Capítulo 25
Esto no era bastante favorable, había una gran probabilidad de que nos descubrieran y que nos hicieran daño a alguno de nosotros, sin embargo prometimos no herir a ninguno de los demonios o de algún aliado de estos, me adentre a una de las habitaciones que me había dicho Osomatsu para encontrarme con una especie de laboratorio, el olor que desprendía era nostálgico haciéndome recordar esos días en el orfanato, sobre todo a la hermana Lili que nos enseñaba todo lo necesario, entre ellas lo más interesante para mí era la ciencia, ella era una exorcista y me educo para ser como ella, tenía el sueño de ir a pelear junto a ella, pero no pudo ser... El destino así lo quiso cuando aparecieron unos seres extraños en la zona, ahora sé que esos seres eran quimeras, ese evento era conocido por "La calamidad 67" se dio el nombre por las personas que murieron en ese entonces, entre ellas la hermana Lili y parte de mis amigos, me acuerdo de correr por los pasillos con desesperación esperando que los que estaban detrás de mí no me alcanzaran, había sangre salpicada por las paredes y el suelo, cuerpos totalmente descuartizados y sin embargo tardé en reaccionar debido a la necesidad de huir, todo estaba llegando a mi como un golpe haciendo que toda la comida saliera de mi garganta para acabar en el suelo, lágrimas caían de tan solo recordar a cada uno de mis compañeros, de las personas que me querían y ahora ya no estaban a mi lado. No pude ayudar a nadie ese día.
Kara- Si estuvieras aquí, podría presentarte a mi persona especial- Recorrí por la habitación dándome cuenta de los diferentes ingredientes que había, seguramente parte del material fue llevado por el amado de Jyushi, que si mal no me equivoco se llamaba Todomatsu- Ahora falta encontrar esas cosas...
Me puse a buscar las pociones y algunos libros que supuestamente servirían para ayudarnos con el viaje que realizaríamos, prestando atención a cada cosa no pude evitar ver un libro de color azulado, me llamo la atención la bella encuadernación que tenía, tan colorida como un mosaico, abrí por una de las páginas que se encontraban marcadas y note una letra diferente a cada lado de las hojas, sin embargo tenia pequeños matices que eran similares, se me hizo extraño y sin darme cuenta pase mis dedos por las palabras aun sin leerlas, en ese momento como una ráfaga mi mente se nublo totalmente, y cuando me di cuenta ya no era capaz de respirar bien, un hombre de traje marrón a cuadros me agarraba el cuello con fuerza y aunque quisiera quitarlo de encima para huir, no podía... los brazos me dolían de sobre manera, su mirada de desprecio y diversión me hacían hervir la sangre, en ese momento escuche voces acercándose a nosotros y antes de darme cuenta un chico de sudadera rosada se lanzó a aquel hombre para que me soltara.
"¡Nii-san escapa! Lo entretendré lo máximo que pueda"
Negué ante la petición del menor y me acerque con intención de apartarlo y poder escapar junto al otro menor, este me arrastro lejos a la fuerza y sin mirar atrás, mis hermanos me necesitaban a pesar de que ya habían caído dos de nosotros yo... ¿Hermanos? Espera, yo no tengo hermanos... La luz me ciega volviéndome a la realidad dándome cuenta del paso del tiempo, vuelvo a mirar aquel libro y no puedo evitar llorar en silencio por un recuerdo tan vivido. Suspire para intentar calmarme y mire de nuevo las letras esta vez para leer atentamente lo que ponía, cada palabra, cada frase hacia que algo se derrumbara dentro de mí sin llegar a entender bien el que.
Juicio 758 "Laberinto".
Se ha realizado este día más de 20 juicios, donde han estado presentes las deidades y los nuevos encargados tanto del cielo como del infierno, sin embargo no estaba planeado para este día tener un juicio como el que llego, por lo que se informó se trata del asesinato de varios chicos y sus padres, se realizó alrededor de las cuatro de la madrugada, según estaba entendido el adelanto del acontecimiento fue causado por una criatura del mundo infernal. Fueron encontrados en distintos lugares de la casa, algunos acompañados y otros en soledad, los encontró el hijo mayor, no se sabe la razón por la que no se encontraba con la familia en sus últimos momentos, sin embargo es encontrado sospechoso por su actitud tranquila.
La deidad del juicio final recibió los recuerdos de aquel día dando por sentenciado a los chicos a distintas situaciones, debido a su valor y astucia por enfrentarse por los demás, sin embargo las otras deidades no estuvieron de acuerdo de ello, sobre todo por las acciones pasadas.
Por lo que la condena fue diferente para aquellos con pecados mayores, el segundo hermano podrá reencarnar como un humano con ciertas condiciones, el quinto y el tercer hermano será llevados por el camino de la luz, mientras que el sexto y el cuarto serían llevados a un segundo juicio, sin embargo el encargado del inframundo decidió hacerse cargo de ambas almas al ver las intenciones de las deidades. A pesar de que se diga que sus almas están unidas entre sí de una manera especial y única serian sentenciados a vida de lucha.
No estaba escrito más sobre ello, tal vez solo eran pequeños resúmenes de aquellos juicios y los verdaderos datos estaban custodiados en otro lugar más seguro, no pudo evitar volver a leer el apellido de aquella familia y pensar en ese recuerdo, tal vez el recuerdo era de uno de ellos... Por unos segundos viví en la piel de alguno de los hermanos. Cerré el libro y lo volví a guardar en la estantería, no debería de entretenerme por más tiempo, seguí buscando lo que necesitaba, incluso me pareció extraño sentir el viento antes de irme, pero no debía desviarme de mi meta. Así que salió del lugar sin llegar a ver como aquel libro lleno de registros desaparecía lentamente y una pequeña flor azulada se colocaba allí en su lugar.
Los recuerdos vuelven una y otra vez, aunque intentemos olvidarlos. Tu destino está escrito Osomatsu da igual lo que intentes hacer.
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No me esperaba verles llorar con tanta intensidad, parecían niños pequeños y por otro lado no pude evitar sentir cariño y ternura por ambos, se me hizo extraño ese sentimiento, era como cuando conocí por primera vez a mis compañeros, recuerdo que a Karamatsu le habían asignado la iglesia cerca del bosque y en uno de sus tantos paseos llego a mi territorio, en ese tiempo Jyushimatsu había decidido tomar un descanso para visitarme, fue como si de repente ambos mundos se hicieran presente ante mis ojos, y como si se tratara de un milagro él logro vernos dándonos cuenta de que era una persona bendecida, ambos eran más torpes e ingenuos que ahora e incluso se puede decir que eran dos niños haciendo de adultos, fue divertido ver cómo iban creciendo poco a poco y ahora que estoy delante de las personas que eligieron me demuestran una vez más que son capaces de todo.
Choro- ¿Por qué lloráis? -Dije algo preocupado, dirigiendo mis manos a las mejillas de los que serían mis "Enemigos" para limpiarles las lágrimas que caían sin control como una cascada.
Ichi- Perdón... Yo tampoco lo entiendo- Tan solo mirándolos a ambos podía notar su confusión, y sentí la extraña sensación de que ya les había visto así en el pasado, asentí levemente para después dejar unos minutos para que se calmaran.
Me contaron sobre algunas cosas que tenía que hacer aquí, logrando confirmar alguna que otra información que tenían, también les pregunte de cómo se habían enamorado de esos dos, quería escuchar la historia desde su punto de vista y fue bastante bonito de ver la verdad, aunque sé que omitieron algunas cosas, pero no me importo ya que no creía que fuera algo malo, en ese momento se me olvido mis preocupaciones, mis dudas y amarguras, como si el camino de la conversación fuera encaminado por el mismo destino, se me quedaron viendo por un rato pensando en si preguntarme algo o no, les hice un pequeño gesto con la mano para que dijeran lo que estaban pensando, aunque no me espere esas palabras sobre todo porque ni siquiera yo sabía la respuesta.
Totty- ¿Vas a hacer algo con lo de Osomatsu y la guerra?- El silencio se volvió a instalar en la habitación y tan solo les sonreí para poder tranquilizar sus pensamientos- Deberíais de pensar en vuestro destino... Ya sabes, buscar la felicidad.
Choro-No es fácil, nosotros estamos encadenados a las leyes, y además es mi enemigo, luchare contra él a pesar de las circunstancias- Ichimatsu se levantó llamando nuestra atención e hizo un pequeño movimiento algo sutil haciendo que apareciera una piedra de color esmeralda, me la dio como si yo fuera el dueño de esta y cuando la tuve entre mis manos sentí como si una parte de mi fuera encajada correctamente.
Ichi- Osomatsu te la quería entregar... Ahora me doy cuenta de que conoces cosas que nosotros no y es bastante frustrante de cierta manera, la mayoría de veces no sé qué está pensando.- Ambos volvimos a mirarle dándonos cuenta que la sensación de tristeza era bastante grande-Es buen mentiroso el muy gilipollas y... Tengo miedo de que haga una locura no es la primera vez que lo haga, ese estúpido no piensa en su bienestar.
Entendía bastante su preocupación de cierta forma había visto esa faceta de él disfrazada de bromas y coqueteos, me acerque para enseñarles una flor rojiza que había guardado de aquel lugar que una vez fue mi hogar, me acuerdo que fue la primera flor que apareció junto a él y sus sonrisa burlesca mientras intentaba llamar mi atención, y como si la vida le siguiera poco a poco aparecieron más y más a lo largo de nuestros encuentros, ahora que lo pienso se acercó incluso sabiendo mi relación con el cielo.
Choro- Es demasiado infantil, siempre hace lo que quiere sin tener en cuenta las consecuencias, no es capaz de dejar las bromas de lado incluso si estas le hacen daño, de verdad que es verdaderamente molesto todo el tiempo.
Totty- Parece que tienes buenos recuerdos con él, tu sonrisa te delata- reí de manera baja al sentirme atrapado, cada una de esas cosas que vi a lo largo de nuestras reuniones se habían grabado en mi corazón como si de un gran tesoro se tratase, vi la sonrisa de ambos hacerse más grande.
Kami- ¡Choromatsu! Tenemos que dirigirnos al lugar acordado, prepárate empezaremos pronto.
La repentina voz de Kamimatsu nos asustó a los tres, afirme mientras llevaba a ambos al otro lado de la habitación para que salieran por la ventana, era bastante ventajoso tener una habitación en la planta baja, si hubiera estado más atento estoy seguro de que me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando en ese momento, antes de que se marcharan les pedí que les dijeran a esos dos que esperaba que fueran felices y que no se preocuparan ya que tendría todo controlado por aquí. No les di tiempo para que me respondieran y me aleje cerrando la ventana tras de mi para ir hacia la puerta, agarre algo de aire y lo solté para tranquilizarme, el sol estaba saliendo y pronto seria la hora de aquella batalla, agarre mi arco junto a mis flechas sin pensarlo dos veces y abrí la puerta encontrándome con Kamimatsu apoyado en la pared con los brazos cruzados, sin comentarle nada nos dirigimos a la zona principal donde se encontraban todos los que participaran en la guerra, no le comente sobre la situación de Karamatsu y Jyushimatsu, estaba seguro que el castigo seria realizado después de la guerra.
Kami- Espero que estés listo... No quiero sorpresas en estos momentos, si tienes algo que decirme dímelo ahora.
Me tense al escuchar sus palabras incluso no me di cuenta de que me había detenido, sin embargo tan solo asentí y seguí sin poder mirarle a los ojos, no tardamos mucho en encontrarnos con una parte de nuestro ejército, la otra parte nos esperaba en la zona de combate, mire a cada uno de mis compañeros, habría muchas pérdidas tal vez mas de los que pensamos. Sentí una mano en mi hombro haciendo fuerza sobre él, tuve que aguantar las ganas de quejarme pero no le daría el gusto, sabía que se trataba de él y aun cuando todos veían esa acción, nadie dijo nada respecto a eso, a veces este lugar es injusto.
Choro-Debemos irnos... Después te explico...
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Caminar por ese lugar era bastante incomodo, tal vez porque era un ángel o quizás por la situación en la que nos encontrábamos, hice lo que pude para actuar con naturalidad y aun así tenía dudas de mí mismo, después de unos minutos entre los pasillos pude encontrar mi destino, la habitación de Ichimatsu, entre sin que nadie me viera y me acerque al espejo roto que se encontraba enfrente de la cama, miré con detenimiento buscando aquellos papeles que había estado escondiendo, quite los cristales que ocultaban los documentos llenos de estrategias para la guerra, y aunque estaba de acuerdo en irme y no participar en la guerra una parte de mi suplicaba por quedarse como si un mal presentimiento se estuviera apoderando de mí, en mi descuido me corte con los cristales rotos, mi sangre cayó por un par haciendo que se abriera un compartimento entre la pared y el espejo, una pequeña caja cubierta de polvo me es mostrada, sé que esto no es de Ichimatsu por las iniciales que este lleva "T.K", agarre la caja y me dirigí a la cama para sentarme y poder revisar el contenido de esta, deje los papeles a mi lado y abrí aquella caja aterciopelada encontrándome con unas fotos y notas junto a una pequeña bola de cristal.
En una de las fotos se encontraban una familia de ocho personas, llevaban kimonos de diferentes colores, pero del mismo diseño, se encontraban en un festival bastante parecido al que ocurre en año nuevo en el pueblo, la otra foto era más antigua que trataba de unos niños bastantes parecidos corriendo por el campo parecía que querían atrapar al mayor de ellos... Una extraña sensación hizo que apartara los ojos de las demás fotos, lagrimas caían de manera descontrolada y sentí mis manos temblar de miedo por lo que había visto, cuerpos.... Fotos de uno de los actos más atroces que había visto, sangre en las diferentes habitaciones donde se encontraron los cuerpos, los rostros eran casi irreconocibles por la manera en la que fueron golpeados, sentí nauseas de verlo y deje las fotos donde estaban, ahora agarre las notas malgastadas "¿Serás capaz de superarlo? Me encantara ver tu rostro cuando veas el hermoso regalo que te he dejado", "Pensé en dejar lo mejor para el final, sin embargo los planes no siempre van como quiero ¿verdad?", "Espero volver a jugar contigo de nuevo, recuerda que eres mi juguete favorito".
Jyushi- Osomatsu...- Llame en silencio y sin ver a los ojos a la persona que se encontraba detrás de mí, sentía tantas cosas que era difícil saber que decir.- ¿Me puedes explicar esto?- Otra vez silencio entre ambos, no decía nada y eso me desesperaba.- ¡Dime que es esta mierda!
Esta vez me levante junto a la caja me sentía sofocado por la máscara asique la retire para que me viera a los ojos, tire el contenido a la cama junto a la caja, mi mente se encontraba en blanco y sin que yo me diera cuenta ya me estaba dejando llevar por las emociones que estaban llegando como balas sin fin, su silencio no estaba ayudando y me acerque a él para agarrarle del cuello de la camisa para que alzara la vista y me respondiera, solo necesitaba la verdad no me serviría ninguna de sus excusas o bromas, baje la mirada mientras seguía llorando sin soltarlo.
Jyushi- Por favor... dime algo Nii-san
Sentí su mano acariciando mi cabello mientras que con la otra me abrazaba, me sentía tan confundido y aunque mi memoria no estaba de regreso al 100%, podía intuir algunas cosas como el contenido de las fotos, recuerdos de una noche de supervivencia y miedo, preguntas sin respuesta venían a mi mente una y otra vez y tuve miedo de las posibles respuestas que me pudiera dar, los mensajes eran de ese hombre, todavía recuerdo su sonrisa y su voz mientras nos buscaba por la casa, dime cualquier cosa sobre lo que está pasando o lo que paso, pero dime aunque sea una verdad, estoy seguro que vas a hacer algo tonto donde te ponga en riesgo, no soy tonto como para no entender tu patrón, no sonrías delante de mí como si buscaras mi compasión para dejar este tema aparte.
No es fácil saber que está ocurriendo con Osomatsunii-san, sé que suele actuar como un despreocupado, pero está demasiado tenso, no me deja ir solo a ningún lado.
Tienes razón la última vez que le pregunte sobre porque no dejaba de ir con nosotros, intento cambiar de tema con cosas vergonzosas.
... Tuvo pesadillas estas noches, incluso se fue corriendo en la noche para después volver minutos después.
Oso- Deja todo en manos de tu hermano mayor, estaré bien ya sabes como soy, mala hierba nunca muere.- Sonaba tan despreocupado como en aquellos días, incluso ahora intenta mantenerme tranquilo porque no quiere que me involucre-... asique por favor... haz que no recuerdas... olvida lo que viste en esa caja y terminemos estos preparativos para que os vayáis... Te lo suplico Jyushimatsu...
Suspire apoyando mi cabeza en él mientras cerraba la cabeza, otra vez no era capaz de ayudar con la carga que tenía mi hermano mayor, lo abrace con fuerza sin decir ni una palabra, no sería ni la primera ni la última vez que encontraba a mi hermano mayor pasos por detrás de mí esperando a que yo caminara para cubrirme las espaldas o curarme de alguna que otra herida que me hacía al caerme, sin embargo en ningún momento era capaz de caminar a su lado o siendo yo quien lo ayuda, sus heridas esta tapas por parches sin estar curadas y se empiezan a infectar dejando un gran dolor detrás de ellas, quiero suplicar a alguien más poderoso que a las deidades, quiero ver si existe ese ser y preguntarle por qué mi hermano hacía eso y si era capaz de salvarlo, pero nadie me dará ninguna respuesta... es tan rara la relación entre hermanos, recuerdo pequeños fragmentos donde peleamos, discutimos y nos divertimos, incluso estando solo relajados haciendo pequeñas bromas entre nosotros.
Jyushi- ¿Llegará el momento donde no necesitemos una guerra o un gran problema con otra persona para ser sinceros entre nosotros? Nii-san... quiero ir otra vez a la playa, jugar beisbol... estaría conforme con estar los seis juntos durmiendo en el mismo futon como antes.
Oso-Yo también... me encantaría volver a ir con vosotros sin nada de por medio, incluso llevar a Kami y Aku seguro que esos dos nunca se han divertido de verdad- Lo escuche reír de manera entrecortada, levante la mirada para verle y por primera vez veía a mi hermano mayor llorando a pesar de tener una sonrisa en sus labios.- Jyushi... solo será por un momento pero ¿puedo hacer algo?- Yo asentí aun sin saber que más hacer y ni siquiera tuve tiempo a decir nada cuando escondió su rostro en mi hombro comenzando a llorar con más fuerza, es como si intentara vaciar parte de su dolor en este momento, acaricie su espalda de manera pausada para que llorara sin interrupciones, no era bueno consolando o apoyando a mis hermanos, no tengo la calma de Karamatsu o la serenidad de Choromatsu, Ichimatsu seguro estaría allí sin decir nada y Todomatsu intentaría animarlo, y aun así solo dejo que llore porque es lo que él haría por nosotros en esos momentos.
Jyushimatsu sabes que no necesitas hacer nada como las demás personas, nii-san ama a todos como sois, aunque no lo creáis.
Jyushi- Nii-san... eres demasiado despreocupado, nos engañas muchas veces para hacer las cosas a tu manera, eres demasiado vago... y a pesar que hicimos lo posible para mantenerte alejado, tú siempre estuviste allí... Nii-san tienes razón en una cosa- Por primera vez me sincere, sabía que me estaba escuchando atentamente, así era él... a pesar de sentirse es capaz de escuchar a sus hermanos menores- Te quiero mucho... Eres el mejor hermano mayor que podríamos tener- Sinceridad... ese era mi método y aunque muchas veces él dijo que lo queríamos y que era un gran hermano sabíamos que no se lo creía y que pensaba que era al revés... Te mostrare las cualidades que tienes hasta que las creas, aunque no pueda ayudarte con esta situación, lo haré con otra... perdón pero no te dejare solo, no otra vez
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