Capítulo 5
Aquello era demasiado para mí. Es decir, en todos estos años mi madre nunca habló sobre el hecho de tener otra hija.
Tampoco un nieto, ahora de pronto aquello pasó.
Desde que mandó el mocoso conmigo no he sabido nada de ella, de ellas. Bueno.. a penas han pasado 2 días, pero aún así para mi es demasiado. Necesito respuestas, respuestas que mis padres no me darán, lo intenté y no ceden. Tampoco responden mis llamadas, solo las de Yoori.
Me encamino hasta la entrada, se me había avisado que Yoori estaba en las instalaciones, mi dicha era palpable.
-Riri- llamé apenas la vi anclada al brazo de Park como si vieran el vecindario en el que planean mudarse.
-Ahhhh- su grito me hizo reír, saltó sobre mi para abrazarme -No sabes cuanto te extrañé gatito enojón- palmeé su trasero para callarla y hacerla bajar, se había trepado en mi cintura.
-Park- saludé
-Min- contestó de igual manera pero sonriendo por la energía que desbordaba mi hermana.
-¡Este lugar es el paraíso!
-Lo es, si está agradecida Capitan Min, debería adorar y apoyar a quien la trajo aquí- me señalé.
-Claro, mi unnie es genial- puse los ojos en blanco por aquello, ha estado bromeando con eso, la verdad es que ella siempre quizo un hermana. -Mau es un amor, hablé por teléfono más terminado con él, es un sol ese niño.
-Creo que debemos ir con nuestros padres. Papá llevó el que no era.
-¿Quien es el jefe aquí?
-Yo- me jacté
-Mi unnie amor. Esto será excelente, la primera al mando es mi hermana y el segundo también. ¡Esto es genial!- me miró -Alquilamos unos apartamentos aquí cerca, son hermosos y privados. Tendrás un piso.
-¿Que quieres?- dije y me miró con desaprobación, caminábamos por los pasillos hacia el comedor.
-Nada- se quejó y escuché un bajo -Por ahora.
-¿Como la aguantas Park?- aquello lo hizo reír
-Muchas lombrices ¿no?- esperáramos en la fila y ya comenzaba con sus cosas.
-Solo lo ven por novedad, el rey aquí soy.
-Conociéndote como te conozco las has repasado a todas- casi
Tomamos asiento en una de las mesas y todos los miraban curiosos. -Aquel será tu grupo- señalé los escandalosos de la esquina.
-Um, son fuertes- los miró con detenimiento -Y todos hombres, ¿cuántas mujeres hay en el pelotón?
-No muchas la verdad, las mujeres tienden a pensar, no son suicidas- aclaré
-Se pierden la emoción, ¿tienen buenos rifles?
-Come- exigí esperando algo de sosiego, comienzo a arrepentirme de traerla aquí.
Las horas de trabajo luego del recorrido fueron provechosas y a pesar de que debía hacer mi trabajo y el de la Comandante, me gustaba. Me gustaba el nivel de estrés que estaba manejando.
Al final opté por ir al dichoso edificio que Yoori mencionó, era bastante amplio, pulcro y seguro.
Tenía una linda cocina, dos cuartos y un recibidor. Las paredes gruesas y totalmente amueblado. Pobre de Park. Si así gasta su dinero pronto lo dejará en la ruina.
-¿Porqué alquilaste los tres pisos?- esta estaba tras la puerta mientras dejaba mi maleta.
-No me gustan los vecinos chismosos.
-Técnicamente soy tu vecino- le hice saber.
-Um, pero eres un gato dormilón- sonrió -¿Te gusta?- asentí -¿Mucho?
-¿Que es lo que quieres Min Yoori?- negó
-Es en agradecimiento por salvarme de ir allá- apretó levemente los labios -Aquello de espías y esas cosas da miedo.
-Lo se- me acerqué -Procura escalar pronto, mientras más alto tu rango menos jefes tienes.
-Deberías tomar tu consejo- puse los ojos en blanco al escuchar aquello, luego de eso se despidió con la mano y se perdió por el ascensor.
Encendí el televisor, debe haber pasado un año de la última vez que vi uno, suelo emplear mis ratos libre en otras cosas.
Como era de esperarse no encontré algo que me gustara, así que acabé por apagarlo antes de que mi teléfono comenzara a resonar por todo el lugar.
-Hey Jeon
-¿Que cuentas Min?
-Nada nuevo- era raro que este me llamara, más aún a estas horas. -¿Que necesitas?
-Haremos un... algo- dijo y lo entendí -Te quiero en las coordenadas que te enviaré a las 05:00. Tomará algunos días.
-¿Reconocimiento?
-Rescate
-Necesitamos tirador, ¿irá la Jeon bonita?- bromeé
-Eso lo dejaré pasar- dijo cansado -Tenemos uno, también alguien que conoce los terrenos y a ti como estratega.
-¿Distracción?
-Para eso estoy yo- irá
-Por lo que veo te soltaron la correa- dije con referencia a que ya no suele hacer estos trabajos, los hombres se ablandan luego de tener familia. -Nos vemos- me despedí -Saludos a tu esposa.
Un bufido salió de su boca antes de cerrar, caminé hasta el ascensor y luego de tocar la puerta del tercer piso vi a un semidesnudo Park -No quiero ver tus cosas- llevaba pantalón, pero aún así no quería. -Mi hermana- estaba en la cocina.
-Hago la cena. ¿Te quedarás?- negué, si haría aquello debía prepararme, dormir también.
-Mañana me iré, serán unos días
-¿Una misión?
-Si
-¿Dónde?
-No pregunto donde o porque
-Bueno, cuídate ¿si?
-Siempre lo hago
Espero que esto sea rápido, porque por primera vez en toda mi carrera militar estoy más preocupado por la misión que desempeña aquella castaña a la que debería hacer yo. El no saber nada sobre aquello me genera demasiada incertidumbre, y eso no me gusta.
¿Quién extraña a Papitán o a los Kim buenotes? 🔥🥰
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