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Demian: El Teatro Del Llanto.

Dejé a Seraphine descansar, me llevo el diario de mi madre a mi habitación. Ella se fue por un día con mi padre a la reunión de guerra. Las sombras están reacias a prestar sus soldados para la batalla que librará mi familia. Mi madre está reacia a enviarme a Ghosttown, pero mi padre la ha persuadido de que era lo mejor para mí. Tonterías ¿qué va a saber él lo que es mejor para mí si nunca ha estado en mi vida? Solo he visto a mi padre pocos momentos de mi infancia y casi nulidad en mi adolescencia. No me quiero ir, quiero estar con mi madre, ella no puede estar sola. Yo soy lo único que tiene cercano y mi padre lo quiere alejar.

Estoy en mi habitación esperando un milagro, un milagro el que me haga quedarme aquí. Le he servido más a mi madre aquí y ella lo sabe. Me niego en abandonarla, ella es mi todo y no pienso irme sin pelear.

Observo la ventana de mi habitación y me acerco a ver la vista de la capital del reino de mi madre. He vito pinturas y he escuchado las historias de mi madre cuando solo había este castillo y unas pocas casas a lo lejos. Esa época de infancia de mi madre donde solo había una llanura increíble. Mi madre no recuerda de buena forma sus primeros años en este reino gracias al maltrato de mi padre. Es cruel que mi madre haya terminado con él, ella merecía a alguien que siempre esté para ella y su familia. Si mi padre estuviese más tiempo con mi madre, no me molestaría irme porque sé que ella no estaría paseándose por este inmenso lugar preguntándose ¿qué hacer o con quién cenará?

 Me alejo de la ventana y me acerco a ver el reloj. Faltan tres horas para la presentación de Aurora y Alex. Toda esta semana ha estado abarrotado el teatro mayor por las presentaciones de los demás estudiantes de música y danza. Como representante de mi madre, he tenido que ir a todas, algunas estuvieron decentes y otras repetitivas. Pero una presentación estuvo interesante y no por la puesta en escena, sino por el descargue de los jueces. No hicieron un mal trabajo, pero en vez de crear algo por ellos mismos, recrearon la misma obra de uno de los jueces.

Sé que Aurora y Alex harán algo distinto. Llevan hablando de lo mismo por unos cinco años. Alex se graduará con veinticuatro años y Aurora con veinticinco. Ella se había cambiado de carrera a los tres años de haber empezado en la compañía de baile. Xavier siempre la veía bailar, aunque sea si ella solo estaba puesta como un árbol toda la obra. Hubo un cambio en su humor desde entonces, empezó a tener más energía y entusiasmo. Y Xavier como buen amigo la acompañaba, hasta hace unos cuatro años que se hicieron novios. Ella empezó a estar con nosotros y fue bueno para el grupo.

Me voy a bañar y vestirme apropiadamente para el teatro. Espero que mi madre llegue temprano para que me acompañe, tal vez les guste lo que verá. Un mozo prepara mi baño y otro saca la ropa que usaré, los despido fuera de la habitación para tener privacidad.

—¿Puedo ir contigo? —cuestiona Lydia, zorra guardiana desde la cama. Me acerco a ella y la cargo, ella me hace cosquilla en el cuello y la dejo en el suelo. Me desvisto y me introduzco en la tina. Lydia se mete en la tina y se acerca hacía a mí—. Dame amor.

Le rasco la cabeza por un rato hasta que se aburre y se va, ella es muy independiente y se seca con una toalla. Los guardianes pueden convertir su cuerpo como el de sus protegidos, pero son contados los que pueden hacer eso. Tallo mi cuerpo y me lavo. No me gusta bañarme tanto. Me voy a vestir con las prendas escogidas, una camisa blanca, jubón violeta, casaca del mismo color, pantalón negro y botas negras. Las joyas son una cadena de plata y tres anillos, anillo familiar, otro por moda y el de compromiso.

Amo a Meghan, la adoro. Es la mujer más inteligente y fuerte que me ha cautivado. Mi madre la quiere y la aprueba, y eso es lo importante. Salgo de mi habitación a ver si Seraphine sigue mejor, entro en su cuarto y ella se encuentra dormida en una posición anormal. Toda estirada y con la boca abierta. Quisiera agarrar un vaso de agua para echárselo encima, pero soy un hombre educado y me salgo de la habitación de la princesa.

Recorro los pasillos del castillo de mi madre hasta llegar a su oficina, me la encuentro sentada escribiendo un par de cartas.

—¡Ven! Siéntate, te tengo buenas noticias —ella hace señas para que me acerque. Me siento en la silla al frente de su escritorio—. El rey Robert nos entregó cuarenta mil soldados más el armamento. Tu padre está resolviendo el tema de la movilización con Estrella, ella ahora tiene que estar al tanto de toda la fuerza militar de mi reino. Es raro, pero me quita un peso increíble de encima —ella se levanta y le entrega varias cartas a algunas sombras para que las entregue a no sé quién.

—Me parece bien, el ejército de las sombras es el más mortífero —comento relajado—. Aunque ¿el rey te entregó, así como si nada su ejército?

—Me lo cambio por tu ducado —dice mirándome nerviosa—. Sé que no querías ir y tu padre aceptó entregarlo por el ejército.

Me quedo asombrado y consternado al mismo tiempo.

—Es cierto que no quería ir, pero ¿y ahora que tengo? —cuestiono alterado.

—Bueno, eh... a mí —exclama abriendo sus brazos—. Hijo, sé que no es correcto dejarte sin herencia. Pero estamos en tiempos convulsos. En cuanto vuelva a tener la oportunidad, te doy un ducado. Solo te pido tiempo.

—¿Y mientras tanto que voy a hacer? —pregunto asustado—. Me voy a casar y no tengo nada que ofrecerle a mi esposa.

—Un futuro donde vivan juntos y a salvo es mucho más que otros tendrán —responde seria—. Por los momentos seguirás siendo mi mano derecha. Ese es tu trabajo, ser leal y cumplir con mis órdenes. Cuando te cases con Meghan se mudarán aquí conmigo. Tengo un inmenso castillo que fácilmente podamos vivir los tres, y pues claro mis futuros nietos.

—Bien, acepto —me resigno—. ¿Irás conmigo hoy al teatro?

—Estoy cansada y tengo mucho trabajo hijo —dice sentándose abatida en su silla.

—La novia de Xavier se presenta hoy y Seraphine está aquí —ella alza una ceja—. Tuvo el mismo sueño que yo.

Le cuento lo que me dijo y ella maldice.

—No voy a convertir a cualquiera que tenga un sueño profético —ella exclama enojada—. Este tema de la guerra ya me tiene harta. Solo quiero que ya llegue y poder seguir con mi vida.

—Te entiendo, solo te informo —le aclaro, me levanto y me acerco hacia a ella dándole un abrazo—. Todo va a estar bien, saldremos de esto juntos.

—Así será hijo —ella dice esperanzada—. ¿La presentación de la novia de Xavier es hoy? —asiento—. Bueno, está bien. Si es por Xavier...

—¡¿Es en serio?! —exclamo soltándola—. ¿Vas solo por Xavier?

—Ay hijo, no seas celoso. Tú sabes que eres mi hijo hermoso —ella se levanta y acomoda todo en los cajones—. Me voy a arreglar y nos vamos ¿sí?

—Nunca pensé en decir esto, pero te recuerdo que estás casada con mi padre —le recrimino molesto.

—Ay Demian, eso lo sé. Y créeme, no me interesa Xavier de esa forma. Le tengo cariño y ya —ella me toma de la mano y salimos de su oficina. La acompaño a su habitación y la ayudo a desvestirse. Ella se queda en su camisón y se va a bañar, le escojo un vestido azul cobalto con bordado plateado. Desde que tengo memoria, yo le ayudo a vestirse, a escoger las joyas y los zapatos. He aprendido a hacerle peinados, no tan elaborados, pero si me gusta trenzarle el cabello.

He querido que use más colores que el negro tan característico de ella. Colores sobrios y oscuros, pero colores al fin. He hablado con la modista que le confecciona sus vestidos, le he dado la orden que le confeccione vestidos de diferentes estampados y colores. Otros tipos de cortes, que le favorezca la figura que tiene. Por lo general, ella no usa tantas joyas, pero ahora sí. Tiene que resaltar. Ella es hermosa y quiero que todos estén conscientes de eso.

Ella sale del cuarto de baño y dejo que sus damas la vistan. Me quedo sentado en el mueble a esperar a que mi madre la terminen de arreglar.

—¿Y exactamente que harán el hermano de Meghan y la novia de Xavier? —cuestiona mi madre detrás de mí.

—Sé que van a cantar, pero el contenido lo desconozco —respondo honesto—. Lo que sí sé es que Aurora se regresa con su familia a El Páramo. Y lo más probable se lleve a Xavier.

—¿Y por qué se llevaría a Xavier? —cuestiona mi madre lamentándose.

—Ya basta de hablar de él —me levanto y la miro. Las damas le peinan el cabello en un moño alto y dos mechones sueltos cayendo por su rosto. El vestido le queda exquisito y las joyas les queda perfectas—. Te ves hermosa, así me gusta.

—¿Tienes idea de cuantos años llevo usando el negro? —cuestiona acercándose hacia a mí y salimos tomados del brazo.

—Lo suficientes como para aburrirlos —comento sarcástico y ella me mira mal—. Eres una reina y las reinas hoy en día usan telas exóticas y joyas exuberantes.

—Usan esos ornamentos porque necesitan decirles de forma desesperadas a sus súbditos que ellas son reinas o reyes. Porque también aplica para los hombres. Un verdadero líder demuestra su poder con acciones, no con palabras o joyas —declara tajante—. Un consejo que me ha servido. Si quieres que las personas te respeten o teman, nunca le digas a nadie que eres mi hijo o el de tu padre, porque esa es la mejor forma de matar el poco respeto que te tiene la gente.

—Lo tendré en cuenta —los dos caminamos y nos encontramos a Seraphine y a su tía Luna arregladas. Ellas hacen una reverencia cuando llegamos a ellas

—¿Nos acompañarán al teatro? —pregunta mi madre educada.

—Por supuesto su majestad —responde la hija de mi primo Cosmo. Los cuatros recorremos el amplio castillo de mi madre para salir y abordar el carruaje.

Todos vamos en silencio, la señora Luna mira por la ventanilla, su mirada se ve apagada. Seraphine aún sigue adolorida, pero se mantiene en sus propios pensamientos. Mi madre mira por la ventana seria, ella observa a las personas. Algunas se detienen para rendirle tributo a su señora. Mi madre tiene un día donde sale y visita a cada individuo encubierta. Ella intenta ayudar hasta donde sus posibilidades le permitan.

El Teatro Mayor es el teatro más grande de la capital, tiene el estilo de construcción barroca del reino de la luz. Su intrincada construcción, con meticulosa decoración y lujo, hacen que el teatro sea una de las obras arquitectónicas más importantes en los últimos siglos. Tiene un aproximado de quinientos años construido, el lugar fue un regalo de mi tía Liora a mi madre. Mi madre estuvo neutral en la construcción, le hubiera gustado otra cosa, pero no le iba a negar a su hermana el regalo. Con los años fueron creciendo las academias de artes del reino y ahora vamos a ver la despedida de Aurora.

Un detalle curioso del teatro es que es el único edificio completamente iluminado. Todo está a oscuras como es usual, pero el teatro funge como linterna gigante dentro de la oscuridad. Es fácil llegar porque todos los caminos llevan a ese lugar, no importa que hagas, todo te llevará a esa linterna gigante. El carruaje se detiene y el bullicio de las personas no se hace esperar. Por educación me bajo primero, ayudo a bajar a Seraphine, luego a la señora Luna y por último a mi madre. Un grupo de guardias nos escoltan, incluidos los guardias de mis primas; los más llamativos son los guardias de mi prima Luna. Sus cabellos blanquecinos, su piel pálida y sus lanzas de hielo sólido. Ese material es indestructible, el padre de Meghan envidia ese material y desea poseerlo, pero es imposible.

Subimos la escalinata y entramos por unas espectaculares puertas de cristal. El teatro está a reventar, pero eso no impide que pasemos como si nada. Las personas se hacen a un lado en cuanto nos ven. Recorremos pasillos iluminados por estatuas de oro, el teatro derrocha lujo y glamour, llegamos a unas escaleras que se dividen en dos direcciones. Nos vamos por la derecha y seguimos a los demás a nuestros respectivos lugares. Me encanta este lugar, me la paso casi toda la semana a ver las obras que se presentan, ya sea danza, opera, teatro o las tres al mismo tiempo. Es una forma de distracción de mis agobiantes labores monárquicas.

Depende del color de la alfombra, va cada persona, en nuestro caso es la alfombra roja que nos indica el palco de los dioses. A lo alto de todo y de todos, pero sin que no se pueda distinguir a los actores. Llegamos al palco, el cual está vacío. Mi madre toma asiento en su butaca de terciopelo rojo, a su lado está la silla de mi padre, la cual siempre está vacía. Me siento al lado izquierdo de mi madre. Mis primas se sientan al lado derecho, dejando el asiento de mi padre como separación. El lugar está se está llenando y el ruido es casi insoportable. Busco con la mirada a Meghan y a su familia, no están muy lejos, están acompañados por la familia de Aurora. Quisiera que Meghan estuviera a mi lado, pero aún no estamos casados.

Unos mozos nos entregan copas de vino y dulces para degustar hasta que todos se sienten, y así poder empezar a ver la obra de mis amigos. Pasa como unos treinta minutos y por fin todos ya están en sus asientos. La luz de la lámpara en la cúpula del teatro se apaga y el telón se abre. Ya están los músicos en el escenario, Alex está sentado en un piano de cola negra. Los músicos son de El páramo por si no me equivoco, pero la ausencia de Aurora me llama la atención. Los músicos están organizados y presentados con trajes blancos, excepto Alex. Él está vestido de negro de pies a cabeza. Ya cuando el auditorio está en completo silencio, Alex empieza a tocar el piano con sutiles melodías. El fondo del escenario se ilumina con tonalidades de grises y blancos, y Alex empieza a cantar.

Señor, estoy perdido.

Señor, estoy caminando un camino incierto.

Señor, sabes que lo he intentado, pero he fracasado.

Solo espero que vengas y termines con todo mi sufrimiento.

He peleado conmigo mismo y he perdido.

Señor, estoy seguro que ya no tengo fuerzas para continuar.

Han acabado con mi espíritu y no quiero seguir.

Estoy cansado de llorar y preguntarme que hago mal

Ya no quiero escuchar lo que tengan que decirme, porque sé que todo será mi culpa.

Solo termina con todo (empieza a cantar Aurora en conjunto con Alex)

Solo termina con todo (empieza a cantar Aurora en conjunto con Alex)

Ya he perdido el camino, ya no sé por dónde seguir y no me importa encontrarlo. (empieza a cantar Aurora en conjunto con Alex)

Señor, estoy perdido.

Señor, estoy caminando un camino incierto.

Se escucha el sonido de unos tambores y un coro de voces agudas, el fondo del escenario se llena de sombras de personas haciéndose más grande como espíritus. Aurora está en el medio del escenario bailando de una forma extraña y haciendo gestos según el ambiente deprimente de la canción. Ella usa un conjunto de dos piezas de un pantalón negro, pero un abrigo de piel blanco. La canción termina como empezó, pero con la voz de Aurora.

La siguiente pieza empieza con unos tambores e instrumentos de cuerdas. La voz melancólica y melodiosa de Aurora inunda la sala. El coro denota la intención de los dos. Hablar de los miedos de cada uno en una especie de viaje hacia el subconsciente de ambos. Es triste las dos primeras letras, porque denotan el cansancio mental de ambos.

Empiezo este viaje sola.

Empiezo a cuestionarme hasta lo más insignificante.

El viaje desde el interior es difícil.

¿Quién quiere admitir que siente miedo?

¿Quién quiere decir "yo no puedo"?

Todos mis miedos aparecen cuando cierro los ojos.

Me observan y me juzgan sin piedad.

Me hacen sentir que no valgo ni un suspiro.

El camino es tan aterrador que quiero volver.

Pero hay una voz gritándome "no puedes ni con tus propios pensamientos".

Es un impulso que me hace adentrarme en el hueco de mi ser.

Quiero volver, pero he perdido el camino.

Todos mis miedos aparecen cuando cierro los ojos.

Me observan y me juzgan sin piedad.

Me hacen sentir que no valgo ni un suspiro.

Admito que tengo miedo.

Admito que hay cosas que se escapan de mis manos.

Solo veo a mis miedos reunidos a acabarme y no sé si rendirme o enfrentarlos.

Admito que tengo miedo.

Admito que hay cosas que se escapan de mis manos.

Solo veo a mis miedos reunidos a acabarme y no sé si rendirme o enfrentarlos.

Con dos canciones y ya lograron quebrarme y eso que son dieciocho canciones. Aurora narra con la tercera y la cuarta canción sus miedos al crecimiento y su añoranza de la niñez, volver a ese momento donde cenaba con su familia y pasaba fines de semanas con sus verdaderos amigos. Pero también hace una crítica social a la búsqueda intensa del dinero y poder. La cuarta canción es un viaje a sus adicciones con sustancias ilícitas, una vez las llegué a probar y las odié por completo. Pero la canción en sí se siente tan triste, aunque tenga un ritmo animado. La quinta narra un sueño donde ella se ahoga y lo único que desea es que el agua la trague para nunca más salir, y así terminar con su sufrimiento; la letra y la música es fatalista a un nivel que roza los límites del suicidio. Ellos dejan una parte instrumental donde Aurora está de pie abrazándose, mi único impulso es bajar y darle un abrazo.

La sexta canción es el despertar del sueño donde se encuentra tirada en el suelo, pero acompañada por alguien que le dice que no vale la pena matarse por personas que no moverían ni un dedo por ti, algo que diría Xavier y por el contexto me lo confirma. La séptima empieza rápida como la ansiedad que habla Aurora en la letra, pero también el sentimiento de soledad al no poder decirle que te estás desmoronando. La octava canción empieza con sonidos estridentes que nunca había escuchado, lo curioso es que aparecen personas con letreros en sus cuellos que mueven a Aurora al centro del escenario y la empiezan a cambiar. Le ponen una peluca negra, le quitan el abrigo y la pintan los brazos y la cara con pintura color durazno para cubrir la blancura de su piel; también le ponen un tutu rosa.

Las personas empiezan a empujar a Aurora y maltratarla mientras que ella sigue cantando o más bien haciéndose una autocrítica bastante cruel. Las personas o los miedos de Aurora la sientan y le ponen un pizarrón donde la obligan a decir cosas espantosas "no tienes amigos, no eres nadie, eres espantosa y para nada inteligente." En serio si quiero bajar y darle ese abrazo, y no soy el único. La canción acaba, pero el sufrimiento de mi amiga no, la siguiente canción es sobre su miedo al abandono. Figuras de hielo simulan a las personas que ella quiere dejándola sola, pero aparece un clon de ella para empeorar las cosas. El clon intenta que ella se vea en el espejo, pero Aurora se resiste. El clon vuelve a llamar a los miedos para que la ayuden, pero Aurora se escuda detrás del piano; Alex le entrega una vara gruesa de hielo y Aurora empieza a golpear a sus miedos y estos caen al suelo desmoronándose. Pero el clon es listo y logra introducir a Aurora al espejo.

El espejo desaparece y en su lugar, aparece una niña albina vestida de una bailarina. La niña mira a todos lados y empieza la onceava canción. Ella canta todo lo que hará cuando sea mayor, todo lo que los adultos le dijeron que no podía hacer. Otro niño sentado al lado de Alex canta lo que le gustaría hacer cuando sea mayor. Otros niños aparecen y bailan con lo que creo las versiones infantiles de Aurora y Alex. Al final si era mi suposición y Aurora aparece para cantar a la niña, la niña le dice a Aurora que, aunque las cosas se pongan feas, uno tiene que ser fiel a sí mismo. La niña se va corriendo y le quita la peluca a Aurora. Ella con las ganas de llorar empieza a cantar la doceava canción, los instrumentos se escuchan sutiles y Aurora se despide de ese gran amor que es la danza. Ella está de pie, sin moverse, con los ojos cerrados y cruzada de brazos.

La decimotercera canción es sobre como las personas usan a otras y las desechan cuando ya no le son útiles, donde ella se siente una carga que ni siquiera ella misma quiere cargar. La decimocuarta es una sobre el perdón a sí misma por haberse fallado e intentar ser ella misma. La decimoquinta es sobre volver a casa, ella se vuelve a soltar, vuelve a ser ella misma. La decimosexta es una balada a piano sobre el amor propio y que a pesar de que tenía buenos momentos en la infancia, eso no significa que no pueda tener buenos momentos de adulta, porque si los hay. La decimoséptima es ella mostrando sus recuerdos buenos y malos, aparecemos nosotros sus amigos, su familia como su motivación a seguir a delante, pero, sobre todo, es ella su principal motivación a seguir. Y la obra cierra con una canción que golpea fuerte a sus maestros, donde ella no necesita cambiar para ser un artista, que todas las criaturas son perfectas tal y como son, y exigirles un cambio solo denota su propia ignorancia porque la belleza radica en las diferencias.

Seraphine y yo nos levantamos para aplaudirle. Mi madre y la señora Luna también lo hacen, con eso la audiencia también aplauden.

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