🗡️ Capítulo 28 🗡️
Darnere
Cuando no deseo llorar, elijo tomar asiento ante el tablero de damas. Este posee pequeños cuadrados en rojo y en negro. Siempre se halla en la mesa de alabastro, exclusiva para aquellos que me visitan. Puedo contar tales ocasiones con mis dedos, las repaso en mi mente una vez memorizadas.
Por ello, que el Lord se halle en mi habitación resulta extraño. Solo una vez se ha dignado a venir, trajo consigo noticias que prefiero olvidar.
Muevo en diagonal una de las fichas rojas del tablero y le muestro una sonrisa complaciente al Lord.
—¿Habéis venido en busca de una partida, mi rey? —evito morder mis labios, mantengo la sonrisa pese al dolor de las mejillas.
No le quito la vista de encima cuando toma asiento e imita mi movimiento con una de las fichas negras. Sea cuales sean sus deseos, no sirve de nada mostrar miedo.
—Mi querida Elise, ¿tanto deseas complacer a tu rey?
El vaho que comienza a rodearnos, es la causa del frío en la habitación. Agrando la sonrisa tras mover una de las fichas de mi lado del tablero. Las palabras que salen de mis labios, me recuerdan al amargo sabor de la sangre en polvo.
—Como este castillo, soy una más de sus posesiones. Considero todo un honor conseguir alegraros.
La fría mirada del Lord Oscuro se torna burlona, le hace compañía a la sonrisa que ostenta. Cada acción suya es la forma que tiene de probar cuan engañosa logro ser. Cuánto resisto las humillaciones, si todavía soy aquella inútil gema.
—No me importaría jugar toda la noche, Elise —el Lord consigue que una de sus fichas se coma a la mía —Cuanto te esfuerzas en engañarme resulta divertido, cuando no necesitas ser castigada.
Llevo la mano que tengo sobre el regazo a los labios para tratar de ocultar mi supuesto asombro. No obstante, el Lord la atrapa en el acto.
La chiquilla de mi pasado, se atrevería a rogar por piedad mientras llora. Chillaría de dolor, debido a que el hielo le congela cada parte del cuerpo. Sin embargo, quien soy ahora ha aprendido a no tener reacción alguna.
—Levántate y que no quede ropa alguna sobre tu cuerpo.
Dejo que el ligero vestido de encaje caiga al suelo. Adopto una mirada de despreocupación, mientras desato el corsé. El Lord Oscuro aplica presión sobre mi hombro y quedo de rodillas.
—¿Puedo saber por qué se me castiga?
Advierto el látigo de espinas atado a un costado del traje. En esta ocasión, he de recibir golpes del propio Lord.
—No tienes la suficiente devoción hacia mí, Elise —él alza mi barbilla, esquirlas de hielo hacen que brote la sangre.
—Comprendo, mi rey.
Como si tal cosa fuera un honor, el Lord permite que contemple el látigo una vez lo desata. El sonido de este no logra que salte de la impresión, tampoco el primer golpe en mi hombro. No derramo una sola lágrima, intento seguir en la misma posición a medida que los latigazos varían de lugar e intensidad. De reojo, la aparición fantasmal de la niña que he sido causa que apriete los dientes. Ella se desvanece, el toque de las esas pequeñas manos en mis mejillas se sienten reales.
—¡¿Por qué permites que nos dañen de esa forma!? —las lágrimas sangrientas de mi versión fantasmal se deslizan por sus mejillas —¡Detente! No sabes el final del camino por el que…
El látigo de espinas rodea mi cuello, la niña se desvanece con un grito de furia. La sangre fresca de las heridas se deslizan por mi piel. Poco a poco, noto que pronto he de perder la conciencia.
—Elise —con la mano libre, el Lord Oscuro me propina una cachetada antes de soltarme —El que jamás olvides este castigo, logrará complacerme.
Permito que pasen unos instantes, jadeo en busca de aire y me levanto.
—Por supuesto, mi rey, recuerdo todos y cada uno de los castigos.
Hago una reverencia, dejo que el brillo de la furia y el odio se vea en mis ojos.
🗡️🩸🗡️
Tal como espera de la gema que, se ha molestado en pulir con recompensas y castigos, Elise no oculta las emociones que ha acumulado. Satisfecho, el Lord Oscuro aplaude, disfruta de la efímera expresión de desconcierto de su gema. Solo entonces, se provoca un diminuto corte en la muñeca gracias a una esquirla.
—He aquí tu recompensa, Elise —pega la muñeca a los labios de ella y la obliga a beber —Aunque no te merezcas tal cosa, deseo que recuerdes lo compasivo que soy.
Elise no dice ni una sola palabra, hasta que el Lord cierra con magia la herida de la muñeca. Este desaparece cuando ella susurra que ha de limpiar todo el desastre.
Ahora que su gema estará ocupada, ha llegado el momento de frustrar su plan más inmediato. Ella se ha molestado en no mostrar la ira durante la reunión de estrategia, pero el Lord fue capaz de notarla. Elige hacer la vista gorda en la mayor parte de situaciones, pese a que sabe todo lo que sucede en su castillo. Los búhos blancos están para avisarle, la magia seidr que tanto desprecia también. Con esta misma, bloquea la fugaz imagen de la mujer que le diese a luz y el sonido de sus carcajadas.
Puede aparecer en cualquier sitio, pero el Lord busca que el sonido de cada paso, haga estremecer a quien visitará esta noche. La neblina que causa el frío se desliza debajo de la puerta ante la que se halla, los oscuros grabados de esta parecen darle la bienvenida al tener un leve brillo. El sonido de la manija acompaña a los gritos e insultos hacia el sirviente que ha abierto.
—Bienvenido, mi rey —los grandes y blancos iris de este le miran aterrados, la piel azulada cubierta de plumas le recuerda a la de un ave de hielo —Mi amo se alegra de recibiros.
¿Debería felicitar a Lombella por convertir a este sirviente en alguien engañoso? En diferentes circunstancias, en las que este no sudase debido a los nervios, el Lord le alabaría. No obstante, un traidor no merece tales consideraciones.
—Mi rey, agradezco que me tengáis en tan alta estima —Lombella le susurra al sirviente que traiga la bandeja con carne y sirva el mejor de los vinos. El Lord lo sigue con la mirada hasta que acata dichas órdenes —Juro que no os defraudaré, durante la conquista de las Islas Fomeres.
El Lord Oscuro toma uno de los trozos de carne, los cuales están colocados con pinchos de madera sobre la bandeja, y tarda un buen rato en degustarlo. El sudor recorre la calva rojiza de su general de división aérea, este bebe de la copa recién servida e intenta que las manos cubiertas de plumas no le tiemblen. De poco sirven tales cuidados, su frenética respiración le delata.
—La carne está exquisita, general —el Lord finge probar el vino, mientras mira de reojo al sirviente —Puedo decir lo mismo del vino.
Lombella Isirol le muestra una sonrisa relajada, comenta que la familia de su madre crea los mejores vinos de toda Birka. Parece que dirá algo más, pero comienza a ahogarse mientras tiembla, de igual forma que una quimera marina fuera del agua. El sirviente corre a ayudarle, pero el Lord Oscuro se lo impide con un gesto de la mano. Todas las opciones posibles le desfilaron como visiones por la mente, esta última se conecta con el plan de Elise.
—Siempre supe que provenías de una familia de quimeras marinas y al final, les ofreciste tu lealtad —Lombella Isirol niega con la cabeza —Sé que vuestro informe a la reina sirena de las Islas Fomeres viene con la intención de retrasar mis planes, pero, estos son inevitables.
La esquirla de hielo que ha creado, le ofrece una muerte rápida al atravesar las agallas que Lombella oculta en el pecho. Su gema buscaba vengar lo que considera una afrenta, pero, cuando se trata de traidores, el Lord Oscuro se ensucia las manos.
—Mi rey, yo…
La botella de vino se rompe cuando se resbala de las manos del sirviente, el Lord Oscuro le sonríe.
—No debéis fingir que lamentáis la muerte de vuestro amo, sé que el vino contenía un alga venenosa —el sirviente le mira con los ojos muy abiertos —Elegid, ¿preferís perder la lengua, la vista, o la vida?
El sirviente comienza a llorar mientras suplica misericordia, sin embargo, el Lord Oscuro desconoce el significado de tal palabra. Este último mantiene la sonrisa cuando le obliga a escribir una carta que diga que ha matado a Lombella. La visión del Mundo Roto bajo la bandera de Birka es lo único que visualiza en su mente, pese a los gritos de dolor del sirviente al cortarse la lengua.
Incluso si la Guardia de Birka ha de investigar este suceso, él es la verdadera ley.
🗡️🩸🗡️
León de Birka
Esta noche, en alguna habitación del castillo, el Lord ha acabado con la vida de Lombella Isirol. Desde el momento en que ha sido elegido en la reunión estratégica, supe que solo le esperaba la muerte.
Detengo el largo trazo sobre el lienzo para bostezar, solo pinto cuando algunos pensamientos de Darnere logran que me enfade. Esta vez, recuerdo aquel de mis hijos que ha resultado ser un incompetente. De seguir con vida y no permitir que las cosas bellas le distraigan, ahora sería el heredero del ducado. Ha estudiado en la mejor de las escuelas militares, conocida por la rigurosidad con la que llevan a cada alumno.
—Gasté una fortuna, malagradecido. Por desgracia, olvidaste la inutilidad de las emociones —realizo un trazo tras otro —Al menos, la mujer a la que le profesabas amor entiende tal cosa.
Contemplo el cuadro acabado, satisfecho porque he logrado captar la cínica sonrisa de mi hijo muerto. Darnere se refleja en los ojos, de igual tono que los míos. Hablan en el patio de la escuela militar, a la sombra de un árbol de hojas blancas.
El Lord Oscuro no tarda en revelar su presencia, admira un largo rato el cuadro antes de comentar que una gema ha conseguido resplandecer.
—En efecto, mi rey, y creo que ella celebrará la muerte de Lombella —realizo una reverencia —¿Será difícil la conquista de una de las Islas Fomeres?
La sonrisa del rey de Birka es la respuesta a tal pregunta y con ello, sé que el Gran General ha de lucirse.
🗡️🩸🗡️
Nota de la autora:
¡Hola, personitas pacientes! Por primera vez en toda la historia,
tenemos el punto de vista del Lord Oscuro. ¿Alguien emocionado con ello? Pueden dejar sus impresiones por acá.
Besos o lo que sea, Titania.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro