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Sakura decidió vivir con Obito, sabía que Sasuke no se acercaría ahí y también podía saber de él. Sasuke, igual que siempre, pasaba regularmente por su cabeza, estaba muy inquieta respecto a él y tenía razón de estarlo

Ella, además, notó que el Uchiha recibía llamadas constantes de Hinata y respondía alrededor de la mitad de ella. La peli-rosa sentía incomodidad, la misma que seguir usando el apellido del esposo que en meses no había visto. Él había estado en capacitación unos meses y los amigos de Naruto no podían mantenerlo más lejos.

La oji-jade se la pasaba en el apartamento del chofer y administrador todo el día, hacía las labores del hogar para él como agradecimiento por eso

Un día alguien tocó la puerta y por estar aspirando abrió la puerta sin ver por la mirilla.

Ambas se asombraron de verse de nuevo, las dos se congelaron. La esposa y la amante estaban frente a frente.

Sonó el teléfono de la casa, era el dueño de ella para avisarle a su huésped que estaba cerca de la Hyuuga.

Las dos salieron del trance por ello. Sakura hizo una mueca de incomodidad, bajó su mirada y con pena se escondió entre sus hombros. Hinata, por otra parte, sonrió con una menor alegría, se hizo pequeña y apretó su bolsa que tenía en sus manos.

—Adios— se despidió la oji-jade y empujó la puerta

La de ojos lavanda puso su bolso para evitar ello, la otra desistió de repetir la acción

—¿Te separaste de Sasuke-san?— pregunto con un hilo de vergüenza

Sakura afirmó con la cabeza y tragó en garganta seca

—¿Lo hiciste para estar con Naruto?— pregunto sería y en lo que parecía en posición de pelea

Ella negó con su cabeza

Hinata suspiró con alivió

La de apellido de soltera, Haruno, se enojó, ella quería a Naruto, lo sabía, se tragó su malestar

—¿Es todo?— pregunto con la voz inconsistente

—¿Has visto a Naruto desde que saliste?— interrogó

—Sí— afirmó y cerró la puerta

Sakura se sentó frente la puerta cerrada, se sentía bien por su respuesta. Antes tenía otra idea del amor en la que ella caía bien pero desde que cambio de perspectiva ya no le agradaba tanto.

Obito llegó, habló con Hinata afuera, mientras la otra mujer los escucho adentro

—Hinata tienes que entender que Naruto te pidió el divorcio, si él quiere regresar o no contigo es su decisión, no mía, no de otros— Él la vió a los ojos —Creo que Naruto no te volvera a amar—

La Hyuuga solo se retiró

El de cicatriz entró al mujer de ojos verdes darle entrada, lo vió dar cada paso adentro

—¿En verdad crees eso?— pregunto ella

—Lo sé— respondió —Hinata solo representa traumas y deudas que él no pudo pagar, no le hace bien—

—¿Yo no soy algo parecido?— cuestionó interesada

—O...¿Él lo no eso para tí?— revirtió la pregunta

—Alguna vez...igual que Sasuke-kun— respondió

—Aún no estás lista entonces— contestó entrando al baño —Aún no lo olvidas a tu ex— dijo desde adentro

Sakura se sintió herida en el orgullo, tomó sus cosas y se fué.

Obito salió —Pero está bien— dijo y no miró a su receptora del mensaje, tomó su celular y le marco al de ella —¿Donde estás?—

—Ire con mi ex— exclamó y colgó

Tenía miedo. Lo amó demasiado, nunca iba a amar a otro igual pero sabía que estaba bien, podía amar mejor. Sabía que aún no cumplía sus objetivos e intempestivamente tomó esa decisión.

La que tanto había pensado.

Hinata la desesperó en sus acciones, solo con un intercambio de miradas y palabras.

Era el empujón las palabras de Obito.

Se encontró fuera de la que había sido su casa, ella se congeló, se sintió débil otra vez, la sensación de haber sido derrotada antes de luchar.

Ella le cedia todas sus peleas con él

—Regresaste— dijo él

—Sí— afirmó sin saber las implicaciones que podía tener

Los dos entraron en la casa, Sasuke actuaba con naturalidad, no había cambio, era el mismo de siempre, ignorando todo lo pasado.

Él había tirado todo lo que Naruto les había regalado.

Sasuke entró al baño. La mujer se quedó en la cocina. Su esposo la amaba tanto que decidió perdonar lo que había hecho.

...

¿O solo era indiferente a lo que ella hacía?

Surgió ese sentimiento de vacío de forma nostalgica, entró en su corazón y sabía que él no sabría que necesitaba un abrazo, no lo haría hasta que él quisiera, no sería cuando ella quisiera. Había alguien quien mandaba en esa relación y sabía que no era ella por más que existía gracias a ella, solo tenía que conformarse,  enojarse y alegrarse sola o con ayuda de una migaja que debía de cuidar porque la temporada de sequía era larga.

Ya lo había intentado. Ya no podía seguir.

Antes no había problema con eso. Ahora sí.

También sabía que no le podía pedir más a Sasuke, ya había logrado lo máximo con él.

Ella dejó los papeles del divorcio en la mesa, un papel y se fué

Sasuke salió cuando ella cerró la puerta y vió el papel con un "Gracias" escrito en él

Sakura después de lo mucho que Naruto se esforzó por ella, sabía que valía más que eso y que tenía la obligación de buscar una mejor felicidad. Y quería intentar buscarla junto a Naruto. Tal vez se equivocaría pero... Ya lo había hecho muchas otras veces.

La de cabellos rosados fue a un parque vacío, se sentó en un columpio y lloró.

Lloró tanto que no podía ver.

Había imaginado algo mejor que eso porque según ella ya había tenido ese "Y fueron felices para siempre"

Obito estaba observándola a lo lejos, Shino le había dado su ubicación, podía escuchar sus suspiros y se sentía mal

Tal vez eso podría eliminar un poco el dolor.

Ella lloraba por una ilusión autoinfligida, una expectativa que forzó. A cualquiera le era dificil aceptar eso.

Hinata y ella sufrían el mismo dolor. Pero a la de cabellos azules aún le era vista al horizonte un poco de esperanza.

El de cabellos negros recibió una llamada de la cárcel —¿Naruto?—

—Hola, Obito—

El llamado se emocionó, sonrió y pudo soltar un suspiro

—Naruto— lo llamó

—Te perdonó— respondió —No lo vuelvas a hacer, por favor—

—No lo haré. Lo prometo— respondió

—Bien— suspiró aliviado

El rubio sabía que estaba siendo laxo, pero, también sabía que no podía pedir mucho por lo que era.

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