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Epílogo (Laila: El Juego De Los Dioses)

Camino por los pasillos del castillo sombrío, mis pasos me conducen a Kenan. Él se encuentra en la torre de la biblioteca, en el último piso observando los libros que contienen los estantes.

—Aún recuerdo cuando no existía nada de lo que se describe en estos libros —dice dejando un libro de cuero marrón.

—Creaste todo lo que habita en este universo —digo quedándome en la entrada de la escalera custodiando que nadie nos escuche—. Al igual que nuestros destinos.

—Un costo para preservar la paz —él se sienta relajado en el mullido sillón—. Tú mejor que nadie, sabes todos los sacrificios que hicimos para llegar a donde estamos.

—Solo quiero saber, si este será el único universo que existirá. No pienso pasar por lo que tú y Eva pasaron —me cruzo de brazos, él me observa fijo y suspira.

—Una regla que implementé en mi creación es que todo tiene un inicio y un final. Sin embargo, también implementé la división de poderes o naturalezas, de la vida y la muerte y que nuestra familia es y siempre será la que rija dichas piezas en este juego —él se levanta y se acerca hacia a mí—. Este universo prevalecerá y vivirá todo lo que tenga que vivir, siempre y cuando, sepamos manipular a nuestros jugadores. Por poco nuestro juego se terminaría, pero gracias a ti y a Seth, eso no sucedió.

—Debo mantener un mejor control en este reino, ya Tristan es rey. Eso disminuye mi trabajo —comento y él solo asiente—. Quisiera que me contaras tus planes, que me dieras una pista en mis pasos y no jugar a ciegas.

—Te puse como regente del reino oscuro por tus habilidades e inteligencia, solo aférrate y sé la mujer fuerte que siempre has sido —él se dispone a irse, pero lo detengo. Kenan alza la mirada y me examina.

—No pienses que todo va a ser más fácil, Robert dejó un cagadero en este reino y Tristan necesita toda la ayuda que pueda. Sé sutil, pero firme —él me toma del brazo y bajamos los dos—. Aún nos queda mucho que jugar Laila, ahora más que nunca debemos mover nuestras fichas a nuestra manera, si queremos salir victoriosos de esto.

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