestros bisabuelos ¿seguiremos siendo princesas? —pregunta Flora confundida.

—Siempre serán mis princesas —estiro mis manos hacia a ellas y me abrazan.

Todos nos levantamos para ir a celebrar el cumpleaños de mi hijo. Seraphine le toma del brazo a su padre y Louisa le toma de la mano. Ambas discuten quien es la princesa de su padre. Mis niñas y yo vamos tomadas de la mano. Ellas hablan de hacer una carrera hasta el jardín y Louisa se les une, las niñas salen corriendo y Fauna lleva la delantera.

—Cuando crezca juagaré hasta tarde con mi guardián y comeré todos los dulces —canta Tristan una parte de las canciones de Aurora.

—Cuando crezca podré defenderme de las criaturas que me aterran —le sigue Seraphine.

—Y podré superar todos los miedos que me visitan al momento de dormir —sigo con la letra de la canción. Los tres nos miramos e imitamos a las niñas. Salimos corriendo para saber quién es el más rápido. Seraphine toma la ventaja, le sigue su padre y de última yo. Corro mientras que me sostengo el collar que golpea mi pecho.

 Los guardias nos miran raros cuando pasamos por las puertas. Bajamos las escaleras y eso me da la ventaja con Tristan y Seraphine se resbala con la alfombra. Tomo la delantera, Tristan está detrás de mí y de última Seraphine gritándole a Tristan por no ayudarla a levantarse. Pasamos por el balcón del gran salón de baile, bajamos las escaleras. Por poco llego, pero Tristan me empuja y me gana, me tambaleo, pero evito caerme porque me sostengo de unos arbustos. Seraphine pasa a mi lado y se le abalanza a su padre.

—¡Bájate! —exclama Tristan intentando quitarse a su hija mayor. Les paso al lado y le doy un abrazo a los tres.

Seraphine se baja y nos damos un abrazo.

—Pero ¿qué carajos les pasa? —nos interroga Taurus cargando a una de sus cuatro hijas—. Los guardias salieron corriendo porque pensaron que algo había pasado.

—Solo sacamos nuestro niño interior —digo conteniendo las ganas de reírme.

—Solo estamos cumpliendo con las promesas que nos hicimos de niños, tío —Seraphine comenta jocosa.

—Tristan me empujó —acuso a Tristan.

—Primera vez que me acusa y resulta ser cierto —Tristan se echa reír y Taurus tuerce los ojos. Los cinco nos acercamos a la carpa donde están mis hijas jugando con su prima. Sol conversa con Lina.

—¿Se puede saber por qué Luna casi se cae? —cuestiona Sol confundido, me acero a él y me acomoda el pelo.

—Tristan la empujó como a mí en las escaleras —explica Seraphine.

—¿Te empujó? —la miro atónita. Tristan todavía se ríe

—Pues claro, lo peor es que me ve en el suelo y es incapaz de ayudarme a levantarme —Seraphine exclama ofendida.

—No se suponía que todo es válido —dice acercándose a su esposa y esta lo mira acusadora.

—La próxima te lanzaré bolas de nieves y pondré el piso resbaloso para que te golpees —lo amenazo.

—Si hablamos de poderes, entonces pido el control mental —Seraphine dice tomando una copa de vino, ella se la bebe toda de un tirón.

—Y entonces me quedo con materia oscura. Bien —Tristan le pasa un brazo por el hombro a Lina—. Hay que planificar cuando va a ser la siguiente carrera. Aunque si te soy sincero, si me gustó empujarte —dice mirándome divertido.

—Créeme que lo sentí —digo apoyando mi cabeza en el hombro de Sol.

Mis padres llegan cargando a sus respectivas nietas. Mi hermana también carga a otra niña. Las bebés están grandísimas desde que las vi la última vez. Ya sus cabellos están largos y ondulados como la cabellera de su padre. Edwina y Daphne tienen los ojos azules de Estrella, Renata tiene los ojos almendrados de su padre y Emilia tiene los ojos de los dos. Tiene el ojo derecho azul y el izquierdo lo tiene almendrado.

—La señora Tabitha dice que es normal sus ojos —comenta Estrella sosteniendo a su hija—. Me había asustado.

Taurus está a su lado cargando a Daphne. Las niñeras construyeron una especie de murallas en el suelo, pero encima de una alfombra, para que las niñas puedan estar libres gateando en el suelo. Estrella dice que ya están empezando a pararse.

—Una ya me dice mamá —dice en el suelo con sus niñas. Mis hijas están también en el suelo jugando con sus primitas. Louisa está con sus abuelos, ella vio la oportunidad de tener a sus abuelos para ella y no la desaprovechó.

Mis tíos llegan acompañados de mis abuelos paternos. Las señoras Venus y Eva se emocionan con las hijas de Taurus y se quedan afuera de la muralla de almohadas y cojines, ellas llaman a las bebés, pero no les hacen caso. La señora Venus se va a buscar algo de comida a la mesa de banquetes y ahora si logra llamar la atención de todas.

Me acerco a mi padre y le tomo de la mano, le tomo el dedo del medio de la mano izquierda. Él entiende mi señal y me toma el dedo índice, indicándome que luego hablamos. Pasamos el cumpleaños de mi hijo tranquilos, Taurus comenta nuestra competencia y mis padres nos miran extrañados.

—Quiero la revancha, Tristan ganó con trampa —les digo enérgica. Mi padre reprende a Tristan por haberme empujado, pero él sigue sintiéndose victorioso por su hazaña.

—¿Si la tía Estrella compitiera con nosotros, ella ganaría? —cuestiona Seraphine sentada al lado de su padre.

—Sí —grita Estrella desde la jaula.

—¿Y si todos los dioses hicieran una competencia de velocidad, quien ganaría? —Seraphine pregunta mirando a mis padres.

—Una vez le gané a Marte en combate —comenta mi padre jocoso.

—Te dejé ganar —mi tío lo mira mal.

—Eso lo dice alguien que pierde —mi padre comenta presumido.

El día termina y mis hijas se van con sus bisabuelos. Lina me da palabras de aliento, ella también pasó por algo parecido. Sol y yo estamos devastados por la partida de las niñas, pero sabemos por muy doloroso que sea. Ellas estarán a salvo con el dios del tiempo y el destino, y con la diosa del a mor y la belleza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro