Capítulo 14
-El día que te vea castigado se acaba la disputa entre el Norte y el Sur.- se había colado hurtadillas a mi oficina mientras revisaba papeleo.
-La abuela tenía visita y me aburrí. No me gustó el desayuno. ¿Me llevas a comer?
-¿Disculpa? Lo de ayer fue un premio, no se te hará costumbre gastarte mi dinero.
-Hoy invito yo- sacó de su bolsillo algunos billetes. -Es eso o le digo a mamá que me sacaste de casa ayer.
-¡No te saqué, tu viniste aquí! Como ahora.- lo ví encogerse de hombros
-Me creerá a mí.
-No vas a amenazarme mocoso. Ve al comedor y come de ahí- le tendí mi carnet, -Más te vale regresar aquí con él o estarás en problemas. Yo no soy la blanda de tú madre. Te encarcelo en las barracas hasta el amanecer.- me miró de mala manera y salió de la oficina luego de tomarlo.
Luego de dejar unos documentos firmados toques en la puerta me hicieron llevar mi vista a esta.
-Mayor Min- uno de los soldados saludó apenas di el pase -Solicitan su presencia en la cancha de entrenamientos. Los capitanes salieron con la Comandante y no tenemos instructor.- aquel hecho me llenó de gozo, porque hace meses moría por algo de acción, pero no se lo dejaría saber.
Caminé fuera de mi oficina siendo seguido por el pero recordé al mocoso, me desvié solo unos pasos hasta hallarlo mirando por la puerta que da a los gimnasios. -Vamos mocoso, aprenderás a pelear.
-¡¿Enserio?!- sus ojos brillaron de emoción, la verdad es que si se parecía a mi cuando me escapaba de niño para venir a la base.
Apenas llegamos divisé a Park observarlos. -Creí que no había ningún superior.
-Yo no cuento, soy médico militar. No entrenador.
-Yoori
-Fue con Lee y Choi fuera de la base- negó para si mismo -Sabe que tiene náuseas matutinas y aún así se empeñó en ir.
-Hablaré con ella. Se cree que puede hacer lo que quiera. La otra tampoco debió dejarla ir.- prácticamente gruñí. -Siéntate mocoso
-¡No me grites!
-¡No te grité!- al final lo hizo
-¿Estás seguro que no es hijo tuyo?- señaló Park y puse los ojos en blanco, no me acosté con ella, recuerdo a todas y cada una.
-Un teniente primero- llamé y uno se acercó -Liderarás, yo voy a observar y si debo irrumpir lo haré- tomé asiento al lado del mocoso para explicarle lo que debe y no debe hacer y Park se fue a hacer sus cosas.
...
-¿Qué haces aquí sin permiso?- la voz de su madre me hizo tensar, la había evitado exitosamente durante dos días y precisamente ahora cuando la creía lejos nos atrapó.
Digo nos atrapó porque el mocoso me había convencido de llevarlo al campo de tiro nuevamente, para darle más prácticas y como yo estaba aburrido lo hice.
-El me deja- me señaló, yo por mi parte miraba cualquier lugar.
-Ve a mi oficina y no te muevas de ahí hasta que vaya por ti.- dijo severa y este se marchó dejándome solo con la loca de su madre.
-Antes de que te creas leona y saques las garras, quien lo deja tirado eres tú, no tengo la culpa si el viene a molestar al lado mío. Así que si te molesta que el mocoso venga a buscarme peleale a él, no a mi.
-Gracias- eso me hizo mirarla -Por pasar tiempo con él, te considera un amigo. Eres una mala influencia para él pe...
-Lo dice la que anda con la loca de los cuchillos y las coletas. Quien dejaba un arma en sus manos sin supervisión.
-Con balas de mentira- gruñó -Deja de pelearme todo lo que digo tu madre quiere que nos llevemos bien y...
-Más bien tuya
-A quién se dedicó a cuidar fue a ti.
-Supongo que por eso te crees con el derecho de gritarme. Yo no te quité nada, no seas envidiosa.
-¡Ahh puta mierda! Soy tu superior.
-Que sexy te ves cuando te molestas- pronuncié por último sin poder evitarlo antes de alejarme del lugar. No se porqué lo hice, quizás la cantidad exhorbitante de sueños húmedos que tengo con ella, no lo se.
Se supone que no debo fijarme en ella de manera sexual pero también se supone que ella no debió devolverme el beso ni mucho menos gemir sobre mis labios como lo hizo ese día.
Mierda que está mal, pero no puedo solo fingir que no pasó.
-¿Y ahora?- me había seguido a mi oficina
-Tienes la idea equivocada de eso que pasó ese día.
-El beso- dije seguro
-No se repetirá, así que agradecería que no vuelvas a hacer un comentario como el de hace unos minutos.
-¿Si los hago que?- caminé los pasos suficientes para acercarme a donde estaba y acorralarla contra la puerta. -Si no quisieras atención no habrías venido aquí y cerrado esa puerta.
-Lo hice por privacidad- se quejó y trató de moverse
-¿Ya te vas? Despídete bien ¿no?- abrió los ojos en demasía cuando mi boca fue lo suficientemente osada como para apoderarse de la suya y comer sus suspiros entre el beso.
Mis manos fueron a su trasero y la apegué tanto a la pared que la madera resonó por toda la oficina.
-Detente- mi boca había ido a su cuello cuando habló, sus labios estaban hinchados y húmedos y deseé empeorarlos pero en cambio la dejé libre -Pertenecemos a...
-No somos familia, lo sabes- no lo somos
-La próxima vez que hagas algo así voy a golpearte hasta hacerte sangrar.- pronunció por último pero la seguridad no era parte de ella, se notaba ansiosa cuando salió de la oficina con rumbo a la suya.
Mentiría si dijera que no me excitó lo que dijo, la idea de nuestros cuerpos sudados siendo tomados por el otro luego de una pelea nada amistosa se había posicionado en mi mente sin intención de moverse.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro