Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23

Me sentía más ligero ahora, poder decir todo lo que sentía sin filtro alguno era como un peso menos en mi cuerpo, había estado confundido estos días y en verdad no sabía si hacer caso a lo que decía mi corazón, y gracias a esa poción me deje llevar por mis pensamientos, estar tan cerca de él otra vez hacia que mi corazón latiera de una manera rápida, hasta llegue a pensar que podría salirse de mi pecho en algún momento, y sobre todo besar esos labios fue como si fueran uno de mis dulces favoritos, podría volverme adicto de un momento a otro, sin embargo podía notar una especie de rastro de un hada alrededor de él, pensé que era producto de mi imaginación, pero ahora estaba seguro de que no, de repente sentí su mano acariciar mi mejilla mientras salía una hermosa risa de sus labios, y el enfado que sentía en esos momentos desapareció.

Totty- Celoso... Antes de venir estaba con Atsushi, él me ayudo a entender que necesitaba aclarar todo esto- Coloque mis manos alrededor de su cintura de una manera posesiva, Atsushi era conocido por ser un mujeriego, incluso cuando investigue para la misión descubrí que estuvo enamorado de mi brujito- Solo me beso, pero tranquilo no le deje hacer más, ya le golpee.

Le mire con el ceño fruncido y mi sonrisa comenzó a desaparecer para crear una leve mueca, de tan solo pensar que había probado esos dulces labios antes que yo hacía que me hirviera la sangre, pero parece que eso le daba gracia a mi amado, que estaba riendo tiernamente mientras me abrazaba y se acomodaba de nuevo en mi pecho, eso me llego a tranquilizar un poco, aunque los celos seguían ahí, bese su cabeza y apoye mi barbilla en esta, todavía quedaba una hora para que el efecto se fuera, y aunque tuviera miedo de que esto se desvaneciera, sabía que debía seguir mi corazón antes que los ideales que me habían impuesto, no quería volverle a hacer daño y pensar en la guerra que estaba llegando me hacía pensar en que haríamos.

Jyushi- ¿Que haremos cuando la guerra llegue?- Susurré soltando un suspiros de mis labios, sentí la tensión llegar a su cuerpo, pero para calmarle comencé a acariciar con cariño su cintura- No quiero pelear contigo...

Totty-Yo tampoco quiero pelear contigo... Pero tampoco puedo dejar a mis hermanos atrás- Sabia que se refería a Osomatsu y a Ichimatsu, aunque no fueran hermanos de sangre podía entender el vínculo que habla entre ellos, también sentía lo mismo, dejar a esos dos solos hacia que se instalara en mi boca un sabor amargo.

Yo podría ayudaros con eso, si es lo que queréis.

La voz se me hacía conocida y nos separamos para mirar alrededor, dándonos cuenta que no había nadie, me sentí confundido en ese momento hasta que apareció una especie de orbe de color rojo flotando cerca de nosotros, en ese instante Todomatsu se acercó a este algo dudoso, como si no supiera que decir o hacer, decidí ir a su lado para poder escuchar y tuve la sensación de que estaba delante de uno de los pilares del inframundo, Osomatsu.

Parece que mis queridos compañeros encontraron la felicidad...y tranquilos no me interpondré en ello. Quiero que os encontréis los cuatro cerca del lago. Allí os esperare.

Totty-Osomatsu, ¿estás bien? Me informaron de lo ocurrido, ¿estás seguro de lo que harás?- Su voz había sonado nerviosa y preocupada, agarre su mano acariciando el dorso de esta para calmarle y para que supiera que estaba allí a su lado.

Estoy bien Totty, y estoy seguro, no he estado más seguro de algo en mi vida, quiero vuestra felicidad y no necesito que estéis en la guerra, sabes que soy fuerte.

Aunque pareciera seguro en lo que decía, tan solo pudimos asentir para que el orbe comenzara a desvanecerse, nos miramos a los ojos y fuimos a dirección de aquel lago mientras los rayos del atardecer acariciaban nuestros cuerpos, ese lago que vi por última, aunque esta vez era distinto a como lo había visto por la mañana, las flores eran de una tonalidad más oscura y brillante tal vez por el poder que viajaba por el lugar y el agua se veía más cristalina siendo iluminada por los rayos del sol, miramos alrededor hasta que notamos la presencia del demonio, estaba sentado en el césped mirando al agua como si fuera lo más interesante del mundo, pero algo me llamo la atención y esperaba que fuera yo el único que había visto esas gotas de sangre recorrer la mano del demonio hasta que cayeron al suelo, sabía que si Todomatsu lo veía comenzaría alarmándose, además de que la sensación de que no era la primera vez que ocultaba el dolor hacia que no me preocupara del todo, si él lo veía necesario hablaría de ello, pero yo no era nadie para incumplir su decisión.

Oso- Bueno solo faltan esos dos, esperemos un rato más...- Dijo sin mirarnos a los ojos, miré con más detenimiento a quien fue mi enemigo y pude ver que estaba temblando levemente y no pude evitar hablar.

Jyushi- ¿Estás seguro de lo que estás haciendo?

Oso- Estoy muy seguro de esto, Jyushi después de todo el proteger a quien veo necesario es mi misión.- Algo extraño se quedó en mi pecho al escuchar sus palabras y el cómo me había llamado, por lo que no pude evitar caminar hacia él, otra vez pude ver a alguien parecido a él, tan familiar y nostálgico que me daban ganas de abrazarle y aun con el efecto de la poción no pude evitar hacerlo, la necesidad de preocuparme y ver una sonrisa en él se hicieron presentes, note como me acariciaba el cabello con tranquilidad como si hubiera hecho eso antes- Jyushi... todavía eres el mismo...- Susurro aunque logre escucharlo, tal vez en otro momento le pregunte a que se refiere, pero ahora estaba bien estando así

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

El atardecer se hacía presente mientras seguíamos allí mirándonos, el rostro de asombro que me mostraba hacia que sintiera una inmensa ternura, mis palabras habían sido reales, no quería hacer lo que me dictaba la misión que hiciera, porque sabía que sí estuvo sufriendo por sus pensamientos negativos, hacer lo que me mando Mi Señor le destruiría por completo y hacerle eso ya no estaba en mis planes, me sentí decepcionado en su momento cuando me entere de que me había estado engañando haciéndome creer que era otra persona, pero a la vez me sentí confundido y atemorizado porque eso significaba que a la persona que había estado confundiendo mis sentimientos, ahora era mi enemiga y una de mis objetivos.

Ichi-Mientes... Es imposible de que me ames, seguro que me odias en este momento y esto es solo tu misión- Su risa burlona sonó con dolor y algo quebradiza, bajo su mirada otra vez para evitar que viera sus lágrimas caer, sin embargo sentí como aquellas perlas cristalinas mojaban mi ropa- Felicidades... Conseguiste cumplir tu misión.

Kara- Ichimatsu...no estoy mintiendo, no es por la misión- Agarre su mentón con delicadeza para que alzara la mirada y allí volví a confirmar que estaba intentando no llorar- Ahora mismo me importa tres pepinos la misión, no quiero cumplirla... Quiero que me creas, porque de verdad te quiero- Con la otra mano agarre la suya para acercarla a mi pecho y que así pudiera notar los latidos de mi corazón- Esto me lo causas tú y nadie más.

Pude ver como se quedó mirando su mano, seguramente sintiendo como latía de rápido mi corazón, segundos después logre ver como se formaba una pequeña sonrisa en sus labios relajando sus facciones por el alivio que sentía, lo acerque a mí para volver a rodearlo con mis brazos y se pudiera apoyar en mi pecho, cerré los ojos por un momento llegando a escuchar las voces de las hermanas y del obispo, ya habían llegado para preparar la cena, mire alrededor notando que la ropa seguía sucia, con cuidado lo deposite en la cama para buscar algo de ropa, mire en mi armario mientras sentía como su mirada estaba en mi para después dirigirla a la puerta, quizás nervioso de que nos puedan pillar y que pudieran ir en su contra, sin embargo no vendrían a mi habitación hasta que tuvieran la cena preparada. Le deje una de mis camisas blancas y unos pantalones negros junto a la ropa interior a su lado y me fui a darles la bienvenida a los demás para dejarle su tiempo, a pesar de todo lo que hicimos me siento avergonzado, les comente que la hermana Ichi había ido a ver a un familiar por lo que no se preocuparan en llamarla, y que ya había cenado por lo que podían comer sin mí, ya que tenía una misión después. Ya con todo dicho volví a mi habitación viendo que Ichimatsu ya estaba cambiado, aunque la camisa le quedaba bastante grande dejando que sus manos se escondieran en las mangas, se podían ver las marcas alrededor de su clavícula haciéndole ver de una manera sensual y tierna, me acerque a él notando una presencia a su lado, un orbe de color rojizo flotaba en la habitación.

Eres muy posesivo querido Karamatsu... Solo hacía falta que nos dijeras que mi pequeño Ichi es tuyo y yo encantado te ayudaría a alejar a los demás de él.

Me sonroje al escuchar sus palabras, para después darme cuenta de quien se trataba, su voz sonaba calmada... Más de lo normal, y eso que me avisaron que la Diosa había cumplido con su misión, Ichimatsu tan solo desviaba la mirada haciendo reír a aquel demonio, el orbe se movió de un lado a otro cerrando la puerta y haciendo una especie de hechizo.

Ahora nadie nos escuchara... Sé que no queréis enfrentaros por el amor que os tenéis, o sea ayudare, al igual que a los otros dos... Venir al lago os estaré esperando.

Ichi-Osomatsu... ¿Qué tramas? No eres de las personas que hace tratos a cambio de nada- Pensaba lo mismo, a Osomatsu se le conocía por ser alguien tramposo en sus tratos para poder ganar la mayor parte, aun así la sensación de confianza no se iba y era algo extraño, sentía que había escuchado esa voz amable cuando estuve dormido.

No te niego que siempre saco lo mejor en mis tratos, pero esta vez tendrás que confiar en mí.

Antes que dijera nada, afirme como si mi cuerpo tuviera la necesidad de descubrir si mi intuición era verdadera, logre ver el ceño fruncido por parte de mi amado cosa que me hizo sonreír, el orbe desapareció delante de nosotros dejándonos otra vez a solas, Ichi se acercó a mí para regañarme, pero no le deje, tan solo aproveche la cercanía para robarle un beso corto, ya no se veía molesto tan solo hizo un leve puchero para volver a desviar la mirada avergonzado.

Kara-Vamos... Para ver que solución nos da.

Con algo de sigilo caminamos hacia la puerta trasera de la iglesia, así nadie se preguntaría quien era mi acompañante, caminamos en dirección al bosque con un farolillo en mano para guiarnos en la oscuridad, algo lento ya que Ichimatsu no podía caminar con normalidad, cuando llegamos pudimos notar como la luz de la luna enfocaba aquel hermoso sitio, las flores de tonos oscuros brillaban levemente al igual que el lago, pequeñas luciérnagas comenzaron a danzar encima de este, y cerca de allí estaban los tres. Ichimatsu se acercó al acompañante de Jyushimatsu con algo de prisa y le abrazo con cariño.

Ichi- Asique te referías a ellos... Eso significa que está en nuestra misma situación.

Todos miramos al demonio que se había levantado del césped, se sacudió un poco las prendas y nos miró con una sonrisa en su rostro con sus manos colocadas detrás de su cabeza, se acercó a nosotros entregándonos a cada uno una piedra de nuestro color, y como si esta conectara con nuestra alma se ilumino al tenerla en nuestra mano.

Oso- Ahora... Os contare unas cuantas cosas.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Los archivos no me habían dado mucha información, incluyendo que había un traidor entre nosotros, cuando me avisaron de que Kamimatsu había vuelto de hablar con Karamatsu y de terminar con la reunión con las deidades, fui hacia donde se encontraba necesitaba explicarle todo lo que había pasado, y preguntarle cómo íbamos a proceder ahora, cuando llegue a mi destino la puerta se encontraba abierta y Kamimatsu ya estaba esperando dentro, me acerque a él entregándole los archivos de los tres pilares del infierno, su mirada me transmitió confusión y algo de ira, aunque no sabía porque lo último, comenzó a revisar los archivos uno por uno, llegando a notar lo mismo que yo, la ira que mostraba se incrementó ocasionando que por la furia tirara los archivos contra la pared haciendo que se esparcieran por la habitación.

Kami-Dime que esto es una maldita broma, no puede ser que la información que tengamos de esos tres sea casi nula.- Mi cuerpo comenzó a temblar al ver como sus ojos cambiaban a un tono rojizo, ya no me miraba como antes, su paciencia se había ido al igual que su amabilidad- ¡Choromatsu dime quien fue!

Me arrodille ante él mientras bajaba la mirada ya que sentía que era necesario, comencé a pedir perdón por lo ocurrido y por no darme cuenta antes de aquello, sin embargo tenía miedo y eso aumento cuando escuche sus pasos cerca de mí, él era alguien poderoso podría hasta igualar a las tres deidades, y yo tan solo era un simple siervo de él a quien hace unos meses habían reconocido como Dios, levante la mirada al notar su presencia delante mía, pude ver el odio en sus pupilas y como si el me lo ordenara volví a disculparme y a pedir clemencia por mis actos.

Kami- Seguramente fue ese bastardo...- Se alejó de mi dejándome de nuevo respirar con normalidad, se acercó al espejo para mirar a través de él, alce la mirada para poder ver mejor y note como la imagen que reflejaba se iba distorsionando.-Muéstramelo.

De repente la imagen del inframundo se hizo presente, podía verse a Akumatsu, o más conocido como la mano derecha de "Lucifer", este hablaba con los demás demonios preparándoles para la batalla, daba órdenes a diestra y siniestra como un ejercicio para el día de la verdad, presiento que noto nuestra presencia al mirarle ya que giro hacia nosotros en unos minutos, para después sonreír de una manera sincera, por lo que entendí que no estaba viéndonos a nosotros sino a...Osomatsu, este se encontraba con otras dos personas atrás de él, ambas ocultas por capas y dos máscaras, una rosa y otra morada, seguramente de los otros dos pilares.

Está todo preparado... Como ya te comunique, si el trato sigue en pie haré que todo salga como lo predicho.

Su voz salía calmada y algo de alivio se posó en mi cuerpo, pensar que podría haberle hecho daño de una manera abrupta me asustaba, pero allí estaba de pie como si no hubiera pasado nada, hablando con esa soltura que llegaba a atraer de cierta forma, sin embargo se me hizo raro que no volara como lo hacía cuando se burlaba o cuando tenía cierta ventaja en la conversación, seguía allí con los pies pegados en el suelo, los pilares detrás de él se acercaron y mostraron algo en sus manos que no llegue a ver bien, Akumatsu comenzó a reírse y se acercó a ambos para abrazarlos, en verdad eso me llego a sorprender, pero parece que a Kamimatsu hizo que su furia incrementara, sin dejarme escuchar más rompió el espejo con su poder y se volvió a acercar a mí con pasos decididos.

Choro- Kamimatsu... ¿Qué piensa hacer ahora?- Hizo una señal para que me levantara y le obedecí sin dudarlo, me entrego un pergamino algo viejo y desgastado, le miré con algo de confusión.- ¿Kamimatsu?

Kami- Escúchame bien Choromatsu, ahora mismo debemos reunirnos todos para la batalla, se realizara mañana al atardecer, no podemos esperar mucho más, ellos han hecho algo más que un simple movimiento y estoy seguro que nos atacaran de imprevisto -Asentí sin comprender mucho, sin embargo me mando afuera para que le dejara solo, necesitaba calmarse para tomar buenas decisiones y yo tenía que salir de allí para sentirme a salvo.

Abrí mis alas con algo de desesperación y salí volando hacia mi habitación, antes de llamar a todos para que se prepararan necesitaba ver que era ese pergamino y porque me había mandado protegerlo, además que también tenía que comunicarme con Karamatsu y Jyushimatsu, desplegué el pergamino y comencé a leer lentamente para llegar a enterarme de todo.

Las deidades se comprometen a transmitir el poder de los ancestros a aquellos que vean correctos, deberán tener un corazón bondadoso, un alma genuina y por ultimo un objetivo conmovedor.

Cuando la guerra inicie será necesario que este tratado sea custodiado por el cielo, ya que si se encuentra en las manos de los demonios estos podemos tener el poder para encontrar ese alma, se espera que en la guerra Santa se gane a cualquier precio, la condición para el ganador es algo más que gobernar a los dos mundos, sino que tengo un gran poder entre sus manos, algo que podría acabar con nuestra existencia.

Volvía leer atentamente aquello, aunque cuando estaba a punto de cerrarlo para guardarlo pude notar una frase que había aparecido y que seguramente solo yo podía leerlo, porque si Kamimatsu no se había dado cuenta de eso, no me hubiera el tratado de las deidades. "La mentira está más cerca de ser descubierta, protege esto de aquel quien te dio un lugar" 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro