Capítulo 22
La ligera caricia del viento cálido acariciaba mi rostro con una sensación de cariño, como si fuera la caricia de una madre a su hijo, a pesar de ser un viento cálido por el lugar donde me encontraba, llegaba a sentirme a gusto por esa pequeña situación, ahora tan solo miraba aquel lugar lleno de flores blancas que soltaban pequeñas partículas brillantes como estrellas, pronto una melodía salió de mis labios dejándome llevar por un ambiente que llenaba su alma de tranquilidad, mientras pensaba en aquellos recuerdos en los cuales me encontraba con mis hermanos, cada uno de ellos me ayudo a comprender algunas cosas de mi mismo, no sé cuándo cambie de canción al recordar cuando como comencé a enamorarme de alguien que no debía.
(La canción la escuche en Tiktok de @soydmnk, por si les interesa escucharla)
Juro que no quiero nada pero cuando se me acerca quiero todo que no quiero lastimarme y chocar dos veces en el mismo paredón, quiero de ese veneno que me enveneno, soy el perdedor de los dos.
Me hiciste mierda, sé que te acuerdas
Los días donde me rechazabas a pesar de que decía la verdad sobre mis sentimientos se venían a mi mente, recuerdo escucharte insultarme de diferentes maneras, seguro pensabas que era una broma para molestarte, pero tanto el amor como el dolor que me provocabas era verdad.
De todo lo que hiciste en mi cabeza
No te importo cuanto llore
Ni cuantas veces suplique
Ya no había nada que dejara de doler
Si tan solo te hubieras dado cuenta, aunque hubiera sido tarde estaría allí para ti, y ahora estabas de vuelta con un nuevo juego para volver a romper mi corazón como si no importara, y con las palabras que me dijiste antes de hacerme un daño físico que era menor a lo que sentía en mi corazón, cuantas veces tengo que estar roto para que te des cuenta que no estaré para siempre a tu lado, algún día me marchare.
Aunque me tarde ya me aleje y de ti me libere
Aunque lo sufrí, al fin comprendí que si soy buen hombre
Ya ni sabía sonreír, ya nada me hacía feliz
Porque todo lo arrancaste de mí
Sabía que la canción que cantaba desde que la descubrí por alguien a quien seguía en mi anterior vida, aunque la adapte un poco a mí, no sabía cuántas veces la cante cuando estaba triste, esperando que llegará algún momento en que dejara de doler, en ese momento una voz se escuchó por el lugar interrumpiéndome por lo que mientras seguía cantando de manera más baja me acerque al lugar donde provenía aquella voz, pude notar que provenía de una de las esquinas que se encontraban lejos de allí y al lado de aquella voz había una flor de un color distinto a las demás, un color amarillo como los rayos del sol.
Aku-Debería de hacerme caso por una vez en su vida, pero no... Esta tan cegado con esta maldita guerra que no se ha parado a pensar en ellos- podía predecir que la persona estaba caminando de un lado a otro, tal vez nervioso por lo que estaba ocurriendo, sabía muy bien de quien se trataba y a pesar de que no entendía con claridad lo que trataba de decir, aun así espere a que siguiera- Quiere tanto el poder...seguramente para entregárselo a esa estúpida deidad... Para algunos es tan rápido cambiar a alguien por otro como si no fuera nada.
Había dolor en sus palabras, lo notaba por el tono de su voz que llegaba a entrecortarse en algunas palabras, mire otra vez donde me encontraba y pude divisar un cambio en el ambiente, una especie de tensión como si algo o alguien quisiera interferir, me levante alejándome de aquella esquina y me acerque al gran árbol de madera grisácea y hojas blanquecinas, cuando estuve a la suficiente distancia coloque mi mano en aquella madera esperando que esta me comentara lo que estaba pasando en aquel lugar, pude escuchar una voz femenina cerca de mí, pero no me gire a mirarla por miedo a que desapareciera.
Te están ocultando algo verdaderamente importante...
Era una voz suave como el terciopelo que llegaba a hacerme sonreír aunque no quisiera, debido al sentimiento que transmitía, seguramente que ella era igual que su voz, alguien agradable y amable, por lo que seguí escuchándola atentamente esperando que me diera alguna otra pista de lo que me ocultaban esos dos.
Para que tus hermanos existieran en este mundo, hicieron pecado tras pecado para dejarles en la situación que se encuentran en este momento.
Sentí la sensación que algo se posaba en mi hombro dejándome una sensación algo pacifica, se podría decir, creo que era su mano haciendo que viera una imagen frente a mis ojos, podía ver como colocaban una alma en un cuerpo marchito, por la forma en que estaba el cuerpo en aquel incendio se podía notar que se trataba de un niño pequeño, cuando el alma ocupo el pequeño cuerpo pudo ver cómo iba cambiando poco a poco dejando ver a uno de sus hermanos pequeños. De pronto otra imagen donde abandonaban una pequeña cesta con un bebe dentro, delante de una pequeña cabaña que conocía perfectamente, podía notar que la persona que le dejo allí tenia escondidas sus alas y por el aura que desprendía podido notar que era una deidad.
Oso-¿Por qué me muestras esto?- dije mientras volví a ver el mismo lugar donde me encontraba, ahora con algo de más valor me di la vuelta para ver a aquella persona que estaba delante de mí, no se la razón por la que no me sorprendí, pero enfrente mío tenía a una mujer de cabellos anaranjados tan largos que no sabía dónde acababan, estos estaban adornados con pequeñas flores de colores rojizos, sus ojos color azul cielo hasta se podía llegar a notar otros tonos, una túnica blanca y rosada adornaban su blanco cuerpo, lo impresionante eran sus alas, tres alas de distintos tamaños.-Eres...una deidad.
Así es, soy la última de las tres deidades del cielo... Soy la encargada del juicio final de las almas.
La mujer se alejó de mi un poco al ver mi incomodidad y confusión, pero de un momento a otro coloco sus manos enfrente de mí, dejándome ver seis flores de distintos colores, estaba seguro que simbolizaban a mí y a mis hermanos, sin embargo podía notar que estaban marchitándose de diferentes maneras, unas más rápidas que otras, un suspiro salió de mis labios haciendo que dejara salir con este una de mis mayores preocupaciones, aunque sabía que se había implantado otra en mi pecho. La deidad dejo de proyectar aquellas flores para dejarme ver a mis hermanos uno a uno, Choromatsu estaba en el cielo leyendo algunos archivos y a pesar de que sentía que debería estar contento, podía ver que algo le estaba carcomiendo, tal vez arrepentimiento... Karamatsu estaba hablando con Kamimatsu de una manera amigable, aunque le veía algo confundido, como si pensara en otra cosa... Jyushimatsu estaba volando dejándose llevar, estaba pensando en algunas cosas que seguramente habían pasado antes de que lo encontrara por última vez... Ichimatsu parecía intentar organizar sus pensamientos, note que no quería esto... y Todomatsu estaba regañando a Atsushi por algo que estuvo haciendo, pero pude ver lagrimas intentando ser contenidas. La deidad volvió a dejar las imágenes desaparecer para que pudiera hablar conmigo.
Esta guerra os está pasando factura a cada uno
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Me estuve preguntando la razón del porque no podía llegar a cumplir con los planes que teníamos, sabía que tenía que hacer lo que hicieron aquellos dioses con mis hermanos, sin embargo aquí estaba yo caminando de regreso a aquella iglesia solo para ir a comunicarle a aquel cura de que me tenía que ir por un rato, quería saber que estaba pasando con los demás, tal vez y solo tal vez estaba pensaba en cambiar de estrategia, una parte de mí no era capaz de ver a alguien tan amable como lo era él, y otra parte de mi quería cometer uno de los grandes pecados, pensar en que podría llevarle a esa situación me hacía desear que esos oscuros pensamientos en los cuales él se encontraba acorralándome en una de las paredes de su querida iglesia, mientras comenzaba a entregarse a la lujuria, ya me imaginaba esos ojos azules llenos de hambre y lujuria, sería un gran espectáculo. Pero todos mis pensamientos se fueron a la mierda en el momento que me acerque a la iglesia y comencé a escuchar una conversación entre esos dos, y ver como estaban tan cerca que parecía tan íntimo me hizo sentir algo que no se comparaba al rabia ni mucho menos.
Kami- Karamatsu, debes encontrarlo, debes cumplir con tu misión para conseguir debilitar al último pilar, debemos conseguir ganar esta guerra- Podía ver algo más allá, podría engañar a cualquiera, pero a mí no, sus intenciones eran claras, quien pensaría que encontraría a alguien más lujurioso y posesivo que él o cualquier otro demonio, y hay tenía delante al Dios manipulando a su presa como si fuera el más inocente del mundo, querían hacerle lo mismo que a las personas más importantes para él.
Kara- Lo se mi señor, lo importante es eliminar a aquellas personas que hacen daño a seres inocente.- Esas palabras sí que dolían, y al mismo tiempo sentí la necesidad de reírme en su maldita cara, ¿inocentes? Si claro, llama inocentes a las personas que cometen una infinidad de crímenes o a quienes cometen pecados imperdonables, esta vez no me arrepentiré de lo que haré, no tendré piedad en hacer que caiga a mis pies, espere pacientemente a que la conversación terminara para entrar.
Después de un largo tiempo en el que compartieron tanto algunas estrategias como algunas opiniones para encontrarme o hacer más daño a Osomatsu y a Todomatsu, logre ver como se iba dejando al cura solo, si tanto quería encontrarme pues cumpliré su deseo, me adentre a la iglesia cerrando la puerta detrás de mí llamando la atención de la persona que se encontraba a unos metros, me fui acercando logrando ver ahora a su cara, sus ojos me veían con amabilidad y una sonrisa se formó en sus labios, si supieras que te cumpliré el deseo que tanto anhelas, pero a cambio tú me cumplirás mis fantasías, de tan solo pensarlo quería hacer todo de manera apresurada, pero te torturare en cada maldito segundo, haré que caigas en un lugar donde no podrás volver a salir.
Ichi- ¿Dónde se encuentran los demás?- miré alrededor mientras analizaba cada rincón, no pude sentir la presencia de nadie salvo nosotros dos, por lo que intente esconder la sonrisa de victoria que tenía, aunque debo admitir que si estuvieran no podrían llegar a detener mis planes.- Esperaba poder encontrarme con la hermana Homura para poder hablar con ella de algunas cosas.
Kara- Ahora mismo se encuentran acompañando al obispo en algunas de sus visitas al pueblo, por lo que llegaran algo tarde.- Termine de acercarme a él quedando uno frente al otro, asentí a sus palabras mostrando una faceta tranquila y paciente- Hermana Ichi, se tendrá que quedar aquí, tengo una misión que cumplir así que le encargo de la iglesia.- Mientras decías esas palabras pude ver cómo te alejabas acercándote a la puerta, negué levemente y antes de que llegaras a tu destino te detuve agarrando tu muñeca.- ¿Hermana?
Ichi- ¿Va a irse a buscarle? Ya sabe a quién me refiero, al dios de la muerte.
Ver tu expresión de asombro fue mejor de lo que creí, en ese momento no pude evitar dejar de fingir haciendo que una sonrisa de burla se asomara de mis labios, con un pequeño movimiento aprovechando en el cual no estabas en alerta te acerque a mi acortando esa tortuosa distancia, sin que te dieras cuenta hice un pequeño movimiento de dedos para controlar tu cuerpo, así no podrás escapar de mí, con mis manos comencé a subir mientras acariciaba tus brazos hasta llegar a tus hombros hasta rodear tu cuellos y acercando nuestros pechos, logré sentir la tensión recorrer tu cuerpo.
Ichi- No tienes que ir a buscarlo, querido Karamatsu después de todo estoy delante de ti.- Susurre cerca de su oído, con otro movimiento te deje hablar, quería comprobar con tus palabras el cómo ibas a ir cayendo, y de tan solo pensarlo ya empezaba a excitarme- ¿No me quieres tocar Kara~?
Kara- Deberías de abandonar esa idea, no te voy a seguir el juego.- Tu voz sonó más grave de lo normal, ver cómo te resistías era gratificante, reí por lo bajo y me separe un poco para ver las expresiones que estabas haciendo, como supuse tu ceño estaba fruncido y me mirabas con odio y decepción una mezcla perfecta aunque una parte de mi lo odiara.- No pensé que encontraría a una escoria como tu aquí.
(Desde aquí narrare en tercera persona)
Solo hizo falta una orden para que el exorcista colocara sus manos en aquella pequeña cintura acercándolo a él, sus rostros estaban demasiado cerca que podían sentir la respiración de los dos tan cerca del otro y aunque tuvieran pensamientos el uno del otro, una tensión comenzó a formarse sin que fueran muy conscientes de que en el fondo de su ser estaban deseando esto, los labios de ambos no tardaron en encontrarse saboreando aquel sabor que experimentaban del otro, los movimientos eran lentos y con algo de ternura, pronto Karamatsu termino el beso mordiendo el labio inferior de su acompañante dejándole soltar un pequeño quejido, aprovecho ese momento para volver a atacar esos carnoso y tentativos labios introduciendo su lengua en la cavidad bucal de Ichimatsu comenzando una guerra entre ambas lenguas, quedando como ganador Karamatsu, sin darse cuenta comenzaron a caminar a algún lugar para apoyarse, Ichimatsu por su parte no podía estar más confundido, no sabía cómo es que aquel hombre tenía tanta experiencia.
El control que tenía sobre aquel cura hacia que siguiera sus órdenes y pero le pareció más divertido tan solo dejar que se llevara por la lujuria que le implanto, quería ver como luchaba con sus instintos primitivos, pronto llegaron a la mesa central de la iglesia, ahora el más joven se encontraba sentada en esta rodeando con sus piernas el cuerpo del mayor, se separaron un poco para poder recuperar la respiración siendo unidos por un hilo de saliva, ambos se miraron a los ojos llegando a ver una nueva faceta del otro, sus ojos estaban llenos de lujuria y hambre por el otro. Ichimatsu fue quien desvió la mirada primero, llegaba a ser vergonzoso el estar así a pesar de que fue su propia idea, pero algo le tomó por sorpresa al notar como las manos de su enemigo acariciaban su cintura recorriendo esta con tentación comenzando a deshacerse de la ropa, llegándola a bajar hasta la cintura de este para poder ver la piel, y al mismo tiempo logro sentir los labios del contrario posarse por su blanquecina piel.
Ichi-Quien imaginaria que serias así...- Trato de controlar su voz, esperando que no notara lo que estaba causando en él, su respuesta molesto al contrario y como castigo mordió el hombro llegando a escuchar un gemido salir de los labios del joven por la sorpresa que le causo esa acción- Mierda... De-Detente.
Hizo caso omiso a la petición del contrario y siguió jugando con la piel dejando chupetones y mordidas, al saber que estaría torturándole, Ichimatsu no se quedaría atrás y aprovecho la cercanía para acercarse y que pudieran rozarse ambos miembros, comenzó a hacer ligeros movimientos buscando tanto el contacto como el torturar al mayor, una sonrisa se formó en sus labios al escuchar los gruñidos cerca de él, aunque no conto con que las manos del mayor entraran por su falda para después agarrar con posesividad sus nalgas comenzando a masajearlas a su antojo, se separó para mirar al más joven el cual estaba con un sonrojo adornando sus mejillas, sus labios ligeramente abiertos soltando gemidos, podía notar la mirada llena de lujuria y pequeñas lagrimas estaban intentando escapar.
Kara- Pensé que aguantarías más, pero veo que no contabas con esto- Una sonrisa de burla salió de sus labios para después recostar al menor en la mesa, saco la ropa interior notando que se trataba de ropa interior de mujer.- Estabas muy metido en el papel, verdad Ichimatsu~
La voz ronca del mayor le hizo temblar y avergonzarse, tenerle de esa manera era una experiencia excitante, pronto vio cómo se empezaba a desabotonarse la prenda superior para dejar ver un torso bastante marcado, Ichimatsu se mordió el labio inferior por la imagen que tenía enfrente de él, algunas prendas estaban regadas cerca de ellos, pronto se liberó su miembro para llevarlo a la entrada del menor, por el contacto Ichimatsu se llevó sus manos al suyo para comenzar un vaivén, sabía que le estaba torturando por lo que había ocasionado, Karamatsu acerco las manos a la cadera del contrario para atraerle, no le importaba si causaba daño al contrario, seguramente si estuvieran en otra situación si le importaría, pero estaba nublado por la lujuria que estaba recorriendo su cuerpo y sin previo aviso se adentró de una estocada en la estrecha entrada se su acompañante logrando escuchar un gemido alto del menor, estuvo quieto por un momento mientras veía el desastre que había hecho de un solo movimiento en el menor.
Ichimatsu sentía como el miembro del mayor se hacía grande en su interior, había tenido sexo con muchas personas y con muchos demonios, y siempre le gusto el dolor y la rudeza en aquel acto, pero nadie le satisfacía, supuestamente por miedo a romperle y hacerle daño y por primera vez estaba sintiendo lo que tanto quería, pronto volvió a sentir como las embestidas se hacían presentes haciendo un lio en él, dejo de lado el retener sus gemidos dejándolos salir mientras disfrutaba de las miles de sensaciones que se aferraban a su cuerpo, el sudor recorría sin descanso ambos cuerpos y para impedir que el menor volviera con la acción de satisfacer su propio miembro el mayor agarro ambas manos para llevarlas encima de la cabeza de este, ambas eran sujetadas por la fuerte mano del mayor, mientras con otra la llevo a una de las piernas para subirla a su hombro y poder entrar más profundo en el menor.
Ichi- Aah...M-más ra-pido...- Sabía lo que significaban esas palabras y por primera vez le obedecería y comenzó con movimientos rudos y rápidos en aquel punto dulce que estaba enloqueciendo al menor, mientras los minutos pasaban y en el lugar solo se escuchaban los gemidos de placer de ambos, uno de ellos no tardo en venirse manchando su abdomen, las paredes aprisionaron el miembro del mayor haciendo que se viniera dentro de él.
Ligeros espasmos se hacían presentes en el menor, libero las muñecas viendo como había marcado las muñecas de este, y observo como el cuerpo del menor estaba con sus marcas, dejando ver de quien pertenecía, pero le parecieron insuficientes y volvió a comenzar a dejar chupetones y mordidas, primero haciendo un recorrido marcado, para después dejarlas al azar, el menor estaba disfrutando aquello aunque lo que más le sorprendió fue que el miembro del mayor volvía a la acción, se estremeció debajo de su enemigo, estaba algo cansado por la acción de hace unos minutos, pero de repente el contrario lo alzó como si no llegara a pesar nada y se recargo en el hombro de este mientras se aferraba para no caer, pronto el mayor volvió a salir casi completamente del menor para volverlo a penetrar mientras sus manos se aferraban a las nalgas de este.
Ya no estaban contando el tiempo, ni las rondas que estaban haciendo en ese momento, dejaron de lado en qué lugar se encontraban y solo se entregaban al placer que recibían el uno del otro, ni siquiera el mayor se dio cuenta de que desde hace tiempo había dejado de estar bajo el control de la lujuria que le había implantado el menor y tan solo estuvo dejándose llevar, en una de las "ultimas" rondas dejo descansar al menor, mientras recogía el desastre que habían hecho, había recibido marcas del menor por varias partes de su torso, incluso sabía que los rasguños que estaban en su espalda tardarían en irse, dio una mirada al menor que descansaba ahora en su cama, no supo cuando llegaron allí y eso no le importaba, estaba lleno de sus marcas y sus chupetones, podía notar como el semen estaba saliendo de la entrada del menor y como estaban sus manos marcadas en sus nalgas, después de limpiar el desastre que habían hecho en la habitación fue a limpiar al menor, para después arroparle, luego él se dio un baño caliente, y mientras se limpiaba pensó en lo que había hecho, y se sintió confundido al no sentir ningún arrepentimiento. Cuando termino se vistió y se fue a limpiar la iglesia, no debía haber ningún rastro de lo que habían hecho.
Ichi- Sé que... debería estar satisfecho-Dije mientras miraba la habitación del mayor y al sentir otra vez una presión en mi pecho, escondí mi rostro con mi antebrazo para dejar que mis lágrimas se deslizaran por mis mejillas- Pero... ¿Por qué duele?- Sabia la respuesta, pero quería negarlo, no podía ser eso, era imposible que sintiera algo como el amor.- Mierda, mierda si tan solo...
Kara- Me... ¿me amas?- Me sobresalte al escuchar su voz, limpie mis lágrimas sin éxito y tan solo pude verle apoyado en el marco de la puerta, pensaba que estaría muerto, de verdad pensaba que me mataría en el momento que acabáramos con esto- Ichimatsu, respóndeme.
Ichi- Mierda... cállate, cállate- No le quería decir, tan solo intente salir de la cama sin éxito, no lograba caminar y ahí note que me estuvo cuidando desde que me desmaye, se acercó a mí y me cargo, se sentó en la cama y me dejo en su regazo, no entendía porque era así y por la frustración decidí responderle, le agarre de la camiseta para mirarle de nuevo a los ojos.- Si, ¿contento? Te amo... te amo tanto que me siento tan malditamente confundido, no entiendo porque me tuve que enamorar de ti, yo...
Kara- Ichi... tranquilízate- acaricio mi mejilla y me mostro su sonrisa, era tan sincera que me asusto, le miré confundido y estaba seguro que él lo noto y rio levemente para después dejar un beso corto beso en mis labios.- Ichi, te amo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Atsushi estaba otra vez al frente de mí, intentando molestarme como antes, pero tan solo lo ignoraba no iba a caer en su estúpido juego, tan solo seguí preparando las pociones que seguramente necesitemos para fortalecer nuestros poderes, aunque de un momento a otro un mensaje del infierno llegó, comencé a leer esperando que no fuera nada urgente y sin embargo me comunicaban que los malditos celestiales habían hecho otro movimiento, dejando débil a Osomatsu, la frustración llego y tan solo pude maldecir, seguramente habían hecho lo mismo con Osomatsu, cuando nuestras emociones se desbordan ya sea porque no podemos controlarlas o por un detonante, eso llega afectar a nuestros poderes.
Atsushi- Totty hazme caso...- Y ahí está otra vez, intente volver a ignorarlo, pero me agarro de los hombros para que le mirara dejando de lado lo que estaba haciendo, como volviera con las estupideces de querer solo molestarme, le patearía los huevos.- No te has dado cuenta que desde hace rato has estado moviendo los objetos de lugar.
Por primera vez mire a mi alrededor y tenía razón, había algunos ingredientes volando al igual que algunos frascos e instrumentos, me concentre lo máximo posible para volver a dejar las cosas en su lugar, pensé que sería algo más fácil como antes, pero no fue así...Atsushi me tuvo que ayudar a colocar las cosas, en verdad odiaba sentirme así, tan solo esperaba que no empezara a burlarse de mi por no controlarme, tampoco quería alguno de sus sermones.
Atsushi- Te ha afectado mucho lo de ese ángel- Le mire con el ceño fruncido, habíamos quedado hace un rato que no mencionaría aquello otra vez, sin embargo como siempre no me hizo ni puto caso- No puedes ir a la guerra así, eres débil y te pueden atacar en cualquier momento.
Totty- No quiero escuchar eso de ti, que yo sepa tu estuviste en las mismas en la guerra de las hadas, fue suerte que os ayudara en ese momento.- Sabía que estaba mal cuando comencé a recordarle esas cosas, pero no tenía derecho a recordar uno de mis errores, sabía lo débil que era, y siempre me lo recalcaron, iba a volver a hablar cuando me sentí acorralado por él, su mirada mostraba ira, había dado en uno de sus puntos débiles.
Pensaba que diría algo como golpearme o insultarme, pero no hizo nada de eso, en cambio junto nuestros labios y mordió mi labio inferior haciendo que abriera mis labios y aprovecho para intensificar el beso, intente liberarme, pero no podía, no quería esto y sabía que él solo lo hacía para que no dijera nada más, cuando se separó de mi le empuje y comencé a limpiarme los labios, me desagradaba de sobremanera lo que había hecho, tan solo podía pensar en Jyushimatsu, en como con él sería diferente, tal vez por las emociones que sentía por ese maldito ángel, se había aferrado con fuerza a mi corazón que llegaba a ser insoportable.
Totty- Deberías de dejar de hacer eso, te deje en claro en su momento que no quería nada contigo, incluso tu aceptaste- Mire su rostro tantas emociones que podía notar salir de él, y tan solo siguió allí sin decir nada- Joder Atsushi, deja de hacerte daño.
Atsushi- ¿Te estas escuchando? Él que se está haciendo daño eres tú, creíste en tu maldito enemigo, dejaste que entrara en tu corazón y sigues insistiendo, aunque tú no te des cuentas se nota desde lejos que estás enamorado de ese gilipollas.
Mi cuerpo se movió solo y me acerque a él golpeando su rostro, sentía que lagrimas iban a caer de mis ojos, aunque luchara para retenerlas, estaba consciente de que sus palabras eran verdad, mierda... sabía que todo aquello y de verdad que intentaba olvidarme de eso para volver a la normalidad, sin embargo estaba en un punto sin retorno, me acorde de esas historias que escuchaba donde hablaban sobre el amor prohibido o que les odio al amor solo hay un paso, pero ahora tan solo tenía en mente la frustración y sin pensarlo, comencé a descargarlo con él, dejando libre algún que otro pensamiento, en ese momento después de callarme pude notar las pociones de mi estantería, me acerque buscando aquel maldito frasco, había creado varios y nunca se me ocurrió utilizarlo en él.
Totty- Poción de la verdad...- Susurre mientras agarraba el pequeño frasco que contenía un líquido de color ocre- Tienes razón, voy a enfrentarme a él... y con esto sabré sus verdaderos sentimientos, así podré continuar.
Deje al cuidado de la casa a Atsushi, a pesar de que intentaba detenerme en lo que iba hacer, hice lo posible para salir de la casa y comenzar a caminar por el bosque en busca de aquel ángel que había conseguido mi corazón, utilice un hechizo de rastreo y espere alrededor de unos minutos hasta dar con su presencia, este se encontraba volando cerca de la zona donde tiempo atrás había encontrado algunas de las flores mágicas de mi jardín, camine de una manera algo rápida, si la poción hacia efecto como yo quería, podría saber si las palabras que dijo sobre mis compañeros era verdad o solo fruto de la ira, mire alrededor buscándolo hasta que divise su figura descender para quedarse en medio del lugar, parecía algo pensativo ya que no se dio cuenta de mi presencia hasta que estuve totalmente cerca de él, cuando me miro no pude notar que sentía, tan solo esperaba que no fuera odio como aquella vez.
Totty- Antes que digas nada, si he venido para hablar contigo, pero sin ira de por miedo, solo hablemos de forma pacífica.- Mostré el frasco con la poción de la verdad, esta tiene efecto de inmediato y dura alrededor de unas horas.- Con esto podremos hacerlo, me tomare la mitad y tú la otra y estaremos en las mismas.
Aun no confiado asintió, quizás para dejar este tema de lado y perderme de vista, ese pensamiento me dejo un sabor amargo y me lleve el frasco a los labios para beber la mitad de su contenido y se la ofrecí, él también tomo hasta dejar vacío aquel frasco y me lo devolvió, nos miramos por unos segundos mientras esperábamos a que hiciera efecto, sentí como mis mejillas comenzaron a arder de tan solo tenerle enfrente mía con una mirada seria, el efecto no solo hacia efecto en las palabras sino también en las acciones, y sin notarlo estaba acortando la distancia que nos separaba para abrazarle apoyándome en su pecho, después de esto no seré capaz de verle a la cara.
Jyushi- Lo siento, por lo de la otra vez- Sentí como me rodeo con sus brazos abrazando mi cintura y apoyándose en mí, asentí levemente dándole a entender que lo entendía- Tienes razón en que estamos haciendo lo imposible para acabar con vosotros, aunque eso signifique hacer lo que hicimos.
Cerré los ojos sintiéndome cómodo entre sus brazos, tenía algo de miedo de que pudiera escuchar los latidos de mi corazón, por el simple hecho que todavía no estaba preparado para algún rechazo, aunque sabía que había una gran posibilidad de que fuera a suceder, agarre un poco de valor ya que no podía estar huyendo, decidí esto por mí mismo y empecé a hablar.
Totty- Yo también debo pedirte perdón, la verdad es que estaba enfadado contigo por lo que habías hecho, pero sobre todo estaba enfadado conmigo mismo.
Me separe un poco de él, tenía la mirada dirigida al suelo por temor a verle la cara y ver algún rastro de rechazo en él, agarre su túnica blanca llegando a arrugarla por los nervios que sentía en este momento, podía notar como mi cuerpo temblaba y seguro que él también podía notarlo, su mano se dirigió a mi mejilla acariciándola con cierto cariño y ternura para después agarrar mi mentón para alzar la vista, una hermosa sonrisa se formaba en sus labios y su mirada mostraba cierta ternura al verme, por primera vez luego de esos días en que todo fue dolor deje que salieran mis lágrimas quizás por todo aquello que oculte o quizás al sentir un gran alivio al no ver algún sentimiento negativo en su rostro.
Jyushi- ¿Por qué estabas enfadado contigo? Yo fui quien te hizo daño, tenías todo el derecho a sentiré así conmigo. - Comenzó a limpiar mis lágrimas con delicadeza, como si temiera romperme.- Al principio fue por la misión que se me encomendó, pero algo dentro de mí cambio con tan solo pasar tiempo contigo.
Tenía miedo por lo que iba a hacer, tal vez me arrepentiría cuando el efecto se vaya de mi cuerpo, pero debía hacerlo, antes de que siguiera hablando me puse de puntillas y me acerque a sus labios, intentando trasmitirle lo que estaba causando en mi desde hace tiempo, cuando paso unos segundos me separe para poder volverle a ver, su rostro estaba sorprendido intentando procesar lo que había hecho, por unos minutos pensé en huir, pero recordé que estaba atrapado entre sus brazos, iba a hablar para intentar volverlo a traer a la realidad, pero fui interrumpido por sus labios y al tener los labios algo entre abierto aprovecho para profundizar el beso, tenía razón el ser besado por Jyushimatsu hacía que sintiera mariposas en mi estómago y que una sensación de felicidad se posara en mi pecho. Estuvimos así hasta que nuestros pulmones pedían con urgencia oxígeno, nos separamos volviendo a recuperar poco a poco el aire mostrándonos una sonrisa entre nosotros.
Totty- Jyushimatsu, eso es lo que siento... desde hace tiempo quería decirte que has estado en mi corazón, me alegrabas los días con tus visitas, hacías que sintiera una gran felicidad con tan solo ver tu sonrisa y te puedo asegurar que no es ninguna broma o por la calentura del momento, me gustas o en otras palabras, te quiero, te deseo, te amo.
La dulce risa que deje de escuchar en su momento se hizo presente, coloco ambas manos en mis mejillas dando pequeñas caricias, se acercó a mi rostro dejando un dulce beso en mi frente, estaba seguro que tenía el rostro totalmente rojo por mis palabras y tampoco ayudaba que se estuviera comportando tan bien conmigo, apoyo su frente en la mía cerrando los ojos al sentir ese hermosa acción, suspiro con algo de alivio y me dio un beso esquimal.
Jyushi.- Pensé que era el único que tenía estos sentimientos, yo siento lo mismo... solo puedes ser tú, solo puedo sentir esto por ti y sé por extraño que parezca que mis sentimientos ya estaban conmigo antes de conocerte, como si solo estuvieran esperando a que volviéramos a vernos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro