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Capítulo 23


Había llegado a Daegu cerca de la tarde del día siguiente, al final tuve que dormir en Seúl.

Caminé con dirección a su oficina apenas puse un pie en el pelotón, mierda me importaba si estaba ocupada. Y así era, habían algunos tenientes, capitanes y reclutas, agradecí que no estaba mi hermana.

-Salgan ahora- me hice notar pese a que estos ya habían parado de hablar para saludarme.

-Algunos trabajamos- pronunció de manera retadora, les indiqué salir nuevamente y esta que entraran en apenas minutos. -¿Tu renuncia?- había dejado los documentos sobre su mesa.

-Mi conteo de esperma. No es mío el mocoso- informé -También los exámenes de transmisión sexual por si tienes la duda.

-No pregunté o pedí pruebas. Estoy trabajando, así que...- señaló la puerta

-¿Es enserio?

-Yo no bromeo- volvió su vista a los documentos que tenía en frente evitando mis pruebas y una cansada risa salió de mi antes de salir de la oficina azotando la puerta.

Que se joda

Bien puede joderse, no me importa.

Caminé hasta mi cuarto, necesitaba descansar al fin pues pese a que me quedé a dormir en Seúl no lo hice como es debido.

Aún estaba en la ducha cuando el resonar de mi teléfono me interrumpió, era Jeon.

-Hey

-Hola

-Tengo un trabajo en que quiero que me ayudes.

-Solo te ocultas para que no te castren.

-¿Quién...

-Tengo mis contactos- me burlé -Punto de encuentro

-Pasaré por ti y viajaremos a Ilsan, Namjoon nos verá allá.- la llamada fue cerrada luego de decirme la hora en la que lo haría, le indiqué hacerlo en casa de mis padres así que guardé algo de ropa en un bulto y me vestí de civil nuevamente.

Conduje hasta la casa y antes de salir tomé la cinta de videojuegos que había comprado para el mocoso.

-¡Mayor!- no era extraño que haya sido el primero en notar mi presencia, todos estaban en la terraza, incluida ella, parecía que recién había llegado, aún llevaba su uniforme -Mi regalo- tendió la mano, mocoso consentido. Se lo mostré y se puso de pie para tomarlo.

-Tengo un trabajo fuera, no se cuando regrese.- su madre pretendía subir, así que la intercepté cuando se supone pasaría por mi lado.

Acabó por zafarse de mi agarre y continuar con su camino, el mocoso no paraba de pedirme que subiera con el para probar el juego.

-Es genial. Tenías que comprar más.

-Es nuevo mocoso, ¿sabes cuánto cuesta?- mimado.

-Jugaremos los dos- planeaba cambiar a dos jugadores. Negué

-Voy a una misión.

-¡Vaya! Cool- negué entre risas. Este niño se sorprendía con cualquier cosa.

Mi teléfono se iluminó avisándome con un mensaje que Jeon estaba abajo. -Ya me voy.

-Tráeme un regalo cuando...

-Sales más caro que una esposa.- me quejé

-La abuela dice que no vas a casarte nunca si sigues así.

-¿Así cómo?- se encogió de hombros

-No se

-Adiós mocoso- salí de la habitación encontrando a su madre esperando por mi en el pasillo, me tendía los documentos. -Te los puedes quedar, yo no los necesito.

-Tampoco yo

-Tíralos. ¿No les dirás a tus padres de la misión?- reí von sorna.

-No quiero a mamá histérica hasta que regrese.- pretendía continuar con mi camino pero acabó sujetando mi brazo. -Si quieres decir algo hazlo ya. No tengo tiempo de esperar.- hizo una mueca de inconformidad antes de soltarme y alejarse hasta su habitación.

"15 Minutos"

Envié aquel mensaje en respuesta y la seguí, mierda que lo hice. -¿Ahora que mierda pasa contigo?

-Tu. Tu pasas.- frotó sus ojos -No tenías que darme explicaciones, mucho menos traer pruebas.

-Olvida que lo hice entonces. De todos modos no eres más que una cobarde.- la vi reír con sorna.

-No soy ninguna cobarde.

-Lo que te haga dormir por las noches.

-Más te vale reportarte apenas llegues, no...

-¡Ahora pronto de preocupas!

-Estás bajo mi mando y en lugar de pedir permiso, avisas que te vas de misión.- di un paso al frente.

-Soy estratega. Eso significa que mi trabajo es no estar en el puto pelotón. Pero si es tu forma de sentirte con el poder, claro. Avisaré cuando llegue, así no te preocupas.

-No dije eso

-Se justo lo que quisiste decir- di un paso más hacia ella.

-Vete ya, hay un vehículo abajo...

Acaricié su brazo y aspiré su aroma -Tomaste de excusa lo sucedido ese día para ser una cobarde.

-Dije que...

-Te dije que no era mío y aún así...

-No necesitaba explicaciones

-Pero yo quería dártelas. Debiste tomar la información que te di y disculparte por ser una irracional de mierda dejándome tirado cuando teníamos cosas que hacer.

-¿Así que es por eso? Sexo

-No, es sobre tu reflejando tus miedos en mí.- la vi reír con sorna.

-No voy a tener esta conversación contigo, sal de mi cuarto. Esto estuvo mal desde el inicio.

-Por supuesto. Ahora que, ¿debo tratarte como una hermana?

-No eres mi hermano- prácticamente gruñó

-Entonces ¿qué mierda es lo que está mal?

-Sal de aquí- asentí cuando lo dijo y di dos pasos lejos de ella, luego de tanta palabrería estaba demasiado cerca de ella y aquel hecho era demasiado para mi cordura. -Ten cuidado- su cara dejó ver que se arrepintió apenas lo dijo.

-Ahora de pronto te preocupas- y mierda que aproveché su momento de debilidad para volver a acercarme.

-No podemos...

-Pero queremos- dije contra su boca -Solo déjate llevar.

-La última vez que lo hice no acabó nada bien- parecía que en cualquier momento se desharía en mis brazos.

Había colocado mis manos en su cintura y ella las suyas en mis hombros -¿Me dejas besarte?

-¿Desde cuando preguntas?- pronunció con molestia, aquello me hizo reír. Acerqué mi boca lo suficiente para hacernos probar al otro, algo suave y tranquilo, como nunca nos habíamos besado. Apreté aún más mi mano en su cintura para acercarla más a mí y esta aceptó aquello sin resistirse. Suspiros se escapaban de ella entre el beso y aquello me tentó a más, pero no tenía tiempo.

-Piensa sobre esto mientras no estoy. Reconsidera y si me aceptas espérame desnuda sobre mi cama.

-Idiota





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