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👒👜Renacer bajo el Sol👜👒

El cálido resplandor del sol se filtraba a través de las hendijas de la ventana, acariciando suavemente las facciones de Lysandro y Tomas mientras yacían juntos en la cama. La suavidad de las sábanas de seda los envolvía, creando un capullo de confort y calidez a su alrededor. Después de una noche de aventuras y la dulce caricia de la lluvia sobre sus rostros, el regreso a casa los había dejado exhaustos pero reconfortados.

Lysandro se acomodó más cerca de Tomas, su cabeza descansando en el pecho de su amado, mientras que Tomás pasaba los dedos por los cabellos oscuros de Lysandro con ternura. El aroma fresco de la lluvia aún impregnaba el aire, mezclándose con el suave perfume que emanaba de las cortinas de seda que ondeaban con la brisa matutina.

El silencio de la habitación se vio interrumpido únicamente por el suave murmullo de sus respiraciones entrelazadas, creando una melodía de paz y serenidad. Lysandro se sintió abrumado por la sensación de plenitud que lo invadía al estar junto a Tomás, la sensación de que, juntos, podían enfrentar cualquier adversidad que la vida les presentara.

El sol jugaba caprichosamente con las sombras en la habitación, iluminando cada rincón con una luz dorada y resaltando los detalles más íntimos de sus cuerpos. Los vellos dorados de Lysandro parecían encenderse con un brillo propio bajo los rayos del sol, mientras que los lunares salpicaban su piel como constelaciones en la noche.

Tomas deslizó su mano por la espalda de Lysandro, trazando círculos reconfortantes sobre su piel desnuda. Cada lunar, cada detalle de su cuerpo, era una obra de arte única, iluminada por el sol como si fuera una celebración de su amor y de su conexión profunda.

El sol continuaba ascendiendo en el horizonte, bañando la habitación con una luz dorada que parecía simbolizar un nuevo comienzo. Para Lysandro y Tomas, cada amanecer era una oportunidad para renovar su amor y fortalecer su vínculo aún más.

Juntos, se sumergieron en la paz del momento, dejando que el calor del sol y el amor que compartían los envolviera por completo. En ese momento, en los brazos el uno del otro, sabían que no importaba qué desafíos pudieran enfrentar en el futuro, mientras estuvieran juntos, serían invencibles.

—Buenos días, Lysandro.— susurró Tomás con una sonrisa tierna, acariciando suavemente la mejilla de su amado.

—Buenos días, Tomás —respondió Lysandro con una sonrisa somnolienta, mientras se acurrucaba más cerca de él. —No puedo recordar la última vez que me sentí tan bien al despertar.—sentenció el chico en un susurro.

Luego, decidieron levantarse y prepararse juntos para la academia de moda, sus cuerpos semi  desnudos ingresaron al lugar. Con pasos sincronizados, se dirigieron al baño, donde el vapor comenzaba a llenar la habitación.

Se quitaron la ropa lentamente, disfrutando del roce de sus pieles y de la anticipación del agua tibia que los esperaba. La luz del sol se filtraba a través de la ventana del baño, creando destellos dorados en el vapor que envolvía la habitación.

Tomás abrió la llave de la ducha y el agua comenzó a caer en cascada sobre ellos, envolviéndolos en un abrazo acuoso. Lysandro cerró los ojos, dejando que el agua caliente le acariciara la piel, mientras Tomás lo rodeaba con sus brazos.

Los besos comenzaron suaves, como una danza lenta y sensual. Lysandro se entregaba con pasión, sus labios buscando los de Tomás con hambre, mientras sus manos se aferraban a su cuerpo con deseo.

La excitación se apoderaba de ellos, cada contacto eléctrico enviando oleadas de placer a través de sus cuerpos entrelazados. Las manos de Lysandro exploraban cada rincón de la piel de Tomás, buscando saciar el fuego que ardía dentro de él.

— Te amo, Lysandro.— murmuró Tomás entre besos, su voz cargada de deseo.

—Yo también te amo.—dijo Lysandro devorando los labios de Tomas. Sin más demora, sus labios se encontraron en un beso ardiente y voraz. Lysandro devoraba los labios de Tomas con una intensidad desbordante, como si quisiera expresar todo su amor a través de ese beso.

Tomas respondía con la misma intensidad, sus manos explorando el torso de Lysandro con avidez, sus labios buscando los de su amante con desesperación. Cada beso era una declaración de amor, cada roce una promesa de pasión eterna entre ellos. Y bajo el torrente reconfortante del agua, se abrazaron con ternura, encontrando consuelo y fuerza en el amor que compartían mientras se preparaban para enfrentar el día que les esperaba en la academia de moda. 

Bajo la cálida cascada de agua, Lysandro y Tomas se encontraban con los torsos desnudos, sus cuerpos bañados por la luz tenue que se filtraba a través del vapor. Cada gota de agua resbalaba por sus pieles, dejando un rastro de brillo en sus torsos esculpidos, realzando cada músculo y contorno. Los besos entre ellos eran apasionados y ardientes,  Lysandro y Tomas se entregaban el uno al otro con una intensidad palpable.

Los labios de Lysandro se movían con destreza sobre la piel de Tomas, explorando cada rincón con devoción mientras sus manos se deslizaban con deseo por su espalda. Tomas respondía con gemidos ahogados, su cuerpo temblaba bajo el toque experto de Lysandro. Sus manos se aferraban con fuerza a los hombros de su amado, sus uñas dejando marcas tenues en su piel mientras se entregaba al placer que le ofrecía.

Entre besos y mordidas juguetonas, el deseo entre ellos crecía con cada segundo que pasaba. Lysandro dejaba un rastro de besos húmedos por el cuello de Tomas, alternando entre suaves caricias y mordidas juguetonas que arrancaban gemidos de placer de los labios de su amante.

El agua tibia los envolvía como un abrazo reconfortante, amplificando las sensaciones de placer que recorrían sus cuerpos. Cada gemido, cada suspiro, era una melodía de pasión que llenaba el pequeño espacio del baño, elevando su encuentro a un nivel de éxtasis compartido.

Y así, entre besos apasionados, mordidas juguetonas y gemidos de placer, Lysandro y Tomas se entregaban el uno al otro con una entrega total, dejándose llevar por la corriente ardiente de su deseo mientras se perdían en el mundo íntimo que habían creado entre ellos bajo la ducha.

Después de su apasionado encuentro bajo la ducha, los dos jóvenes salieron del baño, envueltos en toallas blancas. El aire estaba cargado con la dulce fragancia del vapor y la pasión compartida. Con una sonrisa cómplice, se dirigieron a su vestidor para prepararse juntos para el día que les esperaba en la academia de moda.

Con movimientos coordinados, comenzaron a ayudarse mutuamente a vestirse. Tomás deslizaba los boxers por las piernas de Lysandro, sus manos rozando con ternura su piel mientras lo ayudaba a vestirse. Lysandro, a su vez, ajustaba la camisa de Tomás, sus dedos hábiles abotonando cada botón con cuidado.

El aroma del perfume llenaba el aire mientras se aplicaban delicadamente unas gotas en sus cuellos y muñecas. Lysandro cerraba los ojos momentáneamente, dejándose envolver por la fragancia de Tomás, que le recordaba a momentos compartidos y emociones profundas.

Entre risas y complicidad, se intercambiaban miradas cómplices mientras se ayudaban mutuamente con el peinado. Lysandro peinaba con cuidado los cabellos de Tomás, mientras este último pasaba los dedos por los mechones de Lysandro con un gesto cariñoso.

Con un toque final de brillo labial para Tomás y un gesto de aprobación de Lysandro, estaban listos para enfrentar el día que les esperaba. Se miraron el uno al otro con orgullo y amor, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío que se les presentara en la academia de moda. Con pasos apresurados, salieron del hogar de Tomas, listos para enfrentar el mundo, con el amor como su mejor aliado.

Mientras el sol seguía su curso, pintando el cielo con tonos rosados y dorados, Lysandro conducía hábilmente por las calles de la ciudad rumbo a la academia de moda. El sonido suave de la radio llenaba el interior del auto, acompañando el suave murmullo de sus voces y risas.

Con una mano firme en el volante, Lysandro deslizaba suavemente la otra mano sobre el asiento, buscando la mano de Tomás. Sus dedos se entrelazaron con naturalidad, como si estuvieran destinados a encajar perfectamente el uno con el otro.

El paisaje urbano pasaba rápidamente por la ventana, pero ellos apenas prestaban atención, perdidos en su propio mundo de complicidad y amor. De vez en cuando, Lysandro apartaba la vista de la carretera para mirar a Tomás, su mirada llena de cariño y admiración.

Tomás respondía con una sonrisa radiante, sus ojos brillando con la luz del amanecer. Juntos compartían pequeños momentos de intimidad, como si el tiempo se detuviera para ellos en ese instante, dejándolos saborear cada segundo de su viaje juntos.

Entre risas y conversaciones animadas, llegaron finalmente a la academia de moda. Con un último beso y una mirada llena de promesas, se despidieron momentáneamente,  mientras Lysandro esperaba afuera del lugar, sabiendo que pronto volverían a encontrarse para compartir más momentos juntos.

En el elegante pasillo de la academia de moda, Emma Nylon se encontró con Tomas, quien la esperaba con anticipación en el vestíbulo. Tomas, con su porte sereno y elegante, se acercó a Emma con una sonrisa de cortesía.

—Emma, ¿Verdad?—dijo Tomas con cortesía.

—Tomás, es un placer verte, te estaba esperando. Tengo algo que discutir contigo en privado sobre el atuendo que te solicité, ¿Podríamos dirigirnos a mi oficina?—respondió Emma con un gesto amable con su habitual aura de autoridad y sofisticación.

Intrigado por toda la situación con Emma, Tomas asintió con cortesía y la siguió por el pasillo hacia la oficina de la directora. Llegaron a la ostentosa oficina de Emma, donde la luz del sol se filtraba a través de las amplias ventanas, iluminando el espacio con un resplandor dorado. Los vestuarios impresionantes y los muebles elegantes añadían un toque de sofisticación al ambiente, creando una atmósfera de lujo y estilo.

Una vez dentro, Emma invitó a Tomas a tomar asiento frente a su escritorio, donde comenzaron a discutir el asunto en cuestión. Después de que Emma y Tomas se acomodaran en la lujosa oficina, Emma tomó la palabra con una sonrisa expectante.

—Tomas, estoy encantada de tenerte aquí.— comenzó Emma con cortesía.—Quiero expresarte lo impresionada que quedé con el vestido que diseñaste para mí. Es verdaderamente excepcional, ¿Trajiste lo que te pedí?—recordaba a Tomas lo que le había pedido durante la fiesta de hace unos días atrás. 

Tomas asintió con gratitud, sintiendo una oleada de emoción al escuchar las palabras de Emma. —Sí, por supuesto, Emma. Me alegra mucho que te haya gustado el vestido—respondió con humildad, mientras buscaba en su portafolio y sacaba cuidadosamente el boceto del vestido que había creado para ella.

Emma examinó el diseño con atención, sus ojos brillando con admiración mientras apreciaba cada detalle cuidadosamente elaborado.—Este es exactamente el tipo de creatividad y habilidad que buscamos en nuestros estudiantes aquí en la academia.— comentó Emma, con un tono de aprobación evidente en su voz.

Tomas sonrió con gratitud, sintiéndose abrumado por la generosidad y elogios de Emma.—Es un honor para mí escuchar eso, Emma. Trabajé con pasión en este diseño y me alegra mucho que sea de tu agrado.

Emma asintió con una sonrisa.—De hecho, me encanta. Y como muestra de mi aprecio por tu talento y dedicación, estoy feliz de ofrecerte una beca completa aquí en la academia de moda. Creo que tienes un futuro brillante por delante, Tomas, y me encantaría que formaras parte de nuestra comunidad aquí.

Tomas apenas podía contener su emoción ante la noticia. Su corazón latía con fuerza mientras expresaba su gratitud a Emma por la oportunidad que le estaba brindando. Con un nudo en la garganta y una sensación de asombro, aceptó la oferta de beca con una sonrisa de alegría y determinación. 

Este era un paso importante en su camino hacia sus sueños en el mundo de la moda, y estaba decidido a aprovechar al máximo esta oportunidad que se le presentaba. Después de salir de la oficina de Emma, Tomas se dirigió rápidamente al estacionamiento, donde Lysandro lo esperaba pacientemente junto al auto. Su rostro estaba lleno de emoción y expectación.

—¡Lysandro!— exclamó Tomas, apenas conteniendo su emoción.

Lysandro se volvió hacia él, una sonrisa radiante iluminando su rostro al ver a Tomas acercarse. —¿Qué pasa, precioso? ¿Qué ocurrió?—preguntó con cariño.

Tomas respiró hondo antes de explicar—Recibí la beca completa para estudiar aquí en la academia de moda. Pero... es todo tan nuevo para mí. No sé qué esperar, cómo funcionan las cosas aquí adentro.

La expresión de Lysandro se iluminó aún más al escuchar las noticias de Tomas.—¡Eso es increíble, Tomas, ¡Estoy tan orgulloso de ti!— respondió con entusiasmo.—Y no te preocupes por nada. Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites, sabía que lo conseguirías.

Tomas asintió con gratitud.—Gracias, Lysandro. Realmente aprecio tu apoyo. Pero... no sé qué esperar una vez que comience, ¿Podrías darme algunos consejos o contarme más sobre cómo son las cosas aquí adentro?

—Por supuesto, cariño, respondió Lysandro con una sonrisa reconfortante.—Déjame contarte todo lo que sé. Y no te preocupes, estaré contigo en cada paso del camino.

Con la promesa de ayuda de Lysandro, Tomas se sintió un poco más tranquilo. Sabía que tenía a su chico y mejor amigo a su lado mientras comenzaba esta nueva y emocionante etapa en su vida en la academia de moda. Juntos, se dirigieron fuera del estacionamiento, listos para enfrentar los desafíos que les equiparaba el día siguiente.

CONTINUARÁ...

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